Ya estoy de vuelta. Han sido unos días realmente intensos. La libido de mi mujer está ahora por las nubes, yo diría que más que nunca, después del gangbang de hace unos meses. Así que no me ha pillado de sorpresa.
El primer fin de semana, entre el viaje y acomodarse en el apartamento que ha alquilado no ocurrió nada, pero el lunes ya las cosas empezaron a desmadrarse. En primer lugar, en el trabajo volvió a verse con uno de los amantes que tuvo en anteriores estancias, ya que es compañero de trabajo. Realmente cortaron la relación porque él quería algo más que sexo y obviamente mi mujer no. Sin embargo ese mismo lunes, desde el primer momento, ella se convenció de que podrían retomar la relación de sólo sexo que se rompió. A partir del día siguiente ha ido a a trabajar sin ropa interior a excepción de las medias con liguero, bajo el traje de chaqueta y falda tubo (allí está haciendo frío).
También ese lunes, por la noche, quedó con uno de los dos amantes con los que ha contactado. La idea era que yo estuviese presente, pero a él no le gustó la idea de hacerlo así en el apartamento, pero sí aceptó ir a un local liberal. Y allí pude ver cómo se la follaba, y no fui el único espectador. Fue muy curioso oirla decir guarradas en inglés. Además de eso ella también estuvo un rato en el pasillo francés. A diferencia de los que hemos probado aquí, que en cuanto intenta poner un preservativo se retiran, en este club lo tenían muy normalizado. Así que se comió unas cuantas pollas. Fue muy excitante, yo llevaba la jaulita y aún así me corrí dos veces, una en el pasillo y otra mientras su amante la follaba.
El miércoles quedó con el otro amante con el que había contactado. Con este no fue posible estar presente y yo estuve por ahí unas horas mientras ellos follaban en el apartamento. De vez en cuando me llamaba al móvil mientras follaban. Fue tremendo.
El jueves por la mañana, después de mandar muchas señales, su compañero se lanzó. Se tocaron un poco a escondidas en la oficina y ya por la tarde follaron en la casa de él. No me enteré hasta la noche, cuando me lo contó con todo lujo de detalles.
Y el viernes volvimos, esta vez solos, al mismo club del lunes. Y aquí saltó la sorpresa. En un momento dado estábamos en el pasillo francés, y ella comiéndose (con preservativo, por supuesto) una polla de dimensiones más que aceptables, la cual yo también caté por indicación suya. De pronto me miró, yo sabía lo que significada esa mirada y asentí. Dejó de comérsela y pasó a follársela. La sorpresa al otro lado de la pared fue evidente. Lástima que no durase mucho el momento porque él se corrió muy rápido. Pero es la primera vez que ella hace algo así, follar con un total desconocido, al que ni siquiera ha llegado a ver.
En resumen, una semana de record, ha follado con cuatro sin contarme a mí, y por primera vez con un desconocido. Ya me ha dicho que no va a poder mantener este ritmo, pero lógicamente me mantendrá informado.