Puede que no sea el mejor hilo para compartirlo, pero quería compartir mi experiencia en los mundos del reparto de paquetería y de comida a domicilio...
Cuando trabajas en un pueblo repartiendo comida, durante bastante tiempo, acabas acordándote de la gente a la que vas a repartir ya sea pq siempre piden lo mismo, por el nombre de la calle, etc. Pues tuve varias ocasiones en las que me llevé una grata sorpresa. Salir del ascensor y que te reciban fuera de la puerta de su casa, con un olor a marihuana que impregnaba todo el rellano y unos ojos rojos vidriosos, simplemente en tanga, con las tetas bien puestas y los pezoncillos que parecía que me gritaban muérdeme... Con otra, la cual pedía casi todas las semanas, ya me sabía hasta su calle. La primera vez que fui me abrió en ropa interior y me dio propina, hablándome y alargando mi estancia allí con ella... Soy tímido y en aquel momento iba de culo, pero cada vez que lo pienso me cago en puta vida por la oportunidad que perdí... Las siguientes veces que fui, me seguí abriendo ligerita de ropa pero ya no la notaba con esa mirada de te voy a comer vivo como en la primera vez...
Y dejando de lado la comida, cuando estuve unos meses repartiendo paquetes, yo hacía una ruta que cogía urbanizaciones en montañas, y una vez al ir a entregar un paquete, recuerdo que toque el timbre, y me asomé para ver si veis la puerta de la casa o algo... Para mí fortuna acabe encontrándome a dos mujeres bañándose en una piscina que quedaba delante de la casa, osea que las veía de pleno, y al verme una salió de la piscina... Para mí sorpresa estaba en pelotas, tenía algo de sobrepeso un culo enorme y dos tetas con las que me podría haber asfixiado fácilmente, hizo el amago de coger una toalla, la cual ni se puso alrededor, la cogió con una mano y se la puso delante aunque ya os digo yo que no consiguió tapar nada de nada. Llegó a la puerta de la verja y yo mientras disimulaba como miraba la PDA, me la estaba comiendo de arriba a bajo (estaba con gafas de sol), alargando lo hasta lo inevitable. Cuando se dió la vuelta, literalmente cogió y tiro la toalla a un lado, no sé si esque le daba igual que la viera, si era lesbiana (porque había otra mujer en la piscina la cual pude dislumbrar que por lo menos el top no lo llevaba), o lo que fuera, pero me puso de un cachondo... Que cuando entre a la furgoneta, no pude evitar decírselo al que por aquel entonces era mi compañero y me estaba enseñando la ruta, ya que me vio toda la tienda de campaña, y me hiciera dar marcha atrás para poder ponerse un poco las botas como había hecho yo jejejejeje
Siento el tostón pero estás situaciones me han generado un morbo... Que creo que seguro que alguno disfrutaréis