El origen de todo

Ricci

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Más que un relato, lo que voy a escribiros es mi experiencia... Como la vida te lleva a un momento que terminará cambiando todos tus conceptos sobre la fidelidad y los celos dentro de tu matrimonio.

Hemos sido educados bajo un código de moralidad y conducta sexual, en donde la fidelidad puede ser real o supuesta.
Te hacen creer que tú pareja debe ser exclusiva para ti y tú para ella...
Por ello existen los celos, un sentimiento de pertenencia vulnerada, infundados por realidades o fantasías... Una enfermedad que te hace desconfiar de la persona que amas.
Bajo este paradigma, vivimos gran parte de nuestra vida... Seguimos las reglas impuestas hasta que nuestra verdadera naturaleza salvaje, termina revelándose.

Yo he sido un hombre fiel que exigía lo mismo en sus parejas. He tenido celos... En muchas ocasiones, a veces sin razón, a veces con razón... Está "razón" no es más que un invento social, que lleva miles de años atado a un sistema que nos han inculcado desde que tenemos consciencia.
Nuestros abuelos, nuestros padres, nuestros amigos, todo los que nos rodean o rodearon, entendieron que tú pareja es algo que es solo para ti y que lo contrario está MAL
Una esposa, un esposo... Es textualmente una atadura de manos, es decir... La limitación que la sociedad a partir del tradicionalismo, infundado especialmente por la religión y sus códigos morales, nos advierte de que: la monogamia es sagrada y para mantenerla hay que ser fiel y no dtener piedad con aquellos que fallen al dogma. Si fallan al dogma, son traidores, por lo tanto no-validos y hay que descartarlos o perdonarlos y convivir con ellos estigmatizados.
Los celos son frutos de la sagrada monogamia, nada más que eso.
Tú puedes tener muchos amigos pero tú mujer o tú marido solo puede tener un amante...y ese solo debes de ser tú.
La diferencia entre los amantes atados y los amigos es precisamente que estos últimos no están atados a nada en concreto. Pueden quedar con quien quieran mientras queden también contigo, mantendrás la amistad... Que podrá ser eterna.
Por ello sabemos perdonar antes a un amigo que a nuestra compañer@ de vida.

Mi conclusión ante esta breve introducción, es que todos nosotros vivimos en un mundo en donde si no sigues esas reglas serás señalado, ridiculizado, insultado, vapuleado, humillado...

Hay que siente deseo sexual por la humillación, porque en su día derramaba lágrimas y sentía que la vida era una auténtica mierda cuando le hacían sentirse humillado.
Muchos empezamos así... Fuimos cornudos y como no supimos enfrentarnos al dogma, Terminamos rompiéndolo en pedazos haciéndonos libres de dolor fuera del sagrado código.

Es muy posible que tú, amigo lector, no entiendas cómo un hombre es capaz de compartir a su mujer con otro y que esto encima le excite como nada en el mundo.
Es igualmente posible que otros de los que estáis leyendo estos textos, comulguen conmigo...
Algunos, o todos, posiblemente sintáis una excitación sexual con este contenido. Pases o no esa línea, es igualmente morboso en ambos lados.

Pero amigo mío... Recuerda... Estés donde estés situado, yo fui de los tuyos antes o después... Y eso debería hacerte pensar.

Me he casado tres veces en mi vida y he tenido parejas desde los 15... Es decir hace unos 35 años.
Viví de forma tradicional, hasta aproximadamente el ultimo tercio de mi vida. Cuando hablo de vida "tradicional" me refiero que yo intentaba ser fiel mientras pudiera... Pero no aceptaba que mi pareja pudiera ser como yo... Lo cual ya de por si es una injusticia absoluta... pero una injusticia absolutamente tradicional con el dogma establecido... Un código absurdamente falso e hipócrita.

El relato, si queréis que lo llamemos así... Comienza cuando un día te enteras de que tú mujer, con la que llevas en esos momentos 7 años casado, se ha liado con un compañero de trabajo.
Tenía sospechas, porque obviamente era celoso y algunas cosas me daban señales de alarma... Alarma de traición...
Me asomé y me encontré aquella infidelidad. Es lo que tienes si te asomas, puede pasar que lo que encuentras sea duro para ti después.
Efectivamente viví una experiencia dura, muy dolorosa... Impotencia, sentimiento de alta traición, desamor, lágrimas, puñetazos en la pared... Ganas de pegar a ese hombre, buscarlo y darle la paliza de su vida. Insultar a mi mujer y divorciarme inmediatamente.

Pero yo la amaba... Más que a mí propia vida. Lo era todo, mi mejor amiga, mi compañera de fatigas. La persona más especial del mundo.
No supe o no quise dejar de amarla.
Cuando llegó a casa, estaba yo solo, habían algunas cosas tiradas por el suelo, rotas... Mis ojos rojos de llorar, el rostro desencajado de ira y tristeza.
Ella lloró, y se derrumbó en el suelo diciéndome que lo sentía, que era terrible y que nunca habría querido hacerme pasar por esto. Que pasó... Y que no supo evitarlo.
Yo salí de casa en busca de mi coche para escapar de esa situación infernal
No le falte el respeto, ni quise que me viera violento, para no generarle ningun miedo. Pero no podia verla frente mia y decidí salir de allí.
Salió a buscarme y me encontró dentro del coche... Yo era incapaz de escapar por mucho que lo deseaba, no giré la llave del vehículo, encendiendo el motor que me sacaría de aquel hogar que habíamos creado juntos.

Volví con ella a casa... En silencio, me tiré en el sofá y llorando le dije que la quería... Porqué me has hecho esto?
Por mi mente pasaron mis infidelidades o los intentos de relaciones sexuales que había tenido yo dentro de ese matrimonio... No se las conté y de alguna forma eso me hizo sentirme mejor... Realmente quién es el malo aquí?

Pasaron dos semanas y yo no pude acostarme con ella, salvo para dormir. Me era imposible empalmarme... Por mucho que ella se lo trabajara, venía a a mí mente imágenes que cortaban el rollo. Ella con otro hombre haciéndole lo mismo que me intentaba hacer en esos momentos en la cama.

Decidimos hacer un viaje, un fin de semana lejos de nuestra ciudad, lejos del hogar... De alguna manera queríamos ver si cambiando el escenario, conseguía alejarme de esos pensamientos que no me permitían ser el de antes.
Mi mujer dejó el trabajo que tenía para no verse nunca más con el compañero con el que se había liado.
Yo cobraba suficiente y ella dispondría de paro y tiempo para encontrar algo mejor.

Alquilamos una habitación de un hotel cerca de la playa. Era un caluroso verano... De camino al hotel fuimos a un centro comercial, donde había un sexshop muy grande. Ella compró lencería sexy, lubricante y yo decidí comprar un juguete para ver si así me animaba más.
En esos momentos vi un dildo de estos realistas, muy similar a mí polla. Lo compré y de alguna forma todo empezó ahí... En ese preciso instante.
Esa noche, empecé a cambiar las normas establecidas.
Desaparecieron los celos y con ello el sentimiento de pertenencia que tienen las parejas.

Nos duchamos en una de esas duchas gigantes que caben por los menos 4 personas y mientras nos morreabamos haciendo el precalentamiento, se me pasó por la cabeza ella follando con otro... No le puse cara, aunque conocía la cara de su compañero de trabajo, eso me bajaba el ánimo, así que busque una cara amable en mi imaginación. La de mi mejor amigo. Un hombre que conozco desde hacía décadas. Que siempre trató muy bien a mi mujer, con respeto y que jamás me habría puesto los cuernos con ella.
Mi erección fue tan bestia que estuvimos casi toda la noche follando como locos. Me corrí un montón de veces y descubrí que la doble penetración con la ayuda del dildo me la ponía más dura que nada de lo que había probado.

Recuperamos las rutinas sexuales y de hecho se intensificaron. Todos los días follábamos, todos, a veces varias veces.
Empecé a sentir ganas de que la mirasen los tíos. Antes no había hecho topless, supongo que por mí.
Le pedí que lo hiciera y sentí que cada vez que le miraba las tetazas operadas un tío, fuera de la edad que fuera, a mí se me ponía dura y queria follarmela allí mismo.

Adoptamos un juego morboso, que fue idea mía. Follar en sitios que podrían pillarnos, bajo el agua, en vestuarios, pegada al cristal de la ventana del comedor por la noche, que daba a la parada de los taxistas.
Ahí la enculaba... Y esperaba a que un taxista mirase hacia arriba y viera sus tetas pegadas al cristal.
Ella al principio sentía mucha vergüenza, lo hacía porque de alguna forma sentía que me lo debía. Lo cual utilice a mi favor.
Empezó a preocuparse porque yo ya no sentía celos, habían muerto... Estaban enterrados a mil metros bajo el suelo. Pero ella si seguía sintiendolos. Aunque los disimulaba.

Cada vez que follábamos siempre era con fantasías, inventando situaciones con mi amigo, con un vecino, un cajero del supermercado, siempre tíos... Hasta que ella me dijo que podíamos probarlos con mujeres.
Creo que llegó a pensar que yo empezaba a ser bisexual... Algo que no era para nada cierto, no me excitan las pollas por si mismas solo me excitaban pensar en que esas pollas se la follaban junto a la mía.
Jugamos fantasías muy interesantes en donde pude confesar que amigas suyas me daban morbo, justamente las que peor me caían eran las que me la ponían más dura en esos juegos.
Ella tenia orgasmos muy bestias con eso. Incluso llegué a decirle que incluyéramos en las fantasias a sus dos hermanas, mis cuñadas...
Todo empezaba a ser válido... De momento nada era un tabú imposible. Se había abierto un horizontes tan excitante que ya era incapaz de follar de otra forma. Solo podía tener sexo así... Y a ella empezó a afectarle en silencio. Mi mujer echaba de menos el sexo romántico, sin hablar de otras personas, sin juguetes, en la intimidad, sin buscar algún mirón, o una situación morbosa.
Tardó en decírmelo casi un año.

Poco a poco yo quería cada vez un ápice más. Compré muchos juguetes, grabé en video nuestras aventuras sexuales. Le hacía fotos, primero sexis con lencería, más tarde totalmente desnuda hasta llegar a los más porno posible.

Le dije que quería publicar esas fotos en páginas amateur. Ella me dio la autorización, sin querer realmente, con la condición de que no se vieran nuestras caras y taparamos las partes del cuerpo donde habían tatuajes.

Una noche tuvo que quedarse a dormir haciendo compañía a un familiar recién operado en el hispital.
Esa noche estaba solo y me excito mucho empezar a colgar algunas fotos y algún vídeo nuestro.
Censure nuestras caras y nuestros tattoos (habían pocos) y con el corazón a mil por hora y muy empalmado, me puse a colgar en webs extranjeras algo del material que tenía.
Esperé con paciencia al otro día para ver cuánto visionado había tenido y si habían comentarios...
Ya lo habían visto cientos de personas, que al poco se convirtieron en miles... Me encontré comentarios de todo tipo, educados y cerdos... Me encantaban los más cabrones...
De alguna forma empecé a dudar de si estaba haciendo lo correcto, esto era un nuevo despertar sexual, una terapia o una venganza encubierta??
Esas dudas no me hacian puta gracia... Debía descubrir que era realmente lo que buscaba.
Llamé a mí mejor amigo, que en su día ya le había contado la infidelidad y que me había aconsejado que la dejara un montón de veces.
Le confesé que le había utilizado en mis fantasías sexuales. Cosa me excitó como pocas cosas en la vida.... El como buen amigo, no aprovechaba mi situación para su uso sexual personal, estaba más preocupado por mí que otra cosa.
No le molestó que le utilizará como referente fantasioso, incluso me dio su venia, aunque no la entendía para nada
Yo quería que el me diera alguna señal de que mi mujer, que estaba buenísima, le podía poner cachondo, aunque fuera solo para hablarlo nosotros. No quería llevarlo a la acción, solo eran fantasías, pero necesitaba que el lo supiera.
Buscaba que me pidiera fotos de ella desnuda, después de decirle que los habíamos llegado a un pacto de pareja amateur.
En el momento que sintió, cierta curiosidad, le envié por WhatsApp, un avance muy sexy de ella. .. y no tarde en darme cuenta de que si, se la ponía dura, quería más fotos, pero dejando claro que de el no habría nacido. Que las mujer de su amigo es sagrada.


Mi querido amigo vivía en otra provincia a unos 400 kilómetros de nosotros. Todos los años me visitaba cinco o seis veces al año los fines de semana que el tuviera puente, para estar conmigo tres o cuatro días.
Empecé a querer dar el siguiente paso.... Pero antes tenía que convencer a mi mujer... Dejar la fantasía atrás y que ella quisiera hacerla realidad al menos para complacerme.
A mi mujer no le ponía mi amigo. El es bajito, regordete. Nacimos el mismo año y mi mujer es 4 años más joven.
Sabía que las fantasías que le gustaban a ella, eran más con otros hombres, más jóvenes, siempre eran mucho más jóvenes que ella, y alguno más mayor, pero mi amigo... Lo hacía por mi... Se me ponía muy dura y a ella eso le venia muy pero que muy bien...

Continuó después.
 
Última edición:
Una introducción al relato más que interesante, con puntos muy debatibles que igualmente merecen ser respetados.

Las realidades son tan diferentes en cada pareja, y lo que parece funcionar en unas no necesariamente aplica en otras.

Lo que sigue en el relato, aún siendo bastante predecible, puede que en esta ocasión logre sorprendernos. :rolleyes:

Me daré tiempo para responder ese prólogo. (y)
 
Última edición:
Ojalá tuviese un amigo que me enseñaste a su pareja, es mi fantasía..
 
Hola, buenas noches.

Ahora veremos si el relato toma rumbo a la tragedia o a una vida vista desde otro ángulo. Suerte.

Saludos y gracias.

Hotam
 
Continuando por donde lo había dejado...

En esas fechas, en el fondo albergaba dudas sobre si me estaba metiendo en un callejón sin salida.
Llevar a la realidad aquellas fantasías, que habían nacido a partir de mi frustración y la rabia, me hacían sentirme muy confundido.
Una parte de mi pensaba que era una verdadera locura, que saldría mal y que me terminaría arrepintiéndo, mientras que la otra disfrutaba de esos miedos, que subían mi adrenalina, conforme más me acercaba a la conclusión del plan.

Mi amigo y yo nos llamábamos con frecuencia por teléfono.
El por aquellos entonces tenía novia, una mujer que para mí no era nada atractiva... Estaba gordita y no tenía nada de tetas, algo que le jodía bastante, dado que mi querido amigo era muy fanático de las tetas grandes.
Mi mujer era perfecta para él. Un buen par de tetas bien grandes operadas y con un tipazo tremendo. Guapa, exótica, pelo tintado de un rojo muy vivo, media melena, tipo La viuda Negra de Scarlett Johansson.
A el le encantaba, aunque antes de que yo le provocará con la fotos, antes de que explicará mi situación posterior a los cuernos, disimulaba por respeto que le atraía sexualmente.
Con el paso de los días y todas las conversaciones, pudo confesar que realmente siempre había estado muy obsesionado con ella y que solía tener muchas fantasías a su salud.
Aún con todo, parecía no estar seguro de llevar a cabo mi plan, porque tenía miedo a que aquello pudiera afectar nuestra amistad de dos décadas.
Empezó a pedirme casa vez más fotos y vídeos. Yo le pasaba por Watshap o por correo, cosas más eróticas que pornográficas, para que el quisiera siempre más. Podría decir que le calenté su obsesión a consciencia, de tal forma de que saliera su parte más oscura.

Mientras preparaba el terreno con él, también lo hacía con mi mujer.
He de decir que no fue tarea fácil. Las fantasías ya le estaban empezando a cansar y dar el salto a la acción real, no le terminaba de convencer, pero al final cedió, según ella por mi... Pero habría una serie de condiciones para llegar al acuerdo.

La primera condición era que ella le generaba mucha vergüenza y prefería que al menos el primer contacto sexual con mi amigo fuera más ligero.
Le tenía que decir a mi amigo que a ella no le había dicho nada aún, que lo habíamos hablado, que habíamos fantaseado pero nada más.
También me dijo que le dijera ella no era consciente de que yo ya había hablado con el sobre aquella cuestión, que no sabía que le había enseñado siquiera sus fotos desnuda... Vamos que era una ingenua...
Me sorprendió cuando siguió con el resto de condiciones.
Tenía que tener licencia para hacer lo que ella quisiera cuando quisiera. Quería jugar con él. Llevaría una camiseta blanca que transparentase y sin sujetador, algo que jamás hizo con invitados, así como unos leggins sin ropa interior, para que se le marcase bien todo.
Todo me pareció genial, generar un clímax así era muy excitante y siempre se podía dar marcha atrás si la cosa no funcionará para ella.
Mi amigo no bebe alcohol, algo que ella sabía perfectamente. Pero tenía que convencerle para que se tomara unas copas con nosotros para que el perdiera un poco el pudor. Después jugaríamos a las cartas con apuestas físicas que podría decir el ganador y que deberían hacer los dos perdedores.
Como última condición, dijo que si no surgía nada, así, sin planear... Ella se iría a la cama haciéndose pasar por muy borracha y yo podría decirle que se viniera al cuarto para meterla mano, porque no se daría cuenta en ese estado.

Quedé anonadado con sus condiciones, que por supuesto acepté de muy buena gana y bastante excitado. Esa noche follamos fantaseando con lo que se venía. Contaba los días que faltaban para la visita de mi querido amigo.

Y llegó el día en que el al fin se vino a pasar 4 días en mi casa, como había estado haciendo todos los años un montón de veces.
Cuando llegó me llamó y yo bajé para ayudarle a buscar aparcamiento. Nos dimos un abrazo y nos pusimos a hablar como siempre de nuestras cosas.
Una vez aparcamos, le dije que esperásemos a subir con su equipaje, tomando un café, que quería comentarle cosas sobre lo que "ya habíamos hablado" por teléfono.
Cuando nos sentamos y se puso enfrente mío, empecé a sentir mucha adrenalina, algo que al final termina enganchandote con estas experiencias. Es lo que luego vas a estar buscando continuamente... Es indescriptible.
No quise revelarle los planes reales de mi mujer, así que opté por seguir su juego. Tenía curiosidad.
Tan solo le dije que ella igual iría tanteando, si le va o no. Pero que en todo momento piensa que el no sabe nada. Así que mi amigo podría hacerse el inocente y aprovecharse de lo que surja.
El estaba bastante nervioso, incluso le costaba mirarme a la cara cuando hablábamos de esos temas... Por supuesto, no podía disimular que sentía felicidad por todo lo que se le venía encima, estaba excitado, pero muy nervioso y con mucha vergüenza a la hora de abordar ese asunto.

Subimos a casa, dejamos su equipaje en la habitación de invitados que estaba nada más entrar y nos fuimos al comedor, donde mi mujer esperaba viendo la tele.
Cuando la vimos, ella se había cambiado de ropa. Antes de bajar llevaba unos vaqueros y una camiseta negra... Ahora llevaba unos leggins grises muy ajustados y una camiseta muy transparente y apretada que marcaba sus pezones a la vez que los transparentaban totalmente.
La cara de mi amigo era un poema. Mi mujer se le acercó y le dio un abrazo mientras le daba dos besos.
En ese abrazo le apretó contra sus tetas como nunca antes lo había hecho.
Intercambiaron palabras, tipo que tal estás? Todo bien? Que tal el viaje? Y demás formalismos. En cuanto mi amigo se giró, ella me mandó un guiño de ojo muy exagerado.
Nos sentamos en el sofá y mi mujer se fue para la cocina a traer unos refrescos. Yo aproveché y al poco salí hacia la cocina para hablar en voz baja con ella.
Una vez allí quise hablarle al oido, pero ella me hizo la señal de que me callara y dijo... Esto es lo que querías, pues lo vas a tener. De momento ya ha catado mis tetas porque en el abrazo se las he puesto bien apretadas contra el.
Yo no dije nada, solo un gesto de aprobación y volví al comedor.
Una parte de mi se sintió extraña, me gustaba mucho, pero a la vez era todo muy extraño. Yo estaba ya muy excitado, pero también de alguna forma, un poco incómodo.

En el comedor me senté al lado de mi amigo y nos pusimos a hablar y beber el refresco. Mi mujer durante un buen rato se quedó de pie frente a nosotros.
En cuanto se giraba, me amigo le miraba el culo intentando disimular. No le apartaba la vista del cuerpo.
Al poco mi mujer se sentó al lado de mi amigo, quedando este en medio de nosotros dos.
Me percaté de que ella cuando hablaba hacia cosas que antes nunca había hecho, estaba muy tocona y muy pegado a el.
En varias ocasiones le puso levemente la mano en el muslo, muy cerca del paquete, rozándolo al sacar la mano con los dedos...
Hizo muchas cosas para provocarle, con la escusa de darme un beso a mi, pasó por encima de él, poniéndole las tetas a la altura de la cara.
Más tarde me enteré por mi amigo, que cuando fue a besarme ella al acercarse a mi le metió mano en la entrepierna sin disimular demasiado. Extrañamente, al decírmelo sentí unos fugaces celos, porque ella no me había dicho que en ese momento hizo aquello... Lo omitió, pero bueno, eso era una anécdota muy tonta comparado con lo que pasó esa noche.

Pasamos la tarde hablando, vimos un episodio de una serie que nos gustaba a los tres y mi mujer y yo nos fuimos a preparar la cena.
Solos en la cocina me recordó que tenia que hacer que bebiera, aunque a el no le gustará hacerlo. Con poco que tomara, se le subiría y ella garantizó que le provocaría mucho más en esa situación.
Cenamos con vino y yo busqué la forme de que por una vez en nuestra vida brindará con nosotros.
De alguna forma accedió, sobre todo creo, que para vencer la vergüenza o el respeto que me tenía a mí.
Bebió dos buenos vasos de vino, que no disfrutó en absoluto y no tardó en subirle.
Una vez cenados, mi mujer hizo unos mojitos en copas grandes y sacó una baraja de poker.
Al final, terminó bebiendo los mojitos, mientras mi mujer hacia la trampa de irse a la cocina para vaciar su vaso y así ponerse otro y que no le subiera tanto.
Empezó a hacerse un poco la borracha, mientras que me mi amigo, si estaba ya bastante más suelto...
Terminamos jugando a quien perdía hacia lo que el que ganaba dijera.
Mi mujer es buenísima jugando al poker y mi amigo no tenía básicamente ni idea.
Me asombró ver lo retorcida que podría llegar a ser mi mujer... Empezó fuerte, los que perdíamos debíamos hacer bailes sexys primero, después enseñamos el culo por la ventana... Después a ella... Termino pidiendo que nos tocáramos la picha y nos paramos en seco... Pide otra cosa, le dije, que como me guste te dejo... Ella entre risas nos pidió que nos sacáramos la minga a ver quién la tenía más grande y eso si lo hicimos.
La muy cabrona se acercó a nosotros más que nada para vérsela a el... Yo tengo un buen aparato, pero lo de mi amigo es exagerado. Ella se quedó boca abierta y empezó a hacer chistes con ello.
Después al fin gané yo...
Por supuesto ya sabía hacía rato que pedirles cuando ganara, que mi amigo le tocará lo que él quisiera durante un minuto cronometrado.
Ella aceptó y mi amigo se quedó como un conejo en la carretera cuando les ponen las luces largas... Inmóvil con los ojos muy abiertos y nervioso... Le dije que adelante! y ella soltó "a ver qué me tocas cabron..."
Al final le tocó durante un minuto un muslo... Y por la zona del centro. Aún estaba muy cortado.
Ella se levantó de golpe y dijo que estaba muy mareada y que quería irse a dormir.
Se despidió dándole un beso muy cerca de los labios y con otro fuerte abrazo apretando sus tetas contra él.
Partió hacia nuestro cuarto de matrimonio fingiendo estar muy borracha, haciendo eses. Nos quedamos solos.
Sabía que esa era la señal, ella quería pasar a mayores y si se hacía la dormida mi amigo igual la metía mano. Creo que le excitaba más eso que otra cosa. Siempre había tenido esa fantasía, ella se hace la dormida y un amigo o un desconocido le metía mano y terminaba follándosela en plan salvaje.
Yo estaba muy empalmado, muy excitado, creo que más que en toda mi vida.
Mi amigo estaba ya afectado por el alcohol, porque el no lo había probado más que dos o tres veces en su vida y en poca cantidad.
Le empecé a calentar diciéndole que menudas frotadas de tetas le había hecho y que era un idiota por no haberle tocado las tetas en vez del muslo.
Al final, después de 30 min le convencí para entrar conmigo en la habitación donde estaba mi mujer haciéndose la dormida. Con la excusa de meterle mano y hacerle unas fotos.
El término muy decidido, estando dormida se hizo fuerte y nos fuimos a la habitación... Pero yo temia que en esa media hora se hubiera quedao dormida de verdad. Pero fuera lo que fuere, mi amigo le metería mano delante mia y quizás llegaríamos a algo más... No podía estar más cachondo.

Cuando entramos mi mujer estaba vestida con un camisón sexy de esos negros transparente y sin nada de ropa interior. Vamos que se la encontró directamente desnuda.
Por cómo respiraba sabía yo sabía que estaba despierta.
Entramos con la luz de la linterna de mi móvil. El llevaba el suyo con la cámara de video ya grabando.
Lo primero que hizo mi amigo es soplar un ufff que nunca podré olvidar. Fue como música para mis oídos.
Le hice gestos para que se acercará a ella. El empezó a grabarle las tetas con tomas muy cercanas. Yo agarre una teta y la empecé a mover con la mano. Le dije que hiciera lo mismo y enseguida le agarró la teta.
Se le podía ver como literalmente babeaba, debía de llevar una erección de caballo.
Mi mujer me confesó poco después que cuando mi amigo le estaba grabando y tocando una de sus tetas, casi tiene un orgasmo.
Lo hizo muy bien, disimulaba lo excitada que realmente estaba y parecía que no se enteraba de nada.
Me acerqué a mi amigo y le dije al oído que le chupara lo que quisiera y él, que aún tenía síntomas del alcohol, sin pensarlo dos veces, fue hacia su coño depilado y le dio primero un beso y después una pequeña lamida.
Mi mujer no se lo esperaba y ahí hizo un gemido muy suave mientras abría las piernas más.
Entonces se me ocurrió decirle que se quedará con ella sola 5 min. Que no despertaría y que si lo hacía le daría tiempo a salir sin que ella se diera cuenta de lo que estaba pasando.
El me hizo un gesto con la cabeza y susurró un de acuerdo, sin quitarle la vista a ella, con una cara de pervertido que me encantaba.
Salí a fumarme un cigarro y aún me hice un cafelito de maquina.
Quería dejarle hacer a él solo y sorprenderlo haciéndose una paja o encima de ella.
Disfrute del cigarro empalmado, ya había conseguido una de mis fantasías, al menos una parte.
No escuchaba gemir a nadie, pero si escuchaba la cama moverse

Pasado los cinco minutos, que realmente fueron diez... Me dispuse a entrar en la habitación. Tenía el corazón a mil por hora y un subidón de adrenalina increíble.
Me asomé por la puerta que había dejado abierta...en silencio. Entonces lo primero que me encontré fue a mi mujer haciéndose aún la dormida con las piernas aun más abiertas y mi amigo grabando su coño.
El llevaba puestas unas bermudas rojas y se notaba que estaba muy empalmado.
Le hice un gesto para salir y salió de la habitación conmigo.

En cuanto salimos me dijo al oído que se había hecho una paja y que había manchado un poco la cama, si le podía dar algo para limpiarlo el.
Yo le dije que ya le valía... Que menudo cabronazo y fui a por papel higiénico. Se lo di y enseguida se fue a limpiarlo.
Pero cuando quiso entrar ella estaba fumando un cigarro sentada en la cama....


Continuaré otro día
 
Última edición:
Es algo con doble filo, jugar a estas cosas, y también es difícil determinar cual es la motivación.

Me hace recordar la historia de luis e isabel de lolabarnon cuando él la presionaba a ella luego del perdón de jugar con otras personas, pero sólo lo hacía para menguar un poco el trauma qué le dejó la traición de ella.
 
De este tipo de viajes ya conocemos el origen, el trayecto, y el destino, nos falta por ver el resultado que todo esto tendrá en el que conduce este viaje.

:rolleyes::cool:
 
Última edición:
Es algo con doble filo, jugar a estas cosas, y también es difícil determinar cual es la motivación.

Me hace recordar la historia de luis e isabel de lolabarnon cuando él la presionaba a ella luego del perdón de jugar con otras personas, pero sólo lo hacía para menguar un poco el trauma qué le dejó la traición de ella.
Estos juegos tienen siempre un origen, pocos habrán, si los hay, que realmente un día despertaron y se plantearon estos asuntos alejados de lo tradicional... Por naturaleza empezamos como nos educaron.
Una vez ya tiras por el camino, sea cual fuera la razón que te llevó a él, es difícil salirse del mismo, depende de la pareja, unas te llevan a ello y otras no.
Con mi mujer actual este juego es imposible.
 
De este tipo de viajes ya conocemos el origen, el trayecto, y el destino, nos falta por ver el resultado que todo esto tendrá en el que conduce este viaje.

:rolleyes::cool:
No voy a hacer spoiler...😂🤔
Aunque si puedo avanzar que no se quedó solo en mi mejor amigo. La naturaleza de este juego te lleva siempre a dar un paso más allá. En mi caso, quizás lo llevé demasiado lejos.
Aunque terminas por no arrepentirte. Es el ciclo de la vida...
 
Continuando la historia...

Nos encontramos con mi mujer sentada, encendiéndose un cigarro. Mi amigo se impresionó y asustado salió rapidísimo hacia el salón y se sentó ahí con las manos en la cabeza, muy preocupado y nervioso.
Yo me quedé mirándola, encendí un pitillo y fui a sentarme en la cama.

Le pregunté porqué habia dejado de fingir. Eso no era lo que habíamos pactado.
Ella dió una calada y dijo que mi amigo le había puesto la polla en la cara y que se había corrido en la almohada.
Por cómo lo había dicho, deduje que no debió sentirse cómoda ante esa situación.
Le había salpicado algo de semen en la mejilla y le hizo sentirse muy sucia... Por eso se levantó, limpió su cara y decidió dejar de fingir más.

Al saber que mi querido amigo, mi mejor amigo se había hecho una paja en la cara de mi mujer, dejando parte de su semen en la la mejilla. Sentí una tremenda y extraña satisfacción acompañada de un deseo sexual indescriptible.

¿No te ha gustado entonces verdad? Le pregunté
Al principio si, contestó, pero cuando empezó a pajearse no me sentí cómoda haciéndome la dormida.
Ahora que hemos llegado a este punto, ya puedes decirle que entre y le confesamos la verdad a tu amigo. No podemos fingir más. ¿Quieres que me folle no? Te hace feliz que tú mejor amigo me haga lo que le dé la gana? Pues venga, llámalo y que venga aquí. Tenemos que hablar los tres y dejarnos de gilipolleces.

Salí de la habitación en busca de mi amigo, que seguía muy nervioso sentado en el sofá.
El me miró preocupado, con el rostro desencajado... La vergüenza se lo comía.
¿Tengo un problema no? Dijo.
No hay ningún problema tío, ella era consciente de todo. Estaba planeado. No te sientas mal.
Quiere que vayamos allí para hablar.
Vamos a la habitación, no te preocupes.

El sin contestar, se levantó del sofá lentamente y cabizbajo, me acompaño hasta la habitación de matrimonio... Parecía que salía de marcha fúnebre.
A mí me hacía cierta gracia verlo así, yo llevaba un empalme de órdago. Me sentía muy excitado y tenía el pulso super acelerado.

Una vez entramos, nos encontramos con mi mujer más tapada. Se había puesto un albornoz. Seguía sentada en la cama, con una almohada puesta en la espalda.
No parecía nerviosa, ni preocupada, ni siquiera avergonzada. La verdad es que su semblante acojonaba. Parecía que no había pasado nada... Eso no me lo esperaba, en mi caso, aunque excitado, me encontraba bastante nervioso. Era algo nuevo para mí y entendía que también para ella.
Nunca podré olvidar la conversación que tuvimos esa noche. Cambió por completo nuestra forma de ver la vida matrimonial.
El juego de las fantasías de alcoba, quedaba atrás, ahora todo era real, todo era carnal... Auténtico.
Habíamos dado un paso definitivo que ya no tenía retorno alguno.
Me sentí el tío más poderoso del universo. Tenía la capacidad de hacer realidad mis deseos más oscuros... Habían tantas fantasías en mi cabeza... Y fue entonces, cuando me hice consciente de ello, cuando me percaté de que tenía un problema y entonces, sentí temor, miedo a mí mismo.

Continuo después
 
Hola, buenos días.

Ya veremos, a ver por donde va, pero puede que ese sentimiento de poder se vuelva en su contra.

Saludos y gracias.

Hotam
 
Sigo...



Las cosas estaban saliendo bastante bien, todo lo que parecía imposible, se hacía realidad ante mis ojos, sin que me creará ningún tipo de problema, o al menos así lo veía por aquellas fechas, cuando aún creía tener el control y seguía viéndolo como un juego morboso, que al final, en el fondo, nunca dejó de ser eso... Un juego.

Pero como en todos los juegos, unas veces se gana y otra de pierde. Todo dependería del tipo de apuesta.
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Entramos en la habitación y ahí estaba ella, como si no hubiera pasado nada. Sentada, mirándonos fijamente.

Me senté a su lado y le dije a mi amigo que hiciera lo mismo. Entonces el se sentó al lado opuesto quedando mi mujer enmedio de los dos.

¿Se lo has contado bien a tu amiguito? Preguntó con sorna

Más o menos, respondí ¿pero que importa ahora eso? total esto es lo que al final queríamos los tres. Había que hacerlo de alguna forma.

¿Y tú qué dices? Te parece normal las cosas que hace mi marido? Preguntó a mi amigo.

No se, a mí me ha liado metiéndome en esta historia... Jamás se me habría pasado por la cabeza... No me siento muy cómodo la verdad...

Pues relájate, le dije, lo hecho hecho está. No podemos volver atrás ahora. Los tres somos mayorcitos y al final, hay un consenso. A nadie se le a forzado a nada. Lo que sientes es normal, los tres somos nuevos en ésto. Respira tranquilo...

Dicho esto mi mujer le pasó el brazo por encima del hombro y después hizo lo mismo conmigo, diciendo:
Yo me dejo llevar por él, la idea fue suya, en principio y durante un buen tiempo, no quise saber nada de esto, más allá de las fantasías a puertas cerradas. Pero al final no puedo negar que me despertó una curiosidad. Sabía que nos la jugábamos, estas cosas pueden acabar mal... Pero si estás pensado que me siento mal porque te has corrido en mi cara mientras me hacía la dormida... Te equivocas de lleno... Me parece muy fuerte que esté diciendo estás cosas, pero llegado a este momento, solo puedo decir y espero que te sirva de algo, que ahora solo quiero seguir lo que habíais empezado, pero participando... No me quiero perder nada y estoy muy cachonda.

Ante estás palabras me quedé de piedra, no me esperaba en absoluto que ella fuera tan directa, ni tampoco creía que fuera capaz de decir lo que estaba diciendo y querer pasar a la acción sin más...
Tanto mi amigo como yo quedamos en silencio, mientras ella seguía hablando, mientras nos apretujaba llevándonos casi a su pecho.

¿Sabéis lo que me apetece? Supongo que como te acabas de correr, necesitarás hacer un pequeño stop... Pues tómate el tiempo que veas, pero quiero que mi marido se siente en el sofá y que vea como nos lo montamos tú y yo solos... Para que escarmiente un poco, a ver si le ponemos celoso... Aunque no creo... Pero me va a poner muy cachonda verme observada por él.

Mi amigo me miró fijamente y yo le hice un gesto de confirmación moviendo la cabeza de forma positiva.
Me sentía muy raro, de repente ella actuaba como si fuera yo el que hablaba... Tal y como lo hacía en las fantasías, el mismo papel interpretado a la perfección.
La erección me estaba empezando a generar molestias testiculares, de lo intensa que era.
Me levanté y sin decir palabra, me quité la ropa y me senté en el sillón de enfrente.

Entonces vi como mi mujer desnudaba a mi mejor amigo y continuaba despojándose de su albornoz, quedando los dos desnudos frente a mi.
Ella se lanzó a él y empezó a besarle intensamente. Puso su mano sobre su enorme pene... No me había dado cuenta del tamaño, hasta ese momento.
Se lo introdujo en la boca, lo chupó un rato y dijo:
Creo que no va a ser necesario hacer una parada por lo que veo...

Continua
 
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Hola, buenas noches.

Estos juegos siempre son arriesgado, pero desde luego, hay mucho morbo ahí.

Saludos y gracias

Hotam
 
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