Esta historia es
% real.
Al principio fue muy embarazosa pero luego con el paso de los días igual resultó ser morbosa.
Os cuento; Para el que no crea que el mundo es un pañuelo, ya os digo que si.
Esto nos ocurrió en la isla de Fuerteventura el verano pasado, habíamos ido solo 4 días de escapada mi mujer y yo, desde el primer día habíamos ido a playa, muchas playas son mixtas es decir, hay gente que hace nudismo y otras no, pero como las playas son muy grandes puedes estar realmente como quieras que prácticamente no tienes a nadie al lado.
Nos quedamos en un hotel en el sur de la isla y la playa estaba prácticamente al lado, el primer día todo bien, pero él Segundo día de playa al salir de bañarnos ( íbamos vestidos, bikini ella y yo bermuda) de pronto me dice mi mujer, “ No me lo puedo creer, mira es D.Jaime” ( D. Jaime es un compañero de trabajo de muchos años) inmediatamente nada más verlo os prometo que lo primero que pensé fue “ Buagg a tomar por saco el nudismo, ya no se va a sacar una teta en lo que queda de vacaciones” y así fue… a pesar de que no lo saludamos y él no se dio cuenta de nuestra presencia, al llegar a la toalla nos sentamos y efectivamente no se desabrochó ni para hacer toplees. Total que al poco tiempo de estar en la toalla nos fuimos andando al hotel, era ya por la tarde así que nos duchamos y fuimos cenar al bufete. Y estando cenando fue el quien nos vio y se acercó a la mesa a saludar ( bueno…a saludar y su conversación duró más de media hora) con mi mujer, que la que la conoce de muchos años ( también tengo que decir que todo muy correcto). Aparte de hablar del trabajo, también se habló de lo típico cuando coincides con alguien que no esperas, vaya coincidencia… y esas cosas, también nos dijo que le encantaba Fuerteventura que iba casi todos los años y que aún le quedaba 4 días más en la isla.
Al día siguiente, yo, que sabía que mi mujer no iba hacer ni toplees por si volvía a ver su compañero le propuse de no ir a playa , sino de dar una vuelta en coche por la Isla, y así lo hicimos, regresamos al hotel por la tarde y ella se fue a dar un baño a la piscina del hotel, regreso a la habitación y nos preparamos para ir de nuevo a cenar. ( Tengo que decir, porque sino miento, que fuimos a distinta hora que la noche anterior para no coincidir con D. Jaime) y la verdad es que no coincidimos.
Nos acostamos y deje ya las maletas hechas porque al día siguiente nos íbamos de regreso a casa y teníamos que dejar el hotel antes de las 12:00h.
Al día siguiente desayunamos y directamente nos fuimos del hotel, como el vuelo lo teníamos a las 20:45 le dije a mi mujer de ir a otra playa ya lejos del hotel, y nos fuimos a otra que estaba como a 20 km o quizás más.
Llegamos a esa playa y no tenemos parasol sino un iglú de esos de Decathlon, tendimos las toallas y nos quedamos desnudos los dos. No pusimos alejados y solos no cerca de la orilla, habían pasado como 2 horas y habíamos visto a un chico que pasó muy alejado de nosotros vendiendo helados, refrescos y cervezas, y me dice mi mujer que fuese a comprar algo fresquito para beber, así que me puse la bermuda y fui andando donde estaba ese chico ( como 5 o 8 mint andando hasta llegar a él) y le compré 1 botella de agua de un 1,5l, una Coca Cola zero de Iata, ( para mi mujer) y dos helados. El chico no tenia ninguna bolsa así que como pude llevaba todo eso en la mano andando hacia el iglú donde estaba mi mujer, cuando de repente me tocan el hombro estando de espalda y Alaaa me giró y D Jaime, ( la madre que me parió) no daba crédito, y me dice “ anda trae que te ayudo que se te va a caer en la arena los helados” y yo - No , no yo puedo bien de verdad, muchísimas gracias pero de verdad que voy bien”
Él insistía con ayudar y yo ya no sabía ni cómo decirle que no, incluso le dije que estábamos lejos que mejor lo llevaba todo yo para que no caminase él tanto.
Pero fue completamente en vano, porque me coge los helados y me dice “ por tu buen mejor te los llevo yo que conozco perfectamente a Mary, desayunamos muchas veces juntos con los compañeros y compañeras de la oficina y se lo tiquismiquis que es, como vea arena en el helado no sé lo come”
Claro tengo que decir que yo tenía la bermuda puesta y él también, no se imagina ni por un pienso que mi mujer estaba completamente desnuda en el iglú.
Así que fuimos andando hacia donde estaba, yo con la esperanza de que ella nos viese llegar y le diese tiempo a ponerse el bikini, pero a medida que nos acerquemos veía que ella estaba acostada boca arriba y no nos veía llegar.
Y claro llegamos mi mujer estaba acostada en la toalla con medio cuerpo dura del iglú, D Jaime cuando la vio hizo como por parar, pero ya todo era muy tarde. Mi mujer nos oyó hablar y abre los ojos y nos ve a los dos, yo creí que se iba coger un mosqueo impresionante, porque su primera reacción fue taparse con mi toalla, luego fue D Jaime quien le dijo que se había prestado ayudarme a traer las cosas, y así sin más mi mujer se levanta tiende de nuevo mi toalla y se queda de pie completamente desnuda delante de los dos, y nos dice “sentaos no os quedéis de pie” no sentamos los dos y después de un ratito hablando D Jaime dice que si puede ir a buscar sus cosas donde las dejó y venir con nosotros” fue mi mujer la que me dijo que si, y fue a buscarlas.
Mientras D Jaime iba por sus cosas le expliqué a mi mujer como había sucedido todo, y solo me dijo “ no pasa nada, pero yo sola no voy a estar desnuda así que tú también te quitas la bermuda” y sonrío. No dije nada más y me quite la bermuda quedando desnudo también.
Al cabo como de 15 minutos más o menos regresó D Jaime, con su toalla y una mochila, el quiso tender la toalla a mi lado ( creo que por vergüenza) y Mary le dice “ no ponla aquí y así hablamos que sino me quedas muy lejos” y puso la toalla a su lado, quedando mi mujer al centro de los dos.
Ella ya estaba completamente desatada y poco o nada le importaba la situación, porque se levantaba de la toalla, se inclinaba para coger la crema del bolso dejándonos ver cuando se inclinaba todo su culo y el coño, se ponía crema de protección solar en el pecho, la barriga, entre los muslos. Me tuve que dar la vuelta en la toalla porque estaba excitado y lo que en principio me parecía que iba hacer una auténtica catástrofe, se había convertido en un momento súper morboso.
Estuvimos así un buen ratito hasta que nos tuvimos que ir ya para el aeropuerto. D.Jaime no se quitó la bermuda en ningún momento, pero por su temblor de voz tenía que estar que explotaba también.
Y eso fue lo que nos pasó en esa escapada de mini vacaciones.
PD: La foto no es de ese momento, pero si de esas vacaciones para que podéis ver lo que vio D Jaime al llegar al Iglú, cuando me acompaño con los helados.