Compromiso con la palabra dada

berserk37

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Compromiso con la palabra dada

Llevo seis meses en la montaña, viviendo en una chabola mugrosa, todo por no romper mi palabra, aquella noche estuve a punto de hacerlo, eso hubiera sido catastrófico. Mi padre es el jefe de un escuadrón de asesinos que entra en acción cuando la ley no protege a los más indefensos, de los más poderosos. La noche que todo cambio para mí fue la noche que conocí a Sonia, era la flamante nueva ingeniera, venía a hacerse cargo del último y más ambicioso proyecto, mi tapadera sería trabajar en su equipo.

Tenía que eliminar a Tomás, un empresario sin escrúpulos capaz de las peores artimañas para salirse con la suya, sobornos, extorsión, utilizar información falsa filtrada en medios afines para destruir a la competencia, por último, utilización de empleadas para cerrar lucrativos negocios. De esto no había pruebas, mi padre me envió para que recabara información y llegado el momento eliminarlo sin contemplaciones.

Lo único que ninguno contemplábamos era que me enamoraría de Nuria, guapa, divertida, con una sonrisa capaz de iluminar el día más oscuro, además de un cuerazo de escándalo. En mi caso había sacado la belleza de mi madre, teniendo un cuerpo bien formado gracias a mi maestra de wing chun. Solo recordarla hacía que todo mi cuerpo temblara de miedo, mientras no entrenaba era la mujer más amable del mundo, pero cuando empezaba el adiestramiento se transformaba en un monstruo sin escrúpulos. Sonia y yo empezamos a salir, mientras fuimos novios yo seguía infiltrado, pero todo cambio cuando dije a mi padre que le había pedido que se casara conmigo.

Una vez que me casara con ella tendría que dejar la organización, mis cuentas serían engarbadas, no tendría acceso a vehículos, aviones y ningún tipo de armas, pero lo peor era que no podría utilizar nada de lo que sabía de combate, si alguien me golpeaba tendría que aguantar el golpe, eso era lo más difícil hacer ver que no sabía pelear. Según mi padre cuando me ponía en guardia, tenía una mirada glacial, una mirada que te congelaba el alma, precediendo a la mismísima muerte. Esconder esa mirada fue una tarea titánica, muchas veces no lo conseguía y eso era suficiente para que la persona que quería darme una paliza se lo pensara dos veces. Nada de eso me importo, me casaría con la mujer que amaba y eso era lo que más me importaba.

Durante los primeros tres años nuestro matrimonio fue muy feliz, pero todo se torció cuando Tomas empezó a mostrar más interés en Sonia. Constantemente venía a nuestro laboratorio, era un hombre de unos cuarenta y seis años bien llevados, con un cuerpo trabajado en un gimnasio, con ese algo que atrae a las mujeres. Sé que no paso desapercibido para Sonia, se ruborizaba cada vez que él alababa su trabajo. Después vinieron los almuerzos y las supuestas comidas de trabajo.

Si os dijera que no me preocupaba mentiría, pero ahora tenía que mantener un perfil bajo, si mi padre se enteraba de que utilizaba mis habilidades cuando me había quitado el permiso, tendría que enfrentarme a todos mis excompañeros, eso sería una muerte segura. Tengo que decir que Sonia seguía siendo exactamente igual conmigo, no percibí ni el más mínimo cambio en ella. Cada vez que me decía que me quería no mentía. Si hubiera podido utilizar todas mis habilidades lo hubiera descubierto antes, pero nada cambio, nuestro sexo era muy bueno, su entrega y pasión eran las mismas de siempre.

Decidí que mi yo actual no podía hacer nada, decidiendo confiar en mi mujer, si más adelante pasaba algo ya actuaria en consecuencia. No se puede engañar al subconsciente y este me gritaba noche tras noche con imágenes de Sonia con distintos hombres, despertándome de la pesadilla empapada en sudor, hable con mi padre, pero él fue tajante.

• Hijo, si quieres utilizar tus habilidades, tendrás que divorciarte, mientras sigas casado la vida de tu mujer depende de tu discreción.

Nada sacaría de esa conversación, la vida siguió, pronto se celebraría una cena con un importante cliente. Este no estaba seguro de querer hacer negocios con Tomas, pero Tomas sabia perfectamente como convencer al cliente. Sonia se preparó a conciencia, se puso un vestido con la espalda descubierta y un escote que dejaba poco a la imaginación, la verdad es que me dieron ganas de mandarlo todo a la mierda, llevarla a nuestro dormitorio para que folláramos hasta reventar.

No paso, ojalá hubiera pasado, yo llevaba un traje con corbata. No me gustaban, me parecían de los más incómodos. No tardamos en llegar, la mansión de Tomas era ridículamente enorme, el anfitrión nos esperaba en la entrada, más bien esperaba a Sonia, a mí me ignoro. Otra vez tuve esa cruzada de cables, durante un segundo me vi barriendo el suelo con esa piltrafa, pero como se suele decir el gozo en un pozo. Sonia fue monopolizada por unos y otros, mientras yo deambulaba por esa mansión que era una oda al monstruoso ego de Tomas.

Hacía no mucho que Sonia hablaba con Tomas y otro hombre más o menos de mi edad, según me dijeron, era el cliente que querían convencer. No parecía muy convencido, pero todo cambio cuando mi mujer le dijo algo al oído, el cliente asintió con una cara repleta de satisfacción. Unos compañeros se acercaron, obstruyéndome la visión, para cuando se apartaron los tres habían desaparecido, los busque, pero esa casa era enorme, entonces me fije al fondo de la gran sala donde se estaba celebrando la fiesta había una puerta, esta daba a un lago pasillo, al principio no se escuchaba nada, pero según me internaba en este empecé a escuchar unos sonidos que reconocería en cualquier sitio y momento, eran los gemidos de Sonia.

Todo mi cuerpo empezó a temblar, ese fue uno de los momentos en que estuve a punto de romper mi palabra y empezar a romper cabezas, pero para mí la palabra dada es sagrada, teniendo que cumplirla, pasara lo que pasara. Llegue a la puerta donde se escuchaban los gemidos de Sonia y el ruido de una cama golpeando contra una pared. Cuando estaba a punto de abrirla, note un pinchazo en el cuello, después empecé a sentirme muy mareado, termine cayendo al suelo, lo percibía todo, pero no podía moverme y tampoco hablar.

Dos hombres me llevaron a una habitación donde había distintas pantallas que enseñaban la habitación desde distintos ángulos. En las imágenes aparecía Sonia atada de pies y manos a la cama, mientras el cliente penetraba el coño de Sonia con furia. Al otro lado de la habitación se encontraba Tomas que no perdía detalle, se le veía satisfecho. Entonces su móvil sonó, saliendo de aquella habitación, Sonia y el cliente ni se inmutaron, ellos estaban inmersos en la vorágine del placer que aquel sexo salvaje les estaba proporcionando.

La puerta de la sala en la que me encontraba yo se abrió, no podía moverme, pero enseguida reconocí la voz de Tomas.

• Tu mujer es estupenda, gracias a ella voy a ganar muchos millones – no podía hablar ni moverme, jamás me había sentido tan indefenso.
• Sonia tenía muchas dudas, más cuando se casó contigo, porque ella está enamorada de ti, pero yo la conozco mejor _ pudo notar el desconcierto que esas palabras crearon en mí.
• ¿Nunca te lo dijo verdad?, ella y yo somos viejos conocidos, crees que no tenía a mejores que ella para ser jefes de proyecto, pero ninguno de los otros follaban como ella – cada vez estaba más cabreado.
• No estaba de acuerdo con esto, nunca quiso engañarte, pero yo sabía qué teclas, tocar y amenazarle con matarte fue suficiente para que se plegara a mis caprichos – en cuanto el efecto de la droga desapareciera lo mataría.
• Cuando apareciste tú, dejamos de follar, no me gusto porque es muy buena, que te voy a contar que no sepas, pero ahora ese coño y ese culo me están proporcionando los contratos más lucrativos.
• Ahora es hora de que te vayas, no me gustaría que tu presencia jodiera mi nueva adquisición – mientras reía.

Los dos hombres que me metieron en aquella sala me sacaron de la mansión por la puerta de atrás, me vendaron los ojos, dando vueltas por toda la ciudad hasta que decidieron que ya me encontraba lo suficientemente lejos. Después me sacaron del maletero, me dejaron allí tirado, hacía mucho frío, pero lo peor era que no podía moverme, cualquier animal podría devorarme sin que yo pudiera defenderme, no ocurrió, pero tal vez hubiera sido lo mejor.

No sé cuanto tiempo había pasado, los primeros rayos de sol empezaron a calentar mi cuerpo, entonces me percate que yo podía moverme, me senté en una roca y después de refrescarme la cara llore, llore lo que no había llorado en toda mi vida. Después me puse a andar siguiendo la carreteará, con un poco de suerte me llevaría a la civilización y así fue. Era la ciudad que se encontraba al lado de la nuestra, por suerte no me habían quitado la cartera, tome un taxi y me dispuse a ir a casa, mi intención era recoger algo de ropa, enseres de higiene personal y mudarme a un hotel barato o a un motel.

Cuando metí las llaves en la cerradura pude notar que la cerradura no estaba echada, eso significaba que Sonia se encontraba allí, al entrar me la encontré en el salón.

• Jon yo…
• ¿Tú que Sonia?, ¿desde cuándo me engañas? O peor, ¿desde cuándo te prostituyes para ese cabrón? - me temblaba todo el cuerpo de la rabia.
• Tú no lo entiendes, él me desvirgó hace años, él me ha pagado la carrera y él es el que mejor me ha follado en toda mi vida, es la persona que me lo ha enseñado todo.
• ¿Tú sabias como conseguía los contratos?
• Sí.
• ¿Entonces para que casarte conmigo?
• Me enamore, aunque no lo creas así fue, nadie contaba con que eso ocurriera.
• ¿Desde cuándo me engañas?
• Desde hace seis meses, no quería, pero es muy persuasivo.
• ¿Cómo que persuasivo?
• Te amenazo, ¿qué querías que hiciera?
• ¡Hablar conmigo!

No podía pasar por alto lo que vi en aquella habitación, Sonia no estaba follando obligada, lo estaba disfrutando, era como si una desconocida tomara su cuerpo. La confianza se había roto, me dirigía a nuestro dormitorio cuando Silvia me agarro el brazo.

• No me dejes, has sido el único hombre por el que he dejado de follar con él.
• Sí, pero no has aguantado mucho – dije enfadado.
• ¡Eras muy injusto!
• ¿De verdad que soy injusto?
• Sí, lo eres.
• Pues nada, para que alargar esto, Sonia quiero el divorcio.

A Sonia le faltaba el aire, la ayudé a sentarse, me dirigí a llenar las maletas que me llevaría. Sonia vino hasta la puerta y se apoyó en el quicio de la puerta llorando mientras decía mi nombre, mientras me rogaba que no la dejara. No podía ser, no solo por lo que me había hecho, sino porque me estaba contando mantener el control sobre mí, no porque le fuera hacer daño a Sonia, eso jamás antes me quitaba la vida, pero Tomas era arena de otro costal. Si al final perdía el control no quedaría de él ni las raspas. Entonces fui consciente que tenía que desaparecer, salí de casa dejando tras de mí a una Sonia destrozada, no soy de piedra y me mataba verla así, pero no podía perdonar lo que había visto. Me monté en mi viejo todoterreno, poniendo rumbo a las montañas, allí había una vieja cabaña por si a algún montañero le cogía una tormenta tuviera donde resguardarse.

Allí me he pasado los últimos seis meses hasta que un todoterreno negro se ha plantado delante de la puerta, de él ha salido mi padre, No sabía si alegrarme o partirle la cara, pero él se adelantó alzando la mano pidiéndome calma.

• Tranquilo hijo, solo he venido a hablar.
• ¿De qué quieres hablar?
• De venganza.
• No me interesa, estoy retirado y vivo, tranquilo aquí.
• Claro, tranquilísimo, he visto el tronco que usas para desahogarte de camino para aquí, Tomas en los últimos meses ha adquirido demasiado poder, ha empezado a utilizar ciertos encuentros para chantajear a los políticos más influyentes.
• ¿Sonia?
• Entre otras, ya no la reconocerías, después de tu marcha se hundió, empezó a drogarse, aceptando todo lo que Tomas le pedía sin protestar.
• Dame toda la información que tengas.
• ¿La vas a salvar?, ¿después de lo que te hizo?
• Si, aunque no puedas entenderlo, tengo mis razones.
• No te entiendo, arriesgarte por alguien que te traiciono.
• ¿Tú no lo harías por mama?
• Ella nunca me ha traicionado.
• Sonia es la única mujer por la que lo he dejado todo, necesito sacarla de ese infierno.
• ¿Y si no quiere salí?
• Lo habré intentado.
• Hijo…
• Solo le voy a tender una mano donde pueda apoyarse para salir, no tengo ninguna intención de volver con ella.

El informe que mi padre tenía sobre Sonia era demoledor, era la protagonista de las mayores perversiones, la realidad superaba a la ficción. En uno de los videos salía con los pezones atravesados por una aguja, mientras un hombre le golpeaba con un látigo, haciéndole heridas con cada golpe, pero estaba tan drogada que no emitía ningún quejido. Esto había terminado de convencerme, si no la sacaba de allí, terminaría muerta en cualquier esquina.

• Jon te presento a Nuria, la investigadora que ha realizado los informes.
• Encantada – dijo Nuria.
• Igualmente.

Después de leer el informe de Tomas me quedo clara una cosa, la muerte sería un regalo para ese hombre, se merecía sufrir para toda la eternidad, sabía perfectamente donde lo metería. Me encontraba dentro del todoterreno de mi padre, ante la atenta mirada de este y de Nuria, entonces mi padre coloco su mano sobre el informe, diciéndome.

• El local donde tienen a Sonia es muy exclusivo, tienen ex militares como seguridad, allí van los peces más gordos.
• Eso no me preocupa.

• Ya sé que no, ¿pero mis represalias te preocupan?
• ¿Que quieres decir? - pregunte con un tono amenazante.
• No tienes mi permiso y no lo tendrás hasta que me demuestres que serás capaz de sobrevivir y sacarla de allí.

Cogiendo su móvil hizo una llamada, otro todoterreno apareció, de él salieron cinco hombres. Eran grandes como osos, mi padre me quería poner a prueba, por mí estaba bien, Nuria me miraba con cara de miedo. Creo que estaría pensando que esos hombres me iban a matar, de no haber estado entrenando los últimos seis meses así hubiera sido, pero estaba más en forma que nunca, mi estilo era el wing chun, se basaba en neutralizar los golpes de mi oponente usándolos en su contra.

Los cinco hombres me rodearon, mi estilo de combate era efectivo a media y corta distancia, así que deje que se acercaran el primero ataco, iba bloqueando sus ataques y usando sus espacios para golpearle con el puño cerrado y después volvía a bloquear otro de sus ataques para golpearle la barbilla con la mano abierta dejándolo fuera de combate. El wing chun es un arte marcial muy rápido, así que me permitía poder luchas con tres oponentes a la vez, por suerte ellos era más grandes y pesados, empezándose a cansar antes que yo.

Sus golpes cada vez eran menos certeros, por lo cual me facilitaba bloquearlos y sus espacios cada vez eran más amplios, pues no podían seguir mi velocidad a la hora de bloquearme, por lo cual mis puños y mis patadas a media distancia impactaban contra ellos con una violencia sin igual. Tres de ellos fueron derrotados, a los otros dos se les quitaron las ganas de luchar. Mi padre parecía satisfecho, ordeno a sus hombres que se apartaran y se acercó.

• Hijo, temía que no estarías a la altura, pero me equivoque, tienes mi permiso, tus cuentas se te serán devueltas, tendrás acceso a vehículos, aviones y armas.
• Pensé que no me permitirías rescatar a Sonia.
• Eres igual que tu madre, sé que ella estaría de acuerdo con esto.
• ¿Cómo está? - pregunte, desde lo que paso con Sonia, que no la había visto.
• Con ganas de verte, su enfermedad le ha impedido venir hoy.
• ¿Ha empeorado? - pregunté con miedo.
• No, la enfermedad está controlada, no hay ningún peligro, pero está débil y deseando de verte.
• Dile que cuando acabe con esto será lo primero que haga.

Otra cosa de la que me di cuenta era que la mirada de Nuria había cambiado, creo que verme luchar había cambia su parecer hacia mi persona.

• ¿Te pasa algo Nuria?
• A sido impresionante – dijo con cierta admiración.
• Creías que era un pringado, ¿verdad?
• Bueno, tampoco es eso – contesto avergonzada.
• De eso se trataba, tenía que parecer lo más vulgar posible, para poder pasar desapercibido, de hecho vestía con ropa holgada para disimular mi condición física.
• Hijo, Nuria, irá contigo.
• No es por ser descortés, ¿pero para qué necesito yo una investigadora?
• Ella además de investigadora es nuestra mejor francotiradora, te vendrá bien.
• A siendo así, no tengo ningún problema.

Nuria me miraba como yo la había mirado a ella cuando me subestimo, entonces le dije.

• ¿Cómo de buena eres?

Nuria cogió una lata, la coloco sobre una roca que estaba a dos mil metros de distancia de donde nos encontrábamos. Saco su rifle del maletín donde lo tenía guardado, se tumbó sobre el suelo y después de apuntar acertó de lleno, el viento era fuerte, pero hizo los cálculos mentalmente, joder Nuria también era de armas tomar, más me valdría no vacilarla mucho. Esa noche la pasaríamos en la cabaña, al día siguiente iríamos a rescatar a Sonia. Nuria me resulto una mujer muy interesante, a primera vista parecía tener un carácter arisco, pero nada más lejos de la realidad, era agradable y muy divertida.

Consiguió hacerme reír y eso que pocas personas lo conseguían, no tardamos en irnos a dormir, en dos sacos sobre el suelo. Al día siguiente estuvimos repasando el plan, con los planos del club sobre una vieja mesa, solo se podía entrar sin llamar la atención por un respiradero que había sobre la puerta trasera. La vigilancia allí era mínima, nada que Nuria no pudiera despejarme de dos disparos. En esta ocasión usaríamos unas balas con una droga que los dejaría groguis, cuando despertaran no se acordarían de nada, mi padre no quería muertos, eso alertaría a Tomas.

Llego la hora de la verdad, pare el coche al lado de un edificio a medio construir. Nuria se bajó y subiendo al último piso preparo su rifle, yo me fui acercando, por fortuna a los alrededores había como una especie de bosque puesto de forma artificial, pero que a mí me venían de perlas para no ser detectado. Para cuando me di cuenta los dos seguratas ya estaban fulminados, los cogí y los escondí dentro del container, allí nadie los echaría de menos. Usando unas cajas que había allí, quite la rejilla y me adentre dentro de este.

Era más estrecho de lo que me imaginaba, según el plano tendría que salir del conducto pasados cien metros, después torcer a la derecha y estaría en las habitaciones donde atendían a los clientes vip. Encontrar la habitación donde se encontraba Sonia ya sería más difícil, cada problema a su tiempo. Salte del conducto, por suerte no había nadie en los pasillos, la diosa fortuna se alineó conmigo y vi a una mujer que se parecía a Sonia siendo llevada por dos hombres a dentro de una de las habitaciones.

Espere a que entraran, una vez cerraron la puerta llegue hasta ella, abriéndola un poco me fije que uno de ellos se estaba haciendo una raya sobre una mesa y el otro estaría en el baño, esperaba que así fuera. Entre rapidísimo, de un golpe dejé a uno de ellos fuera de combate, Sonia estaba tan drogada que no se enteraba de lo que estaba pasando. Me pegue de espaldas a la pared, espere que el otro saliera, cuando lo hizo mi primer golpe fue a la tráquea, para que no pudiera gritar, después dos golpes consecutivos en la cara fueron suficientes para dejarlo fuera de combate.

Los metí en la bañera y tapando a Sonia con una manta salimos de la habitación, cerca de allí había un cuarto, nos metimos allí, necesitaba pensar como podríamos salir, entonces lo vi claro, allí adentro se encontraban enseres para la limpieza y carros como los que usan las limpiadoras en los hoteles. Metí a Sonia en el carro con cuidado, tapándola con unas sabanas que había allí. Yo me cambié, poniéndome un mono, las botas y una gorra con la que disimulaba mi rostro. Por fortuna en la zona vip, no había cámaras, salí con toda la naturalidad del mundo, allí todos eran altos cargos, gente importante, nadie se paraba a mirar al currela.

Eso fue lo que me permitió salir hasta la misma calle, nadie se paró a decirme nada, solo los seguratas y les dije que salía a sacar la basura, fueron ellos los que me abrieron la puerta. Menos mal que Sonia estaba grogui y no le dio por hacer sonidos, si no se hubiera armado una gorda. Nuria ya me esperaba a dos calles de distancia, me metí en el bosque, dejando el carro, cogí a Sonia en brazos, Nuria se acercó todo lo que pudo, abrí la puerta de atrás, primero la metí a ella y después me metí yo.

Nuria arrancó, Sonia cada vez tenía el pulso más débil, parecía que estaba sufriendo una sobredosis. No me hacía gracia, pero teníamos que llevarla a un hospital que se encontraba en la misma ciudad que el club. Una vez dentro se la llevaron hacer pruebas, hable con mi padre y me dijo que él se encargaría de trasladar a Sonia cuando todas las pruebas estarían realizadas. Mi trabajo sería ir a por Tomas, según parecía alguien de la fiscalía se había chivado de que le estaban investigándolo, decidió que era más barato huir que quedarse aquí y ver si podía librarse sobornando personas.

Mi padre me mando unas coordenadas al móvil, eran de un garaje donde dormían todos sus coches, estaba claro lo mucho que quería pillar a Tomas, para que me dejara conducir uno de sus hijos, porque ya os digo yo que mi padre quería más a esos coches que a mí. Cuando llegamos tenía claro cuál iba a ser el elegido, el Aston Martin Valkyrie. Una bestia de 1350 cv, con una velocidad máxima de 350 km/h como le llamaba mi padre, era el carro de los dioses. Nuria estaba flipando con el coche hasta que lo puse en marcha y acelere, se pegó al asiento, su mirada era de auténtico terror.

Directos al aeropuerto, teníamos que llegar antes de que su avión despegara, tenía un avión privado que seguro que estaría a nombre de otra persona, además que seguramente tendría untados a las personas del aeropuerto. No podíamos entrar por la puerta principal, así que usando una escultura que simulaba un avión tomando una curva, utilizaría el ala que se posaba contra el suelo como rampa, cuando Nuria vio mis intenciones ya era demasiado tarde, acelere mientras ella gritaba que nos íbamos a matar. Mujer de poca fe, el salto fue largo, al chocar contra el suelo el coche recibió desperfectos, cosa que cabrearía a su padre, pero no tenía tiempo de preocuparse de eso.

Mi padre nos dijo la pista y la matrícula del avión, pise a fondo, dirigiéndonos a la pista, el avión estaba en frente nuestro, había empezado a moverse para rodar por la pista y despegar, yo aceleré para que no tuviera suficiente distancia para poder despegar. Nuria sacó un cargador con balas perforantes, esperábamos que fueran suficientes para agujerear las ruedas, abrió una de las puertas, el viento era tan fuerte que de no ser por el cinturón hubiera salido volando, era casi posible disparar, pero Nuria se las arreglo para acertar en dos ocasiones en la rueda delantera, el primer disparo rozo la rueda, pero el segundo le dio de lleno.

La rueda explotó haciendo que el tres delantero terminara rozando contra el suelo, al avión no le quedo más remedio que frenar. Detuve el coche y salimos de este, Nuria llevaba una pistola en cada mano, los hombres que contrato Tomas empezaron a disparar. Tomas pretendía marcharse en un todoterreno, Nuria me grito que fuera por él, que le dejara a esos hombres a ella. Me abrió un camino por el que pude seguir a Tomas que estaba a punto de alcanzar el todoterreno.

Tenía la puerta abierta, salte y llegue a darle una patada a la puerta y esta sé cerro de golpe. Tomas saco una pistola, apuntándome con ella, se notaba que no había disparado nunca. Tenía el seguro puesto, cogiendo la corredera de su pistola y separándola de esta, se la clavé en la clavícula. Al final Tomas había resultado ser toda una decepción.

• ¿Que eres? - me pregunto.
• Muy complicado – conteste yo.
• De donde has salido tu, tu eras un pringado del que me reí mientras me follaba a su mujer.
• Con que te reías de mí mientras te follabas a mi mujer, ¿verdad?

Cogiéndole del cuello estampé su cara contra la ventanilla del todoterreno, eso lo dejo hecho polvo mientras sus lágrimas se mezclaban con la sangre, empezó a suplicarme que no lo matara, como ya dije la muerte era un regalo para él.

• No voy a matarte, no tendrás tanta suerte.
• ¿Qué vas a hacerme? - pregunto con una mueca de absoluto terror.
• Vas directo al agujero.
• ¿El agujero?
• Sí, es una celda muy especial, perforamos un agujero lo suficiente profundo en el que la luz del sol no llegase nunca al final de este, además, es tan estrecho que justo cabe un cuerpo humano, durante el día dentro hacen unos treinta y cinco grados y por la noche entre cero y menos uno.
• ¡No puedes hacerme esto!, ¡tengo derechos!
• ¿Según quién?
• Dios – empezó a orinarse, sabía que lo que le esperaba era un infierno en una condena de por vida.

Los hombres que mando mi padre llegaron, lo amordazaron, le pusieron una capucha y lo metieron en el maletero sé su coche. Volví al lado de Nuria, que se había deshecho de los hombres que Tomas había contratado. Había conseguido pararlos sin tener que matarlos, Nuria era una caja de sorpresas además de dar mucho miedo. Mi padre no tardó en llegar, me dijo que habían trasladado a Sonia a un hospital que ellos controlaban donde estaría a salvo, pero que el diagnóstico no era bueno, entre los traumas y las drogas, no sabían si volvería a ser la misma persona que fue.

EPÍLOGO

Había pasado un año, visitaba a Sonia dos veces por semana, ya no estaba enamorado, pero según me dijo la médico mi presencia le hacía bien, tenía algo por lo que luchar. Seguía sin hablar, los cambios eran ínfimos, prácticamente seguía igual que como entro, solía ir y leerle un libro que le regale que le gustaba mucho, en una de las ocasiones me acerque a su oído, le dije que la perdonaba, no dijo nada, pero vi como una lágrima recorría su precioso rostro, después de secar su lágrima la bese en su mejilla y me despedí de ella.

En el aparcamiento me esperaba Nuria, no éramos pareja, ¿podíamos serlo en el futuro?, quien sabe, yo no cerraba ninguna puerta, era una persona que siempre estaba ahí, en lo bueno y en lo malo, además me tenía ayudándole en sus trabajos de investigación. Mi padre consiguió que volviera al redil, pero en compañía de Nuria todo era más fácil, ahora íbamos los dos justos a visitar a mi madre que se había empeñado en conocer a Nuria, miedo me da, creo que mi madre quiere hacer de Celestina, si con eso hago que sonría bienvenido sea.

En cuanto a Tomas, está metido en un agujereo de metro y medio de anchura, con la comida justa para sobrevivir, imposible de escapar por la inclinación en la que está perforado. Según los carceleros, grita a diario que lo maten, pero como dije no tendrá tanta suerte.

Nuria me pregunto el porqué ayudar a Sonia después de lo que me hizo, mi contestación fue que no se da la espalda a la familia aunque esta te decepcione.

FIN.
 
Me ha faltado que El protagonista y Nuria empezarán algo, aunque confío en que va a pasar, aunque no lo sabremos.
Por otra parte, me alegro de que haya salvado a Sonia y que Tomas haya recibido su castigo.
 
Creo que has sido demasiado cruel con Sonia, y demasiado cruel con Tomás. A ver, que sí, que él es malo malísimo, pero Jon no demuestra ser mejor que él. Y me duele ver a Sonia tan emputecida. Apoyo la idea de una segunda parte, donde Jon se redima de sus pecados, y ponga a Tomás en manos de la justicia. Y que Sonia rehaga su vida con un buen hombre.

Y por supuesto que Jon y Nuria, se emparejen.

No sigo, que si no acabaré escribiendo la historia yo.

;)
 
Creo que has sido demasiado cruel con Sonia, y demasiado cruel con Tomás. A ver, que sí, que él es malo malísimo, pero Jon no demuestra ser mejor que él. Y me duele ver a Sonia tan emputecida. Apoyo la idea de una segunda parte, donde Jon se redima de sus pecados, y ponga a Tomás en manos de la justicia. Y que Sonia rehaga su vida con un buen hombre.

Y por supuesto que Jon y Nuria, se emparejen.

No sigo, que si no acabaré escribiendo la historia yo.

;)

Tengo algo en mente, pero tendréis que tener un poco de paciencia.
 
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