En defensa del amor platónico.

Hot_Velvet

Miembro muy activo
Desde
16 Jun 2023
Mensajes
2,508
Reputación
11,005
Ya se que quizás desentone este tema en un foro como éste donde prima lo carnal y lo obvio pero nunca viene mal contemplar otras opciones.

Desde siempre fui un tipo enamoradizo, creo que a los cuatro años ya me enamoré de alguna vecina, de Marilyn Monroe y de muchas mujeres que me deslumbraban. Claro está se trataba de amores platónicos, idealizados, irreales, intangibles.

Con el tiempo me he dado cuenta de que se trata del amor más puro, una forma de satisfacer nuestra innata necesidad de amar, de sentir amor. Lo importante es eso, amar y sentirse vivo. Si Platón le puso nombre a este tipo de querer, en la Edad Media se definió como "Amor cortés". En aquella época era habitual de un caballero tuviera una dama a la que respetaba y que le inspiraba esa sensación, dándose incluso el caso de que se tratara de una mujer casada. No importaba, porque el amor cortés era un amor puro, no carnal, una necesidad más del alma que del cuerpo.

Yo llevo años practicándolo y me reafirmo es ideal. En primer lugar porque no busca el reconocimiento, no es necesario que la persona amada ni siquiera lo sepa, así que tampoco es necesario que nos corresponda. Algunas mujeres se sienten halagadas cuando alguien les confiesa este tipo de atracción, otras se sienten abrumadas, sorprendidas y en muchos casos agradecidas pues su autoestima sube unos cuantos enteros.

Pero quien despierta en nosotros el amor platónico no nos aporta nada que no tengamos, simplemente es un medio, un canal para que eso que llevamos dentro adquiera forma. Yo idealizo, en función de mis necesidades y por eso es un amor maravilloso, pleno y poco imaginable para quien no tiene la capacidad de sentirlo.

En este momento, bueno, desde hace ya un par de años en que la conocí, estoy enamorado platónicamente de una mujer. Ella no lo sabe, quizás lo sospeche porque soy amable con ella y en las pocas ocasiones en que tomamos un café me quedo absorto contemplándola. Es una artista, en el sentido literal de la palabra y tiene ese encanto de quien tiene un mundo interior pleno.

La conocí en un museo. Estaba sentada en un banco frente a un cuadro que no recuerdo de quién era. Me llamó la atención la forma en que miraba el cuadro. Concentrada, relajada y con sus facciones naturales. Con unos vivos ojos marrones, color de avellana y esa cara delicada. Toda ella es delicada, no es muy alta y su cuerpo es la definición del equilibrio, un cuerpo sin estridencias pero con formas sublimes. Nunca he querido imaginar lo que sería acariciar su cuerpo. Me basta con lo que ella representa en mí.

Me gusta el tono de nuestras conversaciones, generalmente sobre arte o sobre cine. Es una mujer con la que me resulta fácil comunicarme y entre nosotros surgen una vez tras otra esos momentos mágicos en que nos encontramos a gusto, hablando o compartiendo fotos de paisajes que nos hacen soñar. En este momento la necesito, necesito la fantasía que supone creer en una persona ideal. Por eso no quiero más, no necesito verla más de lo necesario como para mantener viva esta fascinación. No quiero imaginarla ni mucho menos verla en su día a día, haciendo labores rutinarias. Aunque confesaré que en alguna ocasión la he espiado, sin que lo sepa, claro está, sino no sería espiada. En ocasiones veo su estudio y puedo verla trabajando. Recuerdo una vez que pasé a propósito por la calle donde trabaja, me apetecía adivinar si ese espacio se había teñido de su presencia. Y casualmente estaba en la calle charlando con alguien. Ella también me vio y me saludó. Me gusta cómo me mira.

Solo espero que esto continúe, que me permita seguir utilizándola. No creo que le haga daño siendo mi amor platónico secreto. Si acaso el dañado pudiera ser yo. Pero no me importa. Asumo el riesgo.

Ahora me gustaría conocer vuestra opinión. ¿Habéis sentido o sentís amor platónico por alguien? ¿Habéis sido motivo de él? Os espero.
 
Me gusta el tema.
No solo con las imágenes se refleja lo que hay en ti, también con las palabras. Has descrito perfectamente un amor platónico. Incluso que el único perjudicado serías tú. Siempre o casi siempre el único perjudicado es aquel que siente ese amor platónico.

Y si se confiesa nunca sabes las consecuencias, hasta que lo has hecho.

Yo fui una de esas atrevidas. Tuve un amor platónico (para mí lo era entonces, ahora visto en la distancia del tiempo, fue un encandilamiento) recién cumplí los 18, por un chaval.

Nos veíamos todos los fines de semana, en el chalet de unos familiares. Siendo fiel a mis sentimientos y mi personalidad, le escribí una carta, confesando lo que sentía. No obtuve ninguna respuesta por su parte. Una tarde de marzo, me lo encontré dándose el lote con una chica.

Seguimos coincidiendo en el mismo lugar, hasta llegar verano. Y allí, la madre de este chico, que era como un porcentaje elevado de madres que registran habitaciones, soltó delante de todos los presentes(había familiares míos) que una chica le había enviado una carta de amor a su hijo y ella, la había leído.

Evidentemente, quise hacerme invisible, pero aún no tenia ese poder.

Pasaron años, nos perdimos la pista. Y volvimos a coincidir en el mismo chalet. Yo había sabido de su largo currículum amoroso, una chica tras otra, siendo infiel a su actual pareja embarazada de gemelos...y tratando de lanzarme la caña, delante de todos, allí. En el chalet.

Hay amores platónicos, que mejor se queden en Saturno.
 
"El amor es una enfermedad, que una vez contraída no se cura" Radio Futura.


Esta frase, tantico lapidaria, resume de un modo perfecto la, sensación, el sentimiento y la relación causa-efecto del amor platónico.

Si caminamos al terreno de no correspondido, cosa que acostumbra a ser lo más habitual, la referencia que podría ajustarse como anillo al dedo sería:


En cualquier caso, es una sensación y un sentimiento que, aún agridulce, queda impreso en la memoria del corazón para siempre.
 
"El amor es una enfermedad, que una vez contraída no se cura" Radio Futura.


Esta frase, tantico lapidaria, resume de un modo perfecto la, sensación, el sentimiento y la relación causa-efecto del amor platónico.

Si caminamos al terreno de no correspondido, cosa que acostumbra a ser lo más habitual, la referencia que podría ajustarse como anillo al dedo sería:


En cualquier caso, es una sensación y un sentimiento que, aún agridulce, queda impreso en la memoria del corazón para siempre.
Es un sentimiento que es necesario sentirlo en nuestra vida y como todo en ella, entraña un riesgo.
 
Me gusta el tema.
No solo con las imágenes se refleja lo que hay en ti, también con las palabras. Has descrito perfectamente un amor platónico. Incluso que el único perjudicado serías tú. Siempre o casi siempre el único perjudicado es aquel que siente ese amor platónico.

Y si se confiesa nunca sabes las consecuencias, hasta que lo has hecho.

Yo fui una de esas atrevidas. Tuve un amor platónico (para mí lo era entonces, ahora visto en la distancia del tiempo, fue un encandilamiento) recién cumplí los 18, por un chaval.

Nos veíamos todos los fines de semana, en el chalet de unos familiares. Siendo fiel a mis sentimientos y mi personalidad, le escribí una carta, confesando lo que sentía. No obtuve ninguna respuesta por su parte. Una tarde de marzo, me lo encontré dándose el lote con una chica.

Seguimos coincidiendo en el mismo lugar, hasta llegar verano. Y allí, la madre de este chico, que era como un porcentaje elevado de madres que registran habitaciones, soltó delante de todos los presentes(había familiares míos) que una chica le había enviado una carta de amor a su hijo y ella, la había leído.

Evidentemente, quise hacerme invisible, pero aún no tenia ese poder.

Pasaron años, nos perdimos la pista. Y volvimos a coincidir en el mismo chalet. Yo había sabido de su largo currículum amoroso, una chica tras otra, siendo infiel a su actual pareja embarazada de gemelos...y tratando de lanzarme la caña, delante de todos, allí. En el chalet.

Hay amores platónicos, que mejor se queden en Saturno.
Las personas necesitamos sentir el amor, experimentarlo e incluso sufrir por él.
Lo peor es cuando tenemos experiencias como la que has compartido.
Todo es aprendizaje.
Yo también sufrí una relación en la que una persona sentía algo especial por mí. Lo malo es que no quedó en algo platónico sino que ella pretendía formalizar una relación en la que buscaba un tipo de persona que yo no soy. Digamos que yo propicié que ella elaborara una idea errónea de mi persona en función de sus necesidades emocionales del momento.
 
Me gusta el tema.
No solo con las imágenes se refleja lo que hay en ti, también con las palabras. Has descrito perfectamente un amor platónico. Incluso que el único perjudicado serías tú. Siempre o casi siempre el único perjudicado es aquel que siente ese amor platónico.

Y si se confiesa nunca sabes las consecuencias, hasta que lo has hecho.

Yo fui una de esas atrevidas. Tuve un amor platónico (para mí lo era entonces, ahora visto en la distancia del tiempo, fue un encandilamiento) recién cumplí los 18, por un chaval.

Nos veíamos todos los fines de semana, en el chalet de unos familiares. Siendo fiel a mis sentimientos y mi personalidad, le escribí una carta, confesando lo que sentía. No obtuve ninguna respuesta por su parte. Una tarde de marzo, me lo encontré dándose el lote con una chica.

Seguimos coincidiendo en el mismo lugar, hasta llegar verano. Y allí, la madre de este chico, que era como un porcentaje elevado de madres que registran habitaciones, soltó delante de todos los presentes(había familiares míos) que una chica le había enviado una carta de amor a su hijo y ella, la había leído.

Evidentemente, quise hacerme invisible, pero aún no tenia ese poder.

Pasaron años, nos perdimos la pista. Y volvimos a coincidir en el mismo chalet. Yo había sabido de su largo currículum amoroso, una chica tras otra, siendo infiel a su actual pareja embarazada de gemelos...y tratando de lanzarme la caña, delante de todos, allí. En el chalet.

Hay amores platónicos, que mejor se queden en Saturno.

La publicación de nuestra compañera me ha traído a la mente un episodio similar. En mi caso, yo era el destinatario de la carta. Durante un recreo, una chica se acercó a mí y, me dijo: "Me han dado esto para ti". Y se marchó corriendo antes de que pudiera reaccionar. Me quedé allí, parado, con la carta en la mano sin saber qué hacer. No era una carta en sobre, sino varios folios doblados.

Con el corazón latiendo en la garganta, entré en clase y leí la primera página, y lo que hice a continuación todavía me llena de remordimientos. La primera página estaba escrita con máquina de escribir, impecable, sin tachaduras. La carta no tenía firma. Pero tenía una suposición de quién podría ser el autor. En un impulso, la rompí y la tiré a la papelera. Después, como si nada hubiera ocurrido, volví al patio y me uní a mis amigos en un partido de fútbol. ¡Qué puto inútil, ni siquiera la leí! Pasé un par de días cavilando sobre quién podría haberla escrito. Con el tiempo, me convencí a mí mismo de que la autora era quien yo creía que era.
No fue hasta muchos años después, cuando aquel incidente me vino a la mente de manera inesperada, que me di cuenta de que la única que podría haber escrito esa carta era la chica que me la entregó. Hablábamos mucho y ella me conocía bien, además había estado yendo a clases de mecanografía. Todavía me entristece pensar en ello, no haber dedicado un momento a leer las palabras de la que yo consideraba buena amiga. Curiosamente hace unos días volví a pensar en ello. Sí, me dije a mi mismo "qué gilipollas fuiste"

Un año después de ese incidente, comencé a estudiar en un nuevo instituto en otra ciudad. No conocía a nadie en mi clase, hasta que conocí a Ana, bueno en realidad ni la conocí, simplemente eramos compañeros de clase. Ana era una chica de piel clara, cabello oscuro y largo, labios gruesos, un culo impresionante (creo que de ahí viene mi obsesión por los culos :p:p:love:) tenía bonito hasta la forma de caminar, de moverse, sus gestos. Me encantaba todo de ella. Y la adoraba en silencio, desde la distancia, porque ella era la chica popular y yo no era más que un chico normal y corriente, y por si fuera poco, tenía novio.

Así es como experimenté el dulce sabor del amor al recibir esa carta, y la amargura de un amor platónico con Ana.
 
Poco puedo aportar aquí, porque soy muy materialista. Ni he amado platónicamente ni he recibido declaraciones de ese estilo -salvo de personas que luego sí tuvieron una presencia de lo más carnal en mi vida, con lo cual ya no puede considerarse platónico, supongo-

Pese a ello, me gustan las historias que contáis y vuestro enfoque.;)
 
No soy precisamente muy dado a la interacción en el foro, pero me ha parecido que aquí tenía algo que aportar, así que allá voy. En primer lugar quisiera reconocer el valor y la belleza de la experiencia que nos trae el autor del hilo, especialmente en los tiempos que corren, y para más inri en un sitio como este. Bien es cierto que pertenecemos (gracias a Dios) a otra generación, una que ha crecido en un mundo mucho más humano, y eso se nota.

Como otros que han comentado por aquí, yo también he tenido la experiencia de amores platónicos de juventud, edad en la que se dan las mejores condiciones para que ocurra, dicho sea de paso. Lo que no es tan habitual es vivirlo en la edad madura, como me pasó a mí. Sin embargo, a diferencia de la experiencia descrita por el autor, en mi caso no se trató de un amor platónico propiamente dicho, sino de un amor imposible que, por dificultades invencibles de la vida, devino forzosamente en algo cercano a lo platónico. Aunque para mí, como en el amor cortés (y aquí disiento de lo dicho al respecto por el autor del hilo) sí que había una aspiración de llegar a la "consumación" amorosa con la amada, por mucho que esta previsiblemente nunca se fuese a dar. La diferencia del concepto es importante, creo.

Sin entrar en detalles, baste decir que, pesar de lo absurdo de un sentimiento que ni llevaba ni podía llevar a ninguna parte, me considero un privilegiado por haber vuelto a experimentar algo así en mi (no tanta) madurez. Aquí me debo callar y dejar hablar al famoso soneto de Lope:

Esto es amor, de Lope de Vega

Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.


El amor platónico/imposible permite degustar estos dulces tormentos de forma destilada. La droga definitiva. Y por mucho de que sea consciente de que todo lo experimentado prácticamente solo ocurrió dentro de mi cabeza, ese psicotrópico tremendo me hizo renacer, despertar de un letargo, ser otra persona. Y estoy muy agradecido por ese regalo inesperado que me hizo la vida.

Que conste que soy consciente de que estoy mezclando conceptos, y que el adolescente sufrimiento con el que yo viví mi amor imposible no es equiparable al maduro equilibrio con la que el autor del hilo parece vivir el suyo platónico. En cualquier caso, algunas similitudes hay.

Y es que cuando ahora echo la vista atrás veo que, por muy intenso y real que fuera ese sentimiento para mí, no dejó de ser una experiencia "onanística". Pasada esa etapa, y como el gato escaldado del agua fría huye, ahora intento que mis relaciones sean lo más reales y humanas que puedo. Es por eso que soy escéptico sobre el tipo de relación que describe el autor del hilo, ese que "solo" ocurre dentro de la propia cabeza. Pero no niego su valor, ni menos su belleza.

Por no extenderme demasiado diré para terminar que he llegado a un par de pequeñas intuiciones (que no reglas) de oro respecto a las "buenas" relaciones, amorosas o no. Una, que el sufrimiento no sea parte esencial de ellas: las relaciones deben resultarnos placenteras, estimulantes, algo que nos ayude a vivir y a sobrellevar los sinsabores de la vida. Y la segunda: que hemos de buscar relaciones que resulten fecundas, significativas, que nos ayuden a vivir más "despiertos" y a escapar de la nada que nos acecha a cada instante. Al menos mientras podamos.
 
Más que un amor platónico, creo que tuve un encandilamiento por un chico un par de años menor que yo.

Éramos del mismo barrio, habíamos vivido pared con pared pero de fincas distintas. Pero en esa etapa ni yo sabía que el existía y mucho menos que yo existía para el. Realmente nos conocimos en mi casa (el cambio de casa pero seguía viviendo en el mismo barrio) un día que vino a traerme la compra a domicilio. Y desde aquella semana, durante tres años, hacía por hacer la compra donde el trabajaba, me pasaba por su centro de trabajo a comprar cualquier cosa y procuraba coincidir y pasar donde se reunía a charlar con sus amigos del barrio.

Lo más que logré, que se pusiera rojo a punto de estallar, cada vez que conversaba con el.

Seguimos siendo vecinos de barrio, pero cada uno ha seguido una dirección.
 
Más que un amor platónico, creo que tuve un encandilamiento por un chico un par de años menor que yo.

Éramos del mismo barrio, habíamos vivido pared con pared pero de fincas distintas. Pero en esa etapa ni yo sabía que el existía y mucho menos que yo existía. Realmente nos conocimos en mi casa, un día que vino a traerme la compra a domicilio. Y desde aquella semana, durante tres años, hacía por hacer la compra donde el trabajaba, me pasaba por su centro de trabajo a comprar cualquier cosa y procuraba coincidir y pasar donde se reunía a charlar con sus amigos del barrio.

Lo más que logré, que se pusiera rojo a punto de estallar, cada vez que conversaba con el.

Seguimos siendo vecinos de barrio, pero cada uno ha seguido una dirección.

Con tu permiso lo musicalizo

 
Fue mi amor platónico durante 37 años. Actualmente tenemos una relación.
 
Atrás
Top Abajo