"Te Compensaré".
Esas dos palabras llevaban en mi cabeza desde que el sábado la había organizado una fiesta sorpresa por su cumpleaños. Sabía perfectamente por como me lo dijo que se refería a sexo y por eso mismo no dejaba de imaginar qué podria tener ella en mente. ¿Será la ansiada sesión de fotos?, ¿Será jugar en un probador, cine,...?
Pasó el fin de semana y por unas cosas o por otras ese "Te compensaré" se quedó en nada y mis ganas iban en aumento hasta que llegó el lunes.
Estaba siendo una tarde normal, los niños dando guerra como siempre, recogiendo la casa y los mil quehaceres que tenemos a diario pero entre nosotros se notaba una tensión sexual que desde el sábado no habíamos resuelto hasta que a media tarde ella me dijo "Pon a los niños una película entretenida que yo me voy a la ducha". Ahí yo ya supe que esa ducha no iba a ser como cualquier ducha por cómo me miró y por cómo quería tener a los niños entretenidos. Me puse a ponerles una película a los niños cuando a mi móvil llegó un escueto pero aclaratorio "Te estoy esperando".
Según lo leí mi excitación se disparó y subí hasta el baño deseoso de tener buen sexo con mi mujer.
Cuando abrí la puerta del baño y la ví, desnuda, con cara de excitación y la sorpresa que me tenía preparada supe que lo íbamos a pasar bien. Tenía preparado nuestro nuevo juguete sexual que había comprado y solo habíamos probado una sola vez. Un vibrador realístico de 23cm que nos iba a dar mucho juego.
Con el en mis manos nos metimos en la ducha, besándonos con deseo, tocándonos mutuamente hasta que me pregunto "¿Qúe quieres hacer con esto?".
Con el en mis manos conecté el vibrador y empece a pasarlo por sus pezones que tanto me gustan, fui bajando hasta acariciar su sexo con el. "No creo que sea eso lo que quieres, yo creo que quieres otra cosa"
Y sí, realmente quería otra cosa y ella quería otra cosa así que no iba a demorarlo más. aprovechando la ventosa lo fije al suelo para que ella con cara de excitación fuese metiendoselo centímetro a centímetro hasta meterse los 23cm. Verla moverse mientras se metía esa polla de goma, mirándome con deseo me hacía estar a tope de excitación.
Acerque mi polla durísima a su boca. "Aquí tienes tu trío" y sus labios cubrieron mi glande chorreando de líquido preseminal.
La imagen de verla cabalgar sobre el vibrador mientras me hacía un sexo oral tan brutal hacía que mis ganas de eyacular viniesen demasiado pronto asi que me retiraba a ver esa imagen que todavía hoy no se me quita de la cabeza. Sus movimiento sobre el vibrador mientras me miraba a los ojos follandose con ese juguete que tanto morbo me da me hacía estar al límite. No podía aguantar más así que me acerqué a ella dispuesto a terminar. Sin para el sube y baja sobre el juguete se puso a chuparmela de una forma que me estaba llevando a un orgasmo inminente. Como siempre hago avise que mi corrida estaba llegando "Cuidado que me corro ya" le dije y ella no se si por la excitación o por ser parte del regalo hizo algo que nunca había hecho de esa manera. En lugar de retirarse y dejar que fuese a esas tetitas que tanto me gustan, continuó mirándome a los ojos mientras sacaba la lengua recibiendo mi corrida en la boca y cara. Su barbilla goteando, la lengua llena de semen fue una imagen que jamás se me olvidará y que superó con creces la compensación que me esperaba por su cumpleaños.
Esas dos palabras llevaban en mi cabeza desde que el sábado la había organizado una fiesta sorpresa por su cumpleaños. Sabía perfectamente por como me lo dijo que se refería a sexo y por eso mismo no dejaba de imaginar qué podria tener ella en mente. ¿Será la ansiada sesión de fotos?, ¿Será jugar en un probador, cine,...?
Pasó el fin de semana y por unas cosas o por otras ese "Te compensaré" se quedó en nada y mis ganas iban en aumento hasta que llegó el lunes.
Estaba siendo una tarde normal, los niños dando guerra como siempre, recogiendo la casa y los mil quehaceres que tenemos a diario pero entre nosotros se notaba una tensión sexual que desde el sábado no habíamos resuelto hasta que a media tarde ella me dijo "Pon a los niños una película entretenida que yo me voy a la ducha". Ahí yo ya supe que esa ducha no iba a ser como cualquier ducha por cómo me miró y por cómo quería tener a los niños entretenidos. Me puse a ponerles una película a los niños cuando a mi móvil llegó un escueto pero aclaratorio "Te estoy esperando".
Según lo leí mi excitación se disparó y subí hasta el baño deseoso de tener buen sexo con mi mujer.
Cuando abrí la puerta del baño y la ví, desnuda, con cara de excitación y la sorpresa que me tenía preparada supe que lo íbamos a pasar bien. Tenía preparado nuestro nuevo juguete sexual que había comprado y solo habíamos probado una sola vez. Un vibrador realístico de 23cm que nos iba a dar mucho juego.
Con el en mis manos nos metimos en la ducha, besándonos con deseo, tocándonos mutuamente hasta que me pregunto "¿Qúe quieres hacer con esto?".
Con el en mis manos conecté el vibrador y empece a pasarlo por sus pezones que tanto me gustan, fui bajando hasta acariciar su sexo con el. "No creo que sea eso lo que quieres, yo creo que quieres otra cosa"
Y sí, realmente quería otra cosa y ella quería otra cosa así que no iba a demorarlo más. aprovechando la ventosa lo fije al suelo para que ella con cara de excitación fuese metiendoselo centímetro a centímetro hasta meterse los 23cm. Verla moverse mientras se metía esa polla de goma, mirándome con deseo me hacía estar a tope de excitación.
Acerque mi polla durísima a su boca. "Aquí tienes tu trío" y sus labios cubrieron mi glande chorreando de líquido preseminal.
La imagen de verla cabalgar sobre el vibrador mientras me hacía un sexo oral tan brutal hacía que mis ganas de eyacular viniesen demasiado pronto asi que me retiraba a ver esa imagen que todavía hoy no se me quita de la cabeza. Sus movimiento sobre el vibrador mientras me miraba a los ojos follandose con ese juguete que tanto morbo me da me hacía estar al límite. No podía aguantar más así que me acerqué a ella dispuesto a terminar. Sin para el sube y baja sobre el juguete se puso a chuparmela de una forma que me estaba llevando a un orgasmo inminente. Como siempre hago avise que mi corrida estaba llegando "Cuidado que me corro ya" le dije y ella no se si por la excitación o por ser parte del regalo hizo algo que nunca había hecho de esa manera. En lugar de retirarse y dejar que fuese a esas tetitas que tanto me gustan, continuó mirándome a los ojos mientras sacaba la lengua recibiendo mi corrida en la boca y cara. Su barbilla goteando, la lengua llena de semen fue una imagen que jamás se me olvidará y que superó con creces la compensación que me esperaba por su cumpleaños.