El miércoles por la mañana, Carmen no podía contenerse más. Estaba en la cocina de Ana, su amiga de siempre, tomando un café que apenas tocaba. La masía, Zaragoza, las noches con Javier le bullían dentro, y al fin se desbordó. “Ana, estoy viviendo algo que no sé ni cómo explicarte”, empezó, sus...