27
Sara
Abrí los ojos sintiendo que me iba a estallar la cabeza. Miré a mi alrededor desorientada. A un lado tenía a Isa, y al otro a Tomás, ambos dormidos y desnudos. Me incorporé un poco y me dio un latigazo de dolor en la cabeza. Vi que Samuel dormía al otro lado de Isa. Estábamos los cuatro en la cama de Dani, apretujados. Me levanté como pude y fui al baño. Allí me senté en el váter para orinar y entonces empecé a recordar.
Había sido algo muy loco, con mucho sexo y drogas. Habíamos empezado Isa y yo follándonos a Samuel, pero luego llegó Tomás del hospital y se unió sin preguntar, pero fue bien recibido. Estuvimos follando, colocándonos, bailando, bebiendo y follando durante horas. No recordaba casi nada, solo que no había estado pensando en Carmen y su enfermedad y eso era bueno.
Terminé de orinar y me miré en el espejo. Tenía una pinta horrible. Los ojos rojos, ojeras, el pelo apelmazado, la piel pegajosa. Decidí que tenía que darme un baño. Puse a llenar la bañera y mientras, me cepillé los dientes con el cepillo que vi allí, imaginaba que de Dani y me tomé un par de aspirinas. Luego, fui a por mi móvil y llamé a Dani que me dijo que Carmen había pasado buena noche e insistía en volver a casa así que ya mismo estarían de vuelta. Sonreí contenta. Me despedí de él y me metí en la bañera. Me tumbé y me puse una pequeña toalla húmeda en la frente, cerrando los ojos, esperando a que se me pasara el dolor de cabeza.
Al poco escuché como entraba alguien y se ponía a orinar. Abrí los ojos. Era Samuel que me miraba y dijo:
- ¿Quieres follar, rubia?
Lo miré con desdén, ni un puto “buenos días”. Negué con la cabeza. Él rio y dijo:
- Venga, rubia, anoche te lo pasaste bien
- Estoy hecha mierda
- Yo te animo
- Que no
- Quiero follar
- Pues ahí tienes a Isa, fóllatela todo lo que quieras
Terminó de orinar y vino a la bañera, quedándose al lado de ella, y dijo:
- La putilla no para de quejarse todo el tiempo pero a ti te va la marcha, me gusta follarme a zorras como tú que les va el sexo duro y lo disfrutan
Vi como su polla aumentaba de tamaño, pero volví a negar con la cabeza. Solo moverla me provocaba un pinchazo de dolor. Samuel me miró con lascivia pero terminó riendo mientras decía:
- Sí, tienes pinta de tener un resacón enorme, y no me extraña, anoche no paraste de meterte de todo y beber sin parar… Ya te follaré luego
Le dije:
- Luego, cuando vuelva Carmen, os follareis a la puta cubana, lo más duro posible, así que no gastes mucha energía con Isa
- Tranquila, energía tengo para todas jeje
Se fue pero se paró en la puerta y preguntó:
- ¿De verdad la tigresa es bollera?
- Sí
- Nos lo vamos a pasar bien mi compa y yo jeje
Y se fue riéndose. Al poco escuché a Isa decir:
- Ayyy, ¿Qué haces? Para, que duele, ayyyy, tío, no me la puedes meter así mientras duermo, ayyyyy, que pares
Entonces se escuchó un palmetazo y un grito de Isa. Samuel dijo:
- Puta, mámasela a mi compa, que tenga un buen despertar
Se escuchó otro palmetazo y a Isa quejarse y decir:
- Ayyy, no me pegues más ¿No ves que no llego?
- Pues muévete, puta
- Salte un momento, contigo follándome no puedo
Los escuché follar durante un buen rato, con Isa lloriqueando a veces, quejándose mucho y ellos dos a lo suyo. El dolor de cabeza se me fue pasando poco a poco, y cuando me estaba planteando ir a acompañarlos, terminaron.
Se quedaron un par de minutos sin decir nada y luego los escuché vestirse e irse. Isa llegó al poco porque la había liberado la noche anterior para poder bailar y follar en más posturas. Me miró con la cara llena de leche y gesto de pena, y dijo:
- Jo, Sara, estos tíos son unos bestias, tengo el coño y el culo escocidos
Se miró al espejo y se echó agua en la cara. Luego, fue a por papel higiénico y se limpió el culo por donde le salía aún la corrida de uno de ellos, mientras me decía:
- Con esas pollas que tienen y va y me la mete a palo seco mientras dormía, jo, como me ha dolido, que animal
Cuando terminó de limpiarse, se echó en el suelo al lado de la bañera, apoyando sus brazos en el borde de la misma y poniendo su cabeza sobre ellos. Mirándome dijo:
- ¿Cuándo nos vamos, Sara? Estoy cansada, quiero dormir dos días seguidos, y me da igual la pasta que me vayas a dar por estos días, quiero irme ya
Meneé la cabeza, Isa no se enteraba de nada. Ella siguió:
- Echo de menos a los asquerosos viejos que me follo en el trabajo, por lo menos esos no pegan y tienen pollas normales... y duran poco que estos tíos parece que siempre van hasta arriba de viagra o algo, joder, no paran
No dije nada e Isa siguió:
- Lo de anoche no estuvo mal, nos colocamos y follamos, a lo bestia pero al menos estaba colocada, pero el resto de días ha sido duro, Sara, ya no puedo más, por favor, y tengo hambre, llevo sin comer desde no sé cuando
Saqué una mano del agua y le aparté el pelo de la cara diciéndole:
- Tienes el pelo hecho un asco
- Claro, esos tíos no paran de correrse en mi cara y me cae en el pelo, y anda que echan poco, con esos huevos que tienen…
Me reí, tenía razón, también me había dado cuenta de primera mano en la cantidad de leche que echaban al correrse. Le dije:
- Isa, no te puedes ir
- ¿Por qué? No quiero follar más con ellos, paso de la pasta, Sara, yo solo…
- Isa, no estás aquí por una fiesta, estás aquí por la cagada del friki
Isa levantó la cabeza con expresión de no entender nada. Dijo:
- ¿El que se murió? No fue culpa mía, no hice nada, yo…
- Saliste corriendo desnuda y gritando, y la gente te vio, y luego no pudimos quitar la cámara por culpa de ese numerito, y tienen el video de lo que pasó
Isa abrió la boca con cara de sorpresa total. Continué:
- Si te vas para tu casa, te detendrán, e irás a la cárcel y…
- Pero yo no hice nada, no lo maté, y solo hice lo que me dijiste, no es culpa mía
- El tío no murió, y si nos detienen, nos espera un montón de años en la cárcel
- Ah, menos mal, pero entonces ¿Por qué voy a ir a la cárcel?
- Joder, Isa, que pareces tonta
- Es que si no se murió, no entiendo...
- El problema es que Carmen se enfadó muchísimo, por eso la paliza que nos dieron, nos echa la culpa de todo, y tiene razón
- Yo no hice nada
- Saliste corriendo como una loca
- Pero...
Vi que estaba a punto de llorar. Si ella supiera que su futuro tenía los días contados. Pero me dio pena y pensé en otra opción. Le dije:
- No pasa nada, Isa, te vendrás con nosotras a Colombia
- ¿A Colombia?
- Sí, yo te cuidaré
Isa se quedó pensando y entonces preguntó:
- Allí las drogas son más baratas ¿No?
- Sí
- Ah, guay
Y empezó a parlotear, ilusionada. Que poca sesera tenía esta chica, y eso que había sido buena estudiante pero por su adicción a las drogas ahora solo servía para hacer de puta. Y eso sería para mí, mi putilla personal. Y también usaría a Samuel y Tomás. Carmen se equivocaba respecto a ellos, yo sabría manejarlos y que me sirvieran a mí como hacían para ella. Siempre se me había dado muy bien manejar a los tíos mediante el sexo. Sonreí satisfecha.
Cogí una mano de Isa y la metí dentro del agua, diciéndole:
- Ahora te duchas y bajamos para comer algo, pero antes relájame, hoy va a ser un día intenso
Isa lo captó rápidamente, y sonriendo, empezó a masturbarme. Pensé en el día que nos esperaba, lleno de emociones. En cuanto llegara Carmen, nos iríamos a ver como se follaban a esa puta cubana. Lo disfrutaríamos pero seguro que, además, Carmen tenía muchas ideas sobre como hacer sufrir a esa puta. Y luego, convencería a Dani para follarnos entre los dos a su putita. “Sí, va a ser un día muy interesante” pensé mientras notaba el buen hacer de Isa y sus dedos.
Dani
Fui al salón harto de escuchar a mi madre abroncar a Sara. En el salón, Isa seguía en un sillón, viendo la tele mientras comía de una bandeja que tenía en su regazo. Mi madre, cuando había llegado a casa y la había visto, se había cabreado muchísimo, y ahora le estaba diciendo de todo a Sara así que había pensado que lo mejor era volver a quitar de en medio a Isa.
Fui hacia ella y le quité la bandeja para ponerla en la mesa. Ella protestó:
- Pero si no he terminado de…
La cogí del brazo y la levanté. Llevaba puesta una de mis camisetas que le estaba inmensa. Isa me miró sonriente mientras la llevaba a mi dormitorio y preguntó alegremente:
- ¿Vamos a follar? Guay
La eché sobre la cama y le cogí un pierna acercándola a las esposas y cerrándolas en su tobillo. Isa protestó:
- Pero ¿Otra vez esposada? ¿Por qué? Así es peor para follar y…
- Cállate, Isa
- Pero…
- Que te calles de una puta vez, silencio
Salí cerrando la puerta. Fui al salón, cogí la bandeja y volví a mi cuarto. Le dejé la bandeja en la cama y ella me miró con extrañeza:
- Pero ¿No íbamos a follar?
- No
- ¿Por qué?
- Isa, calla, cierra la boca, no hables más
- Pero…
- Mira, Isa, mi madre tiene un cabreo del diez, como te escuche les va a decir a esos dos que te lleven abajo y te cuelguen otra vez, y ya sabes que va a pasar
Isa se encogió y dijo:
- No, eso no, por favor
- Pues no hables, ni llames, que no se te escuche ¿Entiendes?
Isa asintió. Me quité la camiseta y me puse otra limpia. Entonces ella preguntó muy bajito:
- ¿Y si tengo que hacer pis?
- Te esperas a que venga
- Pero… es que tengo ganas ahora, solo tardo un minuto, te lo prometo
La miré enfadado pero le quité las esposas y le hice un gesto para que fuera a mi baño. Ella corrió y se sentó en el váter diciendo:
- Dice Sara que has pasado la noche en el hospital
- Sí
- ¿No te echas un rato?
- No
Isa terminó y volvió al cuarto. La cogí del brazo para volver a echarla en la cama pero ella me dijo:
- Debes estar cansado, si quieres te la chupo, eso relaja mucho y…
- No tengo tiempo, échate de una vez en la cama
- Pero será rápido, de verdad, yo…
- Que te eches de una puta vez
Isa se tumbó y volví a esposarle el tobillo. Me fui hacia la puerta, abriéndola para salir pero ella me dijo:
- ¿Y qué hago aquí sola?
- Duerme
- Pero no tengo ganas y… ¿No me puedes traer mi móvil?
- No
- Pero es que no...
Inspiré profundamente y me dirigí a la mesita, dándole el mando de la tele y diciendo:
- Ponla bajito, que como te escuche mi madre…
- Vale, vale, gracias
Y salí fuera cerrando la puerta. Vaya mañanita entre mi madre, que estaba fatal pero no hacía caso de nadie, y Sara con sus gilipolleces, y ahora Isa… Y aún no había podido ir a ver a Gema.
Bajé al sótano y me asomé a la habitación de la cubana, para encontrarla aún suspendida del techo, con la cabeza echada hacia delante, como inconsciente, pero respirando. Pensé “La madre que te parió, Sara”. Cerré para ir rápido a la habitación de Gema. Pasé por delante de la del tipo y vi que también seguía igual. “Ese lo mismo hasta se ha muerto, lleva ahí sin comer y beber casi dos días, a Sara le suda el coño todo” pensé con más rabia aún.
Abrí la puerta de Gema con miedo. Estaba igual que la dejé, desnuda, con los brazos y piernas en X, atadas a las esquinas de la cama y con la mordaza de bola en la boca. Abrió los ojos de inmediato y me miró con miedo, diciendo:
- Nogg, nogggg, fevte, fevte
Me acerqué a ella con lentitud y los brazos en alto diciendo calmadamente:
- Tranquila, Gema, no te voy a hacer nada
- Nogg, fevte, fevte
- No, no me voy a ir, voy a quitarte la mordaza, perdona, le dije a Sara que te desatara y te diera de comer y beber ¿Lo ha hecho?
Ella negó con la cabeza. “Te voy a matar, Sara” pensé sintiendo mi rabia bullir en mi interior, pero dije calmadamente:
- ¿Cómo estás de tu azúcar? ¿Necesitas algo?
Le quité la mordaza y ella dijo:
- Por favor, Dani, déjame ir, no te he hecho nada, yo no… déjame ir, mi familia estará muy preocupada, por favor, por favor
- Tranquila, Gema ¿Necesitas algo?
- Tengo… tengo sed
- Vale
- Y necesito medirme… necesito mi glucómetro y tomarme algo que tenga azúcar, creo que tengo bajo…
- Vale, te busco eso pero antes te traigo agua y algo dulce, espera
Salí rápido y fui a la cocina a por una botella de agua y un dulce. Bajé y, tras abrir la botella, le di de beber con cuidado. Cuando terminó, le dije:
- Gema, esto ha sido un error
- Suéltame, por favor, no diré nada, te lo juro, solo quiero irme a casa y olvidarme de esto
- Ha sido un error traerte aquí y dejarte sola así, lo siento, fue una cagada, no pensaba… pero es que mi madre se ha puesto mala y la tuve que llevar al hospital y quedarme allí toda la noche, pero le dije a Sara que te soltara y te diera todo lo que necesites, de verdad, me preocupé por ti pero ella…
- Dani, me da igual, solo llévame a casa, no diré nada, de verdad
- Pero es que… yo te quiero, Gema
Ella me miró con espanto y le dije:
- Sé que tú ahora mismo no, pero me querrás, lo harás, te trataré como una reina, mi reina… y si no quieres que te comparta, no lo haré, eso lo decidirás tú, de verdad, no quiero presionarte, tú lo decidirás
- Pero Dani, yo me quiero ir, no me encuentro bien y…
- Tranquila, es normal, ha sido horrible dejarte así toda la noche, lo siento muchísimo, pero te voy a llevar a mi habitación cuando la arregle y allí haremos el amor y dormirás tranquilamente y…
- No, no me violes, por favor
- ¿Violarte? Nunca, Gema, te quiero… Confía en mí, te traeré el gluzome… glume…
- Llévame a casa, allí tengo el mío
- Primero debes recuperarte y dejar que te cuide, cariño… Voy a traerte algo de comer ¿Qué te apetece?
Gema empezó a llorar y dijo:
- Quiero irme a mi casa (sollozando)
- No llores, Gema, si no te va a pasar nada, conmigo estarás siempre bien, te lo prometo
Y empecé a besarla en las mejillas bañadas por sus lágrimas, y luego en sus labios, y mis manos acariciaron sus preciosos pechos. Y noté mi excitación pero Gema lloraba ya audiblemente y me puso nervioso. Paré para mirarla enfadado, y le dije:
- No llores, Gema, me voy a enfadar y no quiero eso
Ella intentó contenerse y dijo:
- Quiero irme, por favor, Dani
Me incorporé mirándola enfadado pero conseguí calmarme y le dije:
- Mira, Gema, entiendo que no estés bien después de estar así todo un día, pero vas a acabar enfadándome, no digas nada más o…
Respiré hondo y luego le sonreí diciendo:
- Lo siento, quiero decir que te tienes que calmar. Te traeré algo de comer, te desataré y comerás, y luego te darás una ducha, y nos iremos a la cama, ya verás que con el estómago lleno y limpia, verás las cosas de otra forma
Gema
“Dios, está loco y está colocado, piensa que me acostaré con él y lo querré después de todo esto, está loco” pensé. E iba a decirle que no, que no lo quería, que me quería ir, pero recapacité. Si conseguía que me desatara quizás podría sorprenderlo. Sabía que no podía luchar con él, que aunque yo estaba en forma y era fuerte, él lo era más y me vencería sin dificultad, pero si me hacía la sumisa y se distraía, quizás lo podría noquear con algo. “Sí, me haré la sumisa con él pero no dejaré que me viole sin luchar, eso no, tengo que conseguir sorprenderlo antes de llegar a eso, buscar mi oportunidad… Ay, Fran, tengo que volver contigo, como sea” pensé mientras intentaba sonreír y asentía.
Dani
Sonreí contento al ver que Gema al fin se calmaba y me sonreía. Le dije:
- Espera, voy a comprarte eso y te lo traigo junto a la comida ¿Vale?
- Sí
- No tardo mucho, tranquila, no te pongas nerviosa
Vi que asentía y salí contento. Cerré la puerta y fui con la botella del agua hacia la cubana. Entré y le levanté la cabeza, estaba inconsciente. Le quité la mordaza y le di dos tortas en las mejillas para despertarlas, no para hacerle daño. Ella abrió los ojos y le dije:
- Toma, bebe, estarás sedienta
Ella intentó no beber, no se fiaba, pero le dije:
- No seas tonta, si quisiera drogarte o envenenarte te pincharía
Al final abrió la boca y le di de beber. Le dije:
- Te has orinado encima pero no te pasa nada con tu… bebé ¿no?
- Creo… creo que no
- Bien, bien… Espera, te voy a bajar y te tumbas en esa cama ¿Vale?
Ella asintió. Fui hacia donde estaba atada la cadena del techo y fui bajándola despacio. Cuando sus pies tocaron el suelo, paré. Fui hacia ella y le dije:
- Nada de tonterías, si intentas algo, vendrán y te darán una paliza ¿Entiendes?
Ella asintió. De nuevo, fui hacia la cadena para bajarle las manos, pero entonces se abrió la puerta y entraron Samuel y Tomás. Samuel me dijo:
- La señora dice que la dejes como estaba
- Venga ya, si no puede ni sostenerse, lleva horas así
- Que la dejes
- Está embarazada
- Es un hijo de puta, nunca mejor dicho ¿Verdad, zorra?
Y los dos empezaron a reírse. La cubana no dijo nada, aún estaba medio grogui. Samuel se acercó y dijo:
- Déjala como estaba, esto no va a ser nada con lo que le espera dentro de un rato
- Me da igual que os la folléis, pero nada de matarla
- Tranquilo, la señora ha sido clara, debe sufrir pero durante días, tendremos muchos días de diversión con esta zorra ¿Verdad, tigresa?
Y le apretó un pecho con fuerza. La cubana gritó diciendo:
- Mal muerte tengas, hijo de puta
- Así, tigresa, quiero que nos des guerra
Y le dio un fuerte azote en el culo con la mano. La cubana gritó y lo insultó mientras Tomás la volvía a izar. Samuel sonrió diciéndole:
- ¿Así que no te gustan las pollas? ¿Eh, tigresa? Pues vas a tener polla hasta reventar, zorra… Aquí mi compa y yo hemos estado hablando de las cositas que te queremos hacer, vas a pasar unas horas muy divertidas jajaja
Y nos fuimos, ellos empujándome para sacarme fuera. Allí les dije:
- No la matéis, os lo advierto
Samuel me dio unas palmadas en la cara diciendo:
- Estamos acojonados de miedo ¿Verdad, compa?
Y los dos se fueron riéndose. Me iba a ir pero me acordé del tipo. Entré y vi que sí, que seguía vivo. Lo miré pero pasé de tocarlo para despertarlo. Si Sara no se quería encargar de él, pues bien, yo pasaba, no era asunto mío.
Subí y fui a coger mi coche para ir a la farmacia pero entonces vi a Samuel y Tomás cogiendo la furgoneta. Les pregunté:
- ¿Dónde vais?
- La señora quiere que traigamos al papá de tu putita
Asentí. Bueno, me parecía perfecto, que mi madre se vengara ya de una puta vez y dejara en paz a Gema.
