Yo tenía una fantasía que he cumplido más o menos estas navidades.
Fui al cine con mi pareja. Él no quería ir pero yo lo convencí. Había poca gente porque la película ya llevaba tiempo en cartelera y nos sentamos por atrás. El se extraño porque a mí me suele gustar más delante y no había casi nadie así que había sitio de sobra.
Cuando llevábamos un rato de película puse mi abrigo encima de sus piernas como arropándolo y empecé a meterle mano debajo del abrigo disimuladamente. Poco a poco su cola fue creciendo y llegó un momento en que le desabroché los pantalones y le empecé a hacer una paja. Se lo hice muy despacio siempre disimulando y pendientes de que no nos viera nadie. Tal y como estábamos sentados era casi imposible que alguien se diera cuenta pero aún así estuve muy atenta por si acaso. Fue muy excitante y la tenía durísima aunque no llego a correrse. Me pareció que eso sería muy difícil de disimular aparte de que podíamos mancharnos. Así que salió del cine con un bien calenton pero el morbo que hubo fue total. En casa termine la faena y tampoco se quejó así que todo terminó bien
Yo esta la he hecho con mi mujer-
Fuimos al cine, sala prácticamente vacía, no llegaríamos a veinte personas y en una de las filas de atrás.
La película en cuestión, que no me acuerdo muy bien cual era, resultó ser bastante coñazo. Le dije a mi mujer si nos íbamos y me susurró al odio que podíamos entretenernos de otro modo. Comenzamos a besarnos y al rato empezamos a magrearnos, ella llevaba una falda, no demasiado larga, que me permitía meterle mano por encima de las braguitas, hasta que un movimiento rápido, se las quitó y las tiró al suelo, dándome acceso a directo a su chochito. Le estuve haciendo un dedito un buen rato, pero es muy ruidosa y me pidió que parase.
Entonces me sacó la polla, se arrodilló y comenzó a hacerme una mamada salvaje. Era brutal tenerla entre las piernas chupándomela mientras veía al resto de espectadores mirando la pantalla. No aguanté mucho, la verdad, y me corrí en su boca.
Nos quedamos a ver el final de la peli y cuando acabó y se encendieron las luces, cogió sus braguitas, que seguían en el suelo y me las dio.
Ni que decir tiene que al volver a casa, nos fuimos directamente a echar el polvo del siglo, previa comida de coño.