Nudismo

jimena_sissy

Miembro muy activo
Desde
30 Jun 2023
Mensajes
61
Reputación
540
Este verano fui por primera vez a una playa nudista. Fui con mi pareja y ninguno de los dos lo habíamos hecho antes.
Era una playa preciosa donde va mucha gente de turismo y aunque es nudista, realmente poca gente lo hace. Cuando llegamos sólo vimos un pequeño grupo de gente nudista en una zona apartada. Convencí a mi novia para ponernos en esa zona diciéndole que había menos gente y estaríamos más cómodos.

Nos tumbamos en las toallas, yo con el bañador y ella con el bikini. Yo miraba hacia alrededor a todos esos cuerpos desnudos, lleno de morbo pero también con timidez. Mi pareja ni siquiera hace topless así que todavía me daba más morbo estar allí con ella. Poco a poco el morbo se fue haciendo más grande y venciendo a la timidez, así que poco a poco me fui bajando el bañador dejando mi pene al aire. La verdad es que debía de ser bastante ridículo ver como me iba quitando la ropa a poquitos, pero a mi me estaba dando mucho morbo.

Tenía el bañador en los tobillos cuando mi novia se dio cuenta y me miraba con incredulidad. No me dijo nada pero yo noté que le estaba poniendo también la situación. Terminé de sacarme el bañador y me quedé un rato desnudo tumbado en la toalla. La sensación era genial.

Era un día de mucho calor, y ya que estaba venciendo mi timidez, decidí dar un paseo por la orilla para refrescarme. Al principio me creía el centro de todas las miradas, hasta que comprendí que era simplemente era un tío en pelotas más y que todo el mundo estaba a lo suyo. Llegué a una zona donde casi no había gente y de repente, cerca del agua, vi algo tirado en la arena. Me acerqué y me encontré la parte de abajo de un bikini. Una braguita brasileña marrón, de esas que se atan a los lados, preciosa.

La cogí y lo primero que hice fue olerla, casi un gesto instintivo, luego me di cuenta y miré hacia los lados por si alguien me había visto, pero no, no había casi nadie. De repente escucho:

  • Te la vas a poner?
Me quedo de piedra, miro hacia mi izquierda y veo una chica que sale del agua y se dirige hacia a mí. Toda mojada, morena, con un tipo estupendo, unos pechos pequeños redonditos y con algo de pelo sobre su pubis, una fina tira de pelo negro mojado.

  • Que si te lo vas a poner?
  • Eh, no, aquí no, le contesto.
  • Vaya, aquí no, y donde te lo vas a poner entonces?
  • Eh, yo... no sé, no sé porque he dicho eso...
  • Ja ja!, tranquilo no pasa nada, pero si no te importa, yo sí que me lo voy a poner, que para eso lo dejé aquí al meterme en el agua.
Se lo di y se lo puso apoyándose en mí para no caerse.

En esos momentos, sin darme cuenta, me había empalmado por la situación. Ella se dio cuenta obviamente.

  • Con apoyarme en el hombro me llega, puedes bajar el soporte, gracias, ja ja ja! Es la primera vez que haces nudismo no?
Yo miro hacia abajo y me pongo colorado como un tomate. Sí le digo, perdona no pude controlarme.

  • No te preocupes, es normal. Estoy ahí arriba con una amiga, si quieres pásate por allí, tenemos varias mudas en la mochila. Seguro que te gustan.
Me guiña un ojo y se va caminando. Me quedo mirándola, viendo su culo redondito moverse, hipnotizándome, hasta que desaparece detrás de unas rocas.

En cuanto se me baja la erección vuelvo hacia la toalla. Al llegar veo que mi pareja está desnuda, tumbada boca arriba en la toalla y con las piernas ligeramente separadas.

Continuará...
 
Este verano fui por primera vez a una playa nudista. Fui con mi pareja y ninguno de los dos lo habíamos hecho antes.
Era una playa preciosa donde va mucha gente de turismo y aunque es nudista, realmente poca gente lo hace. Cuando llegamos sólo vimos un pequeño grupo de gente nudista en una zona apartada. Convencí a mi novia para ponernos en esa zona diciéndole que había menos gente y estaríamos más cómodos.

Nos tumbamos en las toallas, yo con el bañador y ella con el bikini. Yo miraba hacia alrededor a todos esos cuerpos desnudos, lleno de morbo pero también con timidez. Mi pareja ni siquiera hace topless así que todavía me daba más morbo estar allí con ella. Poco a poco el morbo se fue haciendo más grande y venciendo a la timidez, así que poco a poco me fui bajando el bañador dejando mi pene al aire. La verdad es que debía de ser bastante ridículo ver como me iba quitando la ropa a poquitos, pero a mi me estaba dando mucho morbo.

Tenía el bañador en los tobillos cuando mi novia se dio cuenta y me miraba con incredulidad. No me dijo nada pero yo noté que le estaba poniendo también la situación. Terminé de sacarme el bañador y me quedé un rato desnudo tumbado en la toalla. La sensación era genial.

Era un día de mucho calor, y ya que estaba venciendo mi timidez, decidí dar un paseo por la orilla para refrescarme. Al principio me creía el centro de todas las miradas, hasta que comprendí que era simplemente era un tío en pelotas más y que todo el mundo estaba a lo suyo. Llegué a una zona donde casi no había gente y de repente, cerca del agua, vi algo tirado en la arena. Me acerqué y me encontré la parte de abajo de un bikini. Una braguita brasileña marrón, de esas que se atan a los lados, preciosa.

La cogí y lo primero que hice fue olerla, casi un gesto instintivo, luego me di cuenta y miré hacia los lados por si alguien me había visto, pero no, no había casi nadie. De repente escucho:

  • Te la vas a poner?
Me quedo de piedra, miro hacia mi izquierda y veo una chica que sale del agua y se dirige hacia a mí. Toda mojada, morena, con un tipo estupendo, unos pechos pequeños redonditos y con algo de pelo sobre su pubis, una fina tira de pelo negro mojado.

  • Que si te lo vas a poner?
  • Eh, no, aquí no, le contesto.
  • Vaya, aquí no, y donde te lo vas a poner entonces?
  • Eh, yo... no sé, no sé porque he dicho eso...
  • Ja ja!, tranquilo no pasa nada, pero si no te importa, yo sí que me lo voy a poner, que para eso lo dejé aquí al meterme en el agua.
Se lo di y se lo puso apoyándose en mí para no caerse.

En esos momentos, sin darme cuenta, me había empalmado por la situación. Ella se dio cuenta obviamente.

  • Con apoyarme en el hombro me llega, puedes bajar el soporte, gracias, ja ja ja! Es la primera vez que haces nudismo no?
Yo miro hacia abajo y me pongo colorado como un tomate. Sí le digo, perdona no pude controlarme.

  • No te preocupes, es normal. Estoy ahí arriba con una amiga, si quieres pásate por allí, tenemos varias mudas en la mochila. Seguro que te gustan.
Me guiña un ojo y se va caminando. Me quedo mirándola, viendo su culo redondito moverse, hipnotizándome, hasta que desaparece detrás de unas rocas.

En cuanto se me baja la erección vuelvo hacia la toalla. Al llegar veo que mi pareja está desnuda, tumbada boca arriba en la toalla y con las piernas ligeramente separadas.

Continuará...
Deseando leer la continuación. Esto promete 😉
 
No puedo creer lo que veo. Mi pareja, que nunca había hecho topless y que es super tímida, desnuda sóla en una playa, con las piernas medio abiertas y su coño a la vista de todo el mundo.

Lejos de enfadarme, la situación me puso de lo más cachondo y excitado. Al acercarme hacia la toalla me fijo en una pareja que está cerca, ambos desnudos, ella tomando el sol y él de lado, mirando hacia donde está mi novia y con la mano acariciándose su miembro, que empieza a coger un tamaño considerable.

Me tumbo en la toalla intentando asimilar todo lo que está pasando, con una gran calentura y con mi miembro empeñado en independizarse de mí y tomar sus propias decisiones.

  • Nunca pensé que te desnudarías en una playa.
  • Ya, ni yo, pero al ser la única que estaba con ropa me sentí rara. Me quité la parte de arriba y la verdad es que me gustó. La braguita me costó más pero al final me lancé.La verdad es que ahora estoy muy a gusto así.
La miro de arriba abajo, la he visto desnuda miles de veces, pero no sé, quizás el hecho de compartir su cuerpo con otras miradas o simplemente el morbo de la situación hace que la vea de otra manera, y esté muy excitado.

  • No mires pero hay un tío que se está tocando mirándote.
  • Oh, quieres que me vista?
  • No, creo que me da morbo. Déjalo que disfrute.
Me giro en dirección a él y lo miro. El deja de tocarse y disimula mirando hacia otro lado. La mujer que está con él está bastante bien y el tiene un buen miembro. Un momento,le estoy mirando la polla a un tío y me está poniendo? Debe ser el calor o es que estoy demasiado cachondo.

Noto que mi mano baja hasta mi pene y me lo empiezo a acariciar. El tío me ve y disimula pero me mira de vez en cuando. De repente vuelve a tocarse mirando hacia mí.

Yo sigo tocándome y poco a poco empiezo a pajearme, igual que el, mirándonos de frente. El acaricia a su mujer con la otra mano, que se ha dada la vuelta y también me mira. Yo estoy medio hipnotizado, sin poder apartar la mirada de ellos y sin poder apartar la mano de mi pene, que está ya empalmado, descapullado y con el glande cubierto de líquido. Igual que la de él, que acelera su paja con la mano.

De repente noto algo a mi espalda, una leve caricia. Mi pareja está acariciandome el culo. Giro la cabeza hacia ella.

  • Sigue, no me mires, míralos a ellos, me dice.
Vuelvo a girar la cabeza, la pareja me sonríe. Veo que ella lo está acariciando a él también y le habla al oido. Yo empiezo a notar la mano de mi novia muy juguetona por mi culito, pasando sus dedos por mi agujerito. Noto que coge crema solar y de repente tengo una sensación de frescor en mi ano. Casi sin poder asimilarla noto que algo lo invade. Mi novia ha metido su dedo índice en mi ano, pero cómo? no puedo creerlo, jamás la había visto así y ni había hecho nada parecido.

La otra pareja se ha dado cuenta, sonríen y hablan entre ellos. El acelera el ritmo, igual que mi novia, que parece querer sincronizarse con él y mete y saca el dedo al mismo ritmo. Noto que no puedo más, cierro los ojos y noto un líquido calentito sobre mi mano. Me estoy corriendo y me está encantando. Mi novia saca el dedo y me estremezco de placer. Miro a la pareja, él se está corriendo también, puedo ver su leche saliendo de su polla y depositándose en la arena.

  • Qué te ha parecido Alícia?
Mi novia me saca de mi trance con esa pregunta, así de golpe. Alícia, quién es Alícia?

  • La chica de la braguita del bikini, la que te encontraste antes paseando.
-Pero... cómo sabes tu eso?

  • Me mandó un whatsapp, es una amiga del gimnasio.
Continuará...
 
No puedo creer lo que veo. Mi pareja, que nunca había hecho topless y que es super tímida, desnuda sóla en una playa, con las piernas medio abiertas y su coño a la vista de todo el mundo.

Lejos de enfadarme, la situación me puso de lo más cachondo y excitado. Al acercarme hacia la toalla me fijo en una pareja que está cerca, ambos desnudos, ella tomando el sol y él de lado, mirando hacia donde está mi novia y con la mano acariciándose su miembro, que empieza a coger un tamaño considerable.

Me tumbo en la toalla intentando asimilar todo lo que está pasando, con una gran calentura y con mi miembro empeñado en independizarse de mí y tomar sus propias decisiones.

  • Nunca pensé que te desnudarías en una playa.
  • Ya, ni yo, pero al ser la única que estaba con ropa me sentí rara. Me quité la parte de arriba y la verdad es que me gustó. La braguita me costó más pero al final me lancé.La verdad es que ahora estoy muy a gusto así.
La miro de arriba abajo, la he visto desnuda miles de veces, pero no sé, quizás el hecho de compartir su cuerpo con otras miradas o simplemente el morbo de la situación hace que la vea de otra manera, y esté muy excitado.

  • No mires pero hay un tío que se está tocando mirándote.
  • Oh, quieres que me vista?
  • No, creo que me da morbo. Déjalo que disfrute.
Me giro en dirección a él y lo miro. El deja de tocarse y disimula mirando hacia otro lado. La mujer que está con él está bastante bien y el tiene un buen miembro. Un momento,le estoy mirando la polla a un tío y me está poniendo? Debe ser el calor o es que estoy demasiado cachondo.

Noto que mi mano baja hasta mi pene y me lo empiezo a acariciar. El tío me ve y disimula pero me mira de vez en cuando. De repente vuelve a tocarse mirando hacia mí.

Yo sigo tocándome y poco a poco empiezo a pajearme, igual que el, mirándonos de frente. El acaricia a su mujer con la otra mano, que se ha dada la vuelta y también me mira. Yo estoy medio hipnotizado, sin poder apartar la mirada de ellos y sin poder apartar la mano de mi pene, que está ya empalmado, descapullado y con el glande cubierto de líquido. Igual que la de él, que acelera su paja con la mano.

De repente noto algo a mi espalda, una leve caricia. Mi pareja está acariciandome el culo. Giro la cabeza hacia ella.

  • Sigue, no me mires, míralos a ellos, me dice.
Vuelvo a girar la cabeza, la pareja me sonríe. Veo que ella lo está acariciando a él también y le habla al oido. Yo empiezo a notar la mano de mi novia muy juguetona por mi culito, pasando sus dedos por mi agujerito. Noto que coge crema solar y de repente tengo una sensación de frescor en mi ano. Casi sin poder asimilarla noto que algo lo invade. Mi novia ha metido su dedo índice en mi ano, pero cómo? no puedo creerlo, jamás la había visto así y ni había hecho nada parecido.

La otra pareja se ha dado cuenta, sonríen y hablan entre ellos. El acelera el ritmo, igual que mi novia, que parece querer sincronizarse con él y mete y saca el dedo al mismo ritmo. Noto que no puedo más, cierro los ojos y noto un líquido calentito sobre mi mano. Me estoy corriendo y me está encantando. Mi novia saca el dedo y me estremezco de placer. Miro a la pareja, él se está corriendo también, puedo ver su leche saliendo de su polla y depositándose en la arena.

  • Qué te ha parecido Alícia?
Mi novia me saca de mi trance con esa pregunta, así de golpe. Alícia, quién es Alícia?

  • La chica de la braguita del bikini, la que te encontraste antes paseando.
-Pero... cómo sabes tu eso?

  • Me mandó un whatsapp, es una amiga del gimnasio.
Continuará...
Joder no te demores mucho que morbazo
 
-Y qué te contó?

-Nada, que os encontrasteis paseando y...

-Y?

-Y algo de una braguita de bikini...

Creo que en ese momento mi cara se debió poner como un tomate. A pesar de lo que acababa de pasar, que mi pareja se enterase de mis gustos sobre la ropa de chica me daba mucha vergüenza.

Ella me mira y me sonríe mientras baja su mirada a mi entrepierna.

-Se te ha puesto dura otra vez, ja ja. Estás pensando en Alicia?

Miro incrédulo mi miembro, que vuelve a estar erecto, manteniendo la misma postura de independencia sobre su dueño que lleva todo el día.

-Te dijo que te pasases por allí no? Por qué no vas? Yo iré en un rato.

No, no puede ser. Vamos a ver. Mi novia, pudorosa, vergonzosa y muy poco morbosa en general, está en pelotas en una playa nudista, me acaba de meter un dedo en el culo mientras yo me pajeaba mirando a una pareja en plena playa, y ahora me dice que vaya a junto su amiga y que ella ya vendrá en un rato. Uff, esto es duro de asimilar, pero estoy tan caliente y tan excitado que me voy a dejar llevar.

-En serio quieres que vaya?

-Claro, vete, yo voy a tomar el sol un rato y luego me acerco.

Me pongo el bañador, para tratar de disimular mi erección, me levanto y me dirijo hacia donde está Alicia. Le voy dando mil vueltas a la cabeza, pensando como puede acabar todo esto. Cada vez estoy más excitado y el morbo se apodera totalmente de mi. Subo hacia las rocas, donde había visto desaparecer el culo de Alicia. Ese culo que no había podido quitarme de la cabeza durante todo el tiempo.

Llego a una pequeña zona de arena entre rocas, no hay nadie, excepto una chica tumbada en una toalla. Está boca arriba, sin la parte de arriba del bikini. Tiene unos pechos pequeños, redonditos, con unos pezones rosaditos, deliciosos, y lleva una braguita de bikini marrón.

-Alicia no?

-Vaya, has venido. No te enfades por lo del whatsapp. Sabía que ella te dejaría venir igual.

-Sí, veo que las dos sabéis muchas cosas.

-Relájate, a caso no te estás divirtiendo?

La verdad es que lo estaba haciendo y mucho. Yo estaba de pie, con mi bañador hablando con Alicia, mientras miraba con detalle todo su cuerpo. Sus pechos me estaban hipnotizando igual que antes lo había hecho su culo.

-Lo cierto es que no me lo estoy pasando mal.

Ella coge otra toalla de la mochila y me la ofrece.

-Túmbate aquí conmigo. Mi amiga se tuvo que ir ya y estoy un poco aburrida.

Cogo la toalla y la extiendo a su lado. Me tumbo sin dejar de mirarla. Ella se vuelve a acostar a tomar el sol cerrando los ojos.

-No me digas que te vas a quedar con el bañador puesto. Con lo mono que estabas sin él...

-Es que no quiero quemarme, me dejé la crema con el resto de mis cosas.

-No te preocupes yo tengo.

Se incorpora y coge crema de la mochila.

-Hay que protegerse, sobre todo si no estás acostumbrado a hacer nudismo, esas zonas son mucho más sensibles.

Se pone en mi toalla, de rodillas, una pierna a cada lado de mi cuerpo, apoya la crema y empieza a tirar del bañador hacia abajo hasta quitármelo.Se levanta un momento y lo guarda en su mochila, dentro un bolsillo, y vuelve a ponerse sobre mi, de rodillas en la toalla. Coge un poco de crema y empieza a masajearme la espalda.

Yo en esos momentos ya estoy muy caliente con mi miembro empalmado y atrapado debajo de mí. Noto como sus manos, que son muy suaves, me van acariciando la espalda, suavemente masajeandola y bajando poco a poco.

-En el culete hay que hechar bastante crema. Es una zona muy delicada sabes?

Empieza a masajear mis nalgas, llenándolas de crema, en suaves masajes que poco a poco van abriendo y separándolas. Noto mi ano indefenso y expuesto. De repente noto algo fresquito en él, justo en el agujerito y extendiéndose por toda mi raja. Mi excitación es máxima. Hasta donde va a llegar, pienso. Nunca me habían metido nada en mi ano hasta que hace un rato mi novia metió su dedo y ahora estoy excitado y deseando que Alicia me haga lo mismo.

De repente lo noto. Mis nalgas se tensan, mi pene está a punto de reventar. Siento mi respiración agitada y con ganas de gemir de placer. Alicia está masajeando mi ano, metiendo su dedo índice por dentro, untado de crema, moviéndolo en círculos.

-Es verdad que te gusta, dijo ella sacándome de mi éxtasis.

-Te lo dijo?

-Sí, me contó vuestra experiencia de hace un rato por whatsapp mientras venías hacia aquí. Así que tenía claro lo que te iba a hacer.

-Pues has acertado dije yo, perplejo.

-No tan deprisa, esto es sólo un calentamiento, mi plan es que te corras sin tocártela y aún falta un poco. Date la vuelta.

No podía creerlo, me quedé pálido pero era tal el morbo de lo que acababa de escuchar que casi como un acto reflejo me estaba girando en la toalla. Ella estaba de rodillas, mirándome, con una sonrisa pícara. Yo colocándome boca arriba, totalmente empalmado.

-Ahora te encantaría que te la agarrase verdad? que te la acariciase lentamente, te la descapullase y la metiese lentamente en mi boca, lamiéndola despacio, chupando tu capullo hasta meterla en la boca, succionándola cada vez más adentro, acelerando el ritmo hasta que te corrieses verdad?

Joder, casi me corro con la descripción que me acaba de hacer. La imaginaba paso a paso haciendo todo el proceso. Pero estaba claro que su sonrisa malévola indicaba que eso no iba a pasar. En su lugar me dijo que abriese las piernas y flexionase las rodillas. Obedecí con mi pene mirando al cielo. Ella volvió a meter su dedo en mi culo. Lentamente me penetraba, haciendo movimientos circulares. Después acariciaba mi próstata por dentro, donde dicen está el punto g de los hombres.

Mi excitación era máxima. Mi pene estaba como una piedra, lejos de bajarse la erección seguía duro y erguido. Empecé a notar un cosquilleo, una sensación de querer correrme, pero nadie me la estaba tocando. Ella aceleró la penetración mientras empezaba a acariciarme debajo de los testículos y los apretaba un poco masajeándolos.

De repente no pude más. Estallé en un orgasmo, como nunca había sentido. De mi pene empezó a salir leche caliente, como una fuente, cayendo sobre mi estómago y deslizándose por mi miembro.

-Mmmmmm muy bien, pensé que ibas a tardar más. Debes estar muy caliente, dijo ella, con una sonrisa de satisfacción.

-Te has ganado tu premio.

Se puso de pie y se quitó la braguita del bikini, volvió a su posición de rodillas delante de mi y empezó a colocármela, metiéndola por mis pies y subiéndola hasta acomodar con su mano mi pene dentro de la braguita.

Yo miré hacia los lados avergonzado, pero por suerte no había rastro de nadie.

-Al final parece que sí te lo pusiste aquí no?

Yo asentí con la cabeza, con un gesto entre avergonzado y agradecido.

-Creo que te falta la parte de arriba, a ver si la encuentro en mi mochila, pero antes, creo que voy a mandar un whatsapp.

Continuará...
 
-Y qué te contó?

-Nada, que os encontrasteis paseando y...

-Y?

-Y algo de una braguita de bikini...

Creo que en ese momento mi cara se debió poner como un tomate. A pesar de lo que acababa de pasar, que mi pareja se enterase de mis gustos sobre la ropa de chica me daba mucha vergüenza.

Ella me mira y me sonríe mientras baja su mirada a mi entrepierna.

-Se te ha puesto dura otra vez, ja ja. Estás pensando en Alicia?

Miro incrédulo mi miembro, que vuelve a estar erecto, manteniendo la misma postura de independencia sobre su dueño que lleva todo el día.

-Te dijo que te pasases por allí no? Por qué no vas? Yo iré en un rato.

No, no puede ser. Vamos a ver. Mi novia, pudorosa, vergonzosa y muy poco morbosa en general, está en pelotas en una playa nudista, me acaba de meter un dedo en el culo mientras yo me pajeaba mirando a una pareja en plena playa, y ahora me dice que vaya a junto su amiga y que ella ya vendrá en un rato. Uff, esto es duro de asimilar, pero estoy tan caliente y tan excitado que me voy a dejar llevar.

-En serio quieres que vaya?

-Claro, vete, yo voy a tomar el sol un rato y luego me acerco.

Me pongo el bañador, para tratar de disimular mi erección, me levanto y me dirijo hacia donde está Alicia. Le voy dando mil vueltas a la cabeza, pensando como puede acabar todo esto. Cada vez estoy más excitado y el morbo se apodera totalmente de mi. Subo hacia las rocas, donde había visto desaparecer el culo de Alicia. Ese culo que no había podido quitarme de la cabeza durante todo el tiempo.

Llego a una pequeña zona de arena entre rocas, no hay nadie, excepto una chica tumbada en una toalla. Está boca arriba, sin la parte de arriba del bikini. Tiene unos pechos pequeños, redonditos, con unos pezones rosaditos, deliciosos, y lleva una braguita de bikini marrón.

-Alicia no?

-Vaya, has venido. No te enfades por lo del whatsapp. Sabía que ella te dejaría venir igual.

-Sí, veo que las dos sabéis muchas cosas.

-Relájate, a caso no te estás divirtiendo?

La verdad es que lo estaba haciendo y mucho. Yo estaba de pie, con mi bañador hablando con Alicia, mientras miraba con detalle todo su cuerpo. Sus pechos me estaban hipnotizando igual que antes lo había hecho su culo.

-Lo cierto es que no me lo estoy pasando mal.

Ella coge otra toalla de la mochila y me la ofrece.

-Túmbate aquí conmigo. Mi amiga se tuvo que ir ya y estoy un poco aburrida.

Cogo la toalla y la extiendo a su lado. Me tumbo sin dejar de mirarla. Ella se vuelve a acostar a tomar el sol cerrando los ojos.

-No me digas que te vas a quedar con el bañador puesto. Con lo mono que estabas sin él...

-Es que no quiero quemarme, me dejé la crema con el resto de mis cosas.

-No te preocupes yo tengo.

Se incorpora y coge crema de la mochila.

-Hay que protegerse, sobre todo si no estás acostumbrado a hacer nudismo, esas zonas son mucho más sensibles.

Se pone en mi toalla, de rodillas, una pierna a cada lado de mi cuerpo, apoya la crema y empieza a tirar del bañador hacia abajo hasta quitármelo.Se levanta un momento y lo guarda en su mochila, dentro un bolsillo, y vuelve a ponerse sobre mi, de rodillas en la toalla. Coge un poco de crema y empieza a masajearme la espalda.

Yo en esos momentos ya estoy muy caliente con mi miembro empalmado y atrapado debajo de mí. Noto como sus manos, que son muy suaves, me van acariciando la espalda, suavemente masajeandola y bajando poco a poco.

-En el culete hay que hechar bastante crema. Es una zona muy delicada sabes?

Empieza a masajear mis nalgas, llenándolas de crema, en suaves masajes que poco a poco van abriendo y separándolas. Noto mi ano indefenso y expuesto. De repente noto algo fresquito en él, justo en el agujerito y extendiéndose por toda mi raja. Mi excitación es máxima. Hasta donde va a llegar, pienso. Nunca me habían metido nada en mi ano hasta que hace un rato mi novia metió su dedo y ahora estoy excitado y deseando que Alicia me haga lo mismo.

De repente lo noto. Mis nalgas se tensan, mi pene está a punto de reventar. Siento mi respiración agitada y con ganas de gemir de placer. Alicia está masajeando mi ano, metiendo su dedo índice por dentro, untado de crema, moviéndolo en círculos.

-Es verdad que te gusta, dijo ella sacándome de mi éxtasis.

-Te lo dijo?

-Sí, me contó vuestra experiencia de hace un rato por whatsapp mientras venías hacia aquí. Así que tenía claro lo que te iba a hacer.

-Pues has acertado dije yo, perplejo.

-No tan deprisa, esto es sólo un calentamiento, mi plan es que te corras sin tocártela y aún falta un poco. Date la vuelta.

No podía creerlo, me quedé pálido pero era tal el morbo de lo que acababa de escuchar que casi como un acto reflejo me estaba girando en la toalla. Ella estaba de rodillas, mirándome, con una sonrisa pícara. Yo colocándome boca arriba, totalmente empalmado.

-Ahora te encantaría que te la agarrase verdad? que te la acariciase lentamente, te la descapullase y la metiese lentamente en mi boca, lamiéndola despacio, chupando tu capullo hasta meterla en la boca, succionándola cada vez más adentro, acelerando el ritmo hasta que te corrieses verdad?

Joder, casi me corro con la descripción que me acaba de hacer. La imaginaba paso a paso haciendo todo el proceso. Pero estaba claro que su sonrisa malévola indicaba que eso no iba a pasar. En su lugar me dijo que abriese las piernas y flexionase las rodillas. Obedecí con mi pene mirando al cielo. Ella volvió a meter su dedo en mi culo. Lentamente me penetraba, haciendo movimientos circulares. Después acariciaba mi próstata por dentro, donde dicen está el punto g de los hombres.

Mi excitación era máxima. Mi pene estaba como una piedra, lejos de bajarse la erección seguía duro y erguido. Empecé a notar un cosquilleo, una sensación de querer correrme, pero nadie me la estaba tocando. Ella aceleró la penetración mientras empezaba a acariciarme debajo de los testículos y los apretaba un poco masajeándolos.

De repente no pude más. Estallé en un orgasmo, como nunca había sentido. De mi pene empezó a salir leche caliente, como una fuente, cayendo sobre mi estómago y deslizándose por mi miembro.

-Mmmmmm muy bien, pensé que ibas a tardar más. Debes estar muy caliente, dijo ella, con una sonrisa de satisfacción.

-Te has ganado tu premio.

Se puso de pie y se quitó la braguita del bikini, volvió a su posición de rodillas delante de mi y empezó a colocármela, metiéndola por mis pies y subiéndola hasta acomodar con su mano mi pene dentro de la braguita.

Yo miré hacia los lados avergonzado, pero por suerte no había rastro de nadie.

-Al final parece que sí te lo pusiste aquí no?

Yo asentí con la cabeza, con un gesto entre avergonzado y agradecido.

-Creo que te falta la parte de arriba, a ver si la encuentro en mi mochila, pero antes, creo que voy a mandar un whatsapp.

Continuará...
Ten cuidado, ahora sacará un arnés y te follarán entre las dos...
Joder que envidia,yo quiero estar en tu lugar 😉
 
Termina de enviar el whatsapp y guarda el móvil en la mochila, de la que saca la parte de arriba del bikini.

-Incorpórate cielo.

Me siento en la toalla y ella empieza a colocarme la otra pieza del bikini, con mimo, buscando bien el sitio y atándolo con delicadeza.

-Tú novia va a tardar un rato, dice que está ocupada, pero que luego viene y que mientras te portes bien.

Ocupada? Ocupada con qué... no quiero ni pensarlo. Me noto el bikini, me aprieta, pero al mismo tiempo la tela es muy suave y su roce con mi piel hace que vuelva estar cachondo.

-Vamos a dar un paseo por la playa.

-Qué? Así vestido? Estás de broma...

-No, que va, ahora casi no hay gente ya y además estás muy mono.

Está de pie, con su sonrisa pícara, mirándome como una niña buena mira a sus padres para conseguir lo que quiere, con una mirada que derretiría a cualquiera, así que no puedo sino ponerme de pie. Miro a los lados, vergonzoso, tímido, me coloco el bikini que se había metido por mi raja y empezamos a andar.

Me coge de la mano y caminos por la orilla, yo en bikini y ella desnuda. Casi no hay nadie en la playa, menos mal, pienso yo. A lo lejos se ve una pareja, cerca de la orilla, tumbados en la arena, ambos desnudos. Desde aquí es difícil verlo pero parece que se están poniendo mutuamente, rozándose un poco.

-No iremos a pasar por delante no?

-Tranquilo, la gente está a lo suyo, seguro que ni se dan cuentan y pensarán que somos dos lesbianas buscando un sitio para calentarnos. Al fin y al cabo es lo que se hace a esta hora en la playa, no?

Otra vez, esa mirada de niña buena, que me hipnotiza y que hace que pierda la noción del tiempo. Hasta tal punto que cuando me doy cuenta estamos a la altura de la pareja, que efectivamente se estaban poniendo a tono. Ella con la mano en el pene de él, acariciándolo lentamente mientras él tiene los ojos cerrados y una mano en uno de los pechos de ella.

Una chica rubia de piel blanca, con el pelo rizo, es la primera en darse cuenta que no somos lesbianas y que yo soy un chico. Me sonríe y luego sonríe a Alicia. Le dice algo a su pareja, que abre los ojos y nos mira. Yo quiero que me trague la tierra en esos momentos.

-Guapísimas, a dónde vais? nos dice él con una sonrisa. Su mano se aparta del pecho de su mujer y se dirige a su miembro, acariciándolo mientras nos mira.

-Sólo damos un paseo, contesta Alicia.

-Eso está bien. Tú amigo parece algo nervioso no?

-Se ve que es un chico tímido, por eso no se quitó el bikini aún, le dice ella.

Ambos se ríen y nos siguen mirando.

-Es la primera vez que viene a esta playa, contesta Alicia. Bueno y la primera que hace nudismo.

La otra chica se levanta y se acerca hacía mí, mientras su pareja se pajea ya sin ningún pudor. Dirige su mano hacia mi paquete y me coloca la braguita.

-Así, mucho mejor, se te iba a salir por un lateral.

Al sentir sus manos sobre mi pene, éste se empieza a mover bajo la braguita, asomando la punta por arriba. Yo me pongo colorado, miro al hombre que se pajea a gusto mirando y me sonríe.

-Uy, perdona, creo que lo puse aún peor de lo que estaba. Pero ya te lo arreglo no te preocupes.

Se pone de rodillas, baja un poco la braguita y me la agarra, empezando a movérmela de arriba a abajo.

-Eso nunca falla, dice Alicia mientras ríe.

La chica empieza a pasar su lengua por mi glande, ya descapullado y lentamente comienza a chuparla, mientras con su mano la pajea despacio, pero con firmeza. Alicia se acerca al hombre que sigue sentado en el suelo con la mano en su polla. Se pone sobre él y separa un poco su piernas. Este le acaricia con la mano su coñito y acerca su cara, empezando a lamérselo.Ella mientras le acaricia la cabeza con la mano, cierra los ojos y disfruta mientras se va excitando. Empieza a acariciar sus pechos suavemente con la otra mano y sus pezones se ponen erectos.

Mientras la otra chica está ya comiéndomela salvajemente, chupando sin parar mientras con la mano se acaricia su coño lleno de finos pelos rubios, casi transparentes y muy rizos. Noto que sube la otra mano por mis piernas, acariciándolas hasta meter sus dedos por entre la braguita acariciando mis nalgas, suavemente y buscando, como no, mi agujero, que nunca estuvo tan solicitado. Enseguida noto un dedo índice introduciéndose por mi culo, el tercero distinto en lo que va de tarde. Ella me mira sorprendida.

-Qué fácil entra cielo, no es el primero no?

Yo no digo nada, sólo la agarro y empiezo a mover mi cuerpo metiendo mi pene en su boca.

-Mmmmm, está claro que eso te gusta, dice con la boca llena.

Miro a Alicia, que está ya tumbada en la arena, con las piernas abiertas. El le está chupando a conciencia, metiendo su lengua por todos los rincones de su entrepierna. Ella mueve su pelvis rozándose contra la boca del otro, mientras se acaricia los pechos y gime de placer. Hace un rato ella me tenía a mí en la misma posición.

-Este ya está calentito y a punto, cariño.

Después de decir eso la chica rubia, se levanta, me coge por mi miembro y me lleva hacia ellos, tumbándome en el suelo me quita la braguita. El hombre se levanta y se pone de rodillas delante de mí. Miro a Alicia, que vuelve a tener esa sonrisa pícara y se pone a mi lado, acariciándome la cabeza.

-Te gustará, sólo relájate. Pórtate bien como te dijo tu novia.

Casi sin darme cuenta ya tenía la punta de la polla de aquel hombre entrando en mi trasero. La mía estaba erecta mirando al cielo y siendo pajeada por la chica rubia. Sólo un poco más dijo él, mientras clavaba todo su miembro dentro de mí. Me estaba doliendo pero al mismo tiempo sentía un placer indescriptible. Empezó a moverse, penetrándome, al principio despacio y poco a poco iba acelerando.Su pareja dejó de pajearme y se puso sobre mí, introduciéndose toda mi polla en su vagina y sentándose encima. Empezó a moverse acompasando su movimiento con el de él, clavándose todo mi miembro a la vez que él hundía el suyo dentro de mí.

Alicia se puso sobre mí. Colocando su coño a centímetros de mi cara. Era rosadito, con esa línea de pelo justo encima. Estaba mojado, se podía ver a simple vista, muy mojado. Me agarró la cabeza con sus manos y empezó a rozarlo por mi cara. Yo saqué la lengua para saborear su esencia cada vez que pasaba sobre mí. Se fue acomodando apretándose más y más contra mi cara. Gemía de placer y podía notar como sus caderas se estremecían.

No sé cuanto rato estuvimos así, pero a mí me pareció una eternidad. Todo era placer y no sabía por qué decidirme, mi pene, mi culo y mi boca estaban gozando a la vez.

-Ya, cielo, es la hora, gimió Alicia.

Noté como se estremecía todo su cuerpo, mientras escuché un gemido que hizo estremecer el mío. Aferrada a mi cabeza retorció todo su cuerpo sobre ella. Al mismo tiempo noté un líquido caliente llenar mi ano y unas uñas clavándose en mi pecho. No podía más, así que me dejé llevar y empecé a correrme como nunca antes lo había hecho.

La pareja se fue hacia su coche después de despedirse y yo me quedé tirado en la arena, en la misma posición donde hace unos momentos acababa de vivir una experiencia sin igual. Alicia me miraba dulce mientras sujetaba el teléfono en la mano.

-Te has portado muy bien cielo.

Me tendió la mano.

-Vamos, tu novia nos espera.

Continuará...
 
Mi novia nos estaba esperando, tumbada en la toalla de Alicia. Se incorporó al vernos y esbozo una sonrisa al verme en bikini.

-Vaya, estás monísimo, ja ja ja. Veo que lo pasasteis bien no? Fue bueno? pregunto mirando a Alicia.

-Muy bueno, se portó muy bien, dijo ella mientras pasaba una mano por mi cabeza acariciándome.

Mi novia llevaba un bikini diferente al que tenía antes, y de hecho no era ninguno que yo recordase. Le quedaba algo pequeño, y sus pechos parecía que se salían. Por abajo la cosa no estaba mejor, apenas le cubría el culo y por delante se veía demasiado estrecho.

-Oye, que haces con mi bikini, pregunto Alicia extrañada.

-Uff, si te cuento...

-Cuenta, cuenta.

Nos sentamos y mi novia empieza a relatarnos una historia.

Recuerdas la pareja de antes? me dice. Después de que el hombre y tú os pajeaseis mirándoos...

-Espera, espera interrumpió Alicia. Se pajeo mirando a un hombre delante de ti?

-Y ella me metió su dedo en el culo dije yo como si hubiese vuelto al colegio y quisiese defender ante la maestra.

-Que ella hizo qué? dijo Alicia. Vaya si es verdad que estabas caliente como decías en el whatsapp.

-Bueno os cuento lo que me pasó o no?, protesta mi novia.

-Sí, sigue.

Bueno, pues después de eso, tú te fuiste y el otro tío se fue a darse un chapuzón. Entonces la mujer se levanta y viene hacia mí. Me dice que ha sido muy morboso lo que pasó y que le encantó como yo te metía el dedo mientras tu te pajeabas. Me cuenta que su marido es muy fetichista y que le encanta la ropa de chica, que ella le deja la suya en casa y lo hacen así vestido. En ese momento se calla un instante y me mira.

-Fue ella, me obligó a ponermelo, dije señalando a Alicia.

Bueno, total, prosiguió mi novia, que me dice que le da mucho morbo eso, pero lo que le pone cachondísimo es ponerse ropa de otras mujeres, y si es usada mejor. Entonces me pregunta si me importaría dejarle mi bikini, que están los dos muy calientes.

Yo no puedo creerme lo que escucho, pero lo cierto es que me está gustando la historia y me estoy empezando a excitar con ella. Alicia está como embobada escuchando atentamente y lentamente acaricia mi culo con su mano, mientras mi novia prosigue con la historia.

Yo estaba muy excitada también y le dije que sí, no sé muy bien porque, pero acepté. Cuando volvió su marido del agua nos fuimos a una zona apartada. Les dejé el bikini y el empezó a ponérselo mientras ella le ayudaba a atárselo. La verdad es que estaba ridículo pero se puso muy cachondo y la mujer también. Cuando me di cuenta estaban sobándose y metiéndose mano! Y yo allí delante, en pelotas esperando por mi bikini.

Según sigue avanzando la historia me pongo cada vez más cachondo. Me ayuda y mucho la mano de Alicia que está jugueteando ya con mi pene por debajo del bikini, haciendo que se me ponga dura otra vez. Empieza a pajearme despacio, lentamente, mientras escuchamos atentos a mi novia, que se ha dado cuenta pero sigue narrando, parándose en los detalles para que nos pongamos más calientes.

Después de un rato descubrimos que la razón de que mi novia acabase sin bikini es que éste acabo lleno de la corrida del otro hombre por todos lados así que decidió regalárselo. A esas alturas yo tenía ya mi polla fuera del bikini y Alicia me pajeaba ante la atenta mirada de mi novia.

Alicia le cogió la mano y se la acercó a mi miembro erecto. Puso la suya encima y empezaron a pajearme a la vez, muy despacio y muy suave.

-Me estás mojando el bikini, dijo Alicia mirándola. Y este otro, dijo señalando al que llevaba yo, además de estar muy estirado creo que va a acabar lleno de leche como el tuyo. Y no traje más, así que me parece que nos vamos a tener que ir desnuditas para casa.

Al mismo tiempo que decía eso, con la otra mano tiraba del lazo que sujetaba la parte de arriba del bikini que llevaba mi novia, dejando sus pechos desnudos. Después con su mano empezaba a acariciarle los pezones suavemente, poniéndolos totalmente erectos.

Mi novia contesta llevando una mano al coño de Alicia, acariciándolo con las llevas de los dedos, buscando su clítoris. Cuando me doy cuenta me han soltado la polla y están enlazadas, acariciándose y recorriéndose cada una todo el cuerpo de la otra.

Se rozan, uniendo sus coños, aunque mi novia sigue con la parte de abajo del bikini, que se le mete por todos lados, arrugándose en la raja de su culo y entre los labios de su vagina. Yo veo como se estremecen de placer y escucho sus gemidos que van ganando intensidad, al mismo ritmos que el roce de sus cuerpos.

Yo me pajeo viendo el espectáculo, excitado, intentando acompasar el movimiento con el de sus cuerpos. Noto que están cerca, sus gemidos se aceleran, el roce se intensifica, se aprietan y abrazan entre ellas.

En el momento que llegan al clímax, yo me acelero la paja y me corro también, pero antes subo la braguita del bikini de Alicia y me corro dentro, mojándolo por completo.

Nos quedamos los tres vacíos, mirándonos un rato, ellas abrazadas aún. Al cabo de un rato Alicia se levanta y viene hacia mi, tira de los lazos que unen las dos partes de la braguita del bikini que aún llevo puesto y me la saca.

-Lo siento, pero yo no te lo regalo. Me gusta así mojadito.

Se acerca mi novia y le hace lo mismo.

-Y el tuyo también. Mmmm no sé cual de los dos está más mojado, dice mientras nos sonríe y nos guiña un ojo.

Nos marchamos los tres de la playa, desnudos y así nos metimos en el coche, y así, desnudos, llegamos a casa. Esa noche Alicia se quedó a dormir con nosotros, pero eso, es otra historia.
 
Mi novia nos estaba esperando, tumbada en la toalla de Alicia. Se incorporó al vernos y esbozo una sonrisa al verme en bikini.

-Vaya, estás monísimo, ja ja ja. Veo que lo pasasteis bien no? Fue bueno? pregunto mirando a Alicia.

-Muy bueno, se portó muy bien, dijo ella mientras pasaba una mano por mi cabeza acariciándome.

Mi novia llevaba un bikini diferente al que tenía antes, y de hecho no era ninguno que yo recordase. Le quedaba algo pequeño, y sus pechos parecía que se salían. Por abajo la cosa no estaba mejor, apenas le cubría el culo y por delante se veía demasiado estrecho.

-Oye, que haces con mi bikini, pregunto Alicia extrañada.

-Uff, si te cuento...

-Cuenta, cuenta.

Nos sentamos y mi novia empieza a relatarnos una historia.

Recuerdas la pareja de antes? me dice. Después de que el hombre y tú os pajeaseis mirándoos...

-Espera, espera interrumpió Alicia. Se pajeo mirando a un hombre delante de ti?

-Y ella me metió su dedo en el culo dije yo como si hubiese vuelto al colegio y quisiese defender ante la maestra.

-Que ella hizo qué? dijo Alicia. Vaya si es verdad que estabas caliente como decías en el whatsapp.

-Bueno os cuento lo que me pasó o no?, protesta mi novia.

-Sí, sigue.

Bueno, pues después de eso, tú te fuiste y el otro tío se fue a darse un chapuzón. Entonces la mujer se levanta y viene hacia mí. Me dice que ha sido muy morboso lo que pasó y que le encantó como yo te metía el dedo mientras tu te pajeabas. Me cuenta que su marido es muy fetichista y que le encanta la ropa de chica, que ella le deja la suya en casa y lo hacen así vestido. En ese momento se calla un instante y me mira.

-Fue ella, me obligó a ponermelo, dije señalando a Alicia.

Bueno, total, prosiguió mi novia, que me dice que le da mucho morbo eso, pero lo que le pone cachondísimo es ponerse ropa de otras mujeres, y si es usada mejor. Entonces me pregunta si me importaría dejarle mi bikini, que están los dos muy calientes.

Yo no puedo creerme lo que escucho, pero lo cierto es que me está gustando la historia y me estoy empezando a excitar con ella. Alicia está como embobada escuchando atentamente y lentamente acaricia mi culo con su mano, mientras mi novia prosigue con la historia.

Yo estaba muy excitada también y le dije que sí, no sé muy bien porque, pero acepté. Cuando volvió su marido del agua nos fuimos a una zona apartada. Les dejé el bikini y el empezó a ponérselo mientras ella le ayudaba a atárselo. La verdad es que estaba ridículo pero se puso muy cachondo y la mujer también. Cuando me di cuenta estaban sobándose y metiéndose mano! Y yo allí delante, en pelotas esperando por mi bikini.

Según sigue avanzando la historia me pongo cada vez más cachondo. Me ayuda y mucho la mano de Alicia que está jugueteando ya con mi pene por debajo del bikini, haciendo que se me ponga dura otra vez. Empieza a pajearme despacio, lentamente, mientras escuchamos atentos a mi novia, que se ha dado cuenta pero sigue narrando, parándose en los detalles para que nos pongamos más calientes.

Después de un rato descubrimos que la razón de que mi novia acabase sin bikini es que éste acabo lleno de la corrida del otro hombre por todos lados así que decidió regalárselo. A esas alturas yo tenía ya mi polla fuera del bikini y Alicia me pajeaba ante la atenta mirada de mi novia.

Alicia le cogió la mano y se la acercó a mi miembro erecto. Puso la suya encima y empezaron a pajearme a la vez, muy despacio y muy suave.

-Me estás mojando el bikini, dijo Alicia mirándola. Y este otro, dijo señalando al que llevaba yo, además de estar muy estirado creo que va a acabar lleno de leche como el tuyo. Y no traje más, así que me parece que nos vamos a tener que ir desnuditas para casa.

Al mismo tiempo que decía eso, con la otra mano tiraba del lazo que sujetaba la parte de arriba del bikini que llevaba mi novia, dejando sus pechos desnudos. Después con su mano empezaba a acariciarle los pezones suavemente, poniéndolos totalmente erectos.

Mi novia contesta llevando una mano al coño de Alicia, acariciándolo con las llevas de los dedos, buscando su clítoris. Cuando me doy cuenta me han soltado la polla y están enlazadas, acariciándose y recorriéndose cada una todo el cuerpo de la otra.

Se rozan, uniendo sus coños, aunque mi novia sigue con la parte de abajo del bikini, que se le mete por todos lados, arrugándose en la raja de su culo y entre los labios de su vagina. Yo veo como se estremecen de placer y escucho sus gemidos que van ganando intensidad, al mismo ritmos que el roce de sus cuerpos.

Yo me pajeo viendo el espectáculo, excitado, intentando acompasar el movimiento con el de sus cuerpos. Noto que están cerca, sus gemidos se aceleran, el roce se intensifica, se aprietan y abrazan entre ellas.

En el momento que llegan al clímax, yo me acelero la paja y me corro también, pero antes subo la braguita del bikini de Alicia y me corro dentro, mojándolo por completo.

Nos quedamos los tres vacíos, mirándonos un rato, ellas abrazadas aún. Al cabo de un rato Alicia se levanta y viene hacia mi, tira de los lazos que unen las dos partes de la braguita del bikini que aún llevo puesto y me la saca.

-Lo siento, pero yo no te lo regalo. Me gusta así mojadito.

Se acerca mi novia y le hace lo mismo.

-Y el tuyo también. Mmmm no sé cual de los dos está más mojado, dice mientras nos sonríe y nos guiña un ojo.

Nos marchamos los tres de la playa, desnudos y así nos metimos en el coche, y así, desnudos, llegamos a casa. Esa noche Alicia se quedó a dormir con nosotros, pero eso, es otra historia.
Queremos saber esa otra historia,mmm
 
Mi novia nos estaba esperando, tumbada en la toalla de Alicia. Se incorporó al vernos y esbozo una sonrisa al verme en bikini.

-Vaya, estás monísimo, ja ja ja. Veo que lo pasasteis bien no? Fue bueno? pregunto mirando a Alicia.

-Muy bueno, se portó muy bien, dijo ella mientras pasaba una mano por mi cabeza acariciándome.

Mi novia llevaba un bikini diferente al que tenía antes, y de hecho no era ninguno que yo recordase. Le quedaba algo pequeño, y sus pechos parecía que se salían. Por abajo la cosa no estaba mejor, apenas le cubría el culo y por delante se veía demasiado estrecho.

-Oye, que haces con mi bikini, pregunto Alicia extrañada.

-Uff, si te cuento...

-Cuenta, cuenta.

Nos sentamos y mi novia empieza a relatarnos una historia.

Recuerdas la pareja de antes? me dice. Después de que el hombre y tú os pajeaseis mirándoos...

-Espera, espera interrumpió Alicia. Se pajeo mirando a un hombre delante de ti?

-Y ella me metió su dedo en el culo dije yo como si hubiese vuelto al colegio y quisiese defender ante la maestra.

-Que ella hizo qué? dijo Alicia. Vaya si es verdad que estabas caliente como decías en el whatsapp.

-Bueno os cuento lo que me pasó o no?, protesta mi novia.

-Sí, sigue.

Bueno, pues después de eso, tú te fuiste y el otro tío se fue a darse un chapuzón. Entonces la mujer se levanta y viene hacia mí. Me dice que ha sido muy morboso lo que pasó y que le encantó como yo te metía el dedo mientras tu te pajeabas. Me cuenta que su marido es muy fetichista y que le encanta la ropa de chica, que ella le deja la suya en casa y lo hacen así vestido. En ese momento se calla un instante y me mira.

-Fue ella, me obligó a ponermelo, dije señalando a Alicia.

Bueno, total, prosiguió mi novia, que me dice que le da mucho morbo eso, pero lo que le pone cachondísimo es ponerse ropa de otras mujeres, y si es usada mejor. Entonces me pregunta si me importaría dejarle mi bikini, que están los dos muy calientes.

Yo no puedo creerme lo que escucho, pero lo cierto es que me está gustando la historia y me estoy empezando a excitar con ella. Alicia está como embobada escuchando atentamente y lentamente acaricia mi culo con su mano, mientras mi novia prosigue con la historia.

Yo estaba muy excitada también y le dije que sí, no sé muy bien porque, pero acepté. Cuando volvió su marido del agua nos fuimos a una zona apartada. Les dejé el bikini y el empezó a ponérselo mientras ella le ayudaba a atárselo. La verdad es que estaba ridículo pero se puso muy cachondo y la mujer también. Cuando me di cuenta estaban sobándose y metiéndose mano! Y yo allí delante, en pelotas esperando por mi bikini.

Según sigue avanzando la historia me pongo cada vez más cachondo. Me ayuda y mucho la mano de Alicia que está jugueteando ya con mi pene por debajo del bikini, haciendo que se me ponga dura otra vez. Empieza a pajearme despacio, lentamente, mientras escuchamos atentos a mi novia, que se ha dado cuenta pero sigue narrando, parándose en los detalles para que nos pongamos más calientes.

Después de un rato descubrimos que la razón de que mi novia acabase sin bikini es que éste acabo lleno de la corrida del otro hombre por todos lados así que decidió regalárselo. A esas alturas yo tenía ya mi polla fuera del bikini y Alicia me pajeaba ante la atenta mirada de mi novia.

Alicia le cogió la mano y se la acercó a mi miembro erecto. Puso la suya encima y empezaron a pajearme a la vez, muy despacio y muy suave.

-Me estás mojando el bikini, dijo Alicia mirándola. Y este otro, dijo señalando al que llevaba yo, además de estar muy estirado creo que va a acabar lleno de leche como el tuyo. Y no traje más, así que me parece que nos vamos a tener que ir desnuditas para casa.

Al mismo tiempo que decía eso, con la otra mano tiraba del lazo que sujetaba la parte de arriba del bikini que llevaba mi novia, dejando sus pechos desnudos. Después con su mano empezaba a acariciarle los pezones suavemente, poniéndolos totalmente erectos.

Mi novia contesta llevando una mano al coño de Alicia, acariciándolo con las llevas de los dedos, buscando su clítoris. Cuando me doy cuenta me han soltado la polla y están enlazadas, acariciándose y recorriéndose cada una todo el cuerpo de la otra.

Se rozan, uniendo sus coños, aunque mi novia sigue con la parte de abajo del bikini, que se le mete por todos lados, arrugándose en la raja de su culo y entre los labios de su vagina. Yo veo como se estremecen de placer y escucho sus gemidos que van ganando intensidad, al mismo ritmos que el roce de sus cuerpos.

Yo me pajeo viendo el espectáculo, excitado, intentando acompasar el movimiento con el de sus cuerpos. Noto que están cerca, sus gemidos se aceleran, el roce se intensifica, se aprietan y abrazan entre ellas.

En el momento que llegan al clímax, yo me acelero la paja y me corro también, pero antes subo la braguita del bikini de Alicia y me corro dentro, mojándolo por completo.

Nos quedamos los tres vacíos, mirándonos un rato, ellas abrazadas aún. Al cabo de un rato Alicia se levanta y viene hacia mi, tira de los lazos que unen las dos partes de la braguita del bikini que aún llevo puesto y me la saca.

-Lo siento, pero yo no te lo regalo. Me gusta así mojadito.

Se acerca mi novia y le hace lo mismo.

-Y el tuyo también. Mmmm no sé cual de los dos está más mojado, dice mientras nos sonríe y nos guiña un ojo.

Nos marchamos los tres de la playa, desnudos y así nos metimos en el coche, y así, desnudos, llegamos a casa. Esa noche Alicia se quedó a dormir con nosotros, pero eso, es otra historia.
¡me ha flipado -y puesto igualmente burro- la historia que has contado! Vaya, vaya... muchas historias en una que podrían ampliarse con otras secuelas... no sólo es nudismo, sino también trío(s) y bisexualidad... ¡vaya combo! Felicidades por el relato.
 
-Y qué te contó?

-Nada, que os encontrasteis paseando y...

-Y?

-Y algo de una braguita de bikini...

Creo que en ese momento mi cara se debió poner como un tomate. A pesar de lo que acababa de pasar, que mi pareja se enterase de mis gustos sobre la ropa de chica me daba mucha vergüenza.

Ella me mira y me sonríe mientras baja su mirada a mi entrepierna.

-Se te ha puesto dura otra vez, ja ja. Estás pensando en Alicia?

Miro incrédulo mi miembro, que vuelve a estar erecto, manteniendo la misma postura de independencia sobre su dueño que lleva todo el día.

-Te dijo que te pasases por allí no? Por qué no vas? Yo iré en un rato.

No, no puede ser. Vamos a ver. Mi novia, pudorosa, vergonzosa y muy poco morbosa en general, está en pelotas en una playa nudista, me acaba de meter un dedo en el culo mientras yo me pajeaba mirando a una pareja en plena playa, y ahora me dice que vaya a junto su amiga y que ella ya vendrá en un rato. Uff, esto es duro de asimilar, pero estoy tan caliente y tan excitado que me voy a dejar llevar.

-En serio quieres que vaya?

-Claro, vete, yo voy a tomar el sol un rato y luego me acerco.

Me pongo el bañador, para tratar de disimular mi erección, me levanto y me dirijo hacia donde está Alicia. Le voy dando mil vueltas a la cabeza, pensando como puede acabar todo esto. Cada vez estoy más excitado y el morbo se apodera totalmente de mi. Subo hacia las rocas, donde había visto desaparecer el culo de Alicia. Ese culo que no había podido quitarme de la cabeza durante todo el tiempo.

Llego a una pequeña zona de arena entre rocas, no hay nadie, excepto una chica tumbada en una toalla. Está boca arriba, sin la parte de arriba del bikini. Tiene unos pechos pequeños, redonditos, con unos pezones rosaditos, deliciosos, y lleva una braguita de bikini marrón.

-Alicia no?

-Vaya, has venido. No te enfades por lo del whatsapp. Sabía que ella te dejaría venir igual.

-Sí, veo que las dos sabéis muchas cosas.

-Relájate, a caso no te estás divirtiendo?

La verdad es que lo estaba haciendo y mucho. Yo estaba de pie, con mi bañador hablando con Alicia, mientras miraba con detalle todo su cuerpo. Sus pechos me estaban hipnotizando igual que antes lo había hecho su culo.

-Lo cierto es que no me lo estoy pasando mal.

Ella coge otra toalla de la mochila y me la ofrece.

-Túmbate aquí conmigo. Mi amiga se tuvo que ir ya y estoy un poco aburrida.

Cogo la toalla y la extiendo a su lado. Me tumbo sin dejar de mirarla. Ella se vuelve a acostar a tomar el sol cerrando los ojos.

-No me digas que te vas a quedar con el bañador puesto. Con lo mono que estabas sin él...

-Es que no quiero quemarme, me dejé la crema con el resto de mis cosas.

-No te preocupes yo tengo.

Se incorpora y coge crema de la mochila.

-Hay que protegerse, sobre todo si no estás acostumbrado a hacer nudismo, esas zonas son mucho más sensibles.

Se pone en mi toalla, de rodillas, una pierna a cada lado de mi cuerpo, apoya la crema y empieza a tirar del bañador hacia abajo hasta quitármelo.Se levanta un momento y lo guarda en su mochila, dentro un bolsillo, y vuelve a ponerse sobre mi, de rodillas en la toalla. Coge un poco de crema y empieza a masajearme la espalda.

Yo en esos momentos ya estoy muy caliente con mi miembro empalmado y atrapado debajo de mí. Noto como sus manos, que son muy suaves, me van acariciando la espalda, suavemente masajeandola y bajando poco a poco.

-En el culete hay que hechar bastante crema. Es una zona muy delicada sabes?

Empieza a masajear mis nalgas, llenándolas de crema, en suaves masajes que poco a poco van abriendo y separándolas. Noto mi ano indefenso y expuesto. De repente noto algo fresquito en él, justo en el agujerito y extendiéndose por toda mi raja. Mi excitación es máxima. Hasta donde va a llegar, pienso. Nunca me habían metido nada en mi ano hasta que hace un rato mi novia metió su dedo y ahora estoy excitado y deseando que Alicia me haga lo mismo.

De repente lo noto. Mis nalgas se tensan, mi pene está a punto de reventar. Siento mi respiración agitada y con ganas de gemir de placer. Alicia está masajeando mi ano, metiendo su dedo índice por dentro, untado de crema, moviéndolo en círculos.

-Es verdad que te gusta, dijo ella sacándome de mi éxtasis.

-Te lo dijo?

-Sí, me contó vuestra experiencia de hace un rato por whatsapp mientras venías hacia aquí. Así que tenía claro lo que te iba a hacer.

-Pues has acertado dije yo, perplejo.

-No tan deprisa, esto es sólo un calentamiento, mi plan es que te corras sin tocártela y aún falta un poco. Date la vuelta.

No podía creerlo, me quedé pálido pero era tal el morbo de lo que acababa de escuchar que casi como un acto reflejo me estaba girando en la toalla. Ella estaba de rodillas, mirándome, con una sonrisa pícara. Yo colocándome boca arriba, totalmente empalmado.

-Ahora te encantaría que te la agarrase verdad? que te la acariciase lentamente, te la descapullase y la metiese lentamente en mi boca, lamiéndola despacio, chupando tu capullo hasta meterla en la boca, succionándola cada vez más adentro, acelerando el ritmo hasta que te corrieses verdad?

Joder, casi me corro con la descripción que me acaba de hacer. La imaginaba paso a paso haciendo todo el proceso. Pero estaba claro que su sonrisa malévola indicaba que eso no iba a pasar. En su lugar me dijo que abriese las piernas y flexionase las rodillas. Obedecí con mi pene mirando al cielo. Ella volvió a meter su dedo en mi culo. Lentamente me penetraba, haciendo movimientos circulares. Después acariciaba mi próstata por dentro, donde dicen está el punto g de los hombres.

Mi excitación era máxima. Mi pene estaba como una piedra, lejos de bajarse la erección seguía duro y erguido. Empecé a notar un cosquilleo, una sensación de querer correrme, pero nadie me la estaba tocando. Ella aceleró la penetración mientras empezaba a acariciarme debajo de los testículos y los apretaba un poco masajeándolos.

De repente no pude más. Estallé en un orgasmo, como nunca había sentido. De mi pene empezó a salir leche caliente, como una fuente, cayendo sobre mi estómago y deslizándose por mi miembro.

-Mmmmmm muy bien, pensé que ibas a tardar más. Debes estar muy caliente, dijo ella, con una sonrisa de satisfacción.

-Te has ganado tu premio.

Se puso de pie y se quitó la braguita del bikini, volvió a su posición de rodillas delante de mi y empezó a colocármela, metiéndola por mis pies y subiéndola hasta acomodar con su mano mi pene dentro de la braguita.

Yo miré hacia los lados avergonzado, pero por suerte no había rastro de nadie.

-Al final parece que sí te lo pusiste aquí no?

Yo asentí con la cabeza, con un gesto entre avergonzado y agradecido.

-Creo que te falta la parte de arriba, a ver si la encuentro en mi mochila, pero antes, creo que voy a mandar un whatsapp.

Continuará...
fantastico relato, me esta poniendo a mil,...
 

📢 Webcam con más espectadores ahora 🔥

Atrás
Top Abajo