Reencuentro con Elena

Ok ¿Vamos a sacar la lista de agravios? Ni siquiera lo que hicieron bien o mal, sino lo que podrían haber hecho y no hicieron. Puede ser muy divertido ... conozco a uno que ...
Cuando Ángela, agreda y amenace a Elena con arruinarle la vida, si no hace lo que ella dice... Empezamos el partido con 0 a 0 😝😝
 
Años luz de distancia hay entre el trato lleno de calidez y confianza que Javier tiene con Ángela, al de cordial suficiencia que lleva con Elena.

Todo apunta a un Javier cada día más consciente de que su amistad con Ángela está desplazando prioridades que antes eran inamovibles, básicamente todo lo relacionado con Elena, y esperemos que pronto llegue a ese punto en que se entere que la palabra amistad se queda corta para definir sus sentimientos por su hasta ahora incondicional amiga.

Lo único que me intranquiliza es que el tiempo corre para todos, y el entorno de Ángela algo podría tener que decir, en especial si sabemos que de "cariño" se han encargado de mantenerla siempre abastecida.:rolleyes::cool:
 
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Yo soy más team Ángela y a mí me gustaría que acabaran juntos, aunque a algunos esto no os gustaría por como es Javi, pero a mí es que me parece la mejor de todos los personajes del relato.
Lo cierto es que entre Javi y Elena desde que se vuelven a ver, parece más una relación de follamigos que de novios y no parece que esto avance mucho ni tenga visos de que vaya a avanzar.
 
Capítulo 835

-Me han dicho Irene y Sofía que has hablado con ellas del tema, ¿no?
-Sí. Hemos hablado de lo que pasó el sábado. Y con Mario también lo hice. De hecho, fue el primero con el que lo comenté después de hacerlo contigo. Fue el domingo mientras Elena e Irene terminaban de preparar lo que íbamos a comer.
-¿Y qué te dijo?
-Pues que tenía que hablarlo con ella, por nuestro bien.
-¿Y qué piensas tú?
-Ya te lo conté. Pienso de la misma manera. Y no soy el único, porque Irene y Sofía me han dicho lo mismo. Piensan que por nuestro bien deberíamos hablar estas cosas, porque bastante los hemos ocultado como para empezar otra vez si lo que queremos es estar como antes y que todo vaya bien.
-Ya.
-Lo que me tiene un poco que no sé qué pensar es que tú me digas que haga lo contrario, que lo deje estar. Parece que lo que debo hacer está bastante claro, pero tú me dices eso y la verdad es que no sé qué hacer, porque confío más en tus consejos que en los de cualquier otra persona prácticamente.
-Ay... -decía suspirando.
-¿Qué pasa?
-Nada, que todos lleváis razón.
-¿Por qué me dices eso entonces?
-Pues porque no quiero que Elena y tú os peléis, porque sé que va a pasar. Y encima va a ser por mi culpa.
-No digas eso.
-Pero es la verdad.
-Elena y yo hemos discutido por varias cosas desde que nos hemos vuelto a ver. Esta es una más.
-Ya, pero me siento muy culpable que os vayáis a enfadar por mi culpa.
-Pues no deberías.
-No puedo evitarlo.
-Creo que es algo por lo que hay que pasar. Es que si no, va a seguir haciéndolo y en su día quedamos en que no haríamos nada que pudiera molestar al otro.
-Ya, pero...
-Ha tenido un comportamiento infantil, que manda cojones que yo lo diga, ¿sabes? Pero es la verdad. Le dijo a Irene cuando se quedaron solas al día siguiente que no le hice nada de caso durante toda la fiesta y que estaba más pendiente de ti.
-Eso es un poco exagerado.
-¿Verdad? Es verdad que me acerqué a ti, pero coño, es que resulta que eres mi amiga. Y tampoco es que conocieras mucho a los demás que vinieron. De hecho, ellos estaban hablando con Elena y fue ahí cuando me fui un rato contigo. Es que no sé qué tiene de malo eso.
-No sé.
-Y luego esa manera de llamarme la atención, tirando de mi mano... Es que vamos, de pronto le entró prisa por irse. Vamos, es que ni que fuera a follarte allí mismo delante de ella si nos quedábamos 5 minutos más.
-Pero una vez os fuisteis todo fue a mejor, ¿no?
-Bueno... Si estar en silencio todo el tiempo hasta que nos fuimos a dormir directamente es ir a mejor, pues sí.
-Am... Vaya, te jodí la noche.
-No hay nada de malo en ti. El problema lo tiene ella. Aunque creo que lo que pasó por la mañana pudo intervenir también.
-¿El qué?
-Nos encontramos a mi ex, a Valentina mientras comprábamos el regalo de Sofía.
-¿Sí? -preguntó sorprendida.
-Sí.
-¿Y cómo fue la cosa?
-Rara. Ellas ya se conocían de hecho.
-No me digas...
-Pues sí. Elena trabajó para ella en una ocasión. De hecho, fue mientras yo estaba con Valentina.
-¿Cómo reaccionó Elena?
-Pues te puedes imaginar cómo viendo lo que te hizo a ti cuando intentaste saludarla. Tenía un gesto serio y frío.
-¿Y Valentina?
-Ella estaba bastante normal de primeras, como si tal cosa. Luego se puso muy nerviosa. Siempre le pasa cuando incomoda a la gente, y Elena lo estaba.
-Uff...
-Le pregunté si todo iba bien una vez nos quedamos solos y me dijo que sí, aunque estaba muy callada. Me dijo que el que estaba haciendo un mundo de aquello era yo de tanto preguntarle si estaba bien.
-Uy...
-Por suerte estuvo de otra manera después de que comiera en su casa con su madre y con su abuela. Estuvimos tomando un café y tal y luego nos fuimos a descansar y la cosa se animó.
-Anda.
-Pero fue algo rápido, porque pensábamos seguir luego por la noche, pero...
-Pues sí que te la jodí entonces.
-No. Tú no fuiste quien la jodió.
-Bueno, de cualquier manera, tienes que saber cómo hablar con ella y qué decirle. ¿Lo tienes claro?
-Sí. Quiero decirle que lo que hizo me molestó, porque eres mi amiga y ese desprecio es como si me lo hubiera hecho a mí también, que entiendo que yo me pude poner así también cuando trajo a su amiga Yolanda, pero es que el contexto que tenéis tú y esa chica en lo que hay entre Elena y yo es muy distinto. Esa chica sí que metió mano en nuestra relación, mientras que tú hiciste poco. Y sé que no debo enfadarme y dejarle hablar, lo sé, pero necesito que ella también esté dispuesta a hablarlo.
-Vale, veo que lo tienes claro.
-No te haces a la idea de cómo me gustaría que te pidiera perdón.
-No lo necesito. Prefiero que lo habléis tranquilamente y que lo soluciones. Con eso estoy más que conforme.
-Veremos a ver cómo viene el sábado.
-¿Has quedado con ella ya?
-Sí. Me llamó ayer para ver cómo me estaba yendo la semana y me dijo de quedar este fin de semana los dos solos.
-Entonces es que no está enfadada -dijo más animada.
-Bueno, el mismo domingo estaba ya así, como si no hubiera pasado nada.
-¿Y tú?
-Molesto, distante.
-¿Y no te dijo nada?
-No.
-No es tonta. Algo se huele, seguro. Pero prefiere dejarte espacio. Tal vez este sábado salga de ella el querer hablarlo. Ojalá sea así.
-Ojalá, sí.
-Bueno, sea como sea, tú tienes que estar tranquilo, ¿vale?
-Sí. Ya lo sé.
 
Por qué a veces se pasa x alto conversaciones poniendo por ejemplo, 'le conté lo que había pasado' y en otras como este capítulo nos cuenta toda la conversación con Ángela sobre lo que ya sabemos d valentina x ejemplo?

Recuerdo que al principio los viernes nos quedábamos con la incógnita hasta el lunes de que iba a pasar algo interesante. Especulábamos sobre que pasaría etc, ahora solo siento que los capítulos son demasiado cortos, y que desde el lunes a hoy ha pasado entre 0 y nada en la historia.
 
Por qué a veces se pasa x alto conversaciones poniendo por ejemplo, 'le conté lo que había pasado' y en otras como este capítulo nos cuenta toda la conversación con Ángela sobre lo que ya sabemos d valentina x ejemplo?

Recuerdo que al principio los viernes nos quedábamos con la incógnita hasta el lunes de que iba a pasar algo interesante. Especulábamos sobre que pasaría etc, ahora solo siento que los capítulos son demasiado cortos, y que desde el lunes a hoy ha pasado entre 0 y nada en la historia.
Es una historia muy larga, no siempre vamos a tener los viernes de misterio 😅
 
Por qué a veces se pasa x alto conversaciones poniendo por ejemplo, 'le conté lo que había pasado' y en otras como este capítulo nos cuenta toda la conversación con Ángela sobre lo que ya sabemos d valentina x ejemplo?

Recuerdo que al principio los viernes nos quedábamos con la incógnita hasta el lunes de que iba a pasar algo interesante. Especulábamos sobre que pasaría etc, ahora solo siento que los capítulos son demasiado cortos, y que desde el lunes a hoy ha pasado entre 0 y nada en la historia.
Pienso lo mismo, es como si un dia avanzaras 2 casilleros, y el resto de la semana se detuviera y no avanzaramos en la historia. Me parece que da muchas vueltas para solucionar una situación. Hace cuantas semanas que venimos pidiendo esa charla que se merecen. Hace cuanto que el mismo dice que necesitan una charla para solucionar los problemas y avanzar. Y nada de esos sucede.
 
Pienso lo mismo, es como si un dia avanzaras 2 casilleros, y el resto de la semana se detuviera y no avanzaramos en la historia. Me parece que da muchas vueltas para solucionar una situación. Hace cuantas semanas que venimos pidiendo esa charla que se merecen. Hace cuanto que el mismo dice que necesitan una charla para solucionar los problemas y avanzar. Y nada de esos sucede.
Yo creo que esta compitiendo con otro que necesita un mes para decir que a ido a cagar. No quiero decir nombres pero el protagonista es escocés 😁
 
. Parece que el protagonista, en lugar de aprovechar cada momento para progresar, sea cada vez más mezquino, ruin y miserable, que viene a ser todo lo mismo, diferentes formas de referirse a alguien falto de empatía, generosidad y nobleza de espíritu.
A ver... Qué te ha hecho Javi ésta mañana??
Se tiene que haber pasado mucho contigo para que te pongas así 😝😝
 
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Parece que Natalia ya ha desistido ante las muestras de integridad moral de nuestro héroe. Ya ni se hace la encontradiza con él en el gimnasio.
Hay veces que algunos episodios o personajes perecen metidos de forma un poco forzada para reforzar alguna idea, en este caso la gran resistencia a la tentación, y la integridad de Javier, como prueba de su amor por Elena. Y luego esos personajes quedan en el limbo, una vez cumplida la función respecto a Javier. Son como puertas de habitaciones que se abren, te asomas a ellas y luego quedan mal cerradas.
Pues a Natalia le iba yo, a abrir y cerrar (tapar) todas las puertas...
 
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Parece que Natalia ya ha desistido ante las muestras de integridad moral de nuestro héroe. Ya ni se hace la encontradiza con él en el gimnasio.
Hay veces que algunos episodios o personajes perecen metidos de forma un poco forzada para reforzar alguna idea, en este caso la gran resistencia a la tentación, y la integridad de Javier, como prueba de su amor por Elena. Y luego esos personajes quedan en el limbo, una vez cumplida la función respecto a Javier. Son como puertas de habitaciones que se abren, te asomas a ellas y luego quedan mal cerradas.
Eso de que a Javi, las mujeres se le tiran encima, ha sido algo presente en toda la historia, desde el comienzo se ha reforzado esa idea, y lo de resistir a la tentación venía acompañado a eso, especialmente cuando estaba con Elena.

Javi quizás sea el personaje que más atractivo resulta para las mujeres sobre el que he leído. Es que literalmente babean por él.
 
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Capítulo 836

Dejamos por ahí la conversación, tratando otros temas muy diferentes y que no creaban conflicto, siendo algo mucho más ameno y tranquilo. Así hasta que me tuve que marchar a trabajar, aunque ella me acompañó hasta la misma puerta, donde nos despedimos con un buen abrazo, dándome ella un beso en la mejilla además.

Entré a trabajar bastante más animado de lo que lo hice durante toda la semana, porque su presencia me alegraba y siempre acababa con un bienestar impropio por la cantidad de problemas que iba teniendo periódicamente.

Me llegó a asustar un poco que ella me diera un consejo tan opuesto a los que me daban los demás y a lo que yo también pensaba que tenía que hacer, pero ahora veía que era por evitar peleas y enfados que ella contaba con que pasarían, siendo bastante probable, aunque Elena estaba manteniendo una conducta muy buena como para acabar la cosa tan mal como ella imaginaba.

Tanto ese día, como el siguiente estuve pensando cómo hacerlo para sacarle el tema a Elena y tratar de que fuera casual. Lo principal para mí era tratar de que no se enfadara, pensando que si se lo comentaba más como una anécdota, no le daría más importancia de la que realmente tenía respecto a lo que había entre nosotros, porque que se comportara de esa manera se debía a sus celos.

Hice un pequeño plan en mi cabeza, que consistía en dar un paseo por la ciudad, yendo luego a comer por ahí, luego quizá al cine y ya en casa le comentaría que lo que tuvo lugar en la fiesta de cumpleaños de Sofía me molestó. La verdad es que estaba más tranquilo, sobre todo desde la visita de Ángela.

Mi enfado se diluyó bastante desde ese momento, aunque seguía pensando que había que tratar lo ocurrido para evitar situaciones similares, porque además, me daba un poco de vergüenza que nos vieran así, porque parecía que me estaba echando una reprimenda cuando en realidad no estaba haciendo absolutamente nada.

El viernes por la noche le escribí para preguntarle sobre qué hora vendría, aunque no me llegó a responder pese a estar en línea cuando lo hice. Aparecería por casa sobre las 11 de la mañana, con un gesto bastante serio para el comportamiento que había tenido desde el domingo.

Nos saludamos y pasó, dejando su abrigo para sentarse en el sofá, con sus manos sobre sus rodillas. Le pregunté si quería tomar un café, o si le apetecía hacerlo fuera, en una cafetería. Se demoró un poco en responder. De hecho, le repetí la pregunta, diciendo que podíamos hacerlo fuera, así aprovechábamos un poco que hacía buen día.

Así que se volvió a poner su abrigo y yo me puse el mío, saliendo de casa para ir a una cafetería. Le pregunté a dónde quería ir, contestando ella de manera un poco borde en realidad, diciendo que el que mejor conocía todo allí de los dos, era yo. Así que pusimos rumbo a una cafetería cercana que me gustaba, quedándome un poco cortado por su salida.

También le pregunté por qué no me había respondido la pasada noche al mensaje que le envié, diciéndome que se había quedado dormida con el móvil en la mano y que no se dio cuenta del mensaje hasta que se despertó por la mañana. Le sugerí que nos pusieran el café para llevar, así podríamos seguir paseando si a ella le parecía bien y no estaba muy cansada, encogiéndose ella de hombros y diciendo que como yo quisiera.

No la notaba muy receptiva en general y la verdad es que así no veía viable sacarle un tema delicado como el que quería tratar con ella. Si ya me respondía de esas maneras con simples preguntas, no quería pensar cómo lo haría si le sacaba el problema del sábado. Estuve pensando qué hacer mientras nos servían el café que pedimos y se me ocurrió llevarla a un parque que quedaba en la parte más alta de la ciudad, creyendo que le gustaría.

Así que le dije que si quería podíamos ir a un sitio bonito una vez salimos de la cafetería, si a ella le parecía bien. Me volvió a responder encogiéndose de hombros, así que le dije que me siguiera.

Por el camino nos bebimos el café y tiramos los vasos a una papelera, llegando al parque que tenía en mente, entrando por la zona más céntrica, la cual tenía seis árboles de tronco blanco, completamente pelados, aunque a un lado había varios cerezos que se habían adelantado un poco en florecer, luciendo esas flores rosas tan bonitas.

Le pregunté si le gustaban mientras podíamos ver también a unos niños jugar en la zona de juegos que dichos árboles rodeaban. Asintió con la cabeza y le dije de dar un paseo por el parque, pasando al lado contrario de esa zona de juegos, en donde había un par de fuentes entre unos trazados de albero, aunque los evitamos para no ensuciarnos los zapatos, pues estaba todo aquello bastante húmedo.

Sí que pasamos por una zona que estaba justamente al lado, en donde había varias vigas de madera sujetadas por pilares metálicos y de donde se dejaban caer unas hiedras con mucha hojarasca de los árboles más altos de la zona. Lo único malo del lugar era que los bancos que había ahí para sentarse eran un poco incómodos, pero la zona era preciosa. Nos sentamos en uno y le pregunté cómo le había ido la semana.

Elena se mantuvo callada, mirando al frente, hacia las fuentes, viendo como el potente chorro que había en el centro de cada una lanzaba agua con fuerza. No sabía qué pasaba por su cabeza, pero desde luego estaba siendo un comportamiento raro el que traía ese día.

Le volví a hacer la pregunta, obteniendo de nuevo un silencio que me empezaba a poner nervioso por eso le pregunté si estaba bien mientras ponía una de mis manos sobre la suya. Al fin me hizo caso, dirigiendo su mirada hacia mí después de girar su cabeza.

-¿A ella también la has traído aquí?
-¿A quién?
-A tu amiguita Ángela.
-Pero... ¿Y esta pregunta?
-No sé. Dímelo tú.
-Ay... -dije suspirando y frotando mi cara con mis manos.
-¿O has traído aquí a otra? ¿O han sido varias?
-Elena, ¿de qué hablas?
-Sé que hace dos días te has visto con ella. ¿La has traído aquí también?
-¿Cómo sabes que me he visto con ella?
-Eso no importa. ¿Qué habéis hecho?
-No hemos hecho nada, Elena. Solo vino a verme, porque somos amigos. Comimos juntos y charlamos, nada más.
-Ya... Segurísimo que fue así.
-¿Pero cuándo te va a entrar en la cabeza que yo solo quiero estar contigo?
-En la fiesta del sábado no lo parecía -dijo girando bruscamente la cabeza hacia mí.
-¿Por qué no lo parecía?
-Porque estuviste más con ella que conmigo.
-¿Eso crees?
-Sí. ¿O es mentira?
-No lo sé. No cronometré el tiempo.
-Ah, que te hace gracia encima...
-No. No me hace ni puta gracia, la verdad. Como tampoco lo hizo la manera que tuviste de despreciarle el saludo cuando se acercó a ti para darte dos besos. Y tampoco me la hizo la manera que tuviste de llamarme la atención tirando de mi mano y diciendo de irnos porque a ti se te antojó.
-Si quieres le bailo la gracia también. Ya intentó meterse una vez entre nosotros y ahora lo está volviendo a hacer.
-No, no lo está haciendo.
-Sí, lo está haciendo.
-Elena, es solo una amiga que me escucha cuando necesito desahogarme, que me da consejos cuando ando perdido y que me anima con sus buenas palabras cuando no estoy en mi mejor momento.
-¿Y qué hacía aquí el otro día?
-Te lo acabo de decir.
-Pues no me creo que solo venga a eso. ¿Se va a hacer dos horas de coche para solo hablar pudiendo hacerlo por llamada? Es que no hay quien se lo crea.
-No sé qué tengo que hacer para que me creas...
-No tienes que hacer nada, porque no te creo -dijo levantándose para irse de allí.
 
Capítulo 836

Dejamos por ahí la conversación, tratando otros temas muy diferentes y que no creaban conflicto, siendo algo mucho más ameno y tranquilo. Así hasta que me tuve que marchar a trabajar, aunque ella me acompañó hasta la misma puerta, donde nos despedimos con un buen abrazo, dándome ella un beso en la mejilla además.

Entré a trabajar bastante más animado de lo que lo hice durante toda la semana, porque su presencia me alegraba y siempre acababa con un bienestar impropio por la cantidad de problemas que iba teniendo periódicamente.

Me llegó a asustar un poco que ella me diera un consejo tan opuesto a los que me daban los demás y a lo que yo también pensaba que tenía que hacer, pero ahora veía que era por evitar peleas y enfados que ella contaba con que pasarían, siendo bastante probable, aunque Elena estaba manteniendo una conducta muy buena como para acabar la cosa tan mal como ella imaginaba.

Tanto ese día, como el siguiente estuve pensando cómo hacerlo para sacarle el tema a Elena y tratar de que fuera casual. Lo principal para mí era tratar de que no se enfadara, pensando que si se lo comentaba más como una anécdota, no le daría más importancia de la que realmente tenía respecto a lo que había entre nosotros, porque que se comportara de esa manera se debía a sus celos.

Hice un pequeño plan en mi cabeza, que consistía en dar un paseo por la ciudad, yendo luego a comer por ahí, luego quizá al cine y ya en casa le comentaría que lo que tuvo lugar en la fiesta de cumpleaños de Sofía me molestó. La verdad es que estaba más tranquilo, sobre todo desde la visita de Ángela.

Mi enfado se diluyó bastante desde ese momento, aunque seguía pensando que había que tratar lo ocurrido para evitar situaciones similares, porque además, me daba un poco de vergüenza que nos vieran así, porque parecía que me estaba echando una reprimenda cuando en realidad no estaba haciendo absolutamente nada.

El viernes por la noche le escribí para preguntarle sobre qué hora vendría, aunque no me llegó a responder pese a estar en línea cuando lo hice. Aparecería por casa sobre las 11 de la mañana, con un gesto bastante serio para el comportamiento que había tenido desde el domingo.

Nos saludamos y pasó, dejando su abrigo para sentarse en el sofá, con sus manos sobre sus rodillas. Le pregunté si quería tomar un café, o si le apetecía hacerlo fuera, en una cafetería. Se demoró un poco en responder. De hecho, le repetí la pregunta, diciendo que podíamos hacerlo fuera, así aprovechábamos un poco que hacía buen día.

Así que se volvió a poner su abrigo y yo me puse el mío, saliendo de casa para ir a una cafetería. Le pregunté a dónde quería ir, contestando ella de manera un poco borde en realidad, diciendo que el que mejor conocía todo allí de los dos, era yo. Así que pusimos rumbo a una cafetería cercana que me gustaba, quedándome un poco cortado por su salida.

También le pregunté por qué no me había respondido la pasada noche al mensaje que le envié, diciéndome que se había quedado dormida con el móvil en la mano y que no se dio cuenta del mensaje hasta que se despertó por la mañana. Le sugerí que nos pusieran el café para llevar, así podríamos seguir paseando si a ella le parecía bien y no estaba muy cansada, encogiéndose ella de hombros y diciendo que como yo quisiera.

No la notaba muy receptiva en general y la verdad es que así no veía viable sacarle un tema delicado como el que quería tratar con ella. Si ya me respondía de esas maneras con simples preguntas, no quería pensar cómo lo haría si le sacaba el problema del sábado. Estuve pensando qué hacer mientras nos servían el café que pedimos y se me ocurrió llevarla a un parque que quedaba en la parte más alta de la ciudad, creyendo que le gustaría.

Así que le dije que si quería podíamos ir a un sitio bonito una vez salimos de la cafetería, si a ella le parecía bien. Me volvió a responder encogiéndose de hombros, así que le dije que me siguiera.

Por el camino nos bebimos el café y tiramos los vasos a una papelera, llegando al parque que tenía en mente, entrando por la zona más céntrica, la cual tenía seis árboles de tronco blanco, completamente pelados, aunque a un lado había varios cerezos que se habían adelantado un poco en florecer, luciendo esas flores rosas tan bonitas.

Le pregunté si le gustaban mientras podíamos ver también a unos niños jugar en la zona de juegos que dichos árboles rodeaban. Asintió con la cabeza y le dije de dar un paseo por el parque, pasando al lado contrario de esa zona de juegos, en donde había un par de fuentes entre unos trazados de albero, aunque los evitamos para no ensuciarnos los zapatos, pues estaba todo aquello bastante húmedo.

Sí que pasamos por una zona que estaba justamente al lado, en donde había varias vigas de madera sujetadas por pilares metálicos y de donde se dejaban caer unas hiedras con mucha hojarasca de los árboles más altos de la zona. Lo único malo del lugar era que los bancos que había ahí para sentarse eran un poco incómodos, pero la zona era preciosa. Nos sentamos en uno y le pregunté cómo le había ido la semana.

Elena se mantuvo callada, mirando al frente, hacia las fuentes, viendo como el potente chorro que había en el centro de cada una lanzaba agua con fuerza. No sabía qué pasaba por su cabeza, pero desde luego estaba siendo un comportamiento raro el que traía ese día.

Le volví a hacer la pregunta, obteniendo de nuevo un silencio que me empezaba a poner nervioso por eso le pregunté si estaba bien mientras ponía una de mis manos sobre la suya. Al fin me hizo caso, dirigiendo su mirada hacia mí después de girar su cabeza.

-¿A ella también la has traído aquí?
-¿A quién?
-A tu amiguita Ángela.
-Pero... ¿Y esta pregunta?
-No sé. Dímelo tú.
-Ay... -dije suspirando y frotando mi cara con mis manos.
-¿O has traído aquí a otra? ¿O han sido varias?
-Elena, ¿de qué hablas?
-Sé que hace dos días te has visto con ella. ¿La has traído aquí también?
-¿Cómo sabes que me he visto con ella?
-Eso no importa. ¿Qué habéis hecho?
-No hemos hecho nada, Elena. Solo vino a verme, porque somos amigos. Comimos juntos y charlamos, nada más.
-Ya... Segurísimo que fue así.
-¿Pero cuándo te va a entrar en la cabeza que yo solo quiero estar contigo?
-En la fiesta del sábado no lo parecía -dijo girando bruscamente la cabeza hacia mí.
-¿Por qué no lo parecía?
-Porque estuviste más con ella que conmigo.
-¿Eso crees?
-Sí. ¿O es mentira?
-No lo sé. No cronometré el tiempo.
-Ah, que te hace gracia encima...
-No. No me hace ni puta gracia, la verdad. Como tampoco lo hizo la manera que tuviste de despreciarle el saludo cuando se acercó a ti para darte dos besos. Y tampoco me la hizo la manera que tuviste de llamarme la atención tirando de mi mano y diciendo de irnos porque a ti se te antojó.
-Si quieres le bailo la gracia también. Ya intentó meterse una vez entre nosotros y ahora lo está volviendo a hacer.
-No, no lo está haciendo.
-Sí, lo está haciendo.
-Elena, es solo una amiga que me escucha cuando necesito desahogarme, que me da consejos cuando ando perdido y que me anima con sus buenas palabras cuando no estoy en mi mejor momento.
-¿Y qué hacía aquí el otro día?
-Te lo acabo de decir.
-Pues no me creo que solo venga a eso. ¿Se va a hacer dos horas de coche para solo hablar pudiendo hacerlo por llamada? Es que no hay quien se lo crea.
-No sé qué tengo que hacer para que me creas...
-No tienes que hacer nada, porque no te creo -dijo levantándose para irse de allí.
Que alguien me sujete, porque van a haber "andanadas de hostias"... Javi, o la mandas al carajo, o lo hago por tí. Buah... Qué tía más insoportable. Su hermana es Santa al lado suyo. Vete al gym con Natalia, y suda... sudad como perr@s
 
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Vaya, será el momento de caretas fuera?

No ha hecho nada con Ángela, pero no quita que de tanto ocultar cosas lo normal es que Elena piense que sí, tiene razón en pensar que si ya se metió una vez ahora sigue haciéndolo, y más sabiendo k fue el cuerno de Valentina.

Avanzará esto o Javi dejará que se vaya y luego llamará a Ángela para pedir consejo etc. Porque mejor oportunidad para hablar las cosas igual es imposible.
 
Vaya, será el momento de caretas fuera?

No ha hecho nada con Ángela, pero no quita que de tanto ocultar cosas lo normal es que Elena piense que sí, tiene razón en pensar que si ya se metió una vez ahora sigue haciéndolo, y más sabiendo k fue el cuerno de Valentina.

Avanzará esto o Javi dejará que se vaya y luego llamará a Ángela para pedir consejo etc. Porque mejor oportunidad para hablar las cosas igual es imposible.
Aquí la que ha estado borde y muy desafortunada es ella, pensando cosas que no han pasado.
Y si, lo mejor es que lo hablen y aclaren las cosas de una buena vez, para bien o para mal.
Porque seguir así no es nada bueno para los dos.
 

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