No he sido de las que se masturba mucho, pero siempre que lo he hecho he buscado tranquilidad e intimidad (necesito concentración para llegar a correrme porque suelo pensar fantasías morbosas), así que atrevida en ese aspecto no soy, sino lo contrario. Pero si puedo contar una pillada en una ocasión que estaba tranquila en casa creyendo que estaba sola. Teniendo unos 20 años, leyendo un libro en mi habitación, (insisto, confiando en que no había nadie en casa), en un pasaje del libro en el que se describía un polvo, me empecé a poner cachonda y deslicé mi mano hacia mi pubis acariciándome lo pelos, luego mas abajo hasta los labios que ya estaban muy húmedos, me subió la excitación y como otras veces, agarré uno de los cojines en los que estaba apoyada, me lo puse entre los muslos y empecé a frotarme hasta que entró en mi habitación mi hermano y me cortó todo el rollo con el consiguiente corte para los dos.