Una pregunta y sin ningún ánimo de ofenderte, solo es una curiosidad: Dices que tu mujer lleva años con el cornudismo y es algo asumido que folla con quien quiere y cuando quiere, verdad? En ese caso, has pensado en proponerle que se prostituya, y ganar dinero con vuestro vicio a la par que reactivarlo con este matiz? Yo llegué a proponerle esta idea a mi ex, y si no llega a enamorarse e irse con su corneador preferido, creo que lo habría hecho.
No, como medio para ganar dinero no. Sí me han preguntado candidatos, antes de iniciar, por así decirlo, el cortejo de ella por chat, si llegado el caso de que se enrollase con ellos podrían llegar a prostituirla, aunque fuese ocasionalmente. Siempre les dije lo mismo: lo que ella acepte hacer con vosotros de manera libre, para mí estará bien. Pero nunca llegó a estar con ninguno que se lo plantease. Para que ella pudiese llegar a probar algo así, tendría que ir de la mano de un macho que la tuviese muy pillada y en el que tuviese mucha confianza. Con este perfil solo ha tenido dos.
Mi mujer tiene licencia para follar con quien le apetezca, como asumo que tienen otras muchas parejas de cornudos del Foro. Pero eso no quiere decir que haya follado o folle a destajo y con muchos. Su carácter o manera de ver estas cosas, la ha hecho casi siempre ver estas relaciones como si se tratase de relaciones normales: de novietes como cuando era adolescente, en el sentido de que, si estaba o está con uno, le cuesta alternarlo con otros. Aunque ha tenido varios con los que solo ha llegado a follar una vez, su foco siempre ha estado puesto en tener o echarse un "novio" con vistas en la continuidad. Por eso le incomodaban mucho los tipos con los que quedaba, follaban, y luego desaparecían un tiempo hasta que les volvía a apetecer echar un polvo, o podían permitirse quedar esos días porque estaban libres de compromisos familiares o laborales. Se sentía usada.
Porque ésa es otra: su concepción de la relación tiene un sustrato machista de pensar que el macho debe ser el sujeto activo y la hembra pasivo. No pensaba: mira qué bien me lo he pasado con éste; a ver si lo llamo otro día para quedar y pegar otro polvo igual o mejor. Educada en la antigua escuela, es de las que piensa que el que tiene que mover ficha es el macho, y cuando éste no la mueve en un tiempo razonable, se siente desairada y utilizada.
Volviendo al asunto objeto de tu pregunta, tiempo atrás llegué a sacarle el tema alguna vez. No lo de hacerlo por dinero o de manera continuada, sino como algo ocasional por puro morbo. Conozco a mi mujer y sé positivamente que este tipo de experiencias, aunque de entrada le puedan causar cierto rechazo por el oprobio social que la prostitución lleva aparejado, si la pusieses en situación con tacto y la calentases adecuadamente, las acabaría aceptando de manera fluida. Le hablé de pisos de citas, de si le gustaría probar en alguno si algún macho se lo llegase a proponer. Me dijo que, pudiendo mirar a través de un visor para ver quién era el cliente, y teniendo capacidad de decidir si quería o no hacerlo, podría llegar a suceder.
No creo que, salvo que diese con alguno que la supiese manejar bien y mantener activo su interés, se enganchase o se hiciese adicta a ello. Es de las que es capaz de hacer cosas rompedoras, que han llegado en ocasiones a dejarme perplejo, pero luego ya en frío, la invaden a menudo los remordimientos, los miedos, y acaba reculando y costándole repetir. Tendría, ya digo, que ir de la mano de alguien que la supiese conducir con mucho tacto, y de ese modo, yendo poco a poco, sí podría acabar ella interiorizándolo como algo hasta cierto punto aceptable y normalizado.
Que le gusta y disfruta sintiéndose una zorra ante terceros lo ha demostrado muchas veces. Nunca ante conocidos o gente cercana. Con estos puede, como mucho, ir a algún sitio donde haya alguien con ese perfil, acompañada por el que se la está follando, y presentarlo como un conocido, o no presentarlo y simplemente estar con él allí. Con el que se la folla desde hace años solía ir a un bar donde estaba habitualmente un amigo nuestro de toda la vida. Alguna vez me dijo que se había parado a hablar con él, pero éste, más allá de lo que pudiese notar o intuir por el lenguaje corporal de ellos, no sabía nada. Pero cuidado, que lo del lenguaje corporal tampoco es una tontería, porque la manera de actuar mientras te estás tomando algo en un bar con un amigo no es la misma entre una pareja que no ha hecho nunca nada sexual, que en otra que lleva años follando y ha pegado centenares de polvos, como es el caso. En cuanto te relajas haces cosas inadvertidamente que pueden resultar muy significativas para alguien que esté observando y tenga un poco de perspicacia.
Pero su goce en estas artes lo lleva al máximo con gente que, sin conocerla de nada, sabe su historia, véase compañeros de trabajo, amigos, o personas cercanas a su macho. Se la ha presentado a algunos, saben que está casada, que se la folla, e incluso varios de ellos, que su marido la deja hacerlo. Cuando está en algún sitio con alguno de estos, su morbo y zorrerío se ponen por las nubes. Hay algo que la excita en el hecho de que la vean como una puta, porque así es como la mayoría de ellos la ven: como un putón. Disfruta interactuando con ellos en esas circunstancias.