Follow along with the video below to see how to install our site as a web app on your home screen.
Note: This feature may not be available in some browsers.
madre mía, o lo hablas con él y le explicas tus necesidades... lo mismo te sorprende3 años casada el 28 años
y porque no contarla por aqui asi nos enteramos todos, los privados creo que se tenian que limitar a asuntos privados, y las historias para publicar en los forosUfffff me gustaría mucho conocer esa experiencia, escríbeme por privado por favor
oliUfffff me gustaría mucho conocer esa experiencia, escríbeme por privado por favor
Llamalo como quieras, pero esa ganas y adrenalina por lo sexual que no te lo quite nadie, porque es fantásticoDesde los 14 mi vida gira alrededor del sexo. No es solo pensar en ello, es vivirlo de forma obsesiva. Me masturbo cada día, varias veces, y con mi marido nunca tengo bastante: cuando él se queda sin fuerzas, yo sigo encendida.
El problema es que con el tiempo lo normal dejó de llenarme. He buscado experiencias cada vez más extremas, me he metido en sitios y situaciones que jamás pensé que probaría… y sí, incluso he cruzado líneas que rompieron mi matrimonio más de una vez.
He estado en lugares donde se juega con el anonimato, he tenido encuentros pagados solo por la adrenalina de probar algo distinto, y lo peor es que mientras lo hacía sentía que no podía detenerme. Es como si mi cuerpo mandara más que mi cabeza.
Ya no sé si esto es solo tener un deseo inagotable o si lo mío tiene nombre: ¿adicción al sexo?”
Somos vecinos mostolesDesde los 14 mi vida gira alrededor del sexo. No es solo pensar en ello, es vivirlo de forma obsesiva. Me masturbo cada día, varias veces, y con mi marido nunca tengo bastante: cuando él se queda sin fuerzas, yo sigo encendida.
El problema es que con el tiempo lo normal dejó de llenarme. He buscado experiencias cada vez más extremas, me he metido en sitios y situaciones que jamás pensé que probaría… y sí, incluso he cruzado líneas que rompieron mi matrimonio más de una vez.
He estado en lugares donde se juega con el anonimato, he tenido encuentros pagados solo por la adrenalina de probar algo distinto, y lo peor es que mientras lo hacía sentía que no podía detenerme. Es como si mi cuerpo mandara más que mi cabeza.
Ya no sé si esto es solo tener un deseo inagotable o si lo mío tiene nombre: ¿adicción al sexo?”
Totalmente de acuerdo. Una verdad como un santocreo a nosotras la mujeres nos etiquetan con lo peor cuando iniciamos la vida sexual a temprana edad, y creo es tan valido como los hombre y no somos ni mas ni menos
Me siento identificada contigoDesde los 14 mi vida gira alrededor del sexo. No es solo pensar en ello, es vivirlo de forma obsesiva. Me masturbo cada día, varias veces, y con mi marido nunca tengo bastante: cuando él se queda sin fuerzas, yo sigo encendida.
El problema es que con el tiempo lo normal dejó de llenarme. He buscado experiencias cada vez más extremas, me he metido en sitios y situaciones que jamás pensé que probaría… y sí, incluso he cruzado líneas que rompieron mi matrimonio más de una vez.
He estado en lugares donde se juega con el anonimato, he tenido encuentros pagados solo por la adrenalina de probar algo distinto, y lo peor es que mientras lo hacía sentía que no podía detenerme. Es como si mi cuerpo mandara más que mi cabeza.
Ya no sé si esto es solo tener un deseo inagotable o si lo mío tiene nombre: ¿adicción al sexo?”
Vaya, debe de llegar a ser agobiante. Por un lado muy excitante todo lo que cuentas. Por otro si no te sacias…debes estar siempre al límite de querer más y más.Desde los 14 mi vida gira alrededor del sexo. No es solo pensar en ello, es vivirlo de forma obsesiva. Me masturbo cada día, varias veces, y con mi marido nunca tengo bastante: cuando él se queda sin fuerzas, yo sigo encendida.
El problema es que con el tiempo lo normal dejó de llenarme. He buscado experiencias cada vez más extremas, me he metido en sitios y situaciones que jamás pensé que probaría… y sí, incluso he cruzado líneas que rompieron mi matrimonio más de una vez.
He estado en lugares donde se juega con el anonimato, he tenido encuentros pagados solo por la adrenalina de probar algo distinto, y lo peor es que mientras lo hacía sentía que no podía detenerme. Es como si mi cuerpo mandara más que mi cabeza.
Ya no sé si esto es solo tener un deseo inagotable o si lo mío tiene nombre: ¿adicción al sexo?”
Utilizamos cookies esenciales para que este sitio funcione, y cookies opcionales para mejorar su experiencia.