Hace 10 años, cuando me separé, me encontré en una situación de precariedad económica. Sola, con un hijo de 9 años y sin ingresos. No lo pensé demasiado cuando alguien, en una cafetería, me pasó una tarjeta para grabar en una página de adultos.
Tenía 41 años y estaba muy, muy buena. Lo que se dice una auténtica MILF, con unas tetas grandes y un culo para romperlo, según me decían todos los tíos.
Grabé durante varios meses; anal con un conocido actor que empezaba, tríos con doble penetración y hasta un gang bang con cinco chicos negros. He de reconocer que gané un dinero curioso que me sirvió para salir a flote y poder establecerme. A cambio os podéis imaginar como tengo el culo y el coño, parecen una boca de metro.
No me arrepiento de aquello pero ahora hay una cosa que sí me preocupa. Mi hijo tiene 19 años y estoy emparejada con un hombre algo conservador, me da miedo que, a pesar del tiempo que ha pasado, puedan ver alguno de los videos que grabé. Alguno es muy bestia.