Si buscas en internet el significado de candaulismo podemos encontrar lo siguiente:
“El candaulismo o la candalagnia son términos médicos que se refieren a una fantasía o práctica sexual parafílica en la que una persona siente un impulso psicológico de exponer a su pareja sexual o sus imágenes, ante otras personas con el fin de obtener gratificación erótica voyerista.
En una variante del candaulismo, el sujeto obtiene gratificación sexual instando a su pareja a exponerse sexualmente, desnudarse o realizar actos sexuales con otra persona”
Cuando hablas o contactas con alguien y le dices que eres candaulista suelen pasar dos cosas. Una es que no sabe lo que es el candaulismo y otra que piense que eres un cornudo.
Y aquí radica lo que yo considero un
candaulismo incomprendido, pues si sigues leyendo en la explicación de Wikipedia de lo que es el candaulismo, viene una parte que normalmente el que se entera de que eres candaulista no contempla o se olvida y es la siguiente:
“El candaulismo se diferencia de otras formas de exhibición de la pareja, en que no persigue un fin de venganza, amenaza, intimidación o de exposición buscando un perjuicio a aquella, sino que los individuos expresan hacerlo para obtener gratificación erótica cuando otros observan voyerísticamente a la pareja.”
Y a lo cual yo le añadiría que lo que más le hace disfrutar al candaulista es ver que tu mujer disfruta con la otra persona.
Son muchas las ocasiones en las que al empezar a entablar una conversación con alguien y conocer tus gustos, ya piensan que te gusta y que pueden insultar a tu pareja (llamándola zorra, puta…) o pretenden humillarte a ti (cornudo es lo primero que te dicen) o a tu pareja y no hay nada más lejos de mi deseo.
Mi candaulismo busca encontrar a alguien con el que poder hablar amistosamente y disfrutar todos de una situación donde, bien compartiendo las imágenes de mi mujer o bien teniendo un contacto directo y real con ella delante de mi, la finalidad es que los tres disfrutemos de ese momento.
Pero es tan difícil encontrar a esa persona que es casi imposible poder confiar plenamente en alguien para compartir sus imágenes y menos aún, para poder compartirla realmente en una relación plena en el momento adecuado.
A ver si en algún momento cambia mi suerte.
