Las dos camas están separadas por una cortina, cuando llegó la tarde que nos quedamos solos los tres, su mujer, el y yo. Me bajé de la cama para ir al servicio, y al volver dejé el lazo de atrás del camisón sin atar, y al inclinarme para subir a la cama se vino hacia delante dejando la parte trasera de mi cuerpo desnudo , lo hice a propósito y en la parte inferior de la cama para que el me viera.
- tienes desatado el camisón.
- no me he dado cuenta, se habrá desatado, ufff me duele no llego a atarmelo.
- ataselo, no ves que no puede la pobre. Dijo su mujer.
Se acercó a mi detrás de la cortina que separaba las camas y se puso detrás. Sentí como sus manos tocaban levemente mis espaldas, mientras cogían las cuerdas de lazo, luego paso a las caderas, se acercó tanto que note como se pegaba a mi trasero, yo estaba quieta y escotada, pensando que me hiciera lo que quisiera, era muy arriesgado su mujer estaba al otro lado, me puse cachondisima en segundos, su mano siguió el trayecto hasta mi coño hasta tocarlo, y mientras estaba centrado en mi raja.
- es que no acabas, tan mal se te da atar un nudo, ni pa eso vales. Dijo mujer mientras reía.
Retiro las manos y salió sin terminar de atarme el nudo.
Cuando llegó la noche y la mujer se puso a roncar, se acercó a mi cama, metió la mano debajo de la sabana sin decir nada y empezó a tocar de nuevo mi coño, bajó la ropa de cama subió el camisón dejando mi cuerpo desnudo de cintura para abajo, abrió mis piernas, y las giro acia un lado de la cama y, empezó a lamer, metiendo su lengua en mi agujero, se agarro con fuerza a mis muslos, y no paro hasta notar como me corría en silencio en su boca, luego se levantó y metió su poya en mi boca, me costó poco que se corriera en mi boca, lo hizo pronto y sin llegar a ponérsela dura del todo.
Por la mañana, antes de que me dieran el alta, le di las gracias, mostrándole mi coño y mis pechos desnudos mientras su mujer no paraba de hablar.