7
Gema
Sofi aparcó su moto y la apagó. Entonces se quitó el casco y se arregló su larga melena rubia mientras decía:
- Ufff, las once de la mañana y ya hace un calor de muerte, tía
- Ya, pero mejor, así nos tostamos más
Sofi se rio con ganas y me dio dos besos. Ese día teníamos la piscina para nosotras tres aunque Ali aún no había llegado. Mis padres y hermanos habían ido de compras y almorzarían fuera. No volverían hasta casi la tarde-noche. Sofi me preguntó:
- ¿Has desayunado ya?
- Claro, hace horas, que yo me levanto a las siete para ir a correr
- Joder… yo prefiero correrme de otra forma
Y me sacó la lengua riéndose. La empujé cariñosamente y dijo:
- Tía, pues yo voy a comer algo, estoy muerta de hambre
- Vale, vamos a la cocina
- ¿Y Ali? ¿Ya está en la piscina?
- No, aún no ha llegado
Me puse a preparar café mientras Sofi, charlando sin parar, se preparaba unas cuantas tostadas. Nos sentamos y me tomé el café mirándola. No entendía como podía estar tan delgada y comer tanto. Siempre que venía a casa se hinchaba a comer. Sofí se comía las tostadas con ferocidad, casi sin hablar. Cuando terminó con la cuarta, suspiró y empezó a comerse la quinta con tranquilidad. Me reí y le dije:
- Chiquilla, sí que tenías hambre, menudo récord, cuatro tostadas en diez segundos jajaja
- Joe, es que ayer fue duro
- ¿Sexo?
- Que vaaaaa, jajaja, ya quisiera yo… en el curro, acabé muerta
- ¿Y eso?
- Lo de siempre, me contrataron como florero para un stand y me pasé el día de pie sin descansar nada, mucha gente, mucho gilipollas… Mi trabajo es eso, hacer bonito y atender a los curiosos, mucho sonreír, mucho hacer café, y los que parecen verdaderamente interesados, se los derivo a los comerciales que se pasan el día sentados en sus mesas
- Ya, haces de filtro
- Sí, y me pasó una cosa…
- ¿Qué?
- Fue terminando, era casi la hora de cerrar y los comerciales se fueron dejándome sola para cuidar aquello hasta el cierre
- Ah
- Y ya no venía nadie así que me senté, estaba molida, me dolían los pies de los putos tacones, la cara de tanta sonrisa sin ganas… Estaba pensando en que no veía la hora de ponerme mis deportivas y coger la moto para llegar a casa, cuando apareció un tipo
Sofi siguió comiendo mientras pensaba. Continuó al poco:
- El tipo quería información y me levanté para darle los folletos y que se fuera, pero quería saber más. Le iba a decir que yo solo estaba allí para hacer bonito, que llamara a la oficina al día siguiente pero de estar allí todo el día escuchando a los comerciales con lo mismo una y otra vez me sabía de memoria todo sobre el producto así que empecé a contárselo. Y lo convencí y quiso comprar, pero yo no podía, no tenía el portátil para hacer la venta. Me quedé sin saber que hacer. Entonces llegó uno de los comerciales, le conté lo que pasaba, el tío sacó el portátil, cogió los datos, cerró la venta y ya está, la comisión para él. El cliente se fue y el tío mierda del comercial ni me dio las gracias. Me dijo que me fuera, que iba a cerrar el stand.
- Vaya
- Me dio una rabia… era una venta grande, la mayor del día porque le endosé al colega el producto completo
- Que bien
- Y he estado pensando mucho en esto… Se me da bien lo de ser azafata de stand, soy llamativa y atraigo público, y puedo ser muy simpática si quiero
Me sonrió sarcásticamente. Reí. Entonces ella siguió:
- Pero también se me da bien lo de la venta… cuando me llaman de una tienda, lo hago bien, sé camelarme a los tíos, pero a las tías también, consigo que no me tengan envidia a pesar de estar mucho más buena que ellas jajaja
Me reí, Sofi siempre estaba bromeando con todo, incluso con lo serio, porque veía claramente que este tema la tenía preocupada. Le dije:
- Entonces, si te gusta lo de vender ¿Por qué no trabajas en una tienda?
- Chica, pues porque solo me llaman para temporadas de rebajas y cosas así, y yo no puedo estar esperando a ver si me llaman para algo más estable, aunque me gustaría, pero necesito trabajar así que voy a lo primero que me ofrecen, y en lo de azafata siempre sale algo
- Ya
- Que si fuera algo putilla tendría más trabajo, eso seguro, pero paso de chupársela a un asqueroso… o peor, comérselo a una guarra, que anda que pocas me han tirado los tejos… que asco… con lo que me gustan las pollas
Y estalló en carcajadas y me reí de nuevo, siempre igual, con ella todo acababa en bromas aunque fuera un tema serio. Lo cierto es que admiraba mucho a Sofi, siempre había sido una chica muy independiente y cuando su padre se fue al extranjero con una nueva pareja dejándola sola con solo 18 años, ella no se puso a llorar ni a quejarse, se buscó un piso y se puso a trabajar, sin pedir ayuda a nadie. Mi madre la había intentado ayudar ofreciéndole dinero y trabajo pero ella pasaba, quería valerse por sí misma e ir a su bola. Y llevaba así más de tres años, luchando sola y siempre de buen humor y con chanzas constantes. Le dije:
- Mi madre tiene un departamento comercial en su empresa, puedes preguntarle y…
- Nooo, ya intentó convencerme pero eso es estar todo el día en una mesa, con reuniones y mierdas de excels… pasooooo, soy medio tonta y seguro que no paro de equivocarme y meter la pata y tu madre teniendo que arreglar los follones que yo haga… paso, paso
- Anda ya, tía… que cosas tienes, que eres medio tonta… Te equivocarás como todo el mundo y aprenderás
- Y tu madre se avergonzará de mí y al final me tendría que echar… no, paso… además, yo quiero libertad, estar con gente y no delante de un ordenador, no depender de nadie, ni de amigos, ni de familia… No quiero más decepciones en mi vida
La miré con tristeza, la forma en que su padre la dejó sola fue muy duro para ella. Entonces, riéndose, dijo:
- Ah, y más importante, paso de novios, no quiero que un tío mierda me controle y me diga lo que tengo que hacer como mi ex… si me apetece un polvo, salgo y y está, pero luego, a su casa a cascársela jajajaja
Meneé la cabeza, esa era la filosofía de Sofi, ninguna atadura. Entonces puso cara rara y dijo:
- Joe, he comido demasiado, ahora me duele el estómago
- Tía, si es que no has parado de comer, que parece que llevas días sin probar bocado
- Tengo que cuidar el tipo, que este cuerpazo es lo que me da de comer jajaja
Me reí con ella y nos pusimos a limpiar la cocina. Luego salimos fuera y nos quitamos la ropa para quedarnos en bikini. Sofi me miró y preguntó:
- En tetas ¿no?
- Vale
No tardó ni un segundo en quitarse la parte de arriba del bikini y tirarse al agua. La seguí rápidamente. Estuvimos charlando y tomando el sol hasta que llegó Ali un buen rato después. En cuanto escuché su llamada me puse una camiseta y salí a abrirle. Cuando llegamos a la piscina, Sofi que tomaba el sol boca arriba, dijo:
- Tía, un poco más y vienes para la merienda
Ali, acalorada, rio y le dio dos besos para luego quitarse el vestido y la parte superior del bikini diciendo:
- Perdón, perdón, me he quedado dormida
Sofi me miró y luego a Ali diciendo:
- ¿Tú dormida? ¿Qué hiciste anoche?
- Mmmm salí un poco
- ¿Con tu friki? ¿Ha salido de la cueva llena de pantallitas?
- Que idiota eres… no tiene eso… y no salimos, me refería a que salí yo para ir a su casa
- Aja, ¿a jugar a la consolita?
- Anoche jugamos a otras “cosas”
Y le sacó la lengua riéndose. Sofi puso los ojos en blanco y dijo:
- Joder con la tímida, ahora resulta que folla más que yo
Ali sonrió ampliamente y dijo:
- Seguramente
Me reí con ellas hasta que Sofi, mirándome, dijo:
- Lo que es seguro es que follas más que doña clausura
- Serás…
Y le tiré el bote de bronceador. Sofi dijo:
- Ay, tía, que bruta eres
- Te aguantas jejeje
Ali intervino diciendo:
- Es que anoche fui a ver a Juan porque… ¡¡¡Héctor y Cris me han contratado!!!
- Pero si ya trabajas para ellos
- Eso son unas prácticas, ahora es un contrato de verdad… y menudo contrato, estoy flipando
Y nos contó toda la historia. Sofi alucinaba:
- ¿Vas a cobrar eso? Joder, yo necesito meses para cobrar eso
- Sí, han sido muy generosos, pero dice Cris que quiere que el equipo esté contento y sin pensar en buscar otro trabajo y…
- Joder, y todo el día sentados haciendo clic clic clic y ganando un pastón… hay que joderse
Pero entonces se levantó, fue hacia Ali y la abrazó fuerte diciendo:
- Te lo mereces, eres una empollona con muy mal gusto para los tíos pero te lo has currado tú solita, estudiando mogollón y siendo muy lista, me alegro un montón por ti, tía
- Ay, gracias, Sofi
- Es la verdad, no te lo han regalado, te lo mereces porque te lo has currado
Ali la miró emocionada. Para ella siempre era muy importante la opinión de su prima Sofi a la que admiraba muchísimo. Entonces, para desviar la atención de su emoción, dijo:
- Por cierto, ¿Tú que sabrás de mi gusto con los tíos?
- Pues saca al friki de la cueva y nos lo presentas
- No, que me lo espantas jajaja
Las dos rieron y Sofi, mirándome, dijo:
- Esto hay que celebrarlo ¿No? Esta noche salimos y…
- Jajaja, aprovechando cualquier excusa
Ali intervino diciendo:
- No, no, si es lo que os iba a decir, esta noche salimos las tres, os invito a cenar
- ¿Sí? ¿Nos invitas? Genial, que ando tiesa… y luego salimos y nos buscamos tres buenorros que nos alegren el cuerpo y…
- No, yo ya tengo quien me alegre el cuerpo, Juan es…
- Juan, Juan, Juan… esta noche te busco un tío bueno de verdad que te enseñe lo que es un buen polvo, y le pides que te dé por el culo si lo echas de menos
- ¡¡¡TÍA!!!
- ¿Qué? Es lo que te gusta del friki ¿no? Que te dé por…
- Noo, bueno, me gusta pero no es solo eso, idiota
- Bueno, tú déjame a mí, te busco a uno que te hará…
- No necesito que me hagan nada, bastante tuve anoche hasta las tantas
- Tranquila, tranquila, iré preguntando “¿Algún buenorro que le guste dar por el culo?” y…
- Y capaz que eres
- Ya te digo
- Pero que idiota eres jajaja
Y Sofi le sacó la lengua. Entonces me acerqué y las empujé al agua para luego tirarme entre sus gritos y protestas, y les dije:
- Estáis muy salidas las dos, siempre sexo, sexo, sexo
- Tranquila, a ti también te buscaré un buenorro
- No, gracias, sé buscármelos solita
- ¿Sí? ¿Seguro? Mmmm mejor me encargo yo… y esta noche acuérdate de buscar la llave del cinturón de castidad, no vayas a salir con él puesto
- Que idiota eres
- Vaya, me lo dicen mucho últimamente y no me lo explico con lo lista que soy y...
Y le eché agua en la cara, riéndome.
Silvia
“Cariño ¿Cenamos mejor en la piscina? Hace buena noche ¿no?” le pregunté a Carlos que asintió diciendo:
- Vale, voy a poner la mesa fuera
Y salió de la cocina con un mantelito. Entonces escuché pasos de tacón y giré la cabeza para ver entrar a Gema. Me sorprendió como se había arreglado, iba preciosa y sexy. Le pregunté:
- Pero ¿No ibas a salir con Ali y Sofi?
- Sí, a celebrar el contrato de Ali
- ¿Y te vistes así?
- ¿Qué pasa? ¿No voy bien?
Y se giró para mostrarme el vestidito ajustado y corto, que dejaba ver sus hombros, su espalda y sus preciosas piernas. Le dije:
- Más que bien ¿Van chicos?
- Jajaja, no, a cenar no
- ¿Y luego? ¿Habéis quedado con algunos?
- No, pero… la noche es larga jajaja
Gema me dio dos besos y dijo:
- Ya sabes, me llevo el coche pero lo dejaré en casa de Sofi porque beberemos. Me quedaré a dormir con ella… Chao
Vi que llevaba una mochila y le pregunté:
- ¿Qué llevas en la mochila?
- Pijama y ropa para mañana cuando me despierte, cotilla
- Vale, vale, jeje, ten cuidadito
- Sí, mami
Y elevando la voz dijo:
- Chao, papi
Vi como Carlos se despedía con la mano. Gema salió de casa y Carlos entró diciendo:
- No me digas con quien ha quedado, prefiero no saberlo
Reí con ganas. Que mal llevaban los hombres que sus hijas salieran con otros hombres.
Gema
Intenté mirar la hora en el reloj pero me costaba enfocar la vista, me estaba pasando con la bebida, con lo poco acostumbrada que estaba a beber. La cena había sido una locura de risas aderezadas con un poco de bebida, pero luego, cuando salimos de bares ya fue un descontrol.
Había perdido la cuenta de la de veces que nos habían entrado, y era normal, las tres íbamos fabulosas. Al principio, Sofi los espantaba rápido diciendo que era demasiado pronto para buscarse tíos, que quería beber, pero ahora estaba en plan de buscar un rollo para cada una. Entramos en un nuevo bar y entonces Sofi me gritó al oído:
- Mira, el macizo de tu jardinero… éntrale
Miré hacia donde señalaba y vi a Fran detrás de la barra, sirviendo. Estaba guapísimo, sonriente y atractivo. Vi como charlaba y bromeaba con unas chicas que, claramente, intentaban ligárselo. Me entró rabia verlo tan sonriente, cuando conmigo siempre estaba serio. Me giré para no mirar. Sofi rio y tiró de mi para ponernos a bailar. Al rato, me alejé y me apoyé contra la pared, mareada. Estuve observando a Fran. Parecía el Fran de antes, tan sonriente. Vi como una chica, con un gran escote, se apoyaba en la barra para apretar sus tetas y como él se las miraba sin pudor. Me enfadé aún más y fui a la barra tambaleándome. Al llegar, Fran sonriendo giró la cabeza para mirarme y, al reconocerme, se puso serio. Que rabia me entró. Con todo el mundo sonriendo y bromeando, y era verme y ponerse serio. Le grité que qué coño le pasaba conmigo, pero mi lengua no respondió bien y de mi boca salió algo ininteligible. Me recriminé lo tonta que debía estar pareciendo, y también el que estuviera tan enfadada, pero no podía evitarlo.
Fran se acercó y me preguntó:
- ¿Qué te pongo, Gema?
No me atreví a hablar, temía volver a balbucear, pero lo miré intensamente. Entonces, de repente, alguien me abrazó desde atrás y gritó:
- Ponnos algo rico, macizorro
Era Sofi, bastante borracha, que reía sin parar mientras le gritaba vulgaridades a Fran, que no reía nada. Estaba claro que era estar yo y se transformaba en alguien seco y antipático. Nos puso dos copas y dijo:
- Os invito
Y se fue a atender a otros. Sofi me gritó al oído:
- O le entras tú, o le entro yo
Conseguí decir algo como “todo tuyo” pero Sofi ya se había ido con su copa. Me alejé dejando la copa en la barra. Entonces se me acercó Ali y me gritó al oído:
- He escrito a Juan
- ¿Qué?
- Que lo estoy calentando
Y me enseñó la pantalla de su móvil pero no conseguí leer nada. Me dijo:
- Lo tengo cachondo… me voy a ir
- ¿Qué? ¿A dónde?
- A follar con Juan… Despídeme de Sofi
Y se fue sonriente. Me quedé sola y se me acercó un chico pero lo ignoré casi sin mirarlo, no podía apartar la mirada de la barra donde Fran, una vez que no yo no estaba, volvía a tontear con las chicas que se le acercaban. Sentí de nuevo como me enfadaba. Entonces vi que Fran hablaba con un compañero y salía de detrás de la barra. Lo seguí con la mirada y vi como se metía en un cuarto al lado de la barra. Fui hacia allí y abrí la puerta. Vi que era un almacén y vi a Fran moviendo cajas, estaría buscando más bebidas.
“Se va a enterar” pensé y entré cerrando de un portazo. Fran levantó la cabeza y dijo:
- No cierres…
- ¿Qué coño te pasa conmigo?
- ¿Qué?
Fui hacia él, muy enfadada. El sonido de la música llegaba amortiguado y me pitaron los oídos por el cambio de volumen. Le grité pero, acostumbrada a gritar mucho por la música, mi grito fue demasiado fuerte por el silencio de la habitación. Me quedé asombrada durante un segundo pero luego lo empujé con las dos manos:
- ¿Por qué te comportas así conmigo?
- Gema…
- Eres un capullo conmigo, me dejaste con una mala excusa y ahora, ahora… me ignoras, me miras enfadado ¿Por qué? ¿Qué te he hecho? ¿Qué te hice?
Le volví a empujar pero casi no se movió aunque lo hice con fuerza. Entonces, de repente, nos quedamos a oscuras y me quedé petrificada. Yo no aguantaba la oscuridad. Siempre dormía con la puerta abierta o las persianas arriba, no soportaba la oscuridad absoluta. Me puse a temblar incontrolablemente, con el pánico abriéndose paso rápidamente en mi cabeza. Quise gritar, hablar, pero no podía. Entonces, Fran me dijo:
- Gema, tranquila, no pasa nada, es solo el temporizador, se apaga al poco de cerrar la puerta, tranquila, tranquila, no estás sola, estoy contigo
Quise decirle algo pero no podía y empecé a gimotear. Noté como me caían las lágrimas por las mejillas, y entonces, él me abrazó. Lo rodeé con mis brazos apretándolo con fuerzas mientras él me hablaba con voz tranquila y suave:
- No pasa nada, Gema, no estás sola
Poco a poco el temblor empezó a remitir porque me sentía bien en sus brazos. Cuando él lo notó, dijo:
- Espera, voy a ir a encender…
- NO
Y lo apreté con más fuerza, no podía quedarme sola a oscuras, no, eso no. Comencé de nuevo a temblar. Él dijo:
- Vale, vale, no voy a ningún sitio
Fran siguió hablándome con suavidad y me fui tranquilizando. No sé cuanto rato estuvimos así, pero de repente, se volvió a encender la luz junto al ruido ensordecedor de la música, y alguien dijo:
- Joder, Fran, con una tía aquí y yo esperando las putas bebidas
- Ya voy, ya voy
Fran intentó separarse de mí pero no lo dejé, aún no podía quedarme sola. Le abracé con más fuerza y él dijo bajando la voz:
- Gema, tengo que ir a trabajar
Negué con la cabeza, sin poder hablar. Él me acarició el pelo y dijo:
- Bueno, vale, un poco más
Y en voz alta dijo:
- Coge tú la caja, ahora no puedo
El otro camarero dijo “joder” pero bajó, cogió algo y se fue, dejando la puerta entre abierta. Nos quedamos así uno poco más hasta que conseguí separarme de él, pero le abracé por el brazo, entrelazando mi mano con la suya, no podía separarme de él, aún no. Fran dijo:
- ¿Estás mejor?
Asentí pero sin soltarle. Me sonrió y dijo:
- ¿Salimos fuera a que te dé el aire?
Volví a asentir y empezamos a andar, yo sin soltarle el brazo ni la mano. Cuando salimos, nos apoyamos en una pared, sin hablar. Gracias al aire, conseguí recuperarme y empecé a sentir vergüenza por el numerito que había montado de tonta desvalida. Quise hablar pero no pude. Lo miré y él me devolvió la mirada. Me perdí en sus bonitos ojos y entonces se inclinó y me besó. Rápidamente abrí la boca y busqué su lengua. Nos saboreamos lentamente.
Cuando separamos nuestras bocas, nos miramos a los ojos. Entonces, Fran, se apartó de mí diciendo:
- Gema… lo siento… lo siento
Y entró en el bar. Quise moverme pero me mareé y me quedé apoyada en la pared, alucinada por todo lo que había pasado. Me había comportado como una chiquilla asustada por la oscuridad, pero ese beso, dios, ese beso había sido… había sido increíble. Me quedé unos minutos intentando recuperarme del ataque de pánico y de ese beso. Cuando lo conseguí, entré en el bar y fui a la barra. No vi a Fran. Fui al cuarto pero estaba cerrado. Volví a la barra y llamé a un camarero que no había visto antes:
- ¿Y Fran?
- ¿Quién?
Grité más:
- FRAN
- Ah, ya se ha ido, ha terminado su turno, ahora es el mío ¿Qué te sirvo, guapa?
Me quedé perpleja ¿Se había ido? Salí rápido fuera, quizás estaba buscándome fuera, pero no lo vi. Volví a entrar y revisé el bar con la mirada. Vi a Sofi en los brazos de un tío, riéndose, pero no vi a Fran. Salí de nuevo a buscarlo y de nuevo dentro, pero nada, no estaba. Me empecé a enfadar ¿Me besa así y se va? Pero ¿De qué iba? Fui a la barra y pedí una copa. Necesitaba beber más.
Juan
Abrí la puerta y exclamé:
- ¡¡Has venido!!
- Claro jiji
Nos miramos en el umbral de la puerta. Ali me había estado escribiendo durante toda la noche, cada vez más provocativa pero pensé que estaba de broma porque anoche ya habíamos tenido una noche loca de sexo. Entonces me preguntó:
- ¿Me invitas a entrar o es que vamos a follar aquí?
- ¿Qué? Jaja, estás borracha, era verdad
Estaba sorprendido porque Ali era bastante modosita excepto una vez estaba en pleno sexo que se desmelenaba. Me empujó diciendo:
- No, te he escrito que estaba borracha y cachonda, pero ahora me hago pipí
Y corrió al baño. Me quedé al otro lado de la puerta y le pregunté:
- Pero ¿no era una noche de chicas?
- Ajá
- ¿Y qué ha pasado?
- Me han entrado tíos
- Ah
- Alguno estaba bastante bien
- ¿Y eso te ha calentado?
- No
- ¿Entonces?
Escuché que tiraba de la cisterna y esperé. Abrió la puerta totalmente desnuda y dijo:
- Me he puesto cachonda pensando en ti
Me vi en el espejo del cuarto de baño, detrás de ella. Tenía quince años más que ella, no estaba demasiado en forma, tenía algo de barriga, y Ali era una chica de veinte años que se ponía cachonda conmigo, nunca lo entendería pero sonreí por mi suerte y, mientras daba un paso y le cogía una teta para acariciársela, le pregunté:
- ¿Te pone chatear con un madurito mientras estás de fiesta?
- Me pone pensar en que me haga las cosas que me ha escrito
- ¿Sí?
- Ajá
Y me besó ardientemente mientras metía su mano dentro de mis pantalones cortos, buscando mi polla. Sin dejar de besarla, le pregunté:
- ¿Y qué te ha puesto más cachonda?
- Mmmm que quiera que se la chupe hasta metérmela entera en la boca
Comencé a besarla en el cuello y le dije:
- ¿Qué más?
- Que… ahhhh... que me lo coma hasta que me corra
Le lamí la oreja como sabía que le gustaba. Entonces ella, entre gemidos, dijo:
- Y que me ponga a cuatro y me rompa el culo
- Eso no lo he escrito yo
- ¿No?
- Seguro que no
Ali me giró la cabeza para mirarnos y dijo:
- Pues quizás sea una fantasía mía… toma nota
- Jajaja
Y la cogí en brazos y la llevé al dormitorio.
Gema
Abrí los ojos y me asusté al no reconocer donde estaba. Entonces giré la cabeza y vi a Sofi durmiendo a mi lado y respiré tranquila. Me levanté despacio, me dolía la cabeza. Vi que tenía aún mi vestido, ni me había puesto el pijama. Me metí en el baño donde oriné, me medí el azúcar y luego me miré al espejo. “Menuda cara tienes” pensé. No estaba echa para beber, estaba claro, y eso que me había controlado por el azúcar. Sofi sí que había bebido a lo bestia, la había traído casi a rastras, y cuando la eché en la cama, me tumbé a su lado para descansar y me quedaría dormida.
Salí fuera y me quité el vestido para luego ponerme la ropa que había traído, unos pantalones cortos y una camiseta. Fui a la cocina para preparar café. La casa de Sofi era minúscula, una sola habitación y el baño. La cocina estaba al lado de la cama e intenté no hacer ruido. Empecé a abrir armarios, cajones y el frigorífico. No había nada, solo cajas vacías y una bolsa de pasta abierta.
Me moría por un café. Fui a la cama y sacudí a Sofi:
- Niña, despierta, despierta
- Tía, déjame en paz
Mientras se cubría la cabeza con la almohada. Le dije:
- Sofi, no tienes nada para desayunar
- Y yo que sé… tengo que ir a comprar pero no he podido… déjame en paz
- Voy a ir a desayunar ¿Vienes?
Sofi se quitó la almohada de la cabeza y preguntó:
- ¿Qué hora es?
- Las nueve
- Joder, es super temprano, que ayer nos acostamos tarde ¿no?
- Venga, despierta, que tienes que tener el estómago lleno de alcohol jiji
- Me duele todo
Pero se levantó y fue casi arrastrándose al baño. Al salir, bostezó de una forma que parecía que se le iba a desencajar la boca y luego se desnudó y se puso unos vaqueros y una camiseta y dijo:
- Invitas tú, por despertarme
- Vale, vale
Buscó sus gafas de sol y salimos fuera. Nos sentamos en una terraza y pedimos un desayuno abundante, sobre todo Sofi. Alucinaba viéndola comer. Casi no hablamos. Ella comiendo y yo con mi café pensando en la noche anterior. Cuando terminamos, le pregunté:
- ¿Te vienes a casa?
- Mmm sí
- Pues venga, coge tu bikini y nos vamos
- Vale, ah ¿Y Ali? ¿Se fue o la dejamos tirada?
- No, jeje, se fue con su Juan
- Joder, menudo enganche que tiene con ese tío
Volvimos a su casa. Allí Sofi se puso el bikini y luego un vestido playero y entonces me dijo:
- Oye, tía, me acabo de acordar ¿Ayer me sacaste del bar cuando me estaba enrollando con un tío bueno?
- No sé, quizás
- Joder, que cabrona… aunque ¿Estaba bueno? No me acuerdo
- Yo que sé, estaba cabreada
- ¿Por qué?
- ¿No te acuerdas? Te lo conté
- No, tía, me acuerdo que fuimos a otro bar y bebí más ¿No?
- Sí, mientras te contaba lo de Fran
- ¿Fran? Ahhh, coño, sí, que te enrollaste con él
- No fue eso, fue… no sé, me besó y fue… no sé, no sé que coño fue eso, pero luego se largó dejándome plantada
- Sí, sí, ahora recuerdo… y te entró tu miedo a la oscuridad ¿Verdad?
- Sí, bueno, no sé, me puse un poco nerviosa y…
- Y como cuando erais niños, te enganchaste a él y no lo dejabas
- ¿Qué dices? Yo no hacía eso
- Nooo, que vaaaa, cada vez que te entraba el pánico, no lo soltabas jajaja
- Eres idiota, eso no pasaba
- ¿No te acuerdas?
- Era mi amigo, estábamos juntos a todas horas pero eso de que no lo soltaba es una tontería
- Pero si…
Entonces se cayó y me miró de una forma rara. Le dije:
- Pero ¿Qué?
- No, nada… anda, vamos
Y salimos. Cuando llegamos a mi casa fuimos directas a la piscina donde ya estaban mis padres. Los saludamos y luego me fui a mi habitación para ponerme el bikini.
Sofi
“Silvia ¿Te puedo preguntar una cosa?” le pregunté a Silvia entrando en la cocina. Silvia me miró extrañada y asintió. Miré a la piscina donde Gema estaba tumbada tomando el sol. Me acerqué a Silvia y le dije:
- Gema ¿Sigue sin acordarse de lo que pasó en el campo?
- ¿A qué viene eso?
Y le conté lo ocurrido por la noche y su ataque de pánico. Silvia meneó la cabeza y dijo:
- Hacía mucho que no le pasaba eso
- Ya
- Menos mal que estaba Fran
- Sí, parece que la tranquilizó como siempre
- Ay, pensaba que eso ya se le había pasado, ese pánico a la oscuridad
- ¿No se acuerda de lo que pasó?
- No, y mejor así, que ya sabes las pesadillas que tuvo
- Ya, ya
Silvia se acercó a la ventana y miró a Gema mientras preguntaba:
- Pero ¿Está bien? No me he dado cuenta de nada, bueno, la he notado callada pero pensaba que era por el trasnoche
- Sí, sí, está bien… bueno, por el ataque de pánico sí, no le da importancia más allá de sentirse tonta por ponerse así
Silvia me miró interrogativamente:
- Pero no está bien por otra cosa que pasó… no sé si debería contártelo, mejor que ella…
- No, Sofi, cuéntamelo, que ya sabes lo delicado que es todo este tema con Gema
- Bueno, parece que Fran… que Fran la besó
- ¿Fran? ¡¡No me digas!!
- Eso dice ella
- ¿Y fue Fran? ¿O ella?
- Gema dice que fue Fran, pero iba un poco bebida, lo mismo ella se lanzó… bueno, ya sabes, yo creo que sigue coladita por él
- Ya, yo también, pero él no lo está por ella
- Eso es… por eso creo que fue ella pero no lo recuerda bien… y Fran se escabulló, el muy gili
- ¿Se fue?
- Sí, no tuvo cojones de decirle que no se emocionara otra vez, y ahora no para de darle vueltas
- Vaya por dios… Pensaba que Gema ya había pasado página, pero cuando la veo como lo mira…
- Sí, sigue coladita… Yo le digo que le entre, para aclararlo de una vez, pero no se atreve, solo niega que aún le interesa, aunque es evidente
- Es su defensa ante otra decepción
- Ya
Silvia se quedó pensando hasta que dijo:
- Gracias por contármelo, Sofi
- De nada, pero no le digas que me he chivado
- No, tranquila
- ¿Qué hacemos?
- Mmmm hablaré con Fran. Quizás lo mejor es que él le diga que entre ellos no va a pasar nada para que Gema pase página de verdad
- Sí, sería lo mejor si él sigue sin querer intentarlo
- Eso me temo… hacían muy buena pareja y es buen chico
- Sí, y está cañón jiji
- Sí, lo está pero no es su chico
Me iba a volver a la piscina cuando Silvia me preguntó:
- Oye, Sofi
- Dime
- En el trabajo, todo bien ¿no?
- Ehh, sí
- No te ha vuelto a pasar aquello de…
Se refería a un tipo que se me puso pesado y quiso tema conmigo con promesas de buenos trabajos cuando estaba empezando. Aquello me asustó y, aunque mandé a la mierda al tío, se lo conté a Silvia y Cris. Le sonreí y dije:
- Siempre hay alguno o alguna que lo intenta, pero ya soy veterana jeje, aquello fue la primera vez y me asustó, pero ahora los mando a la mierda sin despeinarme
Silvia meneó la cabeza y ambas nos reímos. Ahora sí me volví a la piscina, más tranquila con el tema de Gema.