si, ahi tienes razon, pero ya no se a que tipo de nivel de confianza hablas
Yo en mi caso lo que me pone es la novedad, tías que apenas conoces y que te encantaría follar o estas en ello, o en su defecto y que por equis motivo es inviable pero quieres su olor. Por ej. hijas adolescentes de rollos que te ponen burrisimo y sin querer te ves hurgando donde no debes xd.
Con familiares o novias de amigos y tal nunca tuve interés, ahí suelo respetar y es que tampoco me despierta. Supongo que los fetiches son como los culos y cada uno tenemos el nuestro.
Este verano x ej. fuimos de escapada varios colegas, mi mejor amiga acopló a su hermana de unos 25 que por movidas se quedó colgada ese puente. La hermana resultó ser un pivón acojonante y bastante suelta y pese a que nadie se la folló porque tenía novio tela como nos puso a todos.
La primera noche y estando de fiesta la niña se la pego subiendo y bajando tarimas enseñando todo al personal. Vestido blanco ceñido y ropa interior de encaje blanca que la vió hasta el portero de enfrente jajaj. Cada vez que llagaba de fumar decia: Joder que meada he pegado entre los coches, espero que no me haya visto nadie. Yo sólo pensaba en el tono que estaría cogiendo su tanga aquella noche...
Llegamos al apartamento y tras la última copa todos se fueron dispersando. Salí a la terraza a fumar el único cigarro del día ya que lo estaba dejando y apareció ella. Puede sonar a fantasmada pero no os conozco de nada y no tengo porqué mentir. Le dije que era el último que tenía y ya me propuso compartirlo, yo desinteresado le dije que se lo daría pero a cambio de algo y que aquello quedara entre nosotros dos y que a su hermana ni pío!!
Se bajó el tanga y me lo dió mientras compartímos aquel último cigarro, me preguntó que qué haría con él y le dije que lo olería fuerte aquella noche y guardaría en mi casa por si algún día decidía volver a por el.
Y volvió a las pocas semanas, pero esto ya iría en otro hilo.
Aquel tanga original blanco de encaje estaba como si lo hubiesen metido en un café con leche, literal era marrón y os juro que hasta pegajoso. No sólo olía coño, olía a flujo y a meada y a puro vicio.