Fotos y Videos Vestuarios y duchas: en gimnasios y piscinas.

Os voy a contar algo que me pasó ayer en el gimnasio y que todavía me tiene la polla tiesa de pensarlo. Llevo meses cruzándome con un tío en el gym, un cabrón de unos cincuenta años, alto, con ese rollo daddy que te pone burro: cuerpo firme, vello en el pecho, sin estar mazado como un culturista, pero con una presencia que impone. Lo había visto en una app de contactos, donde se vende como amo dominante, y siempre había un jueguecito de miradas entre nosotros. Él miraba mi perfil, yo el suyo, y aunque la tensión sexual era brutal, nunca habíamos pasado de ahí... hasta ayer.
Después de entrenar, coincidimos en los vestuarios. El ambiente estaba cargado, los dos sudados, quitándonos la ropa para ir a las duchas. De repente, sin mediar palabra, me agarró del brazo con fuerza, sus ojos clavados en los míos, y me arrastró al baño de minusválidos que está justo al lado. Cerró la puerta con un portazo, se arrancó la toalla que le cubría la cintura y ahí estaba: un pollón enorme, duro como el cemento, con las venas marcadas y goteando precum. No me dio ni un segundo para pensar. Me empujó hacia abajo, poniéndome de rodillas, y con una voz grave y autoritaria me soltó:
—Sé que llevas meses soñando con esta polla, zorra. Ahora vas a ser mi putita y me la vas a mamar como te mereces.
Joder, no voy a mentir: el morbo me estaba reventando. Asentí como pude, con la boca ya llena de su carne caliente, que me embestía la garganta sin piedad. Me agarró del pelo, controlando el ritmo, mientras me decía guarradas:
—Traga, puta, que sé que te encanta.
Su polla sabía a sudor y a hombre, y yo estaba tan cachondo que mi propia polla estaba a punto de explotar. Él seguía follándome la boca, cada vez más rápido, hasta que paró de golpe, me levantó y me dio la vuelta contra la pared.
—Ahora voy a destrozarte ese culo de zorra que me restriegas cada día en el gym. A partir de hoy, este ojete es mío.
Escupió en su mano y lubricó mi culo con rudeza. Sentí su polla gorda empujando, abriéndome sin contemplaciones. Joder, cómo dolía y cómo molaba a la vez. Me folló a cuatro patas, con una mano en mi nuca y la otra apretándome la cadera, mientras me susurraba al oído:
—Eres mi puta ahora, ¿lo pillas? Vas a abrirte de piernas cada vez que te lo ordene.
Yo apenas podía gemir, intentando no hacer ruido para que no nos pillaran, pero mi polla chorreaba de lo cachondo que estaba.
—Mira cómo te gusta, zorrita —dijo, notando mi erección—. Voy a llenarte de lefa, y vas a ser mi perra siempre.
Aceleró el ritmo, clavándomela hasta los huevos, y de pronto noté su polla palpitar dentro de mí.
—Toma, puta, te voy a preñar.
Sentí cómo me inundaba con su leche caliente. Cuando la sacó, mi culo abierto goteaba semen, y él se rió con esa risa de cabrón seguro de sí mismo.
—Sabía que serías una buena zorra, aunque te hayas hecho el duro todo este tiempo.
Salió del baño como si nada, dejándome ahí temblando de la intensidad. Me recompuse, me duché rápido, pero al salir, ahí estaba él, esperándome con una mirada que decía que no había terminado conmigo.
—No creas que esto acaba aquí, putita. Sígueme— ordenó.
Y yo, como un perro obediente, lo seguí hasta su casa, que estaba a unos 500 metros del gimnasio. ¿Queréis saber qué pasó? Porque aquello fue todavía más bestia...
Ya estás tardando...
 
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El otro día en el vestuario de la piscina, en duchas separadas en cabinas que no llegan al suelo, los desagües no tragaban y se formaba una lámina de agua en el suelo, que es oscuro, que hacía de espejo y se podía ver el reflejo del tío de al lado. Coincidió que yo tenía ganas de tocarme y el de al lado también. Nos estuvimos pajeando los dos. Yo no sé si él me miraba a mi por el reflejo pero yo a él sí y me puso mucho la situación. Los dos estuvimos bastante tiempo y se volvió bastante obvio lo que hacíamos.
una situación supermorbosa ufffff, eso de ver y de poder ser visto da mucho morbo
 
El otro día en el vestuario de la piscina, en duchas separadas en cabinas que no llegan al suelo, los desagües no tragaban y se formaba una lámina de agua en el suelo, que es oscuro, que hacía de espejo y se podía ver el reflejo del tío de al lado. Coincidió que yo tenía ganas de tocarme y el de al lado también. Nos estuvimos pajeando los dos. Yo no sé si él me miraba a mi por el reflejo pero yo a él sí y me puso mucho la situación. Los dos estuvimos bastante tiempo y se volvió bastante obvio lo que hacíamos.
Dioss, me pasó en un camping con un amigo y espero que no reflejase, yo creo que por la posición no, pero si hay algún experto que nos diga jajaja
 
Dioss, me pasó en un camping con un amigo y espero que no reflejase, yo creo que por la posición no, pero si hay algún experto que nos diga jajaja
Jajajaja aquí se reflejaba muy claro porque había fluorescentes arriba. Tú te estabas pajeando?
 
Pero entonces tú sí veías su reflejo o como le veías??
sii yo veia el reflejo de su culo y de su polla mientras se duchaba y se secaba y yo mientras tanto pajote al canto jajajjajaa pero intuí que si yo veia solo su polla, él no me estaba viendo a mí jajajaja
 
sii yo veia el reflejo de su culo y de su polla mientras se duchaba y se secaba y yo mientras tanto pajote al canto jajajjajaa pero intuí que si yo veia solo su polla, él no me estaba viendo a mí jajajaja
Jajajajjaa el no vería tu cara pero hasta la altura de la polla supongo que igual que tú
 
En el centro de deportes donde voy, en un campus universitario, hay mucho chaval cañón y suelo salir bastante cachondo de los vestuarios. Después de leer este hilo me he fijado más en las duchas y efectivamente hay gente que busca tema. Se nota porque van sin prisa y se dan la vuelta para mirar al de enfrente (las duchas son en dos fileras opuestas, con separadores pero sin puertas).

El otro día me pongo enfrente de un chico joven, veintipocos, rubio, estatura media, fibradete (yo 40, en buena forma). Voy a lo mío pero veo de reojo que se va dando la vuelta. En una de estas me doy la vuelta yo también y veo que la tiene medio dura! Tiene una buena polla, bastante larga y gruesa, y unos huevos gordos y depilados, preciosos. Nos quedamos así un momento y nos volvemos a poner de culo. Noto que se va volviendo, y yo me voy poniendo duro. Poco después me doy la vuelta para que me vea la polla. En unos segundo se vuelve él también y nos aguantamos la mirada un momento. Intento seguir con el juego pero ya no se vuelve y empiezo a pensar que quizás lo he malinterpretado, que el chico se ha empalmado y ya está, o que no quiere nada conmigo. Me salgo a cambiarme y poco después sale él y casualmente se pone cerca mío, dejando ver su polla morcillona más de lo necesario. Lo miro para hacerle alguna seña pero me mira sólo muy brevemente. Al salirme pienso si esperarlo al lado de los baños pero acabo decidiendo que igual me lo estoy imaginando, y tiro para casa.

Eso sí, enciendo Grindr y allá aparece el chaval en unos minutos.
- "Tenías muy buena pinta en la ducha" le digo en inglés (tenía en su perfil que era estudiante Erasmus)
- "ahh ya sé quien eres haha", dice.
- "Me ha encantado la exhibición", le digo
- "ha sido sin querer, estaba muy cachondo y me he empalmado haha"
- "Si?? pensaba que estabas jugando"
- "Bueno al principio no pero después, cuando he visto que estabas empalmado, sí que estaba jugando un poco"
- "Me has puesto a mil, vaya cuerpazo tienes, chaval"

Hablamos un poco más y me dice que la situación lo ha puesto todavía más cachondo, y que si quiero jugar. Quedamos de vernos en unos baños tranquilos que hay en el campus. Cuando llega está él ya allí y nos damos un morreo a la entrada (efectivamente, está muy caliente). Nos metemos en un cubículo (por suerte no hay nadie en el baño) y nos empezamos a enrollar. Me pongo a mil tocándole ese vientre plano y el comienzo de la polla. Nos desabrochamos y nos empezamos a pajear mientras nos seguimos comiendo la boca. Me vuelve loco la combinación vientre-polla-huevos, es de lo mejor que he visto en mi vida! No aguanto mucho antes de arrodillarme y comerme esa maravilla de rabo. Estoy en la gloria pero me para porque no quiere correrse todavía. Me la come él un rato y también lo tengo que parar jaja, estamos los dos a tope. Me dice que está muy cerca y que si trago. Me vuelvo a poner de rodillas y dejo que me entre bien dentro y que me folle la boca, cogiéndome del pelo y acelerando hasta que en unos instantes noto los lechazos en mi garganta. Voy tragando mientras me pajeo y acabo en el suelo, uf vaya morbazo.

Hemos continuado en contacto y me ha sugerido follar. De momento no ha pasado nada más, ya veremos si el chico quiere algo más de verdad o se queda en este calentón jaja. Bueno ya contaré si eso ;)
Pasó algo mas??
 

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