10
Gema
Me quité el bikini y entré en la ducha. Dejé que el agua me limpiara el cloro de la piscina, disfrutando del momento. Luego empecé a enjabonarme y me puse a pensar en la conversación de esa tarde con las chicas cuando nos habíamos quedado solas dentro de la piscina.
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Unas horas antes
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Sofi bajó la voz, y acercándose a Ali, le dijo:
- Tenías que haber visto a ésta como se comía al tío, ahí había hambre de verdad ¿Eh, Gemita?
Ali se rio con ganas y yo le eché agua a Sofi que siguió hablando bajito:
- A ver, que lo entiendo, el tío estaba cañón y las telarañas que tienes entre las piernas deben picar ya
- Pero que idiota eres
Ali se descojonaba pero Sofi le tiró agua en la cara y Ali protestó:
- ¡¡Tía!!
- Tú no te rías
- ¿Qué he hecho ahora?
- Otra noche con el friki, vete ya a vivir a su cueva
- Que no tiene nada parecido a una cueva, tiene una bonita casa y…
- Ya, ya
Sofi me miró guiñando un ojo y dijo:
- Cueva que olerá a paquete rancio, fijo
- Que idiota
- Un tío que no sale y solo está con las pantallitas y…
- Pues huele muy bien, tonta
- Ah ¿Se ducha y todo?
Ahora fue Ali quien le echó agua a la cara a Sofi que reía con ganas. Entonces Ali dijo:
- Es muy limpio y sabe cocinar mejor que yo, anoche me preparó una cena buenísima
- ¿En serio?
- Ya te digo
- No está mal, sabe hacer de comer pero ¿Sabe también comer o no?
Aquí me reí yo al ver la cara de extrañeza de Ali que dijo:
- Claro que sabe comer, y más educadamente que tú, cerrando la boca mientras mastica, idiota
Sofi meneó la cabeza riéndose y le dije a Ali:
- Se refería a comer… comer lo tuyo
Ali abrió la boca con sorpresa y luego se rio:
- Joe, tía, solo pensando en eso
Sofi dijo:
- Huy, huy, que no sabe comerlo
- Lo come muy bien, idiota, anoche mismo lo hizo y fue fantástico
- Fantástico el mío anoche, dios, os juro que es la mejor comida que me han hecho en la vida, que barbaridad jeje
Entonces intervine:
- ¿Con quién te fuiste? ¿Con el de la camiseta azul?
- ¿Quién?
- Uno con el que bailaste muy pegada y…
- Ah, no, puaghhh, no, no
- ¿Entonces?
- Salí a fumar y me lo encontré y me fui con él
- ¿Y ya te habías acostado con él antes?
- Ya te digo
Miré a Ali y le pregunté:
- ¿A ti te había contado que tiene un folla amigo?
- No ¿Quién es?
Sofi se rio y dijo:
- A ver, que me lo he tirado varias veces pero nada serio, yo paso de ataduras
- Por eso me extraña, eres de usar y tirar a los tíos
- Sí, jajaja, pero éste funciona bien, muy bien
Ali intervino:
- ¿Y está bueno?
- Buenisimo
- Tía, pues sal con él
- No, no, paso
Vimos a mi padre recogiendo las sillas y Sofi se nos acercó más diciendo:
- Me lo tiré en la disco
Ali abrió mucho los ojos y dijo:
- ¡¡Venga ya!!
- Ya te digo, en el cuarto de baño de los tíos, menudo calentón teníamos jajaja
- Joder, yo nunca…
- Y luego en casa un par de veces más y terminó haciéndome la mejor comida de mi vida, me dejó muerta, muerta
La miramos con la boca abierta. No sabía si creerla, siempre era muy exagerada con todo pero esta vez me parecía que hablaba en serio, le brillaban los ojos de emoción mientras nos miraba. Sofi terminó diciendo:
- Y la tiene muy, muy bien
Ali preguntó:
- ¿Te refieres a… a… su cosa?
- Claro, tiene un buen pollón jajajaja
Meneé la cabeza y le pregunté:
- Y si es tan bueno y te calienta tanto ¿Por qué no sales con él? No tendrá novia ¿No?
- No, no tiene novia
- Entonces ¿Qué le pasa? ¿Es medio lelo y solo sirve para la cama?
- No mmm lo cierto es que me lo paso muy bien con él fuera del sexo, es divertido y sabe escuchar
- Tía, es tu hombre perfecto, sal con él
- Que no, que paso de un tío que me controle, prefiero tirármelo de vez en cuando, así no me canso de él tan pronto
Entonces Sofi miró a Ali y le preguntó:
- Y tu friki ¿Cómo la tiene?
- Yo creo que bien
- Huy, huy, que la va a tener pequeñita
- No, idiota, quiero decir que yo no… no sé mucho de eso. Solo tuve la de mi ex, y la de Juan es más grande, eso seguro…
Ahora Sofi me miró y preguntó:
- ¿Y el de anoche? ¿Cómo la tenía?
- Ufff, no sé
- ¿No se la tocaste?
- Poco
- Tía, hay que comprobar el material, a ver si luego la tiene pequeñita y no veas la desilusión jajajaja
- No, vamos, pequeña no parecía jeje
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Lo cierto es que anoche, cuando más calientes estábamos con los besos, se me pegó y noté su erección, y me gustó pero me asusté como una tonta y fue cuando me separé de él, y me fui rápido. Pero lo que noté fue bastante grandecito.
Me eché champú en el pelo y me lo lavé. Cuando terminé, me aclaré el pelo y el cuerpo para quitarme la espuma. Luego salí de la ducha y me sequé antes de empezar a ponerme crema para la piel. Y mientras me la esparcía, pensé de nuevo en como había sido notar si erección y salir casi corriendo ¿Por qué? ¿Por qué lo hice? Me lo estaba pasando bien, bien de verdad. No, no quería acostarme con él pero podría haberme quedado un poco más y disfrutar de su contacto, de su excitación pero tuve esa sensación de culpabilidad que me pasaba siempre. Incluso me había pasado con Jack en los momentos antes de ir a acostarnos cuando ya éramos novios, cuando sentía que no era apropiado, que yo en verdad deseaba a otro… a Fran.
Me enfadé, “Fran, Fran, Fran… siempre Fran. A la mierda con Fran” pensé con rabia. Era increíble que sabiendo que yo ya no significaba nada para él, siguiera pensando y cohibiéndome por su culpa. “No somos nada ni lo seremos, me lo ha dejado claro, soy libre, puedo acostarme con quien quiera sin sentirme culpable, quiero hacer como Ali y como Sofi, tener sexo divertido y sin preocupaciones, sin remordimientos”.
Me miré al espejo y me observé desnuda. Sabía que era una chica atractiva, bastante atractiva. Y estaba en forma, no tenía nada de grasa, pero tenía mis curvas. Pensé en Dani, a él le había parecido atractiva, eso sin dudas. Y recordé que me había dicho que iba mucho por esa disco… “A la mierda, voy a ir a ver si lo veo y disculparme por la espantada de ayer y… y ver si es interesante o no, o solo sirve para tirárselo o…”.
Me pasé el dedo por el pubis. Lo tenía casi rasurado, solo una pequeña línea de pelo. Comprobé que seguía suave la zona rasurada. “Por si pasa algo… no quiero tirármelo aún, pero quien sabe… o por si nos metemos mano… puede que le deje meterme mano bien… no sé, no sé… pero por si acaso aunque lo mismo ni está”.
Pero ya había tomado una decisión, iría a verlo. Pensé en llamar a Sofi pero preferí ir sola, por no hacer el ridículo con ella o por si me metía presión, quería ir a mi bola y ver que pasaba. Me puse el albornoz y me fui a mi habitación. Allí miré mi ropa interior. Escogí un tanga negro, sexy, y me puse un vestido corto de tirantes. No tenía escote pero el de ayer sí lo tenía, no quería ir igual. No me puse sujetador. Y unas sandalias con tacón.
Cuando bajé, le conté a mi madre que había quedado con Sofi y me fui.
Cuando aparqué me di cuenta que era temprano para ir a la disco. Me di una vuelta pero estaba nerviosa y al final entré. Lo esperaría un rato. Mientras, bailaría sola para tranquilizarme.
Solo entrar, revisé las pistas. Me sorprendió la de gente que había a pesar de la hora. No conseguí verlo así que fui a una de las barras para pedirme algo, y entonces lo vi. Estaba con una mujer rubia, de treinta y muchos, los dos muy pegados. Ella con una mano en su pecho, riéndose mientras él le contaba algo en el oído, por el ruido de la música.
Me quedé petrificada y me recriminé “¿De verdad pensaba que iba a estar esperándome después de la espantada de anoche? Ni se acordará de mi nombre, solo recordará un poco a la tonta con la que se enrolló y salió corriendo”.
Me giré y salí de la disco, enfadada conmigo mismo. Iba rápido pero entonces escuché “GEMA, GEMA”. Me paré y me di la vuelta. Era Dani, que me gritaba desde la puerta de la disco. Me quedé quieta y él se acercó. Cuando llegó a mí, me dio dos besos, cosa que me sorprendió y dijo:
- Que alegría volver a verte
No conseguí hablar, solo le sonreí incómoda. Él continuó:
- Ayer te fuiste tan rápido que pensé que no te volvería a ver
- Es que… mi amiga… yo… fui a buscarla y…
- Sí, me lo dijiste ¿La encontraste?
- Sí, bueno, no pero…
- No me digas que aún sigues buscándola en la disco
Y se rio. Me gustó su risa. Me reí con él como una tonta y le dije:
- No, hoy no ha venido
- Ah ¿Y ya te vas?
- Es que…
- Ven y tomamos algo y…
- No, no quiero estorbar, ya… ya me iba
- Ven y te presento a mi madrastra
Lo miré con sorpresa total. Él se rio al ver mi cara, pero a continuación pensé “¿Se está acostando con la mujer de su padre?” porque estaba segura que ahí había visto algo sexual en la forma como estaban juntos, como ella lo tocaba. Di un paso atrás, no me gusta nada eso. Entonces él me guiñó un ojo y dijo:
- Es la mujer de mi madre
- ¿Cómo? (totalmente alucinada)
- Jajaja, todo el mundo reacciona igual… Mi madre se separó de mi padre hace muchos años y supongo que se daría cuenta que lo suyo era… la otra acera
Me reí aún confundida. Entonces, si esa rubia era lesbiana, me había confundido totalmente. Sentí vergüenza y dije:
- Pensé que…
- ¿Era un lío mío? Jajaja, no, no, Sara es una mujer muy atractiva pero le va… ya sabes…
- Mmmm
- Le van… otras cosas jajaja
- Ah, ya, claro jeje
Entonces me cogió la mano y lo seguí. Cuando llegamos a la barra, vi a la rubia que nos sonrió. Dani dijo:
- Gema, te presento a Sara… Sara, ella es Gema, la chica de la que te hablé antes
Sara me dio dos besos y dijo algo pero por el ruido, no la entendí. Entonces ella me cogió de la mano y me llevó a un apartado donde la música sonaba menos fuerte y dijo:
- Aquí mejor… decía que ayer dejaste a Dani preocupado… preocupado y afectado
- ¿Qué?
- Le dejaste huella, y lo entiendo, eres muy guapa
Me ruboricé. Ella continuó:
- Y preocupado porque pensó que había metido la pata contigo, que te fuiste corriendo… Y le estaba diciendo que lo mismo eras cenicienta jajaja
- No, yo… es que estaba con una amiga y…
- Y ahora se estaba lamentando, casi llorando, por haberte ahuyentado
Dani se rio y dijo:
- Sara, no te pases… pero sí, me estaba lamentando, la chica más guapa de la disco y se va corriendo
Sentía que la cara me iba a explotar de lo roja que la tenía. Me reí tontamente y dije:
- Yo… es que…
Entonces Dani dijo:
- Sara, dile quien eres
- ¿Cómo?
- Dile tu relación conmigo, que antes nos ha visto hablando, y como eres tan sobona, se ha pensado que estamos liados
- Ah, jajaja, no, no, soy su mamá
- Mi madrastra
Sara arrugó la nariz y dijo:
- No me gusta esa palabra, me hace sentir como una bruja de cuento jajaja, pero sí, eso soy
- ¿Y con quién estas casada?
Sara se rio y me dijo:
- Con su mamá de verdad, somos dos viejas bolleras jajaja
Me reí y la miré bien. No me parecía para nada vieja y, desde luego, era muy atractiva. Tendría más o menos la edad de mi tía Cris, quizás alguno más porque tenía varios retoques en la cara. Cris era muy natural, su belleza era genuina y se conservaba de maravilla, pero Sara, claramente se ayudaba con cirugía. Entonces Sara dijo:
- Tengo sed ¿Qué os pido?
Dani dijo que iba él pero Sara negó con la cabeza y se fue a por las bebidas. Nos quedamos solos y Dani me dijo:
- ¿Ves? No te he mentido, es mi madrastra
- Ya, ya, si no he dicho…
- Pero te pareció un invento
- Bueno, como invento era tan raro que no podía ser invento jejeje
- ¿Verdad? Jajaja
- ¿Y tu madre viene ahora?
- No, no está en el país… está fuera por un tema de… salud
- Ah,vaya
- Sara estaba con ella pero ha tenido que venir unos días por negocios, pero ya mismo se vuelve
- ¿Es grave?
- Sí, pero evoluciona bien, ya mismo vuelve
- Me alegro
Miré a Dani con interés. Llevaba una camisa abierta y le veía un poco los pectorales, y vi que tenía tatuajes. En general, tenía aspecto de malote, malote muy atractivo, pero luego, hablando con él, parecía un buen chico, me estaba gustando cada vez más.
Sara llegó con las copas pero dijo que se tenía que ir. Dijo:
- Dani, mañana me paso por tu casa para hablar antes de irme con tu madre
- Vale
- Gema, preciosa, encantada de conocerte
Y me dio dos besos y se fue. Vi que Dani me miraba intensamente. Algo nerviosa, bebí de mi copa. Entonces dijo:
- Sara decía la verdad, me estaba lamentando y estaba triste por el plantón de anoche
- Yo… lo siento
- ¿Hoy te tienes que ir tan pronto?
- No, creo que no
Dani empezó a preguntarme que es lo que yo hacía. Le conté un poco mi vida en EEUU, mis estudios… Tras unos minutos de charla, dijo:
- Anda, termínate la copa y vamos a bailar
Asentí y apuré la copa. Nos levantamos y nos metimos en una pista. El alcohol de la copa me había sentado bien y estaba relajada y con ganas de bailar. Pronto nos empezamos a besar. Dani no iba a saco, si no poco a poco, con besos suaves, caricias, piropos al oído… me fue encendiendo, tanto que fui yo la que le dio el primer morreo y la que se pegó a él. Quería sentirlo, olerlo,… y cuando noté su erección, me pegué aún más a él, y bajé mi mano y le acaricié el paquete. Esta vez no iba a ser una tonta, aunque estaba sorprendida por como iba de rápida, pero es que necesitaba tocarlo, lo deseaba. Y quería que me tocara. Fui yo la que lo sacó de la pista y lo llevó a una esquina oscura para morrearnos apasionadamente. Y allí, cuando él me cogió el culo y un pecho, no me pude aguantar y le metí la mano dentro de los pantalones para acariciársela mejor por encima de los calzoncillos.
Dani empezó a decirme algo pero yo no atendía a razones, estaba super caliente. Besaba su cuello, su pecho, mientras mi mano apretaba su polla. Entonces me levantó la cabeza y dijo:
- Gema, ven conmigo
Me cogió de la mano y me llevó por la sala hasta una puerta. Pensé que me llevaba a los servicios pero no, era un pasillo con unas escaleras hacia arriba. Subimos y abrió otra puerta con una tarjeta. Luego me dejó pasar. Entré y vi una gran sala con sillones, bar y pista de baile, pero no había nadie. Al fondo vi una gran ventanal. Dani cerró la puerta y me llevó al ventanal. Vi que daba a la disco. Lo miré excitada, pero también extrañada. Le dije:
- Esto… este ventanal son los espejos que se ven ahí abajo ¿no?
- Sí
- Oh, no sabía que había otro disco detrás de esos espejos
- Ya, es una sala exclusiva, la abrimos para eventos especiales
- ¿La abrimos?
- Sí, esta disco es mía
Lo miré con la boca abierta. Le pregunté:
- ¿Tuya? Pero ¿Qué edad tienes?
- 22
- ¿Y tan pronto con un negocio así?
- Bueno, en realidad el negocio es de mi madre, de mi madre y de Sara, pero yo lo gestiono
- Ah
Miré por la ventana y entonces dije:
- Así que es verdad que vienes a menudo por aquí ¿Eh? Jeje
- Un poco
Se puso a mi lado a mirar. Dijo:
- Me gusta esta vista
- ¿Eres un mirón? ¿Te gusta mirar sin que te vean?
- Jeje, un poco
- Que malote
- Anoche vi ahí abajo a una chica preciosa que destacaba muchísimo sobre el resto y bajé rápidamente
- Ah ¿Y qué pasó?
- La cosa iba bien, pero… me dejó plantado
- Vaya, que mala
- Mucho
Lo miré y noté un cosquilleo por todo el cuerpo. Quería lanzarme sobre él, lo deseaba de una forma que me tenía anonada. Intenté calmarme y me aparté de él, apoyándome en el ventanal pero sonriéndole. Dani se me acercó y me acarició suavemente la cara. “Bésame, bésame, venga, rápido” pensé. No quería ser yo otra vez la que se lanzara sobre él, no quería parecer más zorra de lo que ya había sido en la pista pero como siguiera mirándome así y tocándome de esa forma, no iba a poder aguantarme.
Entonces preguntó:
- ¿Quieres bailar?
Asentí y se alejó de mí. Sentí una desazón enorme y estuve a punto de alargar la mano para retenerlo, pero conseguí contenerme, por poco pero me contuve. No entendía como me sentía así de… de cachonda.
Observé como iba al bar y se metía tras la barra. Le dije:
- Pero que sea música suave
Sonrió y se encendieron unas luces en el techo y empezó a sonar música romántica. Me puse en el centro de la sala y empecé a bailar, contoneándome lentamente, sin dejar de mirarlo. Dani vino hacia mí lentamente. Cuando estuvo frente a mí, puso sus manos en mi cintura y acopló su ritmo al mío. Rodeé su cuello con mis brazos y lo besé, un simple beso en los labios. Le miré a los ojos y lo volví a besar, pero esta vez metí mi lengua en su boca, buscando ansiosamente su lengua.
Empezamos una serie de morreos cada vez más guarros, con mucha ansia de los dos. Sus manos comenzaron a recorrer todo mi cuerpo. Me pegué a él y noté su erección. Empecé a frotarme contra él como una perra mientras le comía la boca sin parar. Entonces él tiró de mi pelo hacia atrás, no de forma dolorosa pero sí rápida. Jadeé y protesté, quería seguir besándolo, pero él comenzó a besarme y chuparme el cuello, con fuerza. Gemí de gusto.
Su boca bajó a mi hombro izquierdo, lamiéndolo. Me bajó el tirante del vestido, y luego bajó un poco el vestido, dejando fuera mi pecho izquierdo. Rápidamente me lo besó y chupó mi pezón. Mis gemidos ya eran totalmente audibles. Le apreté la cabeza contra mi pecho para que chupara más fuerte cosa que hizo de inmediato. Su mano derecha apretaba mi culo pero lo dejó para levantarme un poco la falda y tocarme directamente el culo. Me separé un poco de él para que pudiera tocar más, y eso hizo, su mano se coló por delante y pasó sus dedos por mi rajita, por encima del tanga. Apretó sus dedos sobre mi clítoris y entonces estallé en un orgasmo. Di un grito y me convulsioné, totalmente sorprendida.
Dani siguió tocándome mientras yo temblaba en sus brazos. Luego, dejó de chuparme el pezón y me besó. Le devolví el beso con ansia loca mientras le desabotonaba la camisa. Entonces él se separó de mí. Intenté volver a besarlo pero dijo:
- Desnúdate para mí
Fui a hacerlo rápidamente, lo deseaba tanto dentro de mí que no podía esperar, pero vi que él quería que lo excitara, no ir tan rápido. Me mordí el labio inferior e intenté calmarme aunque era muy difícil, tenía tal grado de excitación que me temblaba todo el cuerpo. Me bajé el vestido lo más lentamente posible que pude, para que viera mi cuerpo poco a poco. Cuando el vestido cayó a mis pies, fui a bajarme el tanga pero él dijo:
- Espera, déjame verte bien, gírate
Y eso hice, despacio. Entonces, al volver a estar frente a él, esperé. Dani asintió y me bajé el tanga, quedándome totalmente desnuda delante de él, solo me dejé las sandalias de tacón. Dani me miró con ojos excitados y dijo:
- Eres una preciosidad, Gema, una preciosidad muy sexy
Me acerqué a él y seguí desabotonando su camisa. Se la quité y admiré su torso. Estaba claro que Dani iba al gimnasio, mucho. Tenía marcados los pectorales y abdominales. Estaba depilado y tenía varios tatuajes y, sorprendentemente, un piercing en el pezón derecho. Acaricié su cuerpo, temblando. Luego, le desabroché el pantalón. Me agaché para quitárselo, ayudándolo a quitarse antes los zapatos. Lo miré desde abajo. Llevaba unos boxers muy ajustados a punto de estallar por su erección.
Le acaricié el paquete con la mano, quería jugar con él, hacerle sufrir de deseo pero no pude aguantarme, la que estaba sufriendo era yo, y tiré hacia abajo de los boxers. Su polla saltó y me gustó de inmediato. Sí que era grandecita, y observé que no solo el torso tenía depilado, no tenía ni un pelo en las piernas ni en el sexo.
Se la cogí pasando mi mano por ella. Al apretar salió por su punta una gotita de líquido preseminal y saqué la lengua y lo lamí. Luego lamí despacio todo el glande. No dejaba de mirarlo, estaba extasiado mirándome. Me metí su polla en la boca y comencé a chupar. Al principio fui despacio pero cuando él gimió, no pude reprimirme más y mi mamada fue más y más rápida hasta que él me paró.
Jadeé cogiendo aire. Me levanté pasando mi lengua por sus abdominales y tiré del piercing con cuidado. Luego lo besé agarrándole fuerte la polla y entre beso y beso, le dije:
- Fóllame, Dani, fóllame
Sin dejar de besarlo, él sacó de donde sea un condón y se lo puso. Entonces me llevó al ventanal y me cogió en brazos. Puse mis brazos alrededor de su cuello y me apoyó contra la ventana, metiéndomela despacio. Empezó a follarme teniéndome cogida en el aire, entre sus fuertes brazos, mientras yo me sostenía apoyándome en la ventana y con mis brazos en sus hombros. La gente bailaba debajo nuestras mientras él me penetraba cada vez más rápido y yo gritaba como nunca, totalmente ida. Me corrí un momento antes que él, gritando que me parecía que me iba a quedar afónica.
Cuando terminé de convulsionarme, me dejé caer totalmente en sus brazos como un peso muerto porque así me sentía, muerta.
Dani se salió de mí y me llevó a un sillón donde me dejó con delicadeza y luego se sentó a mi lado. Le abracé con fuerza, aún temblando.
Tras un rato así, sin hablar ni nada, me empecé a dar cuenta de todo lo que había pasado y me sentí avergonzada. Me levanté y fui rápido al servicio que había cerca de la barra. Al entrar, me eché agua en la cara y me miré “Pero ¿Qué ha sido esto? ¿Cómo he hecho esto? Yo no hago cosas así, no lo conozco y… y… ¿Cómo me he puesto así de caliente?” pensé totalmente sorprendida y avergonzada.
Me quedé allí un par de minutos, intentando calmarme. Cuando fui a salir me quedé parada en la puerta con la mano en el pomo. Estaba totalmente desnuda y sentí una profunda vergüenza. Me acababa de follar pero ahora… ahora era distinto, y me daba mucho corte.
Entonces escuché unos golpecitos en la puerta:
- ¿Estás bien?
- Ehhh, sí, sí, ya salgo
- Te dejo aquí mi camisa, seguro que ahora te da corte
Y miré la puerta totalmente asombrada ¿Cómo sabía eso? Le dije:
- No… yo… no… es que…
Abrí la puerta y allí estaba, con una sonrisa. Se había puesto los boxers y me tendía la camisa. La cogí y me la puse sonriendo tímidamente. Me abroché unos cuantos botones y él dijo:
- Mmmm así estás tremendamente sexy
Y me dio un beso tierno que me puso colorada. Entonces dijo:
- Ven, vamos a sentarnos ¿Quieres algo de beber?
- Yo… mmmm… tengo que… mmmm el azúcar… tengo que medírmelo, perdona
Y fui donde mi bolso. Me sentía rara pero no me parecía que fuera por el azúcar. Lo comprobé y vi que estaba bien. Le dije:
- Agua, por favor
Él sonrió ampliamente. Fuimos a la barra y sacó un botellín de agua que bebí rápidamente, estaba seca. Entonces sonaron unos golpes en la puerta. Me asusté pero él negó con la cabeza diciendo:
- No te preocupes, he llamado para que suba alguien y nos traiga algo de comer ¿Qué te apetece?
La verdad es que tenía hambre. Le dije:
- No… no sé
- ¿Te gusta la comida china? Aquí cerca hay un restaurante que me gusta mucho
- Va… vale
- ¿Algo en especial?
- No, bueno, sorpréndeme
- Eso está hecho
Y me guiñó un ojo y me pareció super sexy.
Fue una velada increíble. Muy intensa pero muy divertida. Dani, además de estar muy bueno, era buen conversador. Esa noche, cuando me acosté en mi cama, tenía una gran sonrisa en la cara.