“Follar contigo es una pasada” oyó desde el baño
No le interesaba. Mientras se afeitaba estaba pensando que por él ya se podía haber marchado anoche, después de su ración excesiva (¿¡?) de sexo. Cierto es que su juventud, sus pechos abundantes y la sensualidad de su boca lo epataron durante un rato, pero después, lo mismo de siempre… Mientras manejaba la cuchilla por su cara pensaba en que no aprendía a pesar de saber a ciencia cierta que no le interesaba ese tipo de relación, aunque había llegado a el consenso consigo mismo de asimilarlo al hambre o la sed y comer un snack o beber agua. Tienes una necesidad y, en ocasiones, la cubres sin más.
“Podríamos tomar algo esta noche” repitió la voz desde el dormitorio.
“Esta noche no puedo cielo” respondió mientras se ajustaba la corbata “Te doy un toque en esta semana. Me tengo que ir al curro. Te he preparado café en la cocina, cierra al salir.”
Logró oír la queja mientras cerraba la puerta. Más agua, sin más.
Mientras se dirigía al trabajo pensaba en que se comportaba como un cabrón con las mujeres. El “follador amable” lo llamaba una de sus amigas, pero el no se sentía así. Después del trabajo le gustaba salir a tomar algo tranquilo y cuando encontraba una mujer que le llamara la atención solo comenzaba a jugar. No mentía, no halagaba en falso, no presumía, solo hablaba con ellas. Casadas, solteras, jóvenes, maduras… todas tenían algo que contar y a todas les gustaba jugar. A veces ganaba, a veces no, pero siempre repartirá las mismas cartas para los dos.
Aún así, tenía la sensación de ser “The Great Pretender” y no le gustaba.
Al llegar a la oficina le informaron que alguien le esperaba en la Sala de Reunión. Repasando mentalmente su agenda mientras se dirigía al punto de encuentro recordó la cita con personal del Ayuntamiento y se malició que le esperaba otra mañana completa de tecnicismos aburridos y negociaciones absurdas.
Al entrar en la sala dos personas la estaban esperando. El edil, Pablo, al que ya conocía se dirigió a el amistoso:
“Que tal Dani, como sigues?”
“Peor que tu según veo” le contesto con sorna.
“Permíteme que te presente a la responsable del área que nos ocupa, Elena”
Al volverse solo puedo ver unos grandes ojos azules que miraban sin pestañear a los suyos. De un simple vistazo la analizo, falda de tubo, caderas anchas sin excesos, pecho grande embutido en una camisa blanca impoluta, chaqueta a juego, sonrisa grande y de mediana edad … funcionaria total. Al darle la mano observo el anillo en su dedo anular…casada. El pensamiento de que el trabajo iba ser complicado se instalo en su cerebro.
“Buff, con las ganas que tengo” pensó
En poco tiempo la mesa estaba llena de papeles, palabras, requerimientos y exigencias…lo de siempre.
El edil se levantaba frecuentemente a hablar por teléfono. Se notaba que este tipo de reunión le aburria, pero Elena insistía en cada detalle de manera casi obsesiva. Al cabo de dos horas el edil se disculpó, tenía que marcharse.
“Te dejo con Elena, como ves sabe del tema más que yo”
Se despidió y Elena retomo el ultimo punto. Se necesitaba un nombre y un acrónimo para el proyecto. Mirándome fijamente le dijo:
“Lanzamiento de la Unidad del Servicio de Transporte” dijo...
“Y el acrónimo?, no será fácil con ese nombre tan largo…
“LUST” contesto.
Dani se quedó perplejo, la palabra le sonaba, pero no localizaba de que. De repente, como un flash, recordó su significado en ingles, sus múltiples conversaciones con la becaria norteamericana y los ojos se le abrieron como platos.
“Pero…” empezó a decir, no termino la frase. Ella mirando a sus papeles afirmó: “ Uff, no, no parece apropiado”.
Por un momento el creyó percibir una media sonrisa y una mirada furtiva de sus ojos azules y algo empezó a moverse en su entrepierna.
-“Pensamientos intrusivos…deséchalos y concéntrate”.
Durante la siguiente hora Elena se afanaba en marcar los detalles del proyecto. En múltiples ocasiones se incorporaba de pie sobre la mesa y mostraba generosamente su escote. Grandes pechos, sujetador con encaje rosa y un canalillo donde quedarse a vivir. Dani no podía evitar fisgonear recurrentemente y en ocasiones ella, como con recato, se cerraba el escote…pero sin abrochar el botón de su camisa.
En algunos momentos se iba a su lado. Mientras el repasaba los presupuestos ella iba señalando alguna partida, girándose hacia el muy cerca. En más de una ocasión rozo su pecho con su hombro, descuidadamente o...no.
Al terminar la reunión y despedirse se citaron al día siguiente para terminar con los detalles. Dani le abrió amablemente la puerta de la sala y como ella portaba un buen montón de papeles contra su pecho salió de espaldas, rozando ligeramente su culo contra él.
Mientras se alejaba por el pasillo Dani sonrió…” Parece que la señora me esta morboseando…que interesante…. “ Se marcho por el pasillo sonriendo divertido y pensado a donde irá este asunto.
No le interesaba. Mientras se afeitaba estaba pensando que por él ya se podía haber marchado anoche, después de su ración excesiva (¿¡?) de sexo. Cierto es que su juventud, sus pechos abundantes y la sensualidad de su boca lo epataron durante un rato, pero después, lo mismo de siempre… Mientras manejaba la cuchilla por su cara pensaba en que no aprendía a pesar de saber a ciencia cierta que no le interesaba ese tipo de relación, aunque había llegado a el consenso consigo mismo de asimilarlo al hambre o la sed y comer un snack o beber agua. Tienes una necesidad y, en ocasiones, la cubres sin más.
“Podríamos tomar algo esta noche” repitió la voz desde el dormitorio.
“Esta noche no puedo cielo” respondió mientras se ajustaba la corbata “Te doy un toque en esta semana. Me tengo que ir al curro. Te he preparado café en la cocina, cierra al salir.”
Logró oír la queja mientras cerraba la puerta. Más agua, sin más.
Mientras se dirigía al trabajo pensaba en que se comportaba como un cabrón con las mujeres. El “follador amable” lo llamaba una de sus amigas, pero el no se sentía así. Después del trabajo le gustaba salir a tomar algo tranquilo y cuando encontraba una mujer que le llamara la atención solo comenzaba a jugar. No mentía, no halagaba en falso, no presumía, solo hablaba con ellas. Casadas, solteras, jóvenes, maduras… todas tenían algo que contar y a todas les gustaba jugar. A veces ganaba, a veces no, pero siempre repartirá las mismas cartas para los dos.
Aún así, tenía la sensación de ser “The Great Pretender” y no le gustaba.
Al llegar a la oficina le informaron que alguien le esperaba en la Sala de Reunión. Repasando mentalmente su agenda mientras se dirigía al punto de encuentro recordó la cita con personal del Ayuntamiento y se malició que le esperaba otra mañana completa de tecnicismos aburridos y negociaciones absurdas.
Al entrar en la sala dos personas la estaban esperando. El edil, Pablo, al que ya conocía se dirigió a el amistoso:
“Que tal Dani, como sigues?”
“Peor que tu según veo” le contesto con sorna.
“Permíteme que te presente a la responsable del área que nos ocupa, Elena”
Al volverse solo puedo ver unos grandes ojos azules que miraban sin pestañear a los suyos. De un simple vistazo la analizo, falda de tubo, caderas anchas sin excesos, pecho grande embutido en una camisa blanca impoluta, chaqueta a juego, sonrisa grande y de mediana edad … funcionaria total. Al darle la mano observo el anillo en su dedo anular…casada. El pensamiento de que el trabajo iba ser complicado se instalo en su cerebro.
“Buff, con las ganas que tengo” pensó
En poco tiempo la mesa estaba llena de papeles, palabras, requerimientos y exigencias…lo de siempre.
El edil se levantaba frecuentemente a hablar por teléfono. Se notaba que este tipo de reunión le aburria, pero Elena insistía en cada detalle de manera casi obsesiva. Al cabo de dos horas el edil se disculpó, tenía que marcharse.
“Te dejo con Elena, como ves sabe del tema más que yo”
Se despidió y Elena retomo el ultimo punto. Se necesitaba un nombre y un acrónimo para el proyecto. Mirándome fijamente le dijo:
“Lanzamiento de la Unidad del Servicio de Transporte” dijo...
“Y el acrónimo?, no será fácil con ese nombre tan largo…
“LUST” contesto.
Dani se quedó perplejo, la palabra le sonaba, pero no localizaba de que. De repente, como un flash, recordó su significado en ingles, sus múltiples conversaciones con la becaria norteamericana y los ojos se le abrieron como platos.
“Pero…” empezó a decir, no termino la frase. Ella mirando a sus papeles afirmó: “ Uff, no, no parece apropiado”.
Por un momento el creyó percibir una media sonrisa y una mirada furtiva de sus ojos azules y algo empezó a moverse en su entrepierna.
-“Pensamientos intrusivos…deséchalos y concéntrate”.
Durante la siguiente hora Elena se afanaba en marcar los detalles del proyecto. En múltiples ocasiones se incorporaba de pie sobre la mesa y mostraba generosamente su escote. Grandes pechos, sujetador con encaje rosa y un canalillo donde quedarse a vivir. Dani no podía evitar fisgonear recurrentemente y en ocasiones ella, como con recato, se cerraba el escote…pero sin abrochar el botón de su camisa.
En algunos momentos se iba a su lado. Mientras el repasaba los presupuestos ella iba señalando alguna partida, girándose hacia el muy cerca. En más de una ocasión rozo su pecho con su hombro, descuidadamente o...no.
Al terminar la reunión y despedirse se citaron al día siguiente para terminar con los detalles. Dani le abrió amablemente la puerta de la sala y como ella portaba un buen montón de papeles contra su pecho salió de espaldas, rozando ligeramente su culo contra él.
Mientras se alejaba por el pasillo Dani sonrió…” Parece que la señora me esta morboseando…que interesante…. “ Se marcho por el pasillo sonriendo divertido y pensado a donde irá este asunto.