Mi primera feminización

marcmur

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8 Jul 2025
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Buenos días a todos, hoy os contaré la primera vez que me feminizaron.

Soy un chico bastante masculino y hasta mis 18 nunca había tenido la fantasía de probar una polla, pero fue ahí cuando se despertó y tras probar, de vez en cuando probaba una. Normalmente iba a alguna zona de cruising poco concurrida de noche, donde poder tener la intimidad y discreción que necesitaba para tener lo que buscaba, sumado a que no tenía que ligar, entablar conversaciones... La frecuencia de esto era más o menos una vez cada tres o cuatro meses y me limitaba a mamar un poco con goma solo si el chico estaba muy bien o tenía muy buena herramienta, incluso llegando a la penetración en no más de un par de ocasiones.

Un día como otro cualquiera me abrí un perfil en una web de cruising y me habló un hombre. Tenía 50 y yo 21. Era un hombre de clase alta con un poco de barriga, fuerte, de alrededor de 1,80 y con una polla que me hacía la boca agua. Tenía sus 18-19cm y era muy gruesa, sin circuncidar y con algo de pelo. También tenía unas venas bastante marcadas.

Al tío lo que le gustaban eran las nenazas y yo era masculino. Su morbo era coger a alguien como yo y convertirlo en una puta (uñas de los pies pintadas, sin un solo pelo, lencería, leggings, perfume de chica, tratarme en femenino... y a mí aquello no me gustaba, pero al mismo tiempo su polla me traía loco.

El primer día de los que quedamos sus reglas eran claras: yo tenía que llevar una depilación perfecta y un tanga puesto. Y así lo hice.

Llegué para la una de la madrugada a un parking oculto a las afueras de la ciudad y me esperé en el coche. El suyo paró al lado y me mandó un mensaje para que bajase. Ambos nos vimos entre los vehículos y pronto me hizo bajarme el pantalón y me azotó mientras me llamaba puta -para mí era algo violento, pero me ponía mucho- Me decía que veía como de puta me estaba poniendo y pronto me arrodilló y me hizo sujetar su pollón con la boca mientras meaba para después limpiarlo con mi lengua
 
La verdad es que la situación, además de un poco desconcertante era humillante. Me hizo limpiar su rabo (aún con meada) y una vez limpio me desnudó de cintura para abajo completamente. Me azotaba y dedeaba sin ningún tipo de piedad, como si mi culo que era casi virginal se tratase de una vagina. Tenía los dedos gruesos y me dolían mucho, pero si me quejaba me metía uno más y me daba más fuerte, así que gemía de dolor en silencio y sin quejarme.

Tras eso, me hizo darle una mamada que más bien fue una follada de boca, eyaculó en mi cara y se fue. Y allí me quedé, con la cara lechada, volviendo a ponerme el tanga y el pantalón corto que marcaba culo, con toda la camiseta babeada, y el chichi -como el le decía- algo dolorido de aquellos dedos sin lubricar
 
La verdad es que la situación, además de un poco desconcertante era humillante. Me hizo limpiar su rabo (aún con meada) y una vez limpio me desnudó de cintura para abajo completamente. Me azotaba y dedeaba sin ningún tipo de piedad, como si mi culo que era casi virginal se tratase de una vagina. Tenía los dedos gruesos y me dolían mucho, pero si me quejaba me metía uno más y me daba más fuerte, así que gemía de dolor en silencio y sin quejarme.

Tras eso, me hizo darle una mamada que más bien fue una follada de boca, eyaculó en mi cara y se fue. Y allí me quedé, con la cara lechada, volviendo a ponerme el tanga y el pantalón corto que marcaba culo, con toda la camiseta babeada, y el chichi -como el le decía- algo dolorido de aquellos dedos sin lubricar
Porfa no los dejes a media
 

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