La novia de un compañero de la uni

bown

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22 Jul 2023
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Hola. Voy a contar algo que sucedió en mis tiempos de universidad. En aquella época tenía 20 años. Si os gusta, puedo ampliar con otros que me contaron compañeros / colegas sobre la chica porque lo mío fue una mínima parte. De hecho, me enseñaron hasta videos en su época.



Era un día templado de principios de Febrero por la tarde, de esos en los que te tienes que ir quitando capas de ropa. Los exámenes del primer cuatrimestre habian terminado y esa semana tocaban vacaciones justo antes de volver a empezar las clases. Por desgracia para nosotros, nos hicieron ir por parejas al despacho de un profesor duro para entregar un trabajo grupal. Decidimos que iríamos los dos que mejor nos llevábamos con el profe, así que quedamos cerca de la uni.

Al llegar, apareció el chaval con su novia, a la que ya conocía. Ella era una chica de 19 años, no estaba como un palo, pero tampoco rellenita, Se puede decir que del montón, sin unas tetas espectaculares ni poco pecho. Tampoco era guapísima ni fea. Pelo negro, ojos marrones y piel media española.

Entramos al despacho y solo tuvimos que entregar. Como aún quedaba un buen rato para que llegara el resto del grupo y lo celebráramos, el compañero fue al despacho de otro profesor a hablar con él, así que su novia y yo nos quedamos esperando en el pasillo.

Todo estaba vacío y la poca conversación tampoco era muy profunda. Para librarme le dije que iba al baño y ella respondió que también aprovecharía para ir.


Entré al baño desierto y me metí en un inodoro con puerta. Tengo la costumbre de dejar las puertas entreabiertas y esa vez no fue una excepción.

Me dió la sensación de tener a alguien cerca mientras estaba meando, pero terminé. Me giré un poco mientras la guardaba y ví que la chica estaba justo detrás y a un lateral, como embutida. El susto fue bastante grande y dejé inmediatamente lo que estaba haciendo.

- Yo: ¿Qué haces? Sal.
- Ella: Olía fatal en el baño de chicas. No pienso mear allí.
- Yo: Pues busca otro sitio, pero no vengas aquí. - Tratando de subirme los boxer y atándome el pantalón

Entonces, me dió un empujón hacia al lado y bajó la tapa. Se giró tan rápido que ni me dí cuenta y ya tenía los pantalones negros tipo mallas gordas como las que usan muchas en invierno y el tanga bajados.

Los ojos se me fueron a su coñito y lo tenía todo pálido y sin un solo pelo. Estaba ensimismado y me quedé mirando cómo se sentaba sin mover un solo músculo. Bueno, sí, la polla se me puso morcillona.

- Ella: Mejor te ayudo. - Mientras un sonido muy femenino de ella meando me devolvía a mi ser

No dije nada y supongo que estaría blanco. Metió sus manos en mis bóxer y me sacó la polla, que no paraba de crecer. La empezo a menear con las dos manos, se llevó una a la cara y me hizo el gesto de silencio.

Mientras seguía tocándomela suvemente, enrolló un buen trozo de papel, lo cortó y lo dejó encima del resto del rollo.

Justo después, se acercó la mano libre a la boca y echó un buen salivazo para lubricarme bien la polla. A partir de ahí, vino lo bueno.

Sus manos calientes manejaban mi polla a un ritmo rapidísimo. Pronto quitó una y empezó a tocarse mientras no paraba con la otra y mantenía los ojos clavados en su objetivo. Su cara era la de una zorra total y a veces me miraba a los ojos mientras sonreía y ponía caras de gusto.

Iba tan rápido y me estaba gustando tanto que pronto empecé a notar que me iba a estallar. Supongo que ella también lo sintió porque frenó casi en seco para ir despacio y con la otra mano acercó el papel. Aunque pensé que me iba a correr, logré contenerme y relajarme un poco.

Ella volvió a dejar el papel y a tocarse poniendo unas caras de mayor placer aún y a soplar suavemente. Movía un poco, incluso, las piernas. Cuando se calmó un poco, subió el ritmo de la paja al del principio.

Lo que me hizo sufrir para aguantar...

Un ratito después sin parar, se me volvió a poner como una roca y otra vez trajo el papel cerca de mi polla, pero ahora no paró de pajearme hasta que me corrí con bastante fuerza en el papel al tiempo que ella apartaba la cara para que no le diera.

Lo mejor de todo fue ver su cara en ese momento. Era una mezcla entre gusto y asco de ver la leche salir

Me limpió lo que quedaba en la punta, tiró el papel al inodoro, me guardó la herramienta y ató el pantalón. Hizo un gesto para que me fuera y me dí la vuelta.

La puerta aún estaba entreabierta; nunca la había llegado a cerrar. Comprobé que no había nadie en el baño, salí al pasillo y me senté en uno de los bancos que había a pensar en lo que había pasado.


No se cuánto tiempo pasó cuando me sorprendió el grito de otro de los compañeros desde el fondo del pasillo preguntando si ya estaba. Poco tiempo después, salió la chica de los baños y se unió a nosotros dos.

Acabamos juntándonos su novio y los otros dos integrantes del grupo que faltaban en pocos minutos. Salimos de la facultad y escasos metros después, sonó mi teléfono.

Tuve que marcharme para atender unos asuntos y no pude quedarme a celebrar el hito, pero no me importó.


A la tarde del día siguiente estuve hablando con uno del grupo y me habló de lo bien que lo pasaron todos esa noche...



Espero que os haya gustado.

Saludos.
 
Hola. Voy a contar algo que sucedió en mis tiempos de universidad. En aquella época tenía 20 años. Si os gusta, puedo ampliar con otros que me contaron compañeros / colegas sobre la chica porque lo mío fue una mínima parte. De hecho, me enseñaron hasta videos en su época.



Era un día templado de principios de Febrero por la tarde, de esos en los que te tienes que ir quitando capas de ropa. Los exámenes del primer cuatrimestre habian terminado y esa semana tocaban vacaciones justo antes de volver a empezar las clases. Por desgracia para nosotros, nos hicieron ir por parejas al despacho de un profesor duro para entregar un trabajo grupal. Decidimos que iríamos los dos que mejor nos llevábamos con el profe, así que quedamos cerca de la uni.

Al llegar, apareció el chaval con su novia, a la que ya conocía. Ella era una chica de 19 años, no estaba como un palo, pero tampoco rellenita, Se puede decir que del montón, sin unas tetas espectaculares ni poco pecho. Tampoco era guapísima ni fea. Pelo negro, ojos marrones y piel media española.

Entramos al despacho y solo tuvimos que entregar. Como aún quedaba un buen rato para que llegara el resto del grupo y lo celebráramos, el compañero fue al despacho de otro profesor a hablar con él, así que su novia y yo nos quedamos esperando en el pasillo.

Todo estaba vacío y la poca conversación tampoco era muy profunda. Para librarme le dije que iba al baño y ella respondió que también aprovecharía para ir.


Entré al baño desierto y me metí en un inodoro con puerta. Tengo la costumbre de dejar las puertas entreabiertas y esa vez no fue una excepción.

Me dió la sensación de tener a alguien cerca mientras estaba meando, pero terminé. Me giré un poco mientras la guardaba y ví que la chica estaba justo detrás y a un lateral, como embutida. El susto fue bastante grande y dejé inmediatamente lo que estaba haciendo.

- Yo: ¿Qué haces? Sal.
- Ella: Olía fatal en el baño de chicas. No pienso mear allí.
- Yo: Pues busca otro sitio, pero no vengas aquí. - Tratando de subirme los boxer y atándome el pantalón

Entonces, me dió un empujón hacia al lado y bajó la tapa. Se giró tan rápido que ni me dí cuenta y ya tenía los pantalones negros tipo mallas gordas como las que usan muchas en invierno y el tanga bajados.

Los ojos se me fueron a su coñito y lo tenía todo pálido y sin un solo pelo. Estaba ensimismado y me quedé mirando cómo se sentaba sin mover un solo músculo. Bueno, sí, la polla se me puso morcillona.

- Ella: Mejor te ayudo. - Mientras un sonido muy femenino de ella meando me devolvía a mi ser

No dije nada y supongo que estaría blanco. Metió sus manos en mis bóxer y me sacó la polla, que no paraba de crecer. La empezo a menear con las dos manos, se llevó una a la cara y me hizo el gesto de silencio.

Mientras seguía tocándomela suvemente, enrolló un buen trozo de papel, lo cortó y lo dejó encima del resto del rollo.

Justo después, se acercó la mano libre a la boca y echó un buen salivazo para lubricarme bien la polla. A partir de ahí, vino lo bueno.

Sus manos calientes manejaban mi polla a un ritmo rapidísimo. Pronto quitó una y empezó a tocarse mientras no paraba con la otra y mantenía los ojos clavados en su objetivo. Su cara era la de una zorra total y a veces me miraba a los ojos mientras sonreía y ponía caras de gusto.

Iba tan rápido y me estaba gustando tanto que pronto empecé a notar que me iba a estallar. Supongo que ella también lo sintió porque frenó casi en seco para ir despacio y con la otra mano acercó el papel. Aunque pensé que me iba a correr, logré contenerme y relajarme un poco.

Ella volvió a dejar el papel y a tocarse poniendo unas caras de mayor placer aún y a soplar suavemente. Movía un poco, incluso, las piernas. Cuando se calmó un poco, subió el ritmo de la paja al del principio.

Lo que me hizo sufrir para aguantar...

Un ratito después sin parar, se me volvió a poner como una roca y otra vez trajo el papel cerca de mi polla, pero ahora no paró de pajearme hasta que me corrí con bastante fuerza en el papel al tiempo que ella apartaba la cara para que no le diera.

Lo mejor de todo fue ver su cara en ese momento. Era una mezcla entre gusto y asco de ver la leche salir

Me limpió lo que quedaba en la punta, tiró el papel al inodoro, me guardó la herramienta y ató el pantalón. Hizo un gesto para que me fuera y me dí la vuelta.

La puerta aún estaba entreabierta; nunca la había llegado a cerrar. Comprobé que no había nadie en el baño, salí al pasillo y me senté en uno de los bancos que había a pensar en lo que había pasado.


No se cuánto tiempo pasó cuando me sorprendió el grito de otro de los compañeros desde el fondo del pasillo preguntando si ya estaba. Poco tiempo después, salió la chica de los baños y se unió a nosotros dos.

Acabamos juntándonos su novio y los otros dos integrantes del grupo que faltaban en pocos minutos. Salimos de la facultad y escasos metros después, sonó mi teléfono.

Tuve que marcharme para atender unos asuntos y no pude quedarme a celebrar el hito, pero no me importó.


A la tarde del día siguiente estuve hablando con uno del grupo y me habló de lo bien que lo pasaron todos esa noche...



Espero que os haya gustado.

Saludos.
sigue contando, que la cosa promete
 
Seguimos con la celebración de ese día. Es una reconstrucción de lo que me contaron varios y los videos y fotos que me enseñaron en sus teléfonos.



Cuando me marché, los otros cuatro miembros del grupo fueron a un bar de universitarios a tomar algo. Como no les molaba mucho el rollo que había allí, pasaron por un supermercado y fueron al piso de estudiantes en el que vivía el novio de la chica con otros dos más.

Estuvieron bebiendo y fumando tranquilamente.

En un momento dado, entraron los compañeros de piso y se juntaron 6 y la muchacha. Los chicos venían de dar una vuelta porque uno de ellos andaba detrás de una que no lo trataba muy bien y tenía sus altibajos.

El ambiente se debió de enrarecer y el joven estuvo un ratillo contándole su vida a la novia del compañero, mientras el resto se lo pasaba bien.

La chica se levantó de donde estaba y se acercó al novio para apartarlo del resto y hablar. Por lo que me dijeron, ella era parecía bastante insistente y el novio tenso.

Después de unos minutos, los dos pidieron silencio a todos los allí reunidos y dijeron que tenían algo que proponer.

Ella tomó la iniciativa y dijo que su fantasía era que la follaran varios de uno en uno mientras el resto miraba y grababa para hacer un video casero que pudiera ver cuando quisiera, pero con unas condiciones (pongo las que recuerdo que me dijeron):

- Solo se la chuparía a su novio.
- Primero iría su novio.
- Todos con condón.
- Por el culo no.
- Una postura distinta con cada uno y sin repetir.
- Todos tenían que verlo todo y solo podía hablar quien se la estuviera metiendo en ese momento. Nadie se podía ir ni hablar o reirse.
- No podían subir nada de lo que grabaran o fotografiaran a internet. Se lo tenían que pasar solo a su novio.


Unos instantes tensos después, todos aceptaron y estuvieron discutiendo por el turno. Al final, lo decidieron por un juego infantil para elegir equipos.

Cuando ya estaba todo decidido, la chica puso las últimas condiciones. El último la follaría en la cama a 4 patas y terminaría con su novio.

Nadie dijo que no y todos se desnudaron en la sala.


La chica se dio una vuelta enseñando las tetas y el coño y dijo:

- Esto es lo que os vais a follar.


Acto seguido, pidió que empezaran a grabar, se acercó a su novio y lo sentó en el sofá. El chico rondaba el 1,80 de estatura y tenía cuerpo atlético.

Empezó a sobar su polla y se besaron mientras lo hacía. Se le puso dura casi al instante y ella se agachó más. Se la llevó a la boca y comenzó a chupársela con cara de asco. No parecía gustarle y paraba bastante frecuentemente como ahogada. Falta de práctica, quizá.

Poco tiempo después, dejó de chupársela y se apartó. El novio, con la polla bastante ensalivada, se tumbó boca arriba en el sofá y ella se puso encima mirándole.

Guió la polla hacia su coño y bajó lentamente. Al sentarse sobre el chico, lanzó un suspiro y volvió a subir. El novio la agarró de la cadera con las dos manos y, a partir de ahí, inició un movimiento suave que fue acelerando y disminuyendo con las risas de ella.

Por un momento, ambos pararon. La chica se colocó el pelo y movió sus caderas hacia los lados mientras bajaba y subía un par de veces. Volvió a quedarse arriba y soltó una carcajada. Él la agarró con firmeza y se puso a follarla bien fuerte, con unas embestidas que le movían sus preciosas tetas, a lo que ella respondió moviendo las caderas hacia los lados y con gemidos que fueron aumentando hasta llegar al orgasmo.

Con la voz entrecortada dijo:

- Para. No te corras.

Y el novio se frenó en seco. La joven miró a los teléfonos que la estaban grabando y sonrió.

Bajaron del sofá y todos fueron a la habitación del novio. Nadie sabía ni cómo entraron todos allí.


Como el primero al que le tocaba después del novio tenía la polla muy gorda y no le entraba el condón, tuvo que salir a comprar, por lo que pasaron al siguiente.

Era uno de los compañeros de piso. Rechoncho y un poco torpón, pero un tío de puta madre.

Éste, la tumbó de lado en la cama y, con una polla más bien pequeña, se la metió en cucharita. Le costó al principio y ella parecía un poco aburrida, pero levantó la pierna derecha sin pelos y empezó a moverse más y más rápido, consiguiendo un buen compás. De total indiferencia pasó a hacer algunos sonidos, lo que siguió motivando al chaval, que cada vez se la metía y sacaba con más ganas y velocidad.

La chica agarró la sábana superior con las manos y empezó a gemir. Duró poco la alegría porque el compañero de piso rellenito pasó de 100 a 0 en milésimas de segundo y soltó un sonoro "Mierda".

Sí, se había corrido.


Ahora le tocaba al compañero con el que había ido antes a entregar el trabajo, y que fue el primero que me puso al día (y el que más detalles soltó).

Un chico normal para su edad. Del grupo, los únicos que desentonaban un poco eran el novio de la chica, por su complexión de deportista, el compañero de piso que acababa de terminar y el que había tenido que salir, por ser un poco fuerte.

A quien le tocaba estaba nervioso como algunos artistas antes de actuar. Lo que más le aceleraba el corazón era ver las caras del resto, entre las que se encontraba la del novio. Dubitativo, se acercó a la chicha y dijo alto y claro:

- Contra la pared. - Se había metído de lleno en el papel

Ella obedeció y puso la espalda contra la pared. Se acercó y susurró al oído de la joven:

- De espaldas.

Se giró y, casi si haber terminado de hacerlo, el universitario le metió el rabo venoso con decisión y empezó a empotrarla con rabia.

A decir verdad, la tenía muchas ganas porque solía insinuarse de vez en cuando y le hacía de calientapollas.

Los gemidos de la muchacha se escuchaban mejor ahora y poco a poco iba poniéndose más en pompa. Una palmada en la nalga derecha le sacó un sonoro y extráñamente divertido "NO" a la guarra. No inquietó al compañero, que siguió metiéndola y sacándola con fuerza y velocidad.

De pronto, ella bajó su mano derecha a su pelado coñito y con una voz de lujuria le pedíó que siguiera y que le diera más fuerte.

No dudó y aumentó la intensidad durante casi un minuto más, hasta que ya no pudo aguantar y, en un acto reflejo, la sacó tan rápido como la estaba metiendo y se corrió en la goma.

La muchacha, sonriente, besó su cuello y con voz dulce le susurró:

- Ya hablaremos...



El compañero que había bajado a por condondes estaba apostado en la puerta de la habitación y entró al redil. No le costó ponerse a tono ni colocarse el capuchón.

- Ella: ¿Dónde?
- Él: En la cama, boca arriba, con un cojín debajo y las piernas agarradas con los brazos.
- Ella: Contigo solo misionero o me partes por la mitad.
- Él: Vale.

Este muchacho era de espalda más ancha que el resto y tenía los brazos y piernas fuertes, mientras que la chica era dentro de la media.

Se apostaron en la cama y, al entrar la polla despacio, la mujer le pidió que empezara suave. Así lo hizo y estuvo un tiempo teniendo cuidado, hasta que se cansó de esperar...

Las embestidas fuertes llegaron de repente y la cama sonaba. Ella no articulaba palabra y el compañero no dejaba de sudar. Así durante un rato. El resto que estaba contemplando la escena y grabando alrededor se miraba en silencio y con caras de flipe.

Como por arte de magia, la chica volvió en sí y lanzó un grito sordo sin fuerza. Siguió gimiendo hasta que el robusto chico bajó el ritmo al más puro estilo de una pájara ciclista y se echó a un lado diciendo:

- No puedo más.

Todos pudieron ver que la novia del anfitrión se había corrido y no paraba de tocarse para buscar otro orgasmo.


El que iba a cerrar la follada grupal ela el tercer inquilino del piso universitario. No tenía ganas de hacerlo después de todo lo visto, pero todos lo animaron, incluso el novio, que indicó que después de correrse se disfrutaba más.

Por fin llegó su momento. La puta de la joven se puso a cuatro patas al borde de la cama y abrió bien su chochete.

- Él: No se si voy a aguantar mucho.
- Ella: Dame fuerte lo que puedas. - Entre risas

Justo lo que hizo. Introdujo su cipote, metió y sacó buscando referencias con tiento, repitió la operación y la agarró de las caderas. En ningún momento dejaba de tocarse la chica.

- Ella: Sin miedo, eso ni lo noto.

Tiró fuerte de las caderas hacia él y de nuevo a la posición en la que estaban antes y se la clavó de nuevo para no parar de hacerlo a buena velocidad.

Se escuchaba un "plas - plas" constante y pequeños ruiditos y suspiros de la chica, que a veces eran gemidos.

A poco de haber iniciado la jugada, el último chico suspiró y profusó un "Aaaahhhhhhhh". Siguió un poco más y sacó la polla con una buena corrida en el condón.


La chica se incorcorporó e hizo el gesto universal de acercarse al novio mientras el resto de los allí presentes vitoreaban y golpeaban al compañero de piso que acababa de rematar la faena, o eso pensaban ellos...

El anfitrión de la fiesta volvía a tener la polla casi a tope y su novia se la agarraba con firmeza. Esta vez no se la metió en la boca, sino que hizo el trabajo con las manos.

Igual que como unas horas antes en el baño de la uni, se plantó delante de la polla de su chico y la agarró con las manos. Sacó algo de su flujo de abajo y lubricó la estaca. Tenía tantas ganas que se la zarandeaba lo más rápido que podía.

El novio usó su mano derecha para tocársela e, inmediatamente, ella soltó su preciado objeto. Siguió él con la paja y apuntó el cañón hacia las tetas. La novia se las levantó un poco y una buena lechada golpeó sus hermosos pechos.


Se limpiaron con papel y cada uno se vistió en la sala con la ropa que había dejado tirada. Se despidieron y los que no eran del piso se marcharon.





Espero que os haya gustado y fue una pena no haber podido participar.
 
Seguimos con la celebración de ese día. Es una reconstrucción de lo que me contaron varios y los videos y fotos que me enseñaron en sus teléfonos.



Cuando me marché, los otros cuatro miembros del grupo fueron a un bar de universitarios a tomar algo. Como no les molaba mucho el rollo que había allí, pasaron por un supermercado y fueron al piso de estudiantes en el que vivía el novio de la chica con otros dos más.

Estuvieron bebiendo y fumando tranquilamente.

En un momento dado, entraron los compañeros de piso y se juntaron 6 y la muchacha. Los chicos venían de dar una vuelta porque uno de ellos andaba detrás de una que no lo trataba muy bien y tenía sus altibajos.

El ambiente se debió de enrarecer y el joven estuvo un ratillo contándole su vida a la novia del compañero, mientras el resto se lo pasaba bien.

La chica se levantó de donde estaba y se acercó al novio para apartarlo del resto y hablar. Por lo que me dijeron, ella era parecía bastante insistente y el novio tenso.

Después de unos minutos, los dos pidieron silencio a todos los allí reunidos y dijeron que tenían algo que proponer.

Ella tomó la iniciativa y dijo que su fantasía era que la follaran varios de uno en uno mientras el resto miraba y grababa para hacer un video casero que pudiera ver cuando quisiera, pero con unas condiciones (pongo las que recuerdo que me dijeron):

- Solo se la chuparía a su novio.
- Primero iría su novio.
- Todos con condón.
- Por el culo no.
- Una postura distinta con cada uno y sin repetir.
- Todos tenían que verlo todo y solo podía hablar quien se la estuviera metiendo en ese momento. Nadie se podía ir ni hablar o reirse.
- No podían subir nada de lo que grabaran o fotografiaran a internet. Se lo tenían que pasar solo a su novio.


Unos instantes tensos después, todos aceptaron y estuvieron discutiendo por el turno. Al final, lo decidieron por un juego infantil para elegir equipos.

Cuando ya estaba todo decidido, la chica puso las últimas condiciones. El último la follaría en la cama a 4 patas y terminaría con su novio.

Nadie dijo que no y todos se desnudaron en la sala.


La chica se dio una vuelta enseñando las tetas y el coño y dijo:

- Esto es lo que os vais a follar.


Acto seguido, pidió que empezaran a grabar, se acercó a su novio y lo sentó en el sofá. El chico rondaba el 1,80 de estatura y tenía cuerpo atlético.

Empezó a sobar su polla y se besaron mientras lo hacía. Se le puso dura casi al instante y ella se agachó más. Se la llevó a la boca y comenzó a chupársela con cara de asco. No parecía gustarle y paraba bastante frecuentemente como ahogada. Falta de práctica, quizá.

Poco tiempo después, dejó de chupársela y se apartó. El novio, con la polla bastante ensalivada, se tumbó boca arriba en el sofá y ella se puso encima mirándole.

Guió la polla hacia su coño y bajó lentamente. Al sentarse sobre el chico, lanzó un suspiro y volvió a subir. El novio la agarró de la cadera con las dos manos y, a partir de ahí, inició un movimiento suave que fue acelerando y disminuyendo con las risas de ella.

Por un momento, ambos pararon. La chica se colocó el pelo y movió sus caderas hacia los lados mientras bajaba y subía un par de veces. Volvió a quedarse arriba y soltó una carcajada. Él la agarró con firmeza y se puso a follarla bien fuerte, con unas embestidas que le movían sus preciosas tetas, a lo que ella respondió moviendo las caderas hacia los lados y con gemidos que fueron aumentando hasta llegar al orgasmo.

Con la voz entrecortada dijo:

- Para. No te corras.

Y el novio se frenó en seco. La joven miró a los teléfonos que la estaban grabando y sonrió.

Bajaron del sofá y todos fueron a la habitación del novio. Nadie sabía ni cómo entraron todos allí.


Como el primero al que le tocaba después del novio tenía la polla muy gorda y no le entraba el condón, tuvo que salir a comprar, por lo que pasaron al siguiente.

Era uno de los compañeros de piso. Rechoncho y un poco torpón, pero un tío de puta madre.

Éste, la tumbó de lado en la cama y, con una polla más bien pequeña, se la metió en cucharita. Le costó al principio y ella parecía un poco aburrida, pero levantó la pierna derecha sin pelos y empezó a moverse más y más rápido, consiguiendo un buen compás. De total indiferencia pasó a hacer algunos sonidos, lo que siguió motivando al chaval, que cada vez se la metía y sacaba con más ganas y velocidad.

La chica agarró la sábana superior con las manos y empezó a gemir. Duró poco la alegría porque el compañero de piso rellenito pasó de 100 a 0 en milésimas de segundo y soltó un sonoro "Mierda".

Sí, se había corrido.


Ahora le tocaba al compañero con el que había ido antes a entregar el trabajo, y que fue el primero que me puso al día (y el que más detalles soltó).

Un chico normal para su edad. Del grupo, los únicos que desentonaban un poco eran el novio de la chica, por su complexión de deportista, el compañero de piso que acababa de terminar y el que había tenido que salir, por ser un poco fuerte.

A quien le tocaba estaba nervioso como algunos artistas antes de actuar. Lo que más le aceleraba el corazón era ver las caras del resto, entre las que se encontraba la del novio. Dubitativo, se acercó a la chicha y dijo alto y claro:

- Contra la pared. - Se había metído de lleno en el papel

Ella obedeció y puso la espalda contra la pared. Se acercó y susurró al oído de la joven:

- De espaldas.

Se giró y, casi si haber terminado de hacerlo, el universitario le metió el rabo venoso con decisión y empezó a empotrarla con rabia.

A decir verdad, la tenía muchas ganas porque solía insinuarse de vez en cuando y le hacía de calientapollas.

Los gemidos de la muchacha se escuchaban mejor ahora y poco a poco iba poniéndose más en pompa. Una palmada en la nalga derecha le sacó un sonoro y extráñamente divertido "NO" a la guarra. No inquietó al compañero, que siguió metiéndola y sacándola con fuerza y velocidad.

De pronto, ella bajó su mano derecha a su pelado coñito y con una voz de lujuria le pedíó que siguiera y que le diera más fuerte.

No dudó y aumentó la intensidad durante casi un minuto más, hasta que ya no pudo aguantar y, en un acto reflejo, la sacó tan rápido como la estaba metiendo y se corrió en la goma.

La muchacha, sonriente, besó su cuello y con voz dulce le susurró:

- Ya hablaremos...



El compañero que había bajado a por condondes estaba apostado en la puerta de la habitación y entró al redil. No le costó ponerse a tono ni colocarse el capuchón.

- Ella: ¿Dónde?
- Él: En la cama, boca arriba, con un cojín debajo y las piernas agarradas con los brazos.
- Ella: Contigo solo misionero o me partes por la mitad.
- Él: Vale.

Este muchacho era de espalda más ancha que el resto y tenía los brazos y piernas fuertes, mientras que la chica era dentro de la media.

Se apostaron en la cama y, al entrar la polla despacio, la mujer le pidió que empezara suave. Así lo hizo y estuvo un tiempo teniendo cuidado, hasta que se cansó de esperar...

Las embestidas fuertes llegaron de repente y la cama sonaba. Ella no articulaba palabra y el compañero no dejaba de sudar. Así durante un rato. El resto que estaba contemplando la escena y grabando alrededor se miraba en silencio y con caras de flipe.

Como por arte de magia, la chica volvió en sí y lanzó un grito sordo sin fuerza. Siguió gimiendo hasta que el robusto chico bajó el ritmo al más puro estilo de una pájara ciclista y se echó a un lado diciendo:

- No puedo más.

Todos pudieron ver que la novia del anfitrión se había corrido y no paraba de tocarse para buscar otro orgasmo.


El que iba a cerrar la follada grupal ela el tercer inquilino del piso universitario. No tenía ganas de hacerlo después de todo lo visto, pero todos lo animaron, incluso el novio, que indicó que después de correrse se disfrutaba más.

Por fin llegó su momento. La puta de la joven se puso a cuatro patas al borde de la cama y abrió bien su chochete.

- Él: No se si voy a aguantar mucho.
- Ella: Dame fuerte lo que puedas. - Entre risas

Justo lo que hizo. Introdujo su cipote, metió y sacó buscando referencias con tiento, repitió la operación y la agarró de las caderas. En ningún momento dejaba de tocarse la chica.

- Ella: Sin miedo, eso ni lo noto.

Tiró fuerte de las caderas hacia él y de nuevo a la posición en la que estaban antes y se la clavó de nuevo para no parar de hacerlo a buena velocidad.

Se escuchaba un "plas - plas" constante y pequeños ruiditos y suspiros de la chica, que a veces eran gemidos.

A poco de haber iniciado la jugada, el último chico suspiró y profusó un "Aaaahhhhhhhh". Siguió un poco más y sacó la polla con una buena corrida en el condón.


La chica se incorcorporó e hizo el gesto universal de acercarse al novio mientras el resto de los allí presentes vitoreaban y golpeaban al compañero de piso que acababa de rematar la faena, o eso pensaban ellos...

El anfitrión de la fiesta volvía a tener la polla casi a tope y su novia se la agarraba con firmeza. Esta vez no se la metió en la boca, sino que hizo el trabajo con las manos.

Igual que como unas horas antes en el baño de la uni, se plantó delante de la polla de su chico y la agarró con las manos. Sacó algo de su flujo de abajo y lubricó la estaca. Tenía tantas ganas que se la zarandeaba lo más rápido que podía.

El novio usó su mano derecha para tocársela e, inmediatamente, ella soltó su preciado objeto. Siguió él con la paja y apuntó el cañón hacia las tetas. La novia se las levantó un poco y una buena lechada golpeó sus hermosos pechos.


Se limpiaron con papel y cada uno se vistió en la sala con la ropa que había dejado tirada. Se despidieron y los que no eran del piso se marcharon.





Espero que os haya gustado y fue una pena no haber podido participar.
Me ha encantado, menudo fiesta se montaron... uufffff. Que mala suerte tuviste, aunque al menos te llevaste una buena paja.
 
Conmigo, nada. Algunos me contaron cosas y algunas no me las llegué a creer.
o tenía mucha ciencia ficción lo que te contaron o algo raro habría en las historias, porque la chica atrevida perece que era ... jejejeje
 
o tenía mucha ciencia ficción lo que te contaron o algo raro habría en las historias, porque la chica atrevida perece que era ... jejejeje
No no, esa es real. Las que no he puesto son las que no me creo. De esa he visto videos y fotos
 
No no, esa es real. Las que no he puesto son las que no me creo. De esa he visto videos y fotos
Me refería a las que te contaron, que con lo que te hizo en el baño y lo que vistes en video, me extraña que no te creas lo que te contaron del resto de fiestas
 
Me refería a las que te contaron, que con lo que te hizo en el baño y lo que vistes en video, me extraña que no te creas lo que te contaron del resto de fiestas
He leído mal tu mensaje anterior. Contar cosas de oídas y teniendo que rellenar huecos ya no lo veo tan bien. Puedo hacerlo si os va el rollo, pero ya pierde el realismo que me mola
 
Morbosa situación, suerte tuvieron de encontrar una chica tan desinhibida
 
He leído mal tu mensaje anterior. Contar cosas de oídas y teniendo que rellenar huecos ya no lo veo tan bien. Puedo hacerlo si os va el rollo, pero ya pierde el realismo que me mola
En eso tienes toda razón, resulta más morboso al ser verdad. Al menos dinos que dijeron, aunque no lo narres. Me puede el morbo jejejeje
 
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