SrRodriguez88
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Ojalá que vuestros comentarios me puedan ayudar. Ya llevo un tiempo bastante preocupado por la situación que se ha creado con mi suegra.
Os pongo en situación. Llevo 11 años con mi novia y 9 viviendo juntos. Los primeros años compartimos casa con su abuela ya que era dependiente y tuvo que cuidarla unos años, además ambos trabajábamos en su pueblo en ese momento. Es por eso que desde el principio de nuestra relación mi suegra ha estado muy presente en nuestro día a día. 45 años tenía por aquel entonces, guapísima de cara, ojos azules, unos labios preciosos y para no hacer demasiado deporte un cuerpo muy apetecible con dos embarazos a sus espaldas. Pero lo mejor es su forma de ser, encantadora, abierta y siempre ahí para lo que haga falta. Esta mezcla de cercanía, físico y amabilidad es lo que quizás ha provocado que me ponga tan caliente desde siempre.
Al principio yo era consciente de todo esto, si, pero nunca había sentido la tentación de traspasar ninguna barrera. Hasta que en uno de nuestros primeros veranos, 3 años llevaba con mi novia, surgió el que se viniera con nosotros a pasar un día a la playa, a Calblanque. Ya el verla en bikini me puso bastante, ya que hasta ese momento nunca se había dado. Así que recuerdo que estuve muy cercano con ella, hablando mucho y tal. Había momentos en los que, al tenerla de esa guisa tan cerca, aprovechaba cuando no se daba cuenta para fijar mis ojos directamente en sus tetas y el resto de su cuerpo. Me puse muy caliente. Pero ya el momento cumbre fue cuando, en una de las veces que volvió del agua a su toalla que estaba a mi lado, la parte de abajo del bikini le jugó una mala pasada (y muy buena para mi) y al sentarse se abrió un poquito por la ingle y pude ver parte de su coño, lleno de pelo, y que me puso a mil. Clavé la mirada y no pude apartarla por eso me pilló de lleno y a mi se me aceleró el corazón pero su gesto no cambió, pareció no importarle o yo que se, el caso es que no me dijo nada, ni se inmutó.
Como os podéis imaginar, el resto del día en la playa no le quité ojo. Al volver a casa esa noche y justo después de ducharnos, follando con mi novia siempre recordaré que al final del polvo y para correrme quise pensar en mi suegra, en su cara y en la imagen de su coño peludo y fue increíble cuánto me corrí, lo caliente que estaba mi leche y lo que disfruté. En ese momento me quedé muy agusto y no pensé en nada. A la mañana siguiente si que al recordar el polvo con mi novia me sentí mal. Era como que además de estar traicionándola porque era su propia madre, pensaba "madre mía, que es mi suegra joder, que me pone cachondo mi suegra y he pensado en ella follando con mi novia". Me sentí un poquito sucio.
Agradecería muchísimo que si alguien ha sido capaz de llegar hasta aquí, me comentara algo al respecto de toda esta locura.
Os pongo en situación. Llevo 11 años con mi novia y 9 viviendo juntos. Los primeros años compartimos casa con su abuela ya que era dependiente y tuvo que cuidarla unos años, además ambos trabajábamos en su pueblo en ese momento. Es por eso que desde el principio de nuestra relación mi suegra ha estado muy presente en nuestro día a día. 45 años tenía por aquel entonces, guapísima de cara, ojos azules, unos labios preciosos y para no hacer demasiado deporte un cuerpo muy apetecible con dos embarazos a sus espaldas. Pero lo mejor es su forma de ser, encantadora, abierta y siempre ahí para lo que haga falta. Esta mezcla de cercanía, físico y amabilidad es lo que quizás ha provocado que me ponga tan caliente desde siempre.
Al principio yo era consciente de todo esto, si, pero nunca había sentido la tentación de traspasar ninguna barrera. Hasta que en uno de nuestros primeros veranos, 3 años llevaba con mi novia, surgió el que se viniera con nosotros a pasar un día a la playa, a Calblanque. Ya el verla en bikini me puso bastante, ya que hasta ese momento nunca se había dado. Así que recuerdo que estuve muy cercano con ella, hablando mucho y tal. Había momentos en los que, al tenerla de esa guisa tan cerca, aprovechaba cuando no se daba cuenta para fijar mis ojos directamente en sus tetas y el resto de su cuerpo. Me puse muy caliente. Pero ya el momento cumbre fue cuando, en una de las veces que volvió del agua a su toalla que estaba a mi lado, la parte de abajo del bikini le jugó una mala pasada (y muy buena para mi) y al sentarse se abrió un poquito por la ingle y pude ver parte de su coño, lleno de pelo, y que me puso a mil. Clavé la mirada y no pude apartarla por eso me pilló de lleno y a mi se me aceleró el corazón pero su gesto no cambió, pareció no importarle o yo que se, el caso es que no me dijo nada, ni se inmutó.
Como os podéis imaginar, el resto del día en la playa no le quité ojo. Al volver a casa esa noche y justo después de ducharnos, follando con mi novia siempre recordaré que al final del polvo y para correrme quise pensar en mi suegra, en su cara y en la imagen de su coño peludo y fue increíble cuánto me corrí, lo caliente que estaba mi leche y lo que disfruté. En ese momento me quedé muy agusto y no pensé en nada. A la mañana siguiente si que al recordar el polvo con mi novia me sentí mal. Era como que además de estar traicionándola porque era su propia madre, pensaba "madre mía, que es mi suegra joder, que me pone cachondo mi suegra y he pensado en ella follando con mi novia". Me sentí un poquito sucio.
Agradecería muchísimo que si alguien ha sido capaz de llegar hasta aquí, me comentara algo al respecto de toda esta locura.