LA VERSIÓN DE LUIS
Al poco escuchamos a nuestros amigos llamarnos desde la distancia. Me incorporé y les dije que nos esperaran en las hamacas que ya íbamos. Nos vestimos y abrazados nos fuimos a buscarlos. Era muy tarde y al día siguiente teníamos que recoger el apartamento, limpiar e irnos. Había cierta pesadumbre pues volvíamos los 4 por parejas en silencio andando por las calles. La misma pesadumbre se mantuvo al llegar a casa. lo habíamos pasado muy bien y se acababa. Y ya estábamos de bajón por eso y por el alcohol que habíamos tomado.
Yo me desnudé y me fui en calzoncillos a la terraza a esperar que los demás fuesen pasando por turnos por el baño. Victor me acompañó. Estuvimos un rato en silencio hasta que mi amigo lanzó una propuesta para repertir. Un camping, senderismo, algo para irnos otro fin de semana al menos aquel verano. Después me contó los planes que habían hecho él y Lourdes para verse pues Claudia y yo nos veríamos la siguiente semana en su ciudad porque yo jugaba el torneo.
Las chicas estaban juntas en el baño y tardaban. Por fin salieron Estaban tristonas. Entré a mear y lavarme los dientes. Claudia me esperaba en la cama sólo con el tanga. Me acosté y nos barzamos al instante. Nos besamos suave, caricias y palbras lastimeras por lo rápido que se habían pasado aquellos días y planes de futuro. Sin darnos cuenta se hizo de día sin haber dormido. Habíamos quedado con nuestros amigos despertarnos a las 10 para que nos diera tiempo a todo. Así que intentamos dormir y realmente en pocos minutos lo conseguimos.
Por la mañana nos despertamos porque pusimos la alarma del móvil con resaca. Claudia se levantó presurosa sin coger camiseta ni nada. Yo al moverse ella reaccioné y también porque me estaba meando y no aguntaba más. Salí del dormitorio y llamé a la puerta del baño. Desde dentro oí su voz decir:
-Ocupado...
-Claudia, soy yo que me estoy meando...
-Pasa...
Abrí la puerta y mi chica estaba sentada en el wc con cara de sueño.
-Ya termino.
-Siquieres espero fuera...
-No, no. Si es pipí.
Cogió papel higiénico y se limpió su chochito depilado y con naturalidad se subió el tanga y tiró de la cisterna. Yo en cuanto me dejó sitio me coloqué frente al wc y me la saqué para vaciar la vejiga. Mi chica se puso a mi espalda y me dijo cuando empezó a sonar el chorro:
-¿Me dejas mear como un tío?
-¿Y cómo lo vas a hacer?
-Me pongo aquí detrás y yo apunto...
-No vas a ver...
-Bueno, un poco de lado.
-Vale, pero a lo mejor me empalmo si me la coges...
Mi chica se pegó a mi espalda y adelantó su brazo para coger mi churra por donde yo en ese momento la sujetaba. Al yo soltarla perdió un poco la dirección pero no llegué a manchar el filo.
-Jajajaja, que divertido....-decía Claudia sujetando con su índice y su pulgar mi apendice urinario que con su contacto empezaba a ganarse el nombre de polla otra vez.
-Apunta con cuidado que cuando crece no se apunta tan bien.
-Si, sí...jajaja.
Terminé de orinar y Claudia preguntó:
-¿Y ahora qué?
-Ahora hay que sacudir las últimas gotitas para que no se manche el calnzoncillo.
-Vale, ¿qué tengo que hacer?
-Aprieta la punta y sacúdela un poco...
-¿Así?-preguntó.
-Así es paja, jajaja. Me la estás poniendo perdida de meado.
-Ay, perdón, perdón...
Cogí papel higiénico y me limpié bien el glande. Estaba evidentemente empalmado. Así que con descaro dije:
-Hay que llevarla limpita por si a mi niña le apetece biberón...
Me puso la cara de picardía habitual en ella en esos casos sustituyendo a la carilla de sueño con la que la pillé en el baño y me respondió:
-Pues no he desayunado todavía...
-Desayuno inglés-respondí- leche, bacon en barra y huevos...
-Jajajaja. Como puedes tener esas ocurrencias tan temprano y sin haber dormido casi...
-Esto es self-service. Sirvase usted misma.
Me sonrió de nuevo, pero se puso de rodillas delante de mi polla que seguía dura y con cara de guasa me agarró la polla y dijo:
-Aquí veo la barra de bacon y los huevos, jajaja. Mmmmmm, habrá que buscar la leche...
Y sin más empezó a pasarme la lengua por el glande. Pocas veces yo la buscaba abiertamente pero siempre estaba dispuesta. De hecho la veía dispuesta a ordeñarme, pues empezó a chupar con más intensidad. Pero a la segunda o tercera vez que intentaba tragarse mi polla empezó a ponerse pálida y a perlarsele de sudor la frente. Afortunadamente estaba junto al retrete pues girándose rápidamente empezó a vomitar. No había dormido suficientemente la borrachera d ela noche anterior y al empezar a comermela se le vino el vómito. Me la guarde como pude en el calzoncillo y me puse de rodillas junto a ella para sostenerle la frente. Tenía arcadas y estaba largando la cantidad de copas que s ehabía tomado y hasta las higadillas.
En ese momento sonó la puerta.
-Estamos nosotros-respondí.-Claudia está vomitando.
-No os preocupéis.-respondió Lourdes desde fuera- ¿Necesitáis ayuda?
-Creo que no.
Cuando por fin dejó de dar arcadas la ayudé a levantarse y la senté en el wc. Después abrí el grifo y cuando el agua estuvo tibia le saqué el tanga y la ayudé a ducharse. Estaba bastante floja. La sequé con una toalla y se envolvió en ella. la acompañé al cuarto y la eché en la cama para que durmiera un par de horas mientras yo ayudaba a nuestors amigos a recoger y limpiar el resto de la casa.
La Claudia fuerte era una coraza que ella misma se había creado y ahora iba conociendo todos sus miedos, desconfianzas y debilidades. La veía más cercana aun y me sentía dispuesto a cuidarla. Acababa de empezar las vacaciones pero no me importaría volver a la residencia sólo para estar con ella.
Cuando terminamos de recoger Claudia se sentía algo mejor y nos ayudó aterminar de limpiar. Estaba pálida a pesar del color tan bonito que había ganado su piel esos días de playa, pero la ducha y un par de horas de sueño la habían mejorado bastante.
De camino a la ciudad para coger los trasnportes a nuestras ciudades y pueblos concretamos los planes para volvernos a juntar. Intentaríamos una escapada de montaña.
La despedida fue triste. En nuestras mentes las experiencias vividas y en particular las ocurrencias de mi chica como la noche en que nos dimos amistad eterna en la playa. Son recuerdos imborrables. Víctor y Lourdes no sabían cuanto tiempo tardarían en volverse a ver, pues ella regresaba al día siguiente al apartamento con sus padres para quedarse una temporada. Tras comprobar los horarios nos fuimos a la estación de autobuses. Comimos allí unos bocadillos. La primera que se subió a su autobus fue Claudia. Nosotros nos veríamos en menos de una semana pero no sabíamos en qué condiciones. Seguramente no ibamos a poder dormir juntos. La despedia fue sencilla. Un larguísimo abrazo y un beso muy sentido para ver como mi chica con sus minishorts vaqueros se subía al autobús que la llevaría a su casa.
Despúes se fue Víctor. Yo les dejé su intimidad y cuando mi amigo se subió a su autobís Lourdes no pudo reprimir lágrimas. Ellos tampoco olvidarían sus experiencias de aquellos días, que yo supiera, su primer topless, su primera mamada y su primera mamada con final feliz. Para mi tren faltaba más de una hora. Lourdes me acercó con el coche a la estación de ferrocarril. Allí nos despedimos con un abrazo y dos besos y la promesa de volvernos a reunir antes del inicio del curso.
Así 3 horas y media después y habiendo dormido casi todo el camino llegué a mi ciudad a última hora de la tarde recibiéndome con su calor habitual del verano. Mientras iba en autobús a mi casa intentaba ordenar mis sentimientos y pensamientos. Claudia era una montaña rusa de subidas y bajadas y estar con ella lejos de tranquilizar mi vida la llenaba de más emociones. No podía quejarme. Con 19 años tenía los estudios encarrilados, una novia preciosa e inteligente y cuando estaba con ella me hartaba de follar. Llamadme simple, pero hasta entonces tampoco tenía más aspiraciones.
Pero yo era joven e inquieto. Así que aquel fin de semana avisé a mis amigos para salir de fiesta o apuntarme a lo me propusieran. Aquel mismo viernes estaba de botellón con ellos. Una de las veces que fui a mear vino Pablo conmigo.
-No te he preguntado por Leyre. ¿Ya habéis cortado?-le pregunté mientras vaciábamos nuestra vegiga en unos setos.
-Que va...está en la playa con los padres. Se ha ido hoy...
-¿Y que tal con ella?
-Bufff. Es una bomba...
-¿Pero tú la quieres?
Me miró con cara rara y me dijo:
-No sé. No me lo he planteado. Está buena, me tiene reventada la polla de tanto follar, pero, no sé que decirte...
Yo guardé silencio y mi amigo tras guardarse la polla y cerrarse el pantalón me dijo:
-Estás muy pillado por Claudia, ¿no?. Bueno. Estás con ella. Eso es bueno. Pero cuando se acaban, esas relaciones son las que más daño hacen...yo no sé si después del verano estaré con Leyre, si me pondrá los cuernos en la playa, si se los pondré yo a ella o si pasaremos toda la vida juntos. Vivo el momento...
-Ya, pero lo de Claudia y mío es diferente...
-¿Es que no folláis?
-Sí, claro. Y mucho...
-Pues si un día a uno de los dos se le mete en los ojos follarse a otro se acabó sin más...pero si te implicas demasiado lo vas apasar mal...
-Mis padres llevan juntos toda la vida...-le dije.
-Hay quien tiene suerte...o aguanta mucho o no tiene ya ganas de ir picando...
-¿Tú engañarías a Leyre?
-Ahora no. No me gustas, tío, jajajaja. Es broma. En serio, que no lo sé. Tampoco voy picoteando pero yo no sé que pasaría si me viene una tía de frente. Por cierto. ¿Te acuerdas de Nieves?
-Sí, claro.
-Pues te la zumbas cuando quieras...me lo ha dicho Leyre...
-Tengo novia.
-Tu mismo, Luis. Pero si es como Leyre te vas a poner las botas. No dice no a nada...y además inventa, jajaja.
-Estoy muy satisfecho con mis relaciones...
Tras aquella conversación el grupo se fue a las terrazas de verano pero yo que casi no había dormido la noche anterior me fui a descansar. La verdad es quesi no estuviera con Claudia ni me pensaba tener algo con Nieves, es una niña muy guapa y tras nuestras conversaciones bastante morbosa. Pero yo ya estaba pillado...