kalipso
Miembro muy activo
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Nos encontramos en una tienda comprando ropa, es una tienda mixta, tu estas mirando bañadores y yo lencería, nos pedimos consejo mutuamente y después de decidirnos, nos dirigimos a los probadores con varios modelos, tu vas con dos bañadores y yo llevo dos conjuntos de lencería (uno color berenjena y otro rojo pasión). Llegado el momento de probarnos las prendas, yo decido que te gustaría que tu vieras como me quedan los conjuntos, para que, puedas opinar y así ayudarme en la decisión. Me propones compartir probador y así yo también puedo ayudarte a elegir.
He de decir que la tienda es grande, los probadores están alejados y no hay nadie que controle la entrada a éstos, además no hay mucha clientela, puesto que, es casi la hora de comer.
Nos metemos en el probador más alejado de la entrada y después de dejar las prendas colgadas, empiezas a desnudarte, te quitas el polo que llevas, dejando tu torso desnudo y a continuación te quitas el pantalón corto, quedándote solamente con el bóxer puesto. Tu polla comienza a aumentar de tamaño debido a lo excitante de la situación, el bóxer no puede disimular lo evidente. Cojes un bañador para probártelo y en el último momento decides quitarte el bóxer quedándote desnudo frente a mi, mi mirada me delata, me gusta lo que veo y decido cogerte el miembro con la mano, una mano suave y cálida. Mi caricia es sumamente sexy, acaricio todo tu miembro e inicio un vaivén que a punto está de hacerte correr de gusto. Tu boca busca la mía y nuestros labios su juntan en un apasionado beso, nuestras lenguas juguetean mientras compartimos nuestra saliva. La excitación se apodera de nosotros.
Yo por mi parte dejo caer mi mini short y me quedo frente a tí con mis braguitas negras, me desprendo de mi blusa y dejo al descubierto un bonito sujetador negro con transparencias y encajes. Con un hábil movimiento suelto el cierre y mis dos pechos quedan a la vista, te sientas en el probador y me atraes hacia tí, hasta que, con tu lengua puedes saborear mis pechos, pasas tu lengua por ellos suavemente, entreteniéndote en mis pequeños pezones, los cuales mordisqueas y succionas una y otra vez. Mis gemidos empiezan a salir de mi boca, a mi me encanta pero me doy cuenta de que a ti también te gusta. Con un delicado movimiento me despojas de mis braguitas quedando mi sexo expuesto a tus miradas y a tus caricias. No tardas mucho en acariciar mi sexo, introduces tus dedos en mi boca y aun húmedos por mi saliva los introduces en mi coño arrancando de mi boca un gemido aún mayor, suavemente empiezas a jugar con ellos dentro de mi. La humedad que muestra mi rajita te demuestra que lo estas haciendo bien y que me gusta. Con la otra mano cojes mi culo y empiezas a acariciarlo con suavidad, a la vez que me vas atrayendo hacia ti. En ese momento decides centrarte en mi clítoris y comienzas a jugar con él. Mis gemidos van creciendo tanto en frecuencia como en intensidad, hay un momento en el que tememos ser descubiertos, tus caricias surgen efecto y tras un grito de gusto comienzo a correrme con tus dedos dentro de mi coño. La cascada de flujos es abundante, termino con las piernas totalmente mojadas al igual que tu mano. Sin darme tiempo a descansar me das la vuelta y haces encajar mi coño con tu polla, ésta se abre paso entre mis labios y logra un acople perfecto, lentamente inicias los movimientos de sube y baja, aunque por poco tiempo, ya que, yo empiezo a cabalgarte a una gran velocidad. Tu polla entra hasta el fondo, tus testículos chocan con mi culo y de mi boca comienzan a salir gemidos entrecortados. Coges mis tetas con tus manos e inicias un sobeteo mientras yo sigo follándote con fuerza, no creo que puedas aguantar mucho, quieres correrte tanto dentro como fuera de mi, te encantaría correrte en mi boca o en mis pechos y también sería delicioso correrte dentro de mi, es una cosa que vas a dejar a mi elección. Yo, tras un gemido de placer, me corro una vez más, mojando tus piernas con mis flujos. A pesar de que bajo la intensidad de la cabalgada, no paro, quiero más y tu me lo vas a dar. Sujetas mi culo y comienzas a subir y bajar tu cuerpo, las embestidas son lentas pero profundas, cada golpe hace salir de mi boca un gemido y cuando notas que ya estas a punto me lo haces saber y me haces la gran pregunta ¿Dónde quieres que me corra? Mi respuesta es clara, me gustaría en la cara o en los pechos, así que, me haces poner de rodillas y tras meterme tu polla en la boca e iniciar una tremenda mamada, hago que llegue al punto de no retorno y tras sacarla de mi boca te corres abundantemente en mi cara y en mis pechos, debido a la gran excitación que tenías, salen de tu miembro una gran cantidad de chorros de semen que logran embadurnarme totalmente. Es una escena muy sexy, ver mi cara y mis pechos llenos de leche es una imagen que no podrás olvidar en la vida. Salimos más tarde del vestuario sin ser vistos y sin comprar nada por no haber tenido la oportunidad de probarnos la ropa.
He de decir que la tienda es grande, los probadores están alejados y no hay nadie que controle la entrada a éstos, además no hay mucha clientela, puesto que, es casi la hora de comer.
Nos metemos en el probador más alejado de la entrada y después de dejar las prendas colgadas, empiezas a desnudarte, te quitas el polo que llevas, dejando tu torso desnudo y a continuación te quitas el pantalón corto, quedándote solamente con el bóxer puesto. Tu polla comienza a aumentar de tamaño debido a lo excitante de la situación, el bóxer no puede disimular lo evidente. Cojes un bañador para probártelo y en el último momento decides quitarte el bóxer quedándote desnudo frente a mi, mi mirada me delata, me gusta lo que veo y decido cogerte el miembro con la mano, una mano suave y cálida. Mi caricia es sumamente sexy, acaricio todo tu miembro e inicio un vaivén que a punto está de hacerte correr de gusto. Tu boca busca la mía y nuestros labios su juntan en un apasionado beso, nuestras lenguas juguetean mientras compartimos nuestra saliva. La excitación se apodera de nosotros.
Yo por mi parte dejo caer mi mini short y me quedo frente a tí con mis braguitas negras, me desprendo de mi blusa y dejo al descubierto un bonito sujetador negro con transparencias y encajes. Con un hábil movimiento suelto el cierre y mis dos pechos quedan a la vista, te sientas en el probador y me atraes hacia tí, hasta que, con tu lengua puedes saborear mis pechos, pasas tu lengua por ellos suavemente, entreteniéndote en mis pequeños pezones, los cuales mordisqueas y succionas una y otra vez. Mis gemidos empiezan a salir de mi boca, a mi me encanta pero me doy cuenta de que a ti también te gusta. Con un delicado movimiento me despojas de mis braguitas quedando mi sexo expuesto a tus miradas y a tus caricias. No tardas mucho en acariciar mi sexo, introduces tus dedos en mi boca y aun húmedos por mi saliva los introduces en mi coño arrancando de mi boca un gemido aún mayor, suavemente empiezas a jugar con ellos dentro de mi. La humedad que muestra mi rajita te demuestra que lo estas haciendo bien y que me gusta. Con la otra mano cojes mi culo y empiezas a acariciarlo con suavidad, a la vez que me vas atrayendo hacia ti. En ese momento decides centrarte en mi clítoris y comienzas a jugar con él. Mis gemidos van creciendo tanto en frecuencia como en intensidad, hay un momento en el que tememos ser descubiertos, tus caricias surgen efecto y tras un grito de gusto comienzo a correrme con tus dedos dentro de mi coño. La cascada de flujos es abundante, termino con las piernas totalmente mojadas al igual que tu mano. Sin darme tiempo a descansar me das la vuelta y haces encajar mi coño con tu polla, ésta se abre paso entre mis labios y logra un acople perfecto, lentamente inicias los movimientos de sube y baja, aunque por poco tiempo, ya que, yo empiezo a cabalgarte a una gran velocidad. Tu polla entra hasta el fondo, tus testículos chocan con mi culo y de mi boca comienzan a salir gemidos entrecortados. Coges mis tetas con tus manos e inicias un sobeteo mientras yo sigo follándote con fuerza, no creo que puedas aguantar mucho, quieres correrte tanto dentro como fuera de mi, te encantaría correrte en mi boca o en mis pechos y también sería delicioso correrte dentro de mi, es una cosa que vas a dejar a mi elección. Yo, tras un gemido de placer, me corro una vez más, mojando tus piernas con mis flujos. A pesar de que bajo la intensidad de la cabalgada, no paro, quiero más y tu me lo vas a dar. Sujetas mi culo y comienzas a subir y bajar tu cuerpo, las embestidas son lentas pero profundas, cada golpe hace salir de mi boca un gemido y cuando notas que ya estas a punto me lo haces saber y me haces la gran pregunta ¿Dónde quieres que me corra? Mi respuesta es clara, me gustaría en la cara o en los pechos, así que, me haces poner de rodillas y tras meterme tu polla en la boca e iniciar una tremenda mamada, hago que llegue al punto de no retorno y tras sacarla de mi boca te corres abundantemente en mi cara y en mis pechos, debido a la gran excitación que tenías, salen de tu miembro una gran cantidad de chorros de semen que logran embadurnarme totalmente. Es una escena muy sexy, ver mi cara y mis pechos llenos de leche es una imagen que no podrás olvidar en la vida. Salimos más tarde del vestuario sin ser vistos y sin comprar nada por no haber tenido la oportunidad de probarnos la ropa.