Buenas! Yo he tenido un par de experiencias, hace muchos años
Con la primera quedé un par de veces. Yo tenía 31 y ella 55 años. Era una mujer pelirroja, en forma a base de gimnasio, con un culo durísimo. Lo malo es que aunque le metí mano en una de las citas y ella a mí, no pasamos de ahí. Aún así la sigo teniendo en el móvil, y de vez en cuando nos saludamos, ya como amigos.
La segunda fue anteriormente, y con esta sí que tuve cositas.
Era una mujer rellenita, que la verdad nunca me han encantado, pero ella tenía una elegancia especial. Tenía entonces 50 años, y yo 29. Medía como 1.60 y pico, morena de pelo liso, ojos marrones oscuros, cara redondita, muy risueña, y joder, un modo de hablar que era capaz de excitar a todos sólamente con ello. Eso fue lo que me cautivo de ella. Vivía, y sigue viviendo en un pueblo del Levante.
La conocí en un chat de la época, ya que ella estaba trabajando de recepcionista, y a veces se aburría cuando no había nadie que atender. Con el tiempo empezamos a hablar, intercambiamos teléfonos, y un día decidimos quedar a tomar un café a un centro comercial.
La cita fue bien, hablando de nosotros y tal. Después nos fuimos dar un paseo, y aunque ella sólamente quería hablar y estar juntos, yo aproveché para cogerle de la mano, lo cual ella no rechazó. Eso lo tomé como una señal para seguir y entonces le dí un piquito. Cuando llegamos a una zona más apartada la abracé por detrás, y ella notó mi excitación. Echaba su culo para atrás y dios, qué ganas tenía de follármela con tanto sobeteo. Cuando paraba se giraba para buscar mi lengua, la cual encontraba fácilmente. Estuvimos así un rato hasta que decidió que ya era bastante para ese día.
A los pocos días volvimos a quedar para ir al cine. Me vino con una falda blanca de tubo que llegaba por debajo de la rodilla, y un top rojo. Todo bastante apretado. En el cine no me enteré de la película, la verdad. Ella quería comportarse muy correcta, pero siempre se dejaba llevar un poco. Empecé poniéndo mi mano en su rodilla... luego subiendo la falda un poco, le acariciaba su muslo...ella se dejaba hacer y de vez en cuando me decía "sssshhh... la peli". Ni caso. Me acercaba a ella y la besaba. Besos que ella aceptaba de buen grado, con mucha lengua, muy guarros, y muchos gemidos por su parte, los cuales me animaban a seguir. En un momento dado seguí besando su cuello, y sus tetas por encima del top... Decidí ir a por todas. Le bajé el top y saqué sus tetas... Vaya preciosidad.... grandes, con unos buenos pezones, bastante firmes, pffff... Para qué contar. En fin, sigo. Mi mano ya estaba acariciando su coño, y ella se había recostado en la butaca, con una cara de salida que me ponía cerdísimo. Seguía comiendo del manjar de sus pezones, que se veían interrumpidos por sus manos, que llevaban mi boca a la suya, para darme besos cada vez más cerdos. Así estuvimos un rato, hasta que me dijo parara. Volví a mi sitio, y me saqué la polla. Sus ojos se pusieron en ella. Sin casi pedirlo, me empezó a hacer la mamada más morbosa de mi vida. Le pedí que se sentara sobre mí. Corriendo un poco su falda hacia arriba, restregó mi polla sobre su coño, sin metérsela. A cada rato se recostaba sobre mí, y me besaba. Yo mientras le acariciaba el coño o las tetas.
No sé como... ahí paramos y acabamos de ver la peli.
Cuando salimos fuimos al parquing. Recuerdo tenerla ahí, apoyada contra un pilar, tomándola a horcajadas, con sus manos encima de su cabeza, sus tetas expuestas para mi deleite. y yo intentando traspasar la ropa para follármela como una puta bestia.
Al fin, llegamos a su coche. ni que decir que me amorré a su coño, el cual empezó a soltar corrida casi inmediatamente, después de tanto jueguecito. Tras ello, tomó mi polla, la cual me comió como si no hubiera mañana, recreándose en jugar la punta de su lengua con mi capullo.
Yo no podía más... La tumbé en el asiento y se la metí como un poseso. No duré mucho hasta me corrí.
Quedamos otra vez más, pero la cosa ya se enfrió. Ella no soportaba tantísima diferencia de edad. Ahora sé que se ha metido a política, y tiene bastante responsabilidad, hasta el punto que puedo encontrar entrevistas suyas en medios de comunicación y podcasts... y qué coño, siempre queda el recuerdo.