Deseos con la vecina

Maverick-XIII

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26 Jun 2023
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Ciudad Real, España
Buenos días,

Os dejo un relato que he estado escribiendo. No esta basado en hechos reales ni los personajes guardan ninguna relacion con la realidad.
Yo espero que os guste y decirme lo que opináis, si veis mejoría, alguna critica, etc. :)


Disfrutar de este relato:



Luis vivía en un apartamento, la mayoría de la gente eran mayores, pero también vivían gente de su edad. Dentro del mismo bloque, tenía en frente a su vecina Julia. Ella tenía unos 28 años, cabello rubio, alta y algo delgada. A Luis le encantaba como vestía, cada vez que se encontraba con ella mirar fijamente a ella. Tenía un buen cuerpo, con una ropa ceñida se notaba bien sus puntos fuertes: unos pechos bien voluminosos y un culo apretado. A Luis cada vez que miraba a Julia, se la imaginaba en bikini. En como ver ese precioso cuerpo escondido.


En una tarde, cuando Luis volvía de la universidad, se encontró Julia por el pasillo de camino a su puerta. Luis saludó a Julia y esta le devolvió el saludo. Intercambiaron algunas palabras hasta que Julia se paró en su puerta intentando buscar sus llaves. Julia dejo su bolso y su bolsa en el suelo y se agacho para encontrarlo mejor. Luis en un intento de abrir su puerta, miro a Julia agachada. Sus ojos quedaron fijos en sus caderas, siguiendo la mirada llego a la bolsa donde se detuvo observándola. Dentro de la bolsa, había una pequeña bolsa en el que podía reconocer que pertenecía a un Sex shop de dos calles más adelante de donde vivía.

Finalmente, Julia encontró las llaves y pasó sus cosas rápidamente y se despidió de Luis antes de cerrar la puerta.

Luis estaba inquieto, no sabía si realmente lo que había visto era real o simples ilusiones. Entonces Luis se dirigió por la ventana de la salita donde tenía en frente su cocina. Y en efecto, eran dos didols, uno morado y otro transparente. Ahora Luis ya no se la imaginaba en la playa con su bikini, sino desnuda en su cama jugando con ellos.


Pasó la media tarde y Luis aun sentía ganas de ver qué pasaba, entonces salió de su puerta y se puso delante de la puerta de Julia para escuchar voces. No se oía nada, así que volvió a su casa.

Intentó mirar sus ventanas donde podría ver su cocina y parte de su salón. No se oía nada y mucho menos ver. Así que optó por ir al patio. Tenían un patio compartido, a ser un apartamento en bloque había tres patios y solo los de la primera planta lo tenían. Luis se dirigió al patio y ahí se pudo oír un gemido.


Efectivamente se oía bien, pero bastante flojo. Así que salto la pequeña valla que los separaba y miro más de cerca a sus ventanas. Ahí estaba, en el salón, toda desnuda. Se veía sus pechos voluminosos, con una mano dando un suave masaje en círculo en su pezón. Un cuerpo delgado con un piercing en el ombligo, y una mano que empujaba el didol que penetraba su lindo y delicioso coño.

Luis contemplaba esa escena, mirando como su sueño se hacía realidad delante de él. Julia se estaba en su momento, se sacó el didol de su vagina y empezó a chuparlo, lenta y constantemente. Se oía sus leves pero sexuales gemidos que le hacían gritar de placer, aumentando el ritmo poco a poco, imaginándose que tenía un miembro delante. Luis no podía más, la presión en sus pantalones le estaba pudiendo y conforme miraba a Julia en como lamía su juguete, él dejo libre su miembro.


Lo tenía ya preparado, comenzó a masajearse su miembro mientras vea como Julia jugueteaba con su dildol. En como chupeteaba su juguete mientras su delicada mano masajeaba su coño una vez más. Con sus dos dedos abrió su coño y hacia lo posible por hacerse una tijera.


Aaah…uuuhhh-. Entre jadeos, Julia le hablaba al didol-. Venga una vez más, ahora más profundo.

Luis estaba en la gloria, mientras Julia seguía con su juego; él imitaba el movimiento que tenía su didol. Si ella iba deprisa, él se al tocaba más rápido y también a la inversa. Se estaba imaginando en como bailaba su lengua en su miembro, dejándole todo empapado por la salida de Julia.

En un momento Julia paró, saco su didol de la boca y se detuvo un momento en el sofá. Luis estaba inquieto por saber qué hacía. Entonces Julia se puso de pie, colocó su didol debajo de su vagina y empezó a bajar lentamente hasta que su juguete entró en su templo sagrado.

Empezó a dar pequeños movimientos, hacia delante y atrás; todo para sentir que su juguete estaba dentro. Contemplar esa escena era algo excepcional, en como sus pezones se movían de un lado hacia otro, en como sus manos y de sus pies estaban inquietos y se cerraban; era algo que a Luis no podía resistirse.

-Aaaaaaah, joder. Si, si, aaaaaah.

-Oohh, Julia me estas poniendo muy a cien-. Comentó Luis en voz baja intentando que lo oyese. Escondido observando esa escena tan erotica.

Estaba desatada, botaba y botaba que era ya hipnótico verla. En como sus pechos botaban de arriba abajo, en como paraba un rato para lamerse sus pechones hinchados y rectos. En como su pelo suelto se estaba quedando despeinado por el movimiento. Y en como su sofá se estaba mojando por los jugos que soltaba su vagina.

-Uuuuuuh, sí. Ahhh, aah, aaaaaah, quiero más.

Luis no podía aguantar mucho más, su miembro estaba a punto de eyacular y aún no había terminado Julia. Hacia leves pausas, pero era prácticamente nulas, estaba hipnotizado por la masturbación de Julia.

Los gemidos de Julia iban en aumento, cada vez más sonoros y fuertes. También lo hacía Luis, estaba jadeando, pero hacia lo posible con o alzar la voz tapándose la mano con ella. Él estaba a punto de venirse hasta que paro un momento para tener más aguante.

En ese mismo instante Julia se paró, entre jadeos intentó sacar el didol de su coño y lo apartó a un lado. Se levantó a hacia la pequeña mesa que tenía en la pared, ahí había una bolsa. Era su segundo didol, el transparente. Julia, del orgasmo que aún estaba sintiendo, intento abrir lo más rápido que pudo. Luis desde la ventana estaba soñando y pensando, en la imagen desnuda de Julia ahí plantada preguntándose en que hará con ese didol.

Antes de que volviera a la realidad, Julia se volvió hacia el sofá y a mitad del camino Luis se dio cuenta tarde y se agachó rápidamente. Su corazón iba a cien, no sabía si le había pillado y si le hubiera pillado no sabría cómo contestar. Intento asomarse a la venta y ahí estaba en el sofá, a cuatro patas.

Julia se encontraba de rodillas en el sofá con el nuevo didol en la mano, estaba casi al límite y no podía parar ahora.


-Venga, quiero ver cómo se comporta este-. Comentaba Julia entre risas.

A continuación, Luis se quedó totalmente asombrado, vio como Julia introducía su transparente didol en su culo. Iba poco a poco introduciéndosela, de pronto un chillido hizo reventar el piso de donde vivía. Un grito de placer en cuando se introducía su juguete por su culo.

Julia empezó a jugar con sus didol, estaba simulando en cómo le penetraba el juguete en su preciso culo. Lo estaba gozando, no paraba de respirar profundamente, en gemir y en como su mano sacaba y metía su juguete. Luis no podía aguantar más quedándose parado, tenía que volverá tocarse y ya no le importaba eyacular.


-Ah, ah ,ah. Joder que bueno, ummm ah, ah, aaah-. No paraba de gemir y de gritar, estaba en su estado de placer.

-Aaah, si nena. Ten un poco de esto, me estas poniendo muy caliente-. Luis ya no le importaba si le oyese, estaba también en su momento.

Ya estaba a punto, Julia no podía aguantar mucho más, entonces cogió su didol ya usado y lo dejo entre a su cara. Julia empezó a meterse su didol por la boca mientras su otro dildo lo hacía con su culo. Estaba desatada, sus gemidos eran silenciados por su didol y eso le ponía bastante mientras saca y metía su didol por el culo. Luis ya no podía aguantar más, estaba a punto de eyacular. Seguía mirándola sin que su mano parase de masturbar su miembro, en ver como Julia disfrutaba de ese placer.


Julia ya no podía aguantar más, estaba en el éxtasis. Antes de que llegara a masturbarse, su otra mano se puso en su vagina y empezó a masajearse.


-Ummmm, si, si ¡Sí!. Un poco mas, ah ,ah ah- Decía jadeando mientas volvía a meter su boca en el didol.


Luis ya no aguantaba se estaba viniendo. -Ah, mierda me corro. No puedo, me voy a correr.

-Ahh, me voy a correr-. Gritaba Julia, apunto de llegar a su orgasmo-. Si si si , aaaah. Ah, ah, jeje, ah ,ah je-. Se había corrido.

Ya no podía seguir más, había agotado todas sus fuerzas y siento un gran orgasmo en ella. Julia se sacó su didol del culo y lo dejo caer en el suelo. Estaba exhausta, se tumbó y miraba a la nada al techo. Estaba satisfecha del goce que había vivido, de su increíble y dulce orgasmo.


Mientras Luis, no podía aguantar mucho más. Un leve pero reconocible chillido sonó por el patio.

-Aahh, ah, ah.-Una mancha blanquecina apareció en la pared, se había corrido-. Mierda, he gritado y encima tengo que limpiar esto antes de que me pillen.

Intentó limpiar su semen con uno de los papeles que tenía en el patio y antes de irse, miro una vez más por la ventana. Se veía a una Julia satisfecha y liberada. Luis desearía quedarse un poco más, pero correría el riesgo de que le pillasen.


Finalmente, Luis volvió a su piso, mirando antes alrededor por si salía algún vecino. Una vez llegado a la cocina se sintió a salvo del peligro, estaba feliz. El recuerdo de Julia era un sueño hecho realidad y eso nunca lo iba a olvidar. Y pensaba que, para lo próxima vez, se llevaría un móvil para grabar ese mágico sueño cumplido.

Luis ya estaba satisfecho, al igual que Julia. Ya solo esperaba que fuese uno de sus juguetes, le hubiera encantado la idea. Entre risas, Luis fue al baño a bañarse y limpiarse un poco. Su momento del día había terminado.

FIN
 
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