Recuerdo unas historias de hace bastante tiempo, espero no aburrir. En una sauna se me acercó un tiarrón enorme y cachas de esos que ves por la calle y dan miedo por la pinta de brutos. Todo lo que tenía de aparentemente machorro resultó luego ser lo opuesto. Se puso a cuatro patas y empezó a chupar, empezamos en un rincón más o menos discreto y luego nos pusimos en mitad de una sala a seguir con el espectáculo. Al poco se acercaron otros tres tíos de distintas edades y el tiarrón se puso a alternar chupando a los cuatro como si se le acabase el tiempo. Me fui porque me hizo sentir incómodo que me pidiese algunas cosas bastante escatológicas pero viéndolo no me cabe la menor duda de que vació a los otros tres y no desperdició una gota.
En otra ocasión, en una zona de cruising, coincidí con un hombre de más de 80 realmente insaciable, lo veía todos los días en acción, siempre arrodillado delante de alguien. Una vez se me acercó, lo dejé hacer y me corrí en su boca. Posteriormente me contaron que se sentó en un lugar más o menos frecuentado y varios tíos se pusieron en cola para que los satisfaciese. El hombre se dejó hacer sin rechistar y tras mi experiencia imagino que acabó bien alimentado. Me pareció admirable esa energía a su edad, la verdad.