MONTSE y AMO MANU

sumisos BCN

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31 Jul 2023
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Al fin habíamos quedado con Manu, el nuevo macho corneador-exhibidor para Montse

Manu me gusto desde el principio, la gustaba la humillación, exhibición y similares y al final, acabar follando era solo un premio para él y no el objetivo de la sesión

Después de algunas conversaciones ese sábado íbamos a quedar los tres por primera vez. Habíamos quedando en una zona cercana a nuestra residencia, así Montse no se pondría nerviosa teniendo que hacer un trayecto largo hasta que recogiéramos a Manu

Ella iba sentada en el asiento trasero, con los ojos vendados y llevaba la ropa que Manu me había indicado debía vestir un vestido, lo mas corto posible, medias de muslo y ropa interior negro, Montse no tenia medias de muslo y conseguí que fuera sin medias, algo es algo y sobre todo y una importante un bonito antifaz.

Al llegar al lugar de la cita Manu ya nos estaba esperando, él también era consciente de que no seria bueno dejar a Montse un rato esperando con el coche parado. Según habíamos quedado, abrió la puerta y se sentó al lado de ella, con anterioridad me había indicado la dirección donde debíamos dirigirnos y ya la tenía introducida en el navegador del coche, arrancamos y nos pusimos en marcha, el coche, yo y Manu

Siguiendo el guion Manu se presento

-Hola, me llamo Manu- le dijo a Montse

Yo solo conducía y escuchaba

-A partir de ahora seré tu Amo, tu marido me ha cedido tus derechos para que haga contigo lo que quiera- Continuo

Como siempre en estas situaciones Montse se mantenía callada, mirando al frente, aunque no pudiera ver nada por el antifaz que llevaba.

Mientras le hablaba Manu le iba subiendo el vestido, poco a poco, pero sin dudar, tenia ganas de verle las bragas, así que estas aparecieron en seguida. Negras, como me había pedido, pero él no estaba dispuesto a parar aquí, ni yo lo quería.

Montse no se había puesto un vestido que se abotonara por delante, no tenía ninguna así y yo tampoco había querido comprarle uno, peso eso tampoco iba a ser un impedimento para Manu.

-Levanta el culo- Le ordeno, no de una manera dura, el tono era amable, amistoso, pero tampoco dejaba lugar a dudas y lo que estaba pidiendo.

Y mi mujer, sin rechistar levanto el culo dejando que él le pasara el vestido por debajo de su culo.

En ese momento estábamos parados en un semáforo y pude girarme a ver como Manu le empezaba a subir el vestido a mi mujer, ¿o ya había dejado de ser mi mujer para convertirse en su sumisa?

Así que Manu tiraba con ganas del vestido y enseguida apareció su barriga, blanca, con un poco de michelin, siguió Manu con su tarea y enseguida apareció el sujetador, también negro, como nos había ordenado y ya inmediatamente se lo saco por la cabeza dejándola solo con las bragas y el sujetador.

En eso se puso el semáforo en verde y el claxon de un impaciente me hizo arrancar.

-Se nota que este no tiene a su mujer casi desnuda en el coche- Pensé para mí mismo

Como habíamos planeado tiró el vestido al asiento del copiloto, si todo iba bien pasaría un buen rato antes de él le permitiera volver a ponérselo.

Mire por el retrovisor y me encontré con la mirada de Manu, cómplice, indicándome que todo iba como habíamos planeado.

-Uuummm, bonitas piernas- Le decía a su sumisa mientras la acariciaba el interior de los muslos haciéndole separar las piernas.

-Mantenlas así- le ordeno

-Ahora quiero verte las tetas- Le dijo a la vez que con mucha habilidad le desabrochaba los corchetes del sujetador, dejándolo suelto, solo sujeto por los tirantes

Mi mujer, su sumisa, continuaba sin decir nada, había entrado en ese grado de sumisión que se iba a dejar hacer prácticamente de todo.

Manu acabo de quitárselo, tirándomelo a mi entre las piernas para que supiera como la tenía.

-Tetas pequeñas, pero firmes- Le decía mientras se las acariciaba.

Le cogió un pezón y se lo empezó a retorcer y estirar, haciendo que ella lanzara un pequeño gemido

-Hoy no te voy a hacer sufrir, aunque se que te gusta, todo se anduviera- Le dijo soltándole el pezón que se había puesto tieso y duro como una garbanzo.

Llegamos al siguiente semáforo, ya estábamos cerca de donde me había indicado Manu que fuéramos

Me gire nuevamente y allí vi a mi mujer, solo en braguitas, con las piernas separadas y como un hombre se las estaba empezando a bajar.

-Cierra las piernas, quiero tenerte completamente desnuda-Le dijo Manu mientras ya empezaba a bajárselas

-Levanta el culo, putilla- La insulto por primera vez

Y ella, obediente, levanto el culo y Manu se las bajo del todo, las deslizo por sus piernas, para acabar de sacárselas ella tuvo que levantar las piernas, separándolas, primero uno y después la otra al sacarle él las bragas y dejando a la vista su coño, un poco peludo, abierto y a su disposición.

Se guardo las bragas en el bolsillo, el vestido no se si se lo pondría nuevamente, pero las bragas seguro que no.

-Me gustan los coños peludos, hacen de mujer madura, no como esos depilados de niña- Le decía mientras se lo acariciaba

De un bolsillo Manu saco una botella, creo que era un lubricante, aunque desde mi posición no podía estar seguro de lo que era, pero fuera lo que fuese se puso una buena cantidad en una de sus manos y empezó a aplicarlo al coño abierto de mi mujer, perdón de su sumisa.

El semáforo se puso en verde y con todo mi pesar tuve que arrancar de nuevo sin saber lo que Manu estaba haciéndole

A los pocos minutos el navegador me indico con su voz robótica “Su destino está a su derecha”.

Estábamos en una zona industrial cerca de Gava, solo se veía un hombre paseando su perro, pero yo sabia que eso no seria un impedimento para lo que quería hacer Manu

Aparque todo lo deprisa que pude y me gire a ver lo que pasaba en el asiento de atrás

Alli estaba mi mujer, completamente desnuda, abierta de piernas y con dos dedos de Manu dentro del coño que la iba masturbando poco a poco

Estuvimos así unos minutos, no estoy seguro, pero creo que Manu estaba esperando a que el hombre del perro estuviera mas cerca, no se.

El caso es que después de estar masturbando a su sumisa durante unos minutos le dijo

-Espera un momento, ahora vuelvo- Mientras salía del coche, daba la vuelta al mismo y abría la puerta trasera

-Vamos sal- Le dijo a su sumisa

-No, por favor, no me hagas salir desnuda- Suplico ella hablando por primera vez.

-Eres mi sumisa y harás lo que quiera- Le contesto con ese tono suave pero que no dejaba lugar a dudas, mientras la cogía de la mano y con suavidad la obligaba a salir del coche

Yo también Sali y me fui al lado de ellos

Montse ya había salido del coche, estaba completamente desnuda en plena calle y el hombre del perro ya estaba muy cerca de nosotros.

-Vamos- Le dijo Manu mientras la llevaba hacia el capó.

El quería que diera tres vueltas al coche, sola, pero parecía difícil que lo hiciera sin ayuda, así que Manu la cogio nuevamente la mano y la ayudo a dar una vuelta alrededor, así completamente desnuda, dando una vuelta alrededor de coche, no podía esperar nada mejor, ¿o si?

La vuelta acabo otra vez en el capo, Manu la hizo sentar, casi recostar sobre la chapa metálica y le hizo separar las piernas.

El hombre del perro, resulto se run abuelete, se había quedado con el rollo y estaba un par de metros detrás de nosotros disfrutando del espectáculo.

Manu empezó entonces a masajear el coño de su sumisa, que ya suspiraba y se agitaba de placer, no se la marca del lubricante pero estaba haciendo su efecto, la tuvo así unos minutos, acariciando e introduciendo sus dedos dentro de su coño, primero dos, luego tres se hundían en sus entrañas y cuando Manu noto que estaba a punto de correrse le quito el antifaz.

El quería que viera donde estaba, que había un tío mirándola, que fiera consciente de su entrega a él, ella hizo amago de salir de allí, pero Manu la sujeto mientras incrementaba el ritmo de la masturbación, pero cuando nuevamente sintió que ella se iba a correr paro, negándole el orgasmo.

Le saco los dedos del coño y la hizo dar la vuelta sobre el capo, dejándole el culo en pompa y empezó a darle palmadas con la mano bien abierta, cada vez mas fuerte, su culo temblaba como un flan con cada cachetada.

Ya tenia el culo bien rojo cuando Manu le ordeno que subiera al coche, lo que ella hizo bien deprisa

Manu se despidió con un gesto del abuelo y subimos al coche

El se sento al lado de su sumisa que continuaba desnuda.

-¿Tienes claro que eres mi sumisa?- Le pregunto

-Si, contesto ella en un susurro

-Bien entonces vamos a seguir- Nos dijo

Y me dio un papel donde setaba anotado nuestro nuevo destino

Continuara
 
Al fin habíamos quedado con Manu, el nuevo macho corneador-exhibidor para Montse

Manu me gusto desde el principio, la gustaba la humillación, exhibición y similares y al final, acabar follando era solo un premio para él y no el objetivo de la sesión

Después de algunas conversaciones ese sábado íbamos a quedar los tres por primera vez. Habíamos quedando en una zona cercana a nuestra residencia, así Montse no se pondría nerviosa teniendo que hacer un trayecto largo hasta que recogiéramos a Manu

Ella iba sentada en el asiento trasero, con los ojos vendados y llevaba la ropa que Manu me había indicado debía vestir un vestido, lo mas corto posible, medias de muslo y ropa interior negro, Montse no tenia medias de muslo y conseguí que fuera sin medias, algo es algo y sobre todo y una importante un bonito antifaz.

Al llegar al lugar de la cita Manu ya nos estaba esperando, él también era consciente de que no seria bueno dejar a Montse un rato esperando con el coche parado. Según habíamos quedado, abrió la puerta y se sentó al lado de ella, con anterioridad me había indicado la dirección donde debíamos dirigirnos y ya la tenía introducida en el navegador del coche, arrancamos y nos pusimos en marcha, el coche, yo y Manu

Siguiendo el guion Manu se presento

-Hola, me llamo Manu- le dijo a Montse

Yo solo conducía y escuchaba

-A partir de ahora seré tu Amo, tu marido me ha cedido tus derechos para que haga contigo lo que quiera- Continuo

Como siempre en estas situaciones Montse se mantenía callada, mirando al frente, aunque no pudiera ver nada por el antifaz que llevaba.

Mientras le hablaba Manu le iba subiendo el vestido, poco a poco, pero sin dudar, tenia ganas de verle las bragas, así que estas aparecieron en seguida. Negras, como me había pedido, pero él no estaba dispuesto a parar aquí, ni yo lo quería.

Montse no se había puesto un vestido que se abotonara por delante, no tenía ninguna así y yo tampoco había querido comprarle uno, peso eso tampoco iba a ser un impedimento para Manu.

-Levanta el culo- Le ordeno, no de una manera dura, el tono era amable, amistoso, pero tampoco dejaba lugar a dudas y lo que estaba pidiendo.

Y mi mujer, sin rechistar levanto el culo dejando que él le pasara el vestido por debajo de su culo.

En ese momento estábamos parados en un semáforo y pude girarme a ver como Manu le empezaba a subir el vestido a mi mujer, ¿o ya había dejado de ser mi mujer para convertirse en su sumisa?

Así que Manu tiraba con ganas del vestido y enseguida apareció su barriga, blanca, con un poco de michelin, siguió Manu con su tarea y enseguida apareció el sujetador, también negro, como nos había ordenado y ya inmediatamente se lo saco por la cabeza dejándola solo con las bragas y el sujetador.

En eso se puso el semáforo en verde y el claxon de un impaciente me hizo arrancar.

-Se nota que este no tiene a su mujer casi desnuda en el coche- Pensé para mí mismo

Como habíamos planeado tiró el vestido al asiento del copiloto, si todo iba bien pasaría un buen rato antes de él le permitiera volver a ponérselo.

Mire por el retrovisor y me encontré con la mirada de Manu, cómplice, indicándome que todo iba como habíamos planeado.

-Uuummm, bonitas piernas- Le decía a su sumisa mientras la acariciaba el interior de los muslos haciéndole separar las piernas.

-Mantenlas así- le ordeno

-Ahora quiero verte las tetas- Le dijo a la vez que con mucha habilidad le desabrochaba los corchetes del sujetador, dejándolo suelto, solo sujeto por los tirantes

Mi mujer, su sumisa, continuaba sin decir nada, había entrado en ese grado de sumisión que se iba a dejar hacer prácticamente de todo.

Manu acabo de quitárselo, tirándomelo a mi entre las piernas para que supiera como la tenía.

-Tetas pequeñas, pero firmes- Le decía mientras se las acariciaba.

Le cogió un pezón y se lo empezó a retorcer y estirar, haciendo que ella lanzara un pequeño gemido

-Hoy no te voy a hacer sufrir, aunque se que te gusta, todo se anduviera- Le dijo soltándole el pezón que se había puesto tieso y duro como una garbanzo.

Llegamos al siguiente semáforo, ya estábamos cerca de donde me había indicado Manu que fuéramos

Me gire nuevamente y allí vi a mi mujer, solo en braguitas, con las piernas separadas y como un hombre se las estaba empezando a bajar.

-Cierra las piernas, quiero tenerte completamente desnuda-Le dijo Manu mientras ya empezaba a bajárselas

-Levanta el culo, putilla- La insulto por primera vez

Y ella, obediente, levanto el culo y Manu se las bajo del todo, las deslizo por sus piernas, para acabar de sacárselas ella tuvo que levantar las piernas, separándolas, primero uno y después la otra al sacarle él las bragas y dejando a la vista su coño, un poco peludo, abierto y a su disposición.

Se guardo las bragas en el bolsillo, el vestido no se si se lo pondría nuevamente, pero las bragas seguro que no.

-Me gustan los coños peludos, hacen de mujer madura, no como esos depilados de niña- Le decía mientras se lo acariciaba

De un bolsillo Manu saco una botella, creo que era un lubricante, aunque desde mi posición no podía estar seguro de lo que era, pero fuera lo que fuese se puso una buena cantidad en una de sus manos y empezó a aplicarlo al coño abierto de mi mujer, perdón de su sumisa.

El semáforo se puso en verde y con todo mi pesar tuve que arrancar de nuevo sin saber lo que Manu estaba haciéndole

A los pocos minutos el navegador me indico con su voz robótica “Su destino está a su derecha”.

Estábamos en una zona industrial cerca de Gava, solo se veía un hombre paseando su perro, pero yo sabia que eso no seria un impedimento para lo que quería hacer Manu

Aparque todo lo deprisa que pude y me gire a ver lo que pasaba en el asiento de atrás

Alli estaba mi mujer, completamente desnuda, abierta de piernas y con dos dedos de Manu dentro del coño que la iba masturbando poco a poco

Estuvimos así unos minutos, no estoy seguro, pero creo que Manu estaba esperando a que el hombre del perro estuviera mas cerca, no se.

El caso es que después de estar masturbando a su sumisa durante unos minutos le dijo

-Espera un momento, ahora vuelvo- Mientras salía del coche, daba la vuelta al mismo y abría la puerta trasera

-Vamos sal- Le dijo a su sumisa

-No, por favor, no me hagas salir desnuda- Suplico ella hablando por primera vez.

-Eres mi sumisa y harás lo que quiera- Le contesto con ese tono suave pero que no dejaba lugar a dudas, mientras la cogía de la mano y con suavidad la obligaba a salir del coche

Yo también Sali y me fui al lado de ellos

Montse ya había salido del coche, estaba completamente desnuda en plena calle y el hombre del perro ya estaba muy cerca de nosotros.

-Vamos- Le dijo Manu mientras la llevaba hacia el capó.

El quería que diera tres vueltas al coche, sola, pero parecía difícil que lo hiciera sin ayuda, así que Manu la cogio nuevamente la mano y la ayudo a dar una vuelta alrededor, así completamente desnuda, dando una vuelta alrededor de coche, no podía esperar nada mejor, ¿o si?

La vuelta acabo otra vez en el capo, Manu la hizo sentar, casi recostar sobre la chapa metálica y le hizo separar las piernas.

El hombre del perro, resulto se run abuelete, se había quedado con el rollo y estaba un par de metros detrás de nosotros disfrutando del espectáculo.

Manu empezó entonces a masajear el coño de su sumisa, que ya suspiraba y se agitaba de placer, no se la marca del lubricante pero estaba haciendo su efecto, la tuvo así unos minutos, acariciando e introduciendo sus dedos dentro de su coño, primero dos, luego tres se hundían en sus entrañas y cuando Manu noto que estaba a punto de correrse le quito el antifaz.

El quería que viera donde estaba, que había un tío mirándola, que fiera consciente de su entrega a él, ella hizo amago de salir de allí, pero Manu la sujeto mientras incrementaba el ritmo de la masturbación, pero cuando nuevamente sintió que ella se iba a correr paro, negándole el orgasmo.

Le saco los dedos del coño y la hizo dar la vuelta sobre el capo, dejándole el culo en pompa y empezó a darle palmadas con la mano bien abierta, cada vez mas fuerte, su culo temblaba como un flan con cada cachetada.

Ya tenia el culo bien rojo cuando Manu le ordeno que subiera al coche, lo que ella hizo bien deprisa

Manu se despidió con un gesto del abuelo y subimos al coche

El se sento al lado de su sumisa que continuaba desnuda.

-¿Tienes claro que eres mi sumisa?- Le pregunto

-Si, contesto ella en un susurro

-Bien entonces vamos a seguir- Nos dijo

Y me dio un papel donde setaba anotado nuestro nuevo destino

Continuara
Eso es para leerlo con tranquilidad
 
Al fin habíamos quedado con Manu, el nuevo macho corneador-exhibidor para Montse

Manu me gusto desde el principio, la gustaba la humillación, exhibición y similares y al final, acabar follando era solo un premio para él y no el objetivo de la sesión

Después de algunas conversaciones ese sábado íbamos a quedar los tres por primera vez. Habíamos quedando en una zona cercana a nuestra residencia, así Montse no se pondría nerviosa teniendo que hacer un trayecto largo hasta que recogiéramos a Manu

Ella iba sentada en el asiento trasero, con los ojos vendados y llevaba la ropa que Manu me había indicado debía vestir un vestido, lo mas corto posible, medias de muslo y ropa interior negro, Montse no tenia medias de muslo y conseguí que fuera sin medias, algo es algo y sobre todo y una importante un bonito antifaz.

Al llegar al lugar de la cita Manu ya nos estaba esperando, él también era consciente de que no seria bueno dejar a Montse un rato esperando con el coche parado. Según habíamos quedado, abrió la puerta y se sentó al lado de ella, con anterioridad me había indicado la dirección donde debíamos dirigirnos y ya la tenía introducida en el navegador del coche, arrancamos y nos pusimos en marcha, el coche, yo y Manu

Siguiendo el guion Manu se presento

-Hola, me llamo Manu- le dijo a Montse

Yo solo conducía y escuchaba

-A partir de ahora seré tu Amo, tu marido me ha cedido tus derechos para que haga contigo lo que quiera- Continuo

Como siempre en estas situaciones Montse se mantenía callada, mirando al frente, aunque no pudiera ver nada por el antifaz que llevaba.

Mientras le hablaba Manu le iba subiendo el vestido, poco a poco, pero sin dudar, tenia ganas de verle las bragas, así que estas aparecieron en seguida. Negras, como me había pedido, pero él no estaba dispuesto a parar aquí, ni yo lo quería.

Montse no se había puesto un vestido que se abotonara por delante, no tenía ninguna así y yo tampoco había querido comprarle uno, peso eso tampoco iba a ser un impedimento para Manu.

-Levanta el culo- Le ordeno, no de una manera dura, el tono era amable, amistoso, pero tampoco dejaba lugar a dudas y lo que estaba pidiendo.

Y mi mujer, sin rechistar levanto el culo dejando que él le pasara el vestido por debajo de su culo.

En ese momento estábamos parados en un semáforo y pude girarme a ver como Manu le empezaba a subir el vestido a mi mujer, ¿o ya había dejado de ser mi mujer para convertirse en su sumisa?

Así que Manu tiraba con ganas del vestido y enseguida apareció su barriga, blanca, con un poco de michelin, siguió Manu con su tarea y enseguida apareció el sujetador, también negro, como nos había ordenado y ya inmediatamente se lo saco por la cabeza dejándola solo con las bragas y el sujetador.

En eso se puso el semáforo en verde y el claxon de un impaciente me hizo arrancar.

-Se nota que este no tiene a su mujer casi desnuda en el coche- Pensé para mí mismo

Como habíamos planeado tiró el vestido al asiento del copiloto, si todo iba bien pasaría un buen rato antes de él le permitiera volver a ponérselo.

Mire por el retrovisor y me encontré con la mirada de Manu, cómplice, indicándome que todo iba como habíamos planeado.

-Uuummm, bonitas piernas- Le decía a su sumisa mientras la acariciaba el interior de los muslos haciéndole separar las piernas.

-Mantenlas así- le ordeno

-Ahora quiero verte las tetas- Le dijo a la vez que con mucha habilidad le desabrochaba los corchetes del sujetador, dejándolo suelto, solo sujeto por los tirantes

Mi mujer, su sumisa, continuaba sin decir nada, había entrado en ese grado de sumisión que se iba a dejar hacer prácticamente de todo.

Manu acabo de quitárselo, tirándomelo a mi entre las piernas para que supiera como la tenía.

-Tetas pequeñas, pero firmes- Le decía mientras se las acariciaba.

Le cogió un pezón y se lo empezó a retorcer y estirar, haciendo que ella lanzara un pequeño gemido

-Hoy no te voy a hacer sufrir, aunque se que te gusta, todo se anduviera- Le dijo soltándole el pezón que se había puesto tieso y duro como una garbanzo.

Llegamos al siguiente semáforo, ya estábamos cerca de donde me había indicado Manu que fuéramos

Me gire nuevamente y allí vi a mi mujer, solo en braguitas, con las piernas separadas y como un hombre se las estaba empezando a bajar.

-Cierra las piernas, quiero tenerte completamente desnuda-Le dijo Manu mientras ya empezaba a bajárselas

-Levanta el culo, putilla- La insulto por primera vez

Y ella, obediente, levanto el culo y Manu se las bajo del todo, las deslizo por sus piernas, para acabar de sacárselas ella tuvo que levantar las piernas, separándolas, primero uno y después la otra al sacarle él las bragas y dejando a la vista su coño, un poco peludo, abierto y a su disposición.

Se guardo las bragas en el bolsillo, el vestido no se si se lo pondría nuevamente, pero las bragas seguro que no.

-Me gustan los coños peludos, hacen de mujer madura, no como esos depilados de niña- Le decía mientras se lo acariciaba

De un bolsillo Manu saco una botella, creo que era un lubricante, aunque desde mi posición no podía estar seguro de lo que era, pero fuera lo que fuese se puso una buena cantidad en una de sus manos y empezó a aplicarlo al coño abierto de mi mujer, perdón de su sumisa.

El semáforo se puso en verde y con todo mi pesar tuve que arrancar de nuevo sin saber lo que Manu estaba haciéndole

A los pocos minutos el navegador me indico con su voz robótica “Su destino está a su derecha”.

Estábamos en una zona industrial cerca de Gava, solo se veía un hombre paseando su perro, pero yo sabia que eso no seria un impedimento para lo que quería hacer Manu

Aparque todo lo deprisa que pude y me gire a ver lo que pasaba en el asiento de atrás

Alli estaba mi mujer, completamente desnuda, abierta de piernas y con dos dedos de Manu dentro del coño que la iba masturbando poco a poco

Estuvimos así unos minutos, no estoy seguro, pero creo que Manu estaba esperando a que el hombre del perro estuviera mas cerca, no se.

El caso es que después de estar masturbando a su sumisa durante unos minutos le dijo

-Espera un momento, ahora vuelvo- Mientras salía del coche, daba la vuelta al mismo y abría la puerta trasera

-Vamos sal- Le dijo a su sumisa

-No, por favor, no me hagas salir desnuda- Suplico ella hablando por primera vez.

-Eres mi sumisa y harás lo que quiera- Le contesto con ese tono suave pero que no dejaba lugar a dudas, mientras la cogía de la mano y con suavidad la obligaba a salir del coche

Yo también Sali y me fui al lado de ellos

Montse ya había salido del coche, estaba completamente desnuda en plena calle y el hombre del perro ya estaba muy cerca de nosotros.

-Vamos- Le dijo Manu mientras la llevaba hacia el capó.

El quería que diera tres vueltas al coche, sola, pero parecía difícil que lo hiciera sin ayuda, así que Manu la cogio nuevamente la mano y la ayudo a dar una vuelta alrededor, así completamente desnuda, dando una vuelta alrededor de coche, no podía esperar nada mejor, ¿o si?

La vuelta acabo otra vez en el capo, Manu la hizo sentar, casi recostar sobre la chapa metálica y le hizo separar las piernas.

El hombre del perro, resulto se run abuelete, se había quedado con el rollo y estaba un par de metros detrás de nosotros disfrutando del espectáculo.

Manu empezó entonces a masajear el coño de su sumisa, que ya suspiraba y se agitaba de placer, no se la marca del lubricante pero estaba haciendo su efecto, la tuvo así unos minutos, acariciando e introduciendo sus dedos dentro de su coño, primero dos, luego tres se hundían en sus entrañas y cuando Manu noto que estaba a punto de correrse le quito el antifaz.

El quería que viera donde estaba, que había un tío mirándola, que fiera consciente de su entrega a él, ella hizo amago de salir de allí, pero Manu la sujeto mientras incrementaba el ritmo de la masturbación, pero cuando nuevamente sintió que ella se iba a correr paro, negándole el orgasmo.

Le saco los dedos del coño y la hizo dar la vuelta sobre el capo, dejándole el culo en pompa y empezó a darle palmadas con la mano bien abierta, cada vez mas fuerte, su culo temblaba como un flan con cada cachetada.

Ya tenia el culo bien rojo cuando Manu le ordeno que subiera al coche, lo que ella hizo bien deprisa

Manu se despidió con un gesto del abuelo y subimos al coche

El se sento al lado de su sumisa que continuaba desnuda.

-¿Tienes claro que eres mi sumisa?- Le pregunto

-Si, contesto ella en un susurro

-Bien entonces vamos a seguir- Nos dijo

Y me dio un papel donde setaba anotado nuestro nuevo destino

Continuara
Venga va segunda parte .... La estoy esperando
 
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