Extraña calma Pt.2
A partir de ese día, él tuvo toda la razón, comencé a ser suya cada vez que él quería, para tocarme, para besarme, para enseñarme y controlarme…
Puedo recordar aún muchas de las veces en que eso sucedía, pues solo hacía falta quedarnos solos los 3, sin vigilancia o atención...