Un chico que se va de viaje y durante el mismo, sabiendo que su novia necesitaba unas gafas nuevas, entra en una óptica para ver si encontraba unas que fuesen bonitas y baratas.
Después de ver unos cuantos modelos, se decidió por unas y se las compró. La empleada de la óptica se las envolvió en un paquete y las pagó. Pero al marcharse en lugar del paquete con las gafas, por error agarró otro paquete que había al lado... Y dicho paquete contenía el tanga que una clienta de la óptica que acababa de comprarse en una tienda de lencería cercana...
El chico no se dio cuenta de la equivocación y se fue directo a una oficina de correos para enviarle el paquete a la novia junto con una carta explicativa.
Al recibirlo, la novia se quedó muy sorprendida con el contenido...



Así que abrió la carta y la leyó.
La carta decía así:
Cariño mío.
Espero que te guste este regalo que te envío, sobre todo por la falta que te hacen, ya que llevas mucho tiempo usando las mismas y ya es hora de que las cambies.
Creo haber acertado con el modelo y que sean de tu gusto. La encargada de la tienda me dijo que eran de la última moda y de hecho me enseñó las suyas que eran iguales.
Yo, para comprobar si eran ligeras, me las probé allí mismo. No sabes como se rió la empleada...




porque estos modelos femeninos quedan ridículos en los hombres; y más a mi, que como bien sabes, tengo unos rasgos muy prominentes.
Una chica que estaba allí también me ayudó a decidir. Me las pidió y se las di, luego se quitó las suyas y se las probó para que yo pudiera ver el efecto que dan.
La verdad es que a esta chica le lucían menos que a la empleada de la tienda porque el pelo se las tapaba un poco por los lados; pero aún así, me pareció que le favorecían muchísimo.
Al final me decidí y te las compré. Póntelas y se las muestras a tus padres y hermanos, y también al resto de la familia, a ver que opinan.
Ahhhh... y ojalá no te queden muy grandes, no sea que se te caigan cuando vayas caminando.
Para que te sean útiles y resulten más bonitas, me han aconsejado que las limpies muy a menudo.
Llévalas con cuidado; y sobre todo, no vayas a dejarlas por ahí y las pierdas, porque tienes la costumbre de quitártelas en cualquier parte.
En fin, para que te voy a decir más...



Estoy deseando vértelas puestas, porque se que te van a quedar mejor que aquellas que le vi puestas a tu hermana.
Un beso mi amor, te quiero mucho y espero que nos veamos pronto.













