masturbación a tres.

angeltravieso

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28 Ene 2024
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Espero que os guste...Es la primera vez que escribo un relato. Se aceptan sugerencias para próximos.

Iba por la calle un día de viernes normal, dando un paseo antes de ir a tomar la cervecita del mediodía. De repente me suena el teléfono. Lo cojo y veo que es mi amiga Rocío. Hacía días que no hablaba con ella. Me saluda efusivamente y dice que tiene muchas ganas de verme, que no sabe nada de mí desde hace tiempo.

Me dice que está por la zona en la que ando yo y que le apetecería que comiéramos juntos y que me tiene que enseñar una sorpresa.

Encantado acepto la invitación y vamos al encuentro. Llego primero al sitio y estaba nervioso. Rocío es una chica bellísima, entre morena y castaña, cuerpo esbelto y escultural, tetas redonditas, piel blanca, suave, piernas bien torneadas y un culito respingón, muy alegre y simpática.

Cual es mi sorpresa que la veo aparecer a lo lejos y veo que no viene sola. Está acompañada de otra chica a la que no aprecio a distinguir de momento. Madre mía cuando se acercaron. Venía con nuestra amiga Carla, que hacía más tiempo que no estábamos en contacto y que había venido a pasar unos días a nuestra ciudad. A Carla la llamamos pelirrojilla, por su color de pelo, piel clara, ojos claros, cuerpo espectacular (había sido modelo fotográfica cuando la conocí), siempre se le adivinan unas tetas maravillosas, le gusta vestir con ropa sexy y ajustada, piernas largas y un culito que quita el hipo. Me dije….menuda sorpresa me ha preparado Rocío.

Un viernes normal y corriente se ponía muy especial por esta gran sorpresa que me habían dado mis dos amigas.

Nos fuimos a comer, nos contamos nuestras vidas desde el tiempo que no nos veíamos. Menudas risas que nos pegamos, nos dijimos confidencias, intimidades, todo ello regado con cerveza bien fresquita y con alguna copa de vino entre medio. Después de estar un rato de sobremesa, decidimos ir a tomarnos una copa.

Las llevo a un bar que está muy bien y animado. Una copa…más bien unas cuantas. Al final nos pusimos contentos. Entre risa va risa viene, Rocío me tocaba el culo y Carla me miraba con ojos achispados y abiertos mordiéndose el labio. Se acercó a mí y pasó su mano por encima de mi entrepierna, acariciando mi polla que se estaba poniendo dura y muy excitada. Yo pensaba….uff. me estoy poniendo caliente y menudas dos amigas tengo delante, dos bellezas que me susurraban al oído que estaban ardiendo y me invitaban a irnos a casa de Rocio, para terminar las copas allí.

Salimos del bar en dirección a casa y llevaba una a cada lado agarrada por el hombro y ellas me agarraban un cachete del culo cada una. Me estaban acariciando bien y yo bajaba mis manos por sus hombros y les apretaba una teta a cada una. Solamente las había visto en bikini, pero esta noche nos estábamos desinhibiendo un montón. Nunca les había tocado las tetas…Las notaba firmes, duras y redondas. Sentía su pezón erecto, el cual pellizcaba por encima de la camisa. Cada vez que lo había me pellizcaban a mi en el culo.

Llegamos a su casa y subimos. Rocío hizo de anfitriona y nos puso otra copa mas. Ya no nos teníamos en pie. Me sentaron en un sillón enfrente de un sofá de dos plazas y me dicen…Espérate aquí que vamos a ponernos cómodas…No te vayas, me dice Carla..

No podía imaginarme lo que me estaba pasando. Estoy con dos bellezones, a solas en su casa y me dicen que se van a poner cómodas. Me imaginaba cualquier cosa.

De repente aparecen. No podía creérmelo. Carla venía con una camisetita de tirantas rosa y encima una camisetita transparente. Un pantaloncito de encaje a juego que insinuaba su culito redondito y un tanguita. Dejaba entrever sus pezones duros y erectos.

Rocío venía con una camiseta y un pantalón corto también. Se le marcaban sus pechos firmes y sus pezones. Creo que no lleva ropa interior ninguna. Por alguna conversación que te tenido con ella, por la noche no suele llevar nunca.

Carla siempre ha sido muy reservada en cuanto a sus cuestiones y gustos sexuales. Los de Rocio si los se. No se ha escondido nunca de considerarse bisexual. Ella es mas provocadora por ahora que Carla, pero cualquier cosa podía suceder esta noche.

Se sientan en el sofá enfrente a mí, y me proponen un juego. Antes me cuentan que Carla necesitaba despejarse unos días de una relación difícil. Y quería probar cosas nuevas. Me dicen que les apetece un montón a las dos que nos desnudemos completamente y nos masturbemos en grupo, ya que Carla ha estado muy tensa en esa relación y no ha estado todo lo a gusto que ella debiera, quería probar a masturbarse delante de otras miradas. No lo había hecho nunca. Por eso quedó con Rocío, pero que le apetecía también que hubiera un hombre, para ver si recuperaba la excitación de estar con uno. Y por eso pensaron en mi.

También el juego tenía otra parte, querían que yo llevara la voz cantante en la masturbación. Que les fuera diciendo lo que tenían que hacer. Solo querían masturbación para que Carla se fuera sintiendo a gusto a estar con otro hombre. No quería penetración por el momento. Rocio se que si le gustaría que la penetrase, pero por respeto a Carla y su deseo de no hacerlo, accedí a ello. Ya habrá ocasión cuando recupere su alegría que le conocía en tiempos, de hacer un trío y follar con las dos al mismo tiempo.

Rocio en su casa tenía el juego del trivial. Accedimos a jugar a las prendas para desnudarnos haciéndonos preguntas. El que no acertara, prenda fuera.

Me dejaron empezar preguntar a mi. Las notaba calientes, excitadas, con ganas de jugar y deseosas de cualquier cosa. Yo como os podéis imaginar, tenía una presión en el pantalón que no podía aguantarme

Mi primera pregunta para Carla. La falló. Jijiji…decía yo.. empezamos bien. Venga, una prenda fuera.

Se quitó la camisa transparente.

Primera pregunta para Rocío. La acertó. Cachis, decía yo. Que solo las había visto en bikini en la playa y estaba deseoso de verlas desnudas a las dos.

Primera pregunta para mi. Me la hace Rocío, que es mas atrevida. Con tan mala suerte que la fallo. Me quito la camisa.

Asi seguimos haciendo preguntas. Carla se quitó por este orden su pantaloncito corto, su camisetita rosa y su tanguita, para quedar completamente desnuda.

Rocio se quitó su camisa del pijamita y el pantalón, quedando como Dios la trajo al mundo. Ya sabía que ella no llevaba ropa interior.

Y a mi me tocó primero el pantalón y luego los calzoncillos, estando ya por fin los tres desnudos, enfrente unos de otros.

Nunca las había visto así, ellas a mi tampoco.

Carla con la piel blanca, tetas perfectas, pezones rosaditos, con ese pelo pelirrojo, piernas largas y bien torneadas, un coño rosadito, con su ingle brasileña con sus pelitos del mismo color que su pelo.

Rocio también está espectacular. Tetas redonditas, también piel blanca, pezones duros, listos para morderlos, coñito espectacular, con su ingle bien jugosita y apetecible, con algún vello mas que Carla, pero preciosa.

Se levantaron las dos y se dieron la vuelta, enseñándome sus culitos. Casi me da un infarto. Dos culos espectaculares.

Yo con mi polla tiesa, con su punta mojada por la visión que tenía ante mí.

Se sentaron y me dicen. Somos tuyas por esta noche. Dinos lo que quieres que vayamos haciendo para masturbarnos los tres.

Uff. Cada vez tenía mas calor y mas excitación. Sabía que no iba a follármelas, pero no podía dejar de acceder a sus deseos.

Empecé diciéndoles que se recostaran en el sofá, abriendo bien las piernas y que me mostraran sus coños húmedos. Asi lo hicieron. Carla estaba mas nerviosa que Rocío. No estaba acostumbrada a masturbarse con otras personas, pero se que le apetecía probarlo. Se quería quitar ese miedo. De Rocío no lo dudaba. Ella es mas lanzada jjjj. Y muchas veces me contaba que se masturbaba casi todos los días. Que es una chica muy ardiente y necesitaba desahogarse.

Rocio pasó su pierna derecha por encima de la izquierda de Carla.

Yo sabía que Carla no era bisexual, pero le apetecía probar la experiencia. Me daba un poco de miedo ver su reacción.

Les dije que bajaran una mano en dirección a su coño húmedo. Que empezaran a acariciarlo. Así lo hicieron. Carla cerró los ojos y se mordía los labios. Rocío me miraba como yo empezaba a masturbarme. Y me sacaba su lengua frotando sus labios, con deseos de comerme la polla, pero no sería hoy.

Les dije a continuación que la mano libre que les quedaba, se pellizcaran un pezón la una a la otra. Así lo hicieron. Los tenían bien erectos. Los de Carla eran enormes, jugosos, yo se los miraba con un deseo de lamerlos, morderlos, les hacía de todo. Rocío también estaba muy cachonda. Esos pezones apuntando bien arriba.

Mi siguiente petición fue que con esa misma mano masajearan la teta que habían pellizcado el pezón. Empezaron a acariciárselas mutuamente. Yo me estaba masturbando ante tal imagen. Estaba muy cachondo y excitado.

Les pedí que bajaran la mano y la posaran encima del pubis de cada una. Lo hicieron y se estremecieron las dos, con un placer brutal, sin llegar a tocarse los coños, los que seguían masturbando con la otra mano.

Yo cada vez mas cachondo, mas mojado. Me salía líquido por la polla y lo refregaba por toda su extensión. La tenía chorreando.

Las miraba a las dos. Veía como de sus coños manaba liquido y flujos vaginales, mojándoles los muslos y manchando el sofá.

Les indiqué que se metieran dos dedos en el coño. Buuf cuando lo hicieron. Madre mía. Les entraban perfectamente al estar tan mojadas y húmedas. No sabía cuando iba yo a aguantar sin correrme, me estaba superando la situación que contemplaba.

Meteros tres dedos, les dije…a lo cual accedieron. Sus caras lo decían todo. Se retorcían en el sofá mientras se acariciaban sus cuerpos, las tetas, el cuello, la barriga. Gemían y gritaban…

Ellas dos juntaron mas sus cuerpos, pegaron sus caderas y Carla recostó su cabeza en el hombro de Rocío. La escena era preciosa, con las piernas bien abiertas, apoyada la una en la otra, masturbándose. Uffff.

Carla estaba a punto de correrse, la experiencia le estaba sentando genial. Miraba a Rocío y también le llegaba el momento. Yo aguantaba para hacerlo los tres juntos.

Estaban tan unidas que les faltaba poco para tumbarse una encima de la otra. Les dije que aceleraran el ritmo de la masturbación. El sonido que se provocan cuando se meten los dedos me ponía a mil por hora…Ese sonido tan húmedo, tan caliente, tan lascivo. Estaba casi a punto de correrme.

Me estaba masturbando mas rápido, dejándome caer en el sillón, pasando las piernas por encima de sus brazos, mostrándoles mis huevos a ellas.

Gemían mas fuerte y gritaban. Se iban a correr. Nos íbamos a correr. Ellas dos explotaron en un gemido fortísimo mientras manaban mas fluidos de sus coños. Mi polla derramó su leche en dirección a ellas, cayendo al suelo. Ellas dos se resbalaban de placer por el sillón hacia el suelo, llegando a reposar en el mismo, con las piernas abiertas y sin dejar de gemir. Estaban sudando por la excitación.

Yo me sentía igual. Acabada de tener una experiencia única con ellas dos. Creo que para ellas, cuando les preguntara luego, habría sido igual.

De repente Carla me sorprendió. Se giró sobre Rocío y le dio un pico en la boca, mientras con su mano acariciaba su pecho. Dejé que pasara un rato sin hablar, solo mirándonos los tres, viendo nuestros cuerpos desnudos, ellas me observaban la polla, como la tenía, toda llena de leche aparte del suelo. Yo las miraba sus coños, bien húmedos, con fluidos por sus muslos.

Se sentaron nuevamente en el sillón y me invitaron a sentarme con ellas en el medio. Me abrieron un huequito. Allí estábamos los tres desnudos, mirándonos, con deseo, con lujuria, pero no era el momento. Dejamos reposar lo que había pasado. Aún no hablamos nada.

De repente Carla se levanta y se pone de rodillas delante nuestra. Nos dice. Me habéis dado una de las mayores alegrías de mi vida. Pensé que nunca podría hacer esto delante de otras personas. Solo en la intimidad de la pareja. Me habéis enseñado cositas que nunca imaginé. Otra forma de tener sexo. Os lo agradezco a los dos, de corazón. Me ha encantado lo que habéis hecho conmigo. Tenía miedo y vergüenza al principio, pero me fui dejando llevar con tus palabras y con las caricias que Rocío me iba haciendo, con tanta dulzura y delicadeza. Tenemos que repetirlo mas adelante… Quién sabe si ya dejaré que me penetres con esa polla tan rica que tienes. Jijijiji se reía de forma traviesa.

Se levantó y fue al baño a asearse, no sin antes darnos un piquito a Rocío y a mí. Nos miramos, sonreímos.

Rocío me confesó que le gustó muchísimo también. Que había sido una suerte que me eligieran para hacer eso con un hombre que les mirase mientras se masturbaban. Que aparte de tocarse ellas dos, se excitaban viendo a un chico masturbarse delante de ellas. Que fue también una experiencia preciosa, maravillosa y deseada por ella.

Nos levantamos los dos y nos fuimos al otro baño a limpiarnos también, para vestirnos después, recordando lo sucedido en esa maravillosa noche de viernes.
 
Espero que os guste...Es la primera vez que escribo un relato. Se aceptan sugerencias para próximos.

Iba por la calle un día de viernes normal, dando un paseo antes de ir a tomar la cervecita del mediodía. De repente me suena el teléfono. Lo cojo y veo que es mi amiga Rocío. Hacía días que no hablaba con ella. Me saluda efusivamente y dice que tiene muchas ganas de verme, que no sabe nada de mí desde hace tiempo.

Me dice que está por la zona en la que ando yo y que le apetecería que comiéramos juntos y que me tiene que enseñar una sorpresa.

Encantado acepto la invitación y vamos al encuentro. Llego primero al sitio y estaba nervioso. Rocío es una chica bellísima, entre morena y castaña, cuerpo esbelto y escultural, tetas redonditas, piel blanca, suave, piernas bien torneadas y un culito respingón, muy alegre y simpática.

Cual es mi sorpresa que la veo aparecer a lo lejos y veo que no viene sola. Está acompañada de otra chica a la que no aprecio a distinguir de momento. Madre mía cuando se acercaron. Venía con nuestra amiga Carla, que hacía más tiempo que no estábamos en contacto y que había venido a pasar unos días a nuestra ciudad. A Carla la llamamos pelirrojilla, por su color de pelo, piel clara, ojos claros, cuerpo espectacular (había sido modelo fotográfica cuando la conocí), siempre se le adivinan unas tetas maravillosas, le gusta vestir con ropa sexy y ajustada, piernas largas y un culito que quita el hipo. Me dije….menuda sorpresa me ha preparado Rocío.

Un viernes normal y corriente se ponía muy especial por esta gran sorpresa que me habían dado mis dos amigas.

Nos fuimos a comer, nos contamos nuestras vidas desde el tiempo que no nos veíamos. Menudas risas que nos pegamos, nos dijimos confidencias, intimidades, todo ello regado con cerveza bien fresquita y con alguna copa de vino entre medio. Después de estar un rato de sobremesa, decidimos ir a tomarnos una copa.

Las llevo a un bar que está muy bien y animado. Una copa…más bien unas cuantas. Al final nos pusimos contentos. Entre risa va risa viene, Rocío me tocaba el culo y Carla me miraba con ojos achispados y abiertos mordiéndose el labio. Se acercó a mí y pasó su mano por encima de mi entrepierna, acariciando mi polla que se estaba poniendo dura y muy excitada. Yo pensaba….uff. me estoy poniendo caliente y menudas dos amigas tengo delante, dos bellezas que me susurraban al oído que estaban ardiendo y me invitaban a irnos a casa de Rocio, para terminar las copas allí.

Salimos del bar en dirección a casa y llevaba una a cada lado agarrada por el hombro y ellas me agarraban un cachete del culo cada una. Me estaban acariciando bien y yo bajaba mis manos por sus hombros y les apretaba una teta a cada una. Solamente las había visto en bikini, pero esta noche nos estábamos desinhibiendo un montón. Nunca les había tocado las tetas…Las notaba firmes, duras y redondas. Sentía su pezón erecto, el cual pellizcaba por encima de la camisa. Cada vez que lo había me pellizcaban a mi en el culo.

Llegamos a su casa y subimos. Rocío hizo de anfitriona y nos puso otra copa mas. Ya no nos teníamos en pie. Me sentaron en un sillón enfrente de un sofá de dos plazas y me dicen…Espérate aquí que vamos a ponernos cómodas…No te vayas, me dice Carla..

No podía imaginarme lo que me estaba pasando. Estoy con dos bellezones, a solas en su casa y me dicen que se van a poner cómodas. Me imaginaba cualquier cosa.

De repente aparecen. No podía creérmelo. Carla venía con una camisetita de tirantas rosa y encima una camisetita transparente. Un pantaloncito de encaje a juego que insinuaba su culito redondito y un tanguita. Dejaba entrever sus pezones duros y erectos.

Rocío venía con una camiseta y un pantalón corto también. Se le marcaban sus pechos firmes y sus pezones. Creo que no lleva ropa interior ninguna. Por alguna conversación que te tenido con ella, por la noche no suele llevar nunca.

Carla siempre ha sido muy reservada en cuanto a sus cuestiones y gustos sexuales. Los de Rocio si los se. No se ha escondido nunca de considerarse bisexual. Ella es mas provocadora por ahora que Carla, pero cualquier cosa podía suceder esta noche.

Se sientan en el sofá enfrente a mí, y me proponen un juego. Antes me cuentan que Carla necesitaba despejarse unos días de una relación difícil. Y quería probar cosas nuevas. Me dicen que les apetece un montón a las dos que nos desnudemos completamente y nos masturbemos en grupo, ya que Carla ha estado muy tensa en esa relación y no ha estado todo lo a gusto que ella debiera, quería probar a masturbarse delante de otras miradas. No lo había hecho nunca. Por eso quedó con Rocío, pero que le apetecía también que hubiera un hombre, para ver si recuperaba la excitación de estar con uno. Y por eso pensaron en mi.

También el juego tenía otra parte, querían que yo llevara la voz cantante en la masturbación. Que les fuera diciendo lo que tenían que hacer. Solo querían masturbación para que Carla se fuera sintiendo a gusto a estar con otro hombre. No quería penetración por el momento. Rocio se que si le gustaría que la penetrase, pero por respeto a Carla y su deseo de no hacerlo, accedí a ello. Ya habrá ocasión cuando recupere su alegría que le conocía en tiempos, de hacer un trío y follar con las dos al mismo tiempo.

Rocio en su casa tenía el juego del trivial. Accedimos a jugar a las prendas para desnudarnos haciéndonos preguntas. El que no acertara, prenda fuera.

Me dejaron empezar preguntar a mi. Las notaba calientes, excitadas, con ganas de jugar y deseosas de cualquier cosa. Yo como os podéis imaginar, tenía una presión en el pantalón que no podía aguantarme

Mi primera pregunta para Carla. La falló. Jijiji…decía yo.. empezamos bien. Venga, una prenda fuera.

Se quitó la camisa transparente.

Primera pregunta para Rocío. La acertó. Cachis, decía yo. Que solo las había visto en bikini en la playa y estaba deseoso de verlas desnudas a las dos.

Primera pregunta para mi. Me la hace Rocío, que es mas atrevida. Con tan mala suerte que la fallo. Me quito la camisa.

Asi seguimos haciendo preguntas. Carla se quitó por este orden su pantaloncito corto, su camisetita rosa y su tanguita, para quedar completamente desnuda.

Rocio se quitó su camisa del pijamita y el pantalón, quedando como Dios la trajo al mundo. Ya sabía que ella no llevaba ropa interior.

Y a mi me tocó primero el pantalón y luego los calzoncillos, estando ya por fin los tres desnudos, enfrente unos de otros.

Nunca las había visto así, ellas a mi tampoco.

Carla con la piel blanca, tetas perfectas, pezones rosaditos, con ese pelo pelirrojo, piernas largas y bien torneadas, un coño rosadito, con su ingle brasileña con sus pelitos del mismo color que su pelo.

Rocio también está espectacular. Tetas redonditas, también piel blanca, pezones duros, listos para morderlos, coñito espectacular, con su ingle bien jugosita y apetecible, con algún vello mas que Carla, pero preciosa.

Se levantaron las dos y se dieron la vuelta, enseñándome sus culitos. Casi me da un infarto. Dos culos espectaculares.

Yo con mi polla tiesa, con su punta mojada por la visión que tenía ante mí.

Se sentaron y me dicen. Somos tuyas por esta noche. Dinos lo que quieres que vayamos haciendo para masturbarnos los tres.

Uff. Cada vez tenía mas calor y mas excitación. Sabía que no iba a follármelas, pero no podía dejar de acceder a sus deseos.

Empecé diciéndoles que se recostaran en el sofá, abriendo bien las piernas y que me mostraran sus coños húmedos. Asi lo hicieron. Carla estaba mas nerviosa que Rocío. No estaba acostumbrada a masturbarse con otras personas, pero se que le apetecía probarlo. Se quería quitar ese miedo. De Rocío no lo dudaba. Ella es mas lanzada jjjj. Y muchas veces me contaba que se masturbaba casi todos los días. Que es una chica muy ardiente y necesitaba desahogarse.

Rocio pasó su pierna derecha por encima de la izquierda de Carla.

Yo sabía que Carla no era bisexual, pero le apetecía probar la experiencia. Me daba un poco de miedo ver su reacción.

Les dije que bajaran una mano en dirección a su coño húmedo. Que empezaran a acariciarlo. Así lo hicieron. Carla cerró los ojos y se mordía los labios. Rocío me miraba como yo empezaba a masturbarme. Y me sacaba su lengua frotando sus labios, con deseos de comerme la polla, pero no sería hoy.

Les dije a continuación que la mano libre que les quedaba, se pellizcaran un pezón la una a la otra. Así lo hicieron. Los tenían bien erectos. Los de Carla eran enormes, jugosos, yo se los miraba con un deseo de lamerlos, morderlos, les hacía de todo. Rocío también estaba muy cachonda. Esos pezones apuntando bien arriba.

Mi siguiente petición fue que con esa misma mano masajearan la teta que habían pellizcado el pezón. Empezaron a acariciárselas mutuamente. Yo me estaba masturbando ante tal imagen. Estaba muy cachondo y excitado.

Les pedí que bajaran la mano y la posaran encima del pubis de cada una. Lo hicieron y se estremecieron las dos, con un placer brutal, sin llegar a tocarse los coños, los que seguían masturbando con la otra mano.

Yo cada vez mas cachondo, mas mojado. Me salía líquido por la polla y lo refregaba por toda su extensión. La tenía chorreando.

Las miraba a las dos. Veía como de sus coños manaba liquido y flujos vaginales, mojándoles los muslos y manchando el sofá.

Les indiqué que se metieran dos dedos en el coño. Buuf cuando lo hicieron. Madre mía. Les entraban perfectamente al estar tan mojadas y húmedas. No sabía cuando iba yo a aguantar sin correrme, me estaba superando la situación que contemplaba.

Meteros tres dedos, les dije…a lo cual accedieron. Sus caras lo decían todo. Se retorcían en el sofá mientras se acariciaban sus cuerpos, las tetas, el cuello, la barriga. Gemían y gritaban…

Ellas dos juntaron mas sus cuerpos, pegaron sus caderas y Carla recostó su cabeza en el hombro de Rocío. La escena era preciosa, con las piernas bien abiertas, apoyada la una en la otra, masturbándose. Uffff.

Carla estaba a punto de correrse, la experiencia le estaba sentando genial. Miraba a Rocío y también le llegaba el momento. Yo aguantaba para hacerlo los tres juntos.

Estaban tan unidas que les faltaba poco para tumbarse una encima de la otra. Les dije que aceleraran el ritmo de la masturbación. El sonido que se provocan cuando se meten los dedos me ponía a mil por hora…Ese sonido tan húmedo, tan caliente, tan lascivo. Estaba casi a punto de correrme.

Me estaba masturbando mas rápido, dejándome caer en el sillón, pasando las piernas por encima de sus brazos, mostrándoles mis huevos a ellas.

Gemían mas fuerte y gritaban. Se iban a correr. Nos íbamos a correr. Ellas dos explotaron en un gemido fortísimo mientras manaban mas fluidos de sus coños. Mi polla derramó su leche en dirección a ellas, cayendo al suelo. Ellas dos se resbalaban de placer por el sillón hacia el suelo, llegando a reposar en el mismo, con las piernas abiertas y sin dejar de gemir. Estaban sudando por la excitación.

Yo me sentía igual. Acabada de tener una experiencia única con ellas dos. Creo que para ellas, cuando les preguntara luego, habría sido igual.

De repente Carla me sorprendió. Se giró sobre Rocío y le dio un pico en la boca, mientras con su mano acariciaba su pecho. Dejé que pasara un rato sin hablar, solo mirándonos los tres, viendo nuestros cuerpos desnudos, ellas me observaban la polla, como la tenía, toda llena de leche aparte del suelo. Yo las miraba sus coños, bien húmedos, con fluidos por sus muslos.

Se sentaron nuevamente en el sillón y me invitaron a sentarme con ellas en el medio. Me abrieron un huequito. Allí estábamos los tres desnudos, mirándonos, con deseo, con lujuria, pero no era el momento. Dejamos reposar lo que había pasado. Aún no hablamos nada.

De repente Carla se levanta y se pone de rodillas delante nuestra. Nos dice. Me habéis dado una de las mayores alegrías de mi vida. Pensé que nunca podría hacer esto delante de otras personas. Solo en la intimidad de la pareja. Me habéis enseñado cositas que nunca imaginé. Otra forma de tener sexo. Os lo agradezco a los dos, de corazón. Me ha encantado lo que habéis hecho conmigo. Tenía miedo y vergüenza al principio, pero me fui dejando llevar con tus palabras y con las caricias que Rocío me iba haciendo, con tanta dulzura y delicadeza. Tenemos que repetirlo mas adelante… Quién sabe si ya dejaré que me penetres con esa polla tan rica que tienes. Jijijiji se reía de forma traviesa.

Se levantó y fue al baño a asearse, no sin antes darnos un piquito a Rocío y a mí. Nos miramos, sonreímos.

Rocío me confesó que le gustó muchísimo también. Que había sido una suerte que me eligieran para hacer eso con un hombre que les mirase mientras se masturbaban. Que aparte de tocarse ellas dos, se excitaban viendo a un chico masturbarse delante de ellas. Que fue también una experiencia preciosa, maravillosa y deseada por ella.

Nos levantamos los dos y nos fuimos al otro baño a limpiarnos también, para vestirnos después, recordando lo sucedido en esa maravillosa noche de viernes.
Ufffffffff q morbazooooooooo
 
Brutal!!!! Super erótico y de gran morbosidad, has repetido?
 
Espero que os guste...Es la primera vez que escribo un relato. Se aceptan sugerencias para próximos.

Iba por la calle un día de viernes normal, dando un paseo antes de ir a tomar la cervecita del mediodía. De repente me suena el teléfono. Lo cojo y veo que es mi amiga Rocío. Hacía días que no hablaba con ella. Me saluda efusivamente y dice que tiene muchas ganas de verme, que no sabe nada de mí desde hace tiempo.

Me dice que está por la zona en la que ando yo y que le apetecería que comiéramos juntos y que me tiene que enseñar una sorpresa.

Encantado acepto la invitación y vamos al encuentro. Llego primero al sitio y estaba nervioso. Rocío es una chica bellísima, entre morena y castaña, cuerpo esbelto y escultural, tetas redonditas, piel blanca, suave, piernas bien torneadas y un culito respingón, muy alegre y simpática.

Cual es mi sorpresa que la veo aparecer a lo lejos y veo que no viene sola. Está acompañada de otra chica a la que no aprecio a distinguir de momento. Madre mía cuando se acercaron. Venía con nuestra amiga Carla, que hacía más tiempo que no estábamos en contacto y que había venido a pasar unos días a nuestra ciudad. A Carla la llamamos pelirrojilla, por su color de pelo, piel clara, ojos claros, cuerpo espectacular (había sido modelo fotográfica cuando la conocí), siempre se le adivinan unas tetas maravillosas, le gusta vestir con ropa sexy y ajustada, piernas largas y un culito que quita el hipo. Me dije….menuda sorpresa me ha preparado Rocío.

Un viernes normal y corriente se ponía muy especial por esta gran sorpresa que me habían dado mis dos amigas.

Nos fuimos a comer, nos contamos nuestras vidas desde el tiempo que no nos veíamos. Menudas risas que nos pegamos, nos dijimos confidencias, intimidades, todo ello regado con cerveza bien fresquita y con alguna copa de vino entre medio. Después de estar un rato de sobremesa, decidimos ir a tomarnos una copa.

Las llevo a un bar que está muy bien y animado. Una copa…más bien unas cuantas. Al final nos pusimos contentos. Entre risa va risa viene, Rocío me tocaba el culo y Carla me miraba con ojos achispados y abiertos mordiéndose el labio. Se acercó a mí y pasó su mano por encima de mi entrepierna, acariciando mi polla que se estaba poniendo dura y muy excitada. Yo pensaba….uff. me estoy poniendo caliente y menudas dos amigas tengo delante, dos bellezas que me susurraban al oído que estaban ardiendo y me invitaban a irnos a casa de Rocio, para terminar las copas allí.

Salimos del bar en dirección a casa y llevaba una a cada lado agarrada por el hombro y ellas me agarraban un cachete del culo cada una. Me estaban acariciando bien y yo bajaba mis manos por sus hombros y les apretaba una teta a cada una. Solamente las había visto en bikini, pero esta noche nos estábamos desinhibiendo un montón. Nunca les había tocado las tetas…Las notaba firmes, duras y redondas. Sentía su pezón erecto, el cual pellizcaba por encima de la camisa. Cada vez que lo había me pellizcaban a mi en el culo.

Llegamos a su casa y subimos. Rocío hizo de anfitriona y nos puso otra copa mas. Ya no nos teníamos en pie. Me sentaron en un sillón enfrente de un sofá de dos plazas y me dicen…Espérate aquí que vamos a ponernos cómodas…No te vayas, me dice Carla..

No podía imaginarme lo que me estaba pasando. Estoy con dos bellezones, a solas en su casa y me dicen que se van a poner cómodas. Me imaginaba cualquier cosa.

De repente aparecen. No podía creérmelo. Carla venía con una camisetita de tirantas rosa y encima una camisetita transparente. Un pantaloncito de encaje a juego que insinuaba su culito redondito y un tanguita. Dejaba entrever sus pezones duros y erectos.

Rocío venía con una camiseta y un pantalón corto también. Se le marcaban sus pechos firmes y sus pezones. Creo que no lleva ropa interior ninguna. Por alguna conversación que te tenido con ella, por la noche no suele llevar nunca.

Carla siempre ha sido muy reservada en cuanto a sus cuestiones y gustos sexuales. Los de Rocio si los se. No se ha escondido nunca de considerarse bisexual. Ella es mas provocadora por ahora que Carla, pero cualquier cosa podía suceder esta noche.

Se sientan en el sofá enfrente a mí, y me proponen un juego. Antes me cuentan que Carla necesitaba despejarse unos días de una relación difícil. Y quería probar cosas nuevas. Me dicen que les apetece un montón a las dos que nos desnudemos completamente y nos masturbemos en grupo, ya que Carla ha estado muy tensa en esa relación y no ha estado todo lo a gusto que ella debiera, quería probar a masturbarse delante de otras miradas. No lo había hecho nunca. Por eso quedó con Rocío, pero que le apetecía también que hubiera un hombre, para ver si recuperaba la excitación de estar con uno. Y por eso pensaron en mi.

También el juego tenía otra parte, querían que yo llevara la voz cantante en la masturbación. Que les fuera diciendo lo que tenían que hacer. Solo querían masturbación para que Carla se fuera sintiendo a gusto a estar con otro hombre. No quería penetración por el momento. Rocio se que si le gustaría que la penetrase, pero por respeto a Carla y su deseo de no hacerlo, accedí a ello. Ya habrá ocasión cuando recupere su alegría que le conocía en tiempos, de hacer un trío y follar con las dos al mismo tiempo.

Rocio en su casa tenía el juego del trivial. Accedimos a jugar a las prendas para desnudarnos haciéndonos preguntas. El que no acertara, prenda fuera.

Me dejaron empezar preguntar a mi. Las notaba calientes, excitadas, con ganas de jugar y deseosas de cualquier cosa. Yo como os podéis imaginar, tenía una presión en el pantalón que no podía aguantarme

Mi primera pregunta para Carla. La falló. Jijiji…decía yo.. empezamos bien. Venga, una prenda fuera.

Se quitó la camisa transparente.

Primera pregunta para Rocío. La acertó. Cachis, decía yo. Que solo las había visto en bikini en la playa y estaba deseoso de verlas desnudas a las dos.

Primera pregunta para mi. Me la hace Rocío, que es mas atrevida. Con tan mala suerte que la fallo. Me quito la camisa.

Asi seguimos haciendo preguntas. Carla se quitó por este orden su pantaloncito corto, su camisetita rosa y su tanguita, para quedar completamente desnuda.

Rocio se quitó su camisa del pijamita y el pantalón, quedando como Dios la trajo al mundo. Ya sabía que ella no llevaba ropa interior.

Y a mi me tocó primero el pantalón y luego los calzoncillos, estando ya por fin los tres desnudos, enfrente unos de otros.

Nunca las había visto así, ellas a mi tampoco.

Carla con la piel blanca, tetas perfectas, pezones rosaditos, con ese pelo pelirrojo, piernas largas y bien torneadas, un coño rosadito, con su ingle brasileña con sus pelitos del mismo color que su pelo.

Rocio también está espectacular. Tetas redonditas, también piel blanca, pezones duros, listos para morderlos, coñito espectacular, con su ingle bien jugosita y apetecible, con algún vello mas que Carla, pero preciosa.

Se levantaron las dos y se dieron la vuelta, enseñándome sus culitos. Casi me da un infarto. Dos culos espectaculares.

Yo con mi polla tiesa, con su punta mojada por la visión que tenía ante mí.

Se sentaron y me dicen. Somos tuyas por esta noche. Dinos lo que quieres que vayamos haciendo para masturbarnos los tres.

Uff. Cada vez tenía mas calor y mas excitación. Sabía que no iba a follármelas, pero no podía dejar de acceder a sus deseos.

Empecé diciéndoles que se recostaran en el sofá, abriendo bien las piernas y que me mostraran sus coños húmedos. Asi lo hicieron. Carla estaba mas nerviosa que Rocío. No estaba acostumbrada a masturbarse con otras personas, pero se que le apetecía probarlo. Se quería quitar ese miedo. De Rocío no lo dudaba. Ella es mas lanzada jjjj. Y muchas veces me contaba que se masturbaba casi todos los días. Que es una chica muy ardiente y necesitaba desahogarse.

Rocio pasó su pierna derecha por encima de la izquierda de Carla.

Yo sabía que Carla no era bisexual, pero le apetecía probar la experiencia. Me daba un poco de miedo ver su reacción.

Les dije que bajaran una mano en dirección a su coño húmedo. Que empezaran a acariciarlo. Así lo hicieron. Carla cerró los ojos y se mordía los labios. Rocío me miraba como yo empezaba a masturbarme. Y me sacaba su lengua frotando sus labios, con deseos de comerme la polla, pero no sería hoy.

Les dije a continuación que la mano libre que les quedaba, se pellizcaran un pezón la una a la otra. Así lo hicieron. Los tenían bien erectos. Los de Carla eran enormes, jugosos, yo se los miraba con un deseo de lamerlos, morderlos, les hacía de todo. Rocío también estaba muy cachonda. Esos pezones apuntando bien arriba.

Mi siguiente petición fue que con esa misma mano masajearan la teta que habían pellizcado el pezón. Empezaron a acariciárselas mutuamente. Yo me estaba masturbando ante tal imagen. Estaba muy cachondo y excitado.

Les pedí que bajaran la mano y la posaran encima del pubis de cada una. Lo hicieron y se estremecieron las dos, con un placer brutal, sin llegar a tocarse los coños, los que seguían masturbando con la otra mano.

Yo cada vez mas cachondo, mas mojado. Me salía líquido por la polla y lo refregaba por toda su extensión. La tenía chorreando.

Las miraba a las dos. Veía como de sus coños manaba liquido y flujos vaginales, mojándoles los muslos y manchando el sofá.

Les indiqué que se metieran dos dedos en el coño. Buuf cuando lo hicieron. Madre mía. Les entraban perfectamente al estar tan mojadas y húmedas. No sabía cuando iba yo a aguantar sin correrme, me estaba superando la situación que contemplaba.

Meteros tres dedos, les dije…a lo cual accedieron. Sus caras lo decían todo. Se retorcían en el sofá mientras se acariciaban sus cuerpos, las tetas, el cuello, la barriga. Gemían y gritaban…

Ellas dos juntaron mas sus cuerpos, pegaron sus caderas y Carla recostó su cabeza en el hombro de Rocío. La escena era preciosa, con las piernas bien abiertas, apoyada la una en la otra, masturbándose. Uffff.

Carla estaba a punto de correrse, la experiencia le estaba sentando genial. Miraba a Rocío y también le llegaba el momento. Yo aguantaba para hacerlo los tres juntos.

Estaban tan unidas que les faltaba poco para tumbarse una encima de la otra. Les dije que aceleraran el ritmo de la masturbación. El sonido que se provocan cuando se meten los dedos me ponía a mil por hora…Ese sonido tan húmedo, tan caliente, tan lascivo. Estaba casi a punto de correrme.

Me estaba masturbando mas rápido, dejándome caer en el sillón, pasando las piernas por encima de sus brazos, mostrándoles mis huevos a ellas.

Gemían mas fuerte y gritaban. Se iban a correr. Nos íbamos a correr. Ellas dos explotaron en un gemido fortísimo mientras manaban mas fluidos de sus coños. Mi polla derramó su leche en dirección a ellas, cayendo al suelo. Ellas dos se resbalaban de placer por el sillón hacia el suelo, llegando a reposar en el mismo, con las piernas abiertas y sin dejar de gemir. Estaban sudando por la excitación.

Yo me sentía igual. Acabada de tener una experiencia única con ellas dos. Creo que para ellas, cuando les preguntara luego, habría sido igual.

De repente Carla me sorprendió. Se giró sobre Rocío y le dio un pico en la boca, mientras con su mano acariciaba su pecho. Dejé que pasara un rato sin hablar, solo mirándonos los tres, viendo nuestros cuerpos desnudos, ellas me observaban la polla, como la tenía, toda llena de leche aparte del suelo. Yo las miraba sus coños, bien húmedos, con fluidos por sus muslos.

Se sentaron nuevamente en el sillón y me invitaron a sentarme con ellas en el medio. Me abrieron un huequito. Allí estábamos los tres desnudos, mirándonos, con deseo, con lujuria, pero no era el momento. Dejamos reposar lo que había pasado. Aún no hablamos nada.

De repente Carla se levanta y se pone de rodillas delante nuestra. Nos dice. Me habéis dado una de las mayores alegrías de mi vida. Pensé que nunca podría hacer esto delante de otras personas. Solo en la intimidad de la pareja. Me habéis enseñado cositas que nunca imaginé. Otra forma de tener sexo. Os lo agradezco a los dos, de corazón. Me ha encantado lo que habéis hecho conmigo. Tenía miedo y vergüenza al principio, pero me fui dejando llevar con tus palabras y con las caricias que Rocío me iba haciendo, con tanta dulzura y delicadeza. Tenemos que repetirlo mas adelante… Quién sabe si ya dejaré que me penetres con esa polla tan rica que tienes. Jijijiji se reía de forma traviesa.

Se levantó y fue al baño a asearse, no sin antes darnos un piquito a Rocío y a mí. Nos miramos, sonreímos.

Rocío me confesó que le gustó muchísimo también. Que había sido una suerte que me eligieran para hacer eso con un hombre que les mirase mientras se masturbaban. Que aparte de tocarse ellas dos, se excitaban viendo a un chico masturbarse delante de ellas. Que fue también una experiencia preciosa, maravillosa y deseada por ella.

Nos levantamos los dos y nos fuimos al otro baño a limpiarnos también, para vestirnos después, recordando lo sucedido en esa maravillosa noche de viernes.
Me ha encantado a ver si hay continuidad jeje
 
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